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Malone

Trabajar como agente encubierto en la aplicación de la ley presenta un riesgo significativo de ser descubierto por sospechosos criminales, lo que resulta en violencia, tortura y asesinato. Sin embargo, los beneficios pueden ser sustanciales, ya que las escuchas telefónicas y las pruebas de los testigos oculares pueden conducir a arrestos y condenas. Un oficial hábil puede diseñar estrategias, ganarse la confianza de sus objetivos y persuadirlos para que brinden información que ayudará a crear un caso para llevar a juicio. Se necesita un tipo especial de persona que pueda operar bajo presión, se mantenga enfocada, saque la personalidad que está interpretando y diga muchas mentiras.

Michael Malone tenía todo el potencial de un agente encubierto que pasaría casi dos años infiltrándose en la pandilla de Al Capone en Chicago. Las contribuciones de Malone a la investigación del Departamento del Tesoro sobre el fraude fiscal del jefe criminal de Chicago fueron invaluables. Mientras mantenía la artimaña, Malone produjo inteligencia que implicaba a Capone y su principal ejecutor, Frank Nitti (también conocido como Nitto). Incluso cuando los federales presentaron cargos fiscales contra Capone, Nitti y el hermano de Capone, Ralph, en 1931, Malone permaneció escondido dentro de la banda de contrabandistas de Capone.

A mediados de la década de 1970, en la ciudad de Nueva York, el FBI investigó un brote diario de secuestros de camiones. El agente Joseph “Joe” Pistone recibió la tarea de trabajar de incógnito durante seis meses para encontrar dónde los ladrones conectados con la mafia tomaron el cargamento robado.

Garcia
Pistone

Nadie sabía hasta dónde llegaría la investigación o qué implicaría para Pistone, quien se había unido al FBI en 1969 como agente. “Donnie Brasco” fue su nombre adoptado. Era un sabelotodo tan brillante que el FBI le permitió seguir haciéndolo. Su evidencia y testimonio en el juicio en la década de 1980 dieron como resultado que 200 asociados de la mafia fueran acusados ​​​​y más de 100 condenas. Los Bonannos, una de las cinco familias criminales prominentes de Nueva York, fueron destruidas gracias a sus esfuerzos.

Joaquin “Jack” García, cubano americano, trabajó como agente del FBI durante 26 años, participando en más de 100 investigaciones encubiertas dirigidas a mafiosos, narcotraficantes, políticos corruptos y policías desde Miami hasta Nueva York, Atlantic City y Los Ángeles. Estuvo involucrado en la mayoría de las investigaciones encubiertas en la historia del FBI. Llevaba ante la justicia a una de las organizaciones criminales más prominentes, la familia Gambino.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 7, 2022


 

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