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  Por Courtney Bauer.
Más de 500 lobos han muerto recientemente en Idaho, Montana y Wyoming, poniendo en peligro un proyecto de investigación de ecosistemas a largo plazo en el Parque Nacional de Yellowstone. El proyecto fue “uno de los mejores modelos para comprender los comportamientos y la dinámica de una población de lobos no explotada por humanos”, dijo el biólogo de vida silvestre del Servicio de Parques Nacionales Doug Smith, quien agregó que los investigadores están tratando de salvar “lo que nos queda”.
Desafortunadamente, esta no es la única noticia preocupante sobre los lobos en los últimos tiempos. En febrero, un juez federal en California ordenó que el lobo gris regresara bajo las salvaguardas de la Ley de Especies en Peligro de Extinción. Ahora, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos está apelando este fallo de la corte federal. El compromiso de la administración Biden de abordar la biodiversidad y la conservación ahora está claramente en entredicho.
Los lobos son más que una especie en peligro de extinción. Son seres sintientes. Aquellos que no ven a los lobos como sagrados, o al menos como espíritus afines en muchos sentidos, deben salir de los confines del antropocentrismo. Entonces podremos salvar a los lobos de la extinción, junto con nuestra propia humanidad. Donde hay ignorancia existencial colectiva, la naturaleza se convierte en nuestra némesis. Donde hay respeto por toda vida, la naturaleza se convierte en nuestra apoteosis.
Hasta que los rancheros, cazadores y otros dejen de justificar su persecución y guerra interminable contra los lobos, tal vez siempre estaremos en guerra unos con otros. El fin de cosificar y explotar a otros, humanos o no humanos, viene con el cultivo de la empatía y la compasión.
Estas son las características de una sociedad civilizada y de una especie humana más evolucionada. Aquellos que aman estar en la naturaleza, pero también aman matar por deporte, pervierten y degradan la belleza y el poder del mundo natural, un mundo en el que podrían, si así lo eligieran, encontrar una satisfacción y realización infinitamente mayores.
Al proteger a los lobos y conservar sus hábitats, estamos a la altura del desafío de la administración planetaria responsable. Donde no hay sentido de parentesco con otros seres, podemos matar con ecuanimidad. Fomentar un sentido de parentesco con toda la vida debe ser una parte esencial de la educación de cada niño.

PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 6, 2022

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