Carlotto y la máquina de hacer “memoria, verdad y justicia”.

El matrimonio que se apoderó del nieto de Carlotto pidió el sobreseimiento.
Share

fabian1Por Fabian Kussman.

Los seres humanos inventaron algunas máquinas, que funcionan como extensión de sus manos, uñas y dientes o reemplazan los mismos. La rueda, flechas con punta de piedra, utensilios de madera para cavar, lanzas con puntas de hueso y tantas más. En estos instrumentos, la energía es proporcionada por los músculos de la persona y la fuerza que debe aplicar para realizar un trabajo físico es menor, haciendo la vida un poco más fácil. Con el paso del tiempo llegaron telares, automóviles, aviones y computadoras. En el terreno de la ciencia ficción, la máquina del tiempo, pero aún no opera. Hay otras máquinas de ciencia ficción que no existen, pero funcionan.

El matrimonio Hurban, Clemente de 69 años de edad y Juana Rodríguez de 56, se presentaron ante un juez en la localidad de Azul, en la provincia de Buenos Aires y pidieron ser sobreseídos del delito de Sustitución de Identidad. En reserva (absoluta) el Juez Federal Marcelo Martínez De Giorgi (famoso por ser insultado y luego honrado con ron con ruda por la señora Hebe de Bonafini) solicitó a su par de Azul que sometiera a interrogatorio al mencionado matrimonio con domicilio en Olavarría y junto con ellos, al médico policial acusado de falsear la partida de nacimiento, Julio Sacher, de 80 años de edad.

Los Hurban presentaron un escrito en el mes de setiembre donde se declararon inocentes del delito de Sustitución de Identidad y pedir el sobreseimiento. En el mismo, relatan la historia que difundió hace unos años Ignacio Guido Carlotto Montoya y que dice que los Hurban vivían en la soledad de un campo en el cual no contaban con radio o televisor. Nunca estuvieron al tanto de maniobras ilegales del gobierno militar y que cierto día se llegó hasta el lugar Francisco Aguilar, alias “Pancho” -el dueño de la estancia donde el matrimonio trabajaba- comentándoles que una mujer a punto de dar a luz quería dar a su hijo en adopción. Los Hurban, sin hijos, viajaron hasta la ciudad de La Plata donde recibieron a la criatura en sus brazos, a la cual llamaron Ignacio y lo registraron como propio.

La jueza María Servini de Cubría fue quien en primera instancia se ocupó del caso, provocando un verdadero revuelo cuando llamó a indagatoria al matrimonio Hurban. En ese momento, Estela de Carlotto, una de las principales integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo manifestó que la jueza Servini de Cubría se había equivocado con su nieto. Este llamado a indagatoria creó una rápida acción de la señora Carlotto luego de que la magistrada llamara “apropiadores” a los Hurban. Saldo: Servini recusada y un Ignacio Guido Carlotto expresando “No quiero que sufran”

El “Con mi nieto, la juez Servini de Cubría se equivocó” aún suena en tribunales, ya que en el año 2013 la misma asociación liderada por Carlotto había pedido que se condene a 13 años de prisión a José Bacca y a Cristina Mariñelarena por apropiación de menores ya que este matrimonio “tenía conocimiento pleno” de que un bebé que recibieron en 1978 era hijo de desaparecidos.

La Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo sostuvo que se trató de un crimen de lesa humanidad cometido en el marco del terrorismo de Estado y por eso pidió penas cercanas a los montos máximos previstos para este tipo de delito.

Esta máquina que posee la organización liderada por Carlotto y permite detectar quien obra bien y quien no, es única en el mundo. Se trata de un logro no reconocido de la administración Kirchnerista aunque se desconoce si es totalmente computadorizada o permite que se presionen ciertos botones manualmente.

PrisioneroEnArgentina.com

Setiembre 24, 2016

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
45 Comments
Newest
Oldest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
45
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x