Si Dios nos toco es por algo, quiere mucho más de nosotros, no nos quedemos jamás en lamediocridad. Siempre es posible enfrentar a las adversidades y ganarle. Siempre es posible mejorar...
Por JORGE B. LOBO ARAGÓN.
En un programa de televisión bailaban por un sueño personas con problemas con puntajes de sus jueces de ocasión que fue el anhelo de los demás participantes y el asombro del público que miraba estupefacto. Miles de televidentes seguramente pensaban lo mismo y de sus gargantas acongojadas brotaban el famoso “si se puede”. Los concursantes con dificultades expresaron en público los inconvenientes y obstáculos que tuvieron que soportar hasta lograr un sueño de ocasión.Con mi problema que admito es un regalo, trato de penetrar y comprender la desazón de los que no pudieron alcanzar su ilusión. Entre la angustia, el dolor, la bronca y el rechazo, desfilaron ante mis ojos los mismos sentimientos, los mismos miedos que tal vez tuvieron los padres de un niño con síndrome de Down o con similares problemas. Pero los que discriminan han olvidado algo muy importante.Una persona que necesita a la sociedad para que los inserte como miembros útiles que son, no puede jamás entender de qué diferencia les hablan.A esos padres que hasta hace muy poco todo era perfecto, tampoco pueden ni deben olvidar que Dios les regaló un angelito y una luz en el hogar. No puede existir rechazo. Deben estar convencido al igual que una mayoría inimaginable de que son seres humanos hechos a imagen y semejanza de Dios, con un futuro sin límites, educados como debe ser, con enorme posibilidad de desarrollo, digna de ser feliz, capaz de querer y ser querido, de vivir la vida y de pasar por ella y de convertirse en un ser humano completo, digno, libre y por sobre todo feliz.Saben que su relación con él o con cualquiera no pasa por su coeficiente intelectual, ni por sus ojos rasgados, o sus manos o su cara, sino fundamentalmente por una fusión de amor y a partir de ahí todo se puede. Comprenderán que aunque sus logros se harán esperar, igualmente llegaran y los colmará de felicidad. Llegará el día en que se verán reflejados en sus hijos y nieto y se sentirán – como ahora –, orgullosos de tenerlos. Y comprenderán que el mundo no se acaba, no se detiene ni se derrumba a partir de una absurda segregación. Para esos padres, familiares o amigos la desazón de una mala noticia o discriminaciones inconcebibles de una sociedad injusta nopuede transformarse nunca en un tobogán hacia la amargura, porque en la tristeza jamás se podrá educar al ser querido en la búsqueda de su felicidad. Solamente tienes un hijo o amigo diferente con una capacidad de percepción infinita, que la asimila por su forma de ser, por sus gestos, por sus acciones, por sus silencios y también por sus palabras. Tienes apenas un hijo distinto, que debe ser igual a los demás. Con el tiempo nos daremos cuenta que son ellos los que nos transformaremos en seres especiales.El verdadero poder surge de lo más profundo del alma de cada ser humano.Es aquella fuerza que nos hace afrontar los retos, levantarnos después de caer una y mil veces. “Arriba los corazones, siempre más allá”, si Dios nos toco es por algo, quiere mucho más de nosotros, no nos quedemos jamás en lamediocridad. Siempre es posible enfrentar a las adversidades y ganarle. Siempre es posible mejorar...
Si Dios nos toco es por algo, quiere mucho más de nosotros, no nos quedemos jamás en la mediocridad. Siempre es posible enfrentar a las adversidades y ganarle. Siempre es posible mejorar...
En un programa de televisión bailaban por un sueño personas con problemas con puntajes de sus jueces de ocasión que fue el anhelo de los demás participantes y el asombro del público que miraba estupefacto. Miles de televidentes seguramente pensaban lo mismo y de sus gargantas acongojadas brotaban el famoso “si se puede”. Los concursantes con dificultades expresaron en público los inconvenientes y obstáculos que tuvieron que soportar hasta lograr un sueño de ocasión. Con mi problema que admito es un regalo, trato de penetrar y comprender la desazón de los que no pudieron alcanzar su
ilusión. Entre la angustia, el dolor, la bronca y el rechazo, desfilaron ante mis ojos los mismos sentimientos, los mismos miedos que tal vez tuvieron los padres de un niño con síndrome de Down o con similares problemas. Pero los que discriminan han olvidado algo muy importante.Una persona que necesita a la sociedad para que los inserte como miembros útiles que son, no puede jamás entender de qué diferencia les hablan. A esos padres que hasta hace muy poco todo era perfecto, tampoco pueden ni deben olvidar que Dios les regaló un angelito y una luz en el hogar. No puede existir rechazo. Deben estar convencido al igual que una mayoría inimaginable de que son seres humanos hechos a imagen y semejanza de Dios, con un futuro sin límites, educados como debe ser, con enorme posibilidad de desarrollo, digna de ser feliz, capaz de querer y ser querido, de vivir la vida y de pasar por ella y de convertirse en un ser humano completo, digno, libre y por sobre todo feliz.Saben que su relación con él o con cualquiera no pasa por su coeficiente intelectual, ni por sus ojos rasgados, o sus manos o su cara, sino fundamentalmente por una fusión de amor y a partir de ahí todo se puede. Comprenderán que aunque sus logros se harán esperar, igualmente llegaran y los colmará de felicidad. Llegará el día en que se verán reflejados en sus hijos y nieto y se sentirán – como ahora –, orgullosos de tenerlos. Y comprenderán que el mundo no se acaba, no se detiene ni se derrumba a partir de una absurda segregación. Para esos padres, familiares o amigos la desazón de una mala noticia o discriminaciones inconcebibles de una sociedad injusta no puede transformarse nunca en un tobogán hacia la amargura, porque en la tristeza jamás se podrá educar al ser querido en la búsqueda de su felicidad. Solamente tienes un hijo o amigo diferente con una capacidad de percepción infinita, que la asimila por su forma de ser, por sus gestos, por sus acciones, por sus silencios y también por sus palabras. Tienes apenas un hijo distinto, que debe ser igual a los demás. Con el tiempo nos daremos cuenta que son ellos los que nos transformaremos en seres especiales. El verdadero poder surge de lo más profundo del alma de cada ser humano. Es aquella fuerza que nos hace afrontar los retos, levantarnos después de caer una y mil veces. “Arriba los corazones, siempre más allá”, si Dios nos toco es por algo, quiere mucho más de nosotros, no nos quedemos jamás en la mediocridad. Siempre es posible enfrentar a las adversidades y ganarle. Siempre es posible mejorar...
Dr. Jorge B. Lobo Aragón
jorgeloboaragon@gmail.com
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 8, 2019
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6 thoughts on ““Arriba los corazones…Siempre más allá…”
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Por siempre arriba los corazones ❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤
Bellísimo!!!!!!!!!!!