EL TUTEO NO ES ADMISIBLE EN JUSTICIA, EL “USTEDEO”, SI… ES CUESTIÓN DE RESPETO

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La ya fallecida -y brillante- magistrada española Raimunda de Peñafort Lorente Martínez siempre hacía uso de un viejo dicho que resumía su filosofía de vida: “Educación y buenos modales abren puertas principales”. Por esllo, cuando en las vistas que presidía afloraba el tuteo desde el acusado o los testigos, lo cortaba de raíz.

– ¿Qué dice usted? -le solía decir.

Y si la persona persistía hablando de tú, entonces la magistrada le recordaba que se encontraba ante un tribunal de justicia donde se estaban dirimiendo las cosas más importantes que podía poseer un ser humano: su libertad y su patrimonio.

El “ustedeo”, el tratar de usted a las personas, es una de las reglas básicas que se deben seguir cuando se entra en contacto con el mundo de la justicia, y más cuando se comparece en un juicio. Aunque pueden darse equívocos muy graciosos, como el que cuenta la juez Purificación Pujol en su libro, titulado “Guía de comportamiento en las actuaciones judiciales”, en el que ante la persistencia en el tuteo de un joven al abogado que le estaba interrogando, el juez decidió cortar por lo sano diciendo:

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– Por favor, háblele al señor letrado de usted.

A lo que el testigo respondió:

– ¿De mi?, ¿pero qué quieres que le cuente?.

Los presentes, como era de esperar, estallaron en carcajadas incontenibles.

Cuando pasó todo, el magistrado recondujo el juicio explicándole de forma muy sencilla que debía utilizar obligatoriamente el “ustedeo” como señal de respeto a todos y, específicamente, a la función jurisdiccional que allí se estaba ejerciendo.

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MEGA CAUSA ZONA 5 Y LA IMPÚDICA FAMILIARIDAD DE FISCALES, “QUERELLANTAS” Y TESTIGOS-VÍCTIMAS  (Con video demostrativo de 7 minutos)

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Y es lógico. Debemos tener muy claro que nuestra vida se desarrolla en diferentes planos. En unos, como el entorno familiar o entre amigos, el tuteo es lo normal.

También en las aulas, aunque voces tan respetadas como la de Enrique Múgica, el ex defensor del pueblo, aboga por su destierro y su regreso al “ustedeo”, entre profesores y alumnos, como una forma de recuperar el respeto.

Porque, al final, se trata de esto. Del respeto.

La norma dice que se debe tratar de usted a aquellas personas con las que no tengamos suficiente confianza.

Por lo tanto, sería aconsejable tratar de usted a todos aquellos con los que tengamos relaciones profesionales, como los camareros, telefonistas, dependientes, policías, porteros, médicos y, por supuesto, abogados, fiscales y jueces.

Sólo existe una excepción al “ustedeo” en las salas de juicios y es cuando comparecen, como testigos, adolescentes de más de 14 años.

Entonces el juez suele preguntarles si prefieren que les tuteen. Pero sólo en ese caso.

Recuerden la frase de la magistrada Raimunda de Peñafort: “Educación y buenos modales abren puertas principales”.

Porque cuando no existen, se cierran.

 

Raimunda de Peñafort Lorente primera magistrada jueza contra la violencia de género en España. Nacida en Granada en 1952, poseía un extenso curriculum profesional. Se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, en 1974, donde también cursó el doctorado; además, era licenciada en Filosofía y Letras. En 1987 se convirtió en jueza. En el año 2003 quedó finalista del Premio Vargas Llosa con su novela A la luz de un sueño.

Inició su carrera como abogada 1975, empezando desde el primer momento  a tener contacto con la realidad del maltrato hacia las mujeres, que hasta entonces desconocía según ella misma reconoció: “Ni a lo largo de la licenciatura de Derecho, ni en los años de estudio que dediqué a la criminología, ni en los cursillos de Derecho comparado, había recibido formación específica sobre esta materia.”

En el año 2005 escribió Una juez frente al maltrato. En el libro relata una docena de historias verídicas, extraídas de las Casas de Acogida para mujeres maltratadas, con el fin de poner su granito de arena contra esta manifestación de la desigualdad. A través de sus páginas expresó una realidad: “…la violencia contra la mujer traspasa las paredes del hogar, se infiltra en cualquier sede, ya sea familiar, laboral o social, y abarca cualquier situación en la que se abusa, veja o maltrata a la mujer por la simple razón de serlo.”

En el año 2005, dejó la prestigiosa Audiencia Nacional para hacerse cargo de un puesto más modesto, uno de los recién nacidos juzgados de violencia sobre la mujer, el número 1 de Madrid. Ganaba menos y tenía más trabajo pero esta tarea le interesaba más que otras que podrían haberle dado mayor prestigio. Mucho más.

Tuvo que trabajar duro para compaginar sus largas jornadas y su vida personal. En una entrevista, concedida al diario El País, contaba cómo durante una guardia tuvo que ir a levantar un cadáver: “No podía dejar a los críos solos y no conocía a nadie en esa ciudad, así que me los llevé. Mientras yo subía monte arriba, la Guardia Civil me los entretuvo con las sirenas de su coche (…) Para mí, como para todas las mujeres, es dificilísimo conciliar trabajo y familia.”

Raimunda Peñafort Lorente supo convertir en ventajas los inconvenientes con que se topó, y luchar por el derecho de las mujeres a tener una vida sin miedos. Sólo la derribó la enfermedad, un cáncer de huesos al que combatió hasta los últimos días, en febrero de 2012, en los que se mantuvo en su puesto del Juzgado de Instrucción número 54 de Madrid

 


PrisioneroEnArgentina.com

Enero 25, 2023


 

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