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Es un consejo médico bastante estándar: una mujer embarazada no debe viajar en avión a las 36 semanas o más de su embarazo. A pesar de esa precaución, un paquete ocasional de alegría aún puede agregar un pasajero inesperado al manifiesto de vuelo. Como si dar a luz a 40,000 pies ya no fuera una experiencia estresante para una nueva mamá, las cosas pueden ponerse aún más agitadas al aterrizar: dependiendo de los detalles que rodean el nacimiento, la ciudadanía de su recién nacido podría ser tema de debate.

No existe una regla universal sobre cómo un país determina la ciudadanía de un recién nacido. Algunos países simplemente siguen la ley jus sanguinis (derecho a la sangre), lo que significa que la nacionalidad de un bebé está determinada por la de uno o ambos padres. Otros observan esa regla y el jus soli (derecho del suelo), donde un país otorga la ciudadanía a un bebé que simplemente nace en su suelo, independientemente del origen de los padres. Estos países se encuentran principalmente en las Américas e incluyen a los Estados Unidos y Canadá. Y con la expansión de los viajes aéreos, estas leyes tuvieron que extenderse también a los cielos.

Si un bebé nace en el espacio aéreo de los Estados Unidos, la regla jus soli significa que al niño se le otorgará la ciudadanía estadounidense, según el Manual del Departamento de Estado de Relaciones Exteriores. Dependiendo de las circunstancias, el niño también puede ser candidato a la doble ciudadanía si sus padres son de un país que otorga la ciudadanía basada en la sangre, aunque eso dependería de los países involucrados.

Sin embargo, esta misma simplicidad no se extiende a un país jus sanguinis. Esto significa que una madre estadounidense no puede obtener la ciudadanía francesa para su bebé solo porque dio a luz en el espacio aéreo francés. El bebé simplemente volvería a la ciudadanía estadounidense de los padres, ya que los Estados Unidos también generalmente siguen el jus sanguinis cuando nace un bebé de ciudadanos estadounidenses en un país extranjero. Dado que el jus sanguinis es la regla mucho más común en todo el mundo, la mayoría de los bebés que nacen en un vuelo sobre aguas internacionales o espacio aéreo extranjero probablemente terminarán tomando la ciudadanía de sus padres.

Si hay un caso en el que el niño podría ser apátrida, como cuando la madre misma no tiene ciudadanía oficial y el bebé nace en el espacio aéreo internacional, el bebé probablemente tomaría la ciudadanía de cualquier país en el que esté registrado el avión, según Acuerdo de la Convención de las Naciones Unidas para la Reducción de los Casos de Apatridia.

A pesar de todas estas leyes complejas, los nacimientos en pleno vuelo son extremadamente raros, tan raros, de hecho, que la mayoría de las aerolíneas ni siquiera llevan un registro de la cantidad de bebés que nacen en el aire. En primer lugar, es probable que una madre embarazada ni siquiera pueda tomar un vuelo, ya que muchas aerolíneas tienen reglas que prohíben a las mujeres volar después de haber llegado a cierto punto de su embarazo.

La gran pregunta: ¿Los bebés “caídos del cielo” obtienen vuelos gratis de por vida? En términos de si dar a luz en un avión le dará al bebé vuelos gratis, eso a veces sucede (muy pocas veces). Por ejemplo, un bebé nacido en un vuelo de Spirit en 2017 recibe un vuelo gratis todos los años en su cumpleaños (presumiblemente, el equipaje tendrá un costo adicional)

 

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PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 29, 2021

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