El Clan Ale y el  Juego de Azar. Mafias  y  Maquinitas

Share

 

lobo-aragon-2Por Jorge Lobo Aragón.

 

OPINIÓN:

 

Me  congratulo y comparto en un todo con el panorama tucumano editado por el diario la gaceta de Tucumán, en donde el columnista Guillermo Monti  bajo el subtítulo “hagan las apuestas, ahora también por la televisión pública”,expone  en una parte de editorial que si durante el transcurso de un partido se incite a apostar desde la pantalla es todo un impacto. Inusual en la TV abierta. Señala además que a las autoridades, parece no importarles la cuestión. Con la anuencia del Poder, la televisión pública tucumana se puso al servicio del juego. No importa  si frente a la pantalla  haya menores cándidos. Es que el  fenómeno de las apuestas y la colonización cultural que ejerce sobre las sociedades es motivo de preocupación y debate global. Pero, al igual que el tráfico de drogas, se trata de una industria que mueve cantidades descomunales de dinero.El lobby que mejor le sale al juego es el del silencio. Hace un minucioso sondeo e introspección del juego a nivel nacional, dando cuenta de una manera prudencial que personas como Roberto Sagra, empresario a la cabeza de Pálpitos Deportivos y ex -dirigente del club San Martín son parte de este mutismo. Ensaya que de manera alguna puede alegar que el suyo  – el mayor empresario del Juego en Tucumán-,  sea un aporte genuino, nacido con la mejor intención para que los hinchas vean al equipo disputando una instancia decisiva del campeonato. Que como en la vida comarcana: la familia Ale (Clan), fue capaz de saltar del para-avalancha a la conducción del club de La Ciudadela. Estos caídos en desgracia, con sus referentes en prisión (Clan Ale), también  se alimentaron del juego para construir poder. Termina su último apartado de la valerosa nota haciendo notar sobre el silencio de muchos. Lo  cierto es que se juega a toda hora y en todo lugar. Hoy en el mismo Diario bajo el Título “El Mono”, que se definió como agricultor, quedó entre las cuerdas por sus números, Se da cuenta que según la AFIP,  se evadió el pago de tributos por $ 2,6 millones entre 2010 y 2013; además, habría omitido declarar la totalidad de sus ingresos Los investigadores pusieron el foco en el patrimonio de Ángel “El Mono” Ale, acusado de liderar junto a su hermano Rubén una banda que se dedicó al lavado de dinero. Hoy con la inestimable ayuda de la televisión pública y en la misma  dirección del periodista, es lo que vengo   sosteniendo y anticipando durante años en mi lucha contra las mafias y en mis distintas notas sobre el juego de azar en la Provincia. Comparto sobre la enorme irregularidad  de los casinos y casas de juego  a nivel nacional. En Tucumán, se repite  esta asociación con distintos nombres y testaferros. Es que el flagelo del juego y sus distintos tentáculos se ha generalizado sin duda alguna en todo el país. Puedo aseverar que en mi provincia – lamentablemente – también tenemos un llamado “Zar del Juego” que nunca fue investigado y  que se encuentra sin duda  interconectado con bandas mafiosas  – como el Clan Ale- . Puedo comprobar sus conexiones a través de querellas interpuestas contra el Clan. Es así. El único ente que efectivamente debe regular el ale2juego en Tucumán, es  la caja  popular de ahorros de la provincia. Lamentablemente – sin puntualizar ninguna gestión -, ningún gobierno jamás los controlo. Nunca se  hizo cumplir  el cupo máximo de cada empresa, que excede  con creces la cantidad de lo legalmente admitido (Todos tienen  más maquinas que lo permitido). El Pseudo empresario Sagra ni siquiera figura como que el explota las maquinas (aparecen  numerosos testaferros en su  nombre), con cupos a nombre  de distintas personas allegadas al juego desde hace mucho tiempo y cuyos nombres la sociedad tucumana conoce. Muchos sucesores dejo Cristóbal López –el que para no involucrarse todavía más, le devolvió el cupo a los innombrables Ale-. También es dable dar cuenta de otra hipocresía que se utiliza en la actualidad cuando se habla de juego responsable, – que sería en todo caso evitar que el ludópata entre en su espiral compulsivo- . Al contrario, los actuales protagonistas del flagelo a través de todos los modos y medios posibles, permiten que los jugadores y  sus consecuencias ingresen con absoluta libertad al laberinto del infierno. De una manera casi inalterable pasan a  engrosar inusitadamente los ingresos de los cabecillas de las casas de juego  con su  sabido lavado de dinero paralelo. Dinero irregular que se puede verificar. Esos recursos y beneficios en negro son incalculables. No existe por supuesto facturación alguna. Tampoco el freno de quienes deben ejercer el control. Asimismo esta contrariedad debe sumarse a  la lista misteriosa de cientos de empleados en negro. La evasión de los aportes previsionales, el impuesto a las ganancias y muchas subterfugios más sigue en la lista inexplicable. Un verdadero empresario (Sagra) no puede ser un licencioso iniciador del vicio para atrapar cada vez más a los jugadores incautos. Lamentablemente  – los juegos de azar – , tremendamente difundidos en la actualidad – son sin duda un agravante de los males que su­fre la sociedad a causa del desquicio económico que se patenta en la desocupación. Ante la falta de trabajos, a muchos el juego se ha de presentar como una alternativa salvadora, sin advertirse que contribuye a hundir más en las perturbaciones causadas por la crisis. Conflicto que conlleva, a descomponer  los hogares y a derrochar indebida­mente lo poco que se consiga obtener. Para peor, el juego que es usado alegre y despreocupadamente como un impulsor de programas de ventas y de búsquedas de audiencias, hace aparecer a este grave vicio como simple e inofensivo pasatiempo. Pero el juego, cuando adquiere el carácter de una compulsión, y es manejado por organizaciones tenebrosas, con cajero de bancos en sus propias instalaciones y demás artificios,  se adueña del ánimo y se convierte en una obsesión casi irresistible. La Organización Mundial de la Salud considera a la “Ludotopia” una enfermedad grave, que progresivamente domina la voluntad del pacien­te perjudicando su apreciación de los valores y su responsabilidad ante las obligaciones de todo tipo, familiares, sociales, laborales y ciudadanas. Por último sería deseable  e imperioso que el estado que últimamente está ejerciendo una enorme presión fiscal sobre el contribuyente, investigue y verifique las enormes evasiones y lavado ejecutados a través del Juego y los casinos de miles de maquinitas no reveladas ni declaradas.Sería de suma importancia, que la justicia actué en todos los niveles y jurisdicciones –  aún de oficio – ante las denuncias realizadas. Es angustioso que muchos delitos e irregularidades se denuncien, se verifiquen y que el Estado  de vuelta la cara como diciendo “nada tengo que ver con esto”,es en la práctica, lo mismo que patrocinar, promover, apadrinar la inmoralidad, que queda expuesta ante la ciudadanía sin que nada la evite, la corrija, ni menos aún la castigue. Si ante las irregularidades el poder administrador va a esquivar el bulto, pretendiendo que solo se han de corregir delitos verificados por el Poder Judicial, no las notables corrupciones del juego, entonces, por supuesto la ilegalidad y clandestinidad ha de proliferar al amparo de esta protección oficial.

JORGE B. LOBO ARAGON

Tags: ,
0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
1 Comment
Newest
Oldest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
1
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x