Destituyen al ministro del Interior de Paraguay tras las acusaciones de vínculos con un narcotraficante

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El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, destituyó este martes al ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, tras las acusaciones de vínculos del funcionario con un narcotraficante.

“Vengo a comunicar que el presidente de la República tomó la decisión de cambiar al ministro del Interior. Esta decisión se sustenta en la profunda convicción y necesidad de salvaguardar la legitimidad del Ministerio del Interior, que podría verse afectada por los hechos recientes”, informó Hernán Huttemann, secretario general y jefe del Gabinete Civil de la Presidencia de la República.

Giuzzio
Vinicius

Giuzzio fue sustituido en el cargo por Federico González, quien hasta ahora se desempeñaba como asesor de la Presidencia en Asuntos Estratégicos y ya ha ocupado otros puestos en el actual Gobierno paraguayo, entre ellos el de canciller. La destitución ocurre luego de que saliera a la luz un presunto vínculo de Giuzzio con el supuesto narcotraficante brasileño Marcus Vinicius Espíndola Marques de Padua; y que habría usado una camioneta blindada de una empresa de su propiedad para vacacionar en Brasil.

Este martes, el propio Giuzzio reconoció que tuvo comunicación directa con el presunto narcotraficante, pero antes de conocer sobre sus antecedentes criminales.

“Hablé con el señor Vinicius en más de una ocasión, siempre sobre los servicios de su empresa y antes de tomar conocimiento de su participación en una organización criminal”, comentó Giuzzio en su cuenta en Twitter. En esa red social contó que recibió el año pasado la visita de Espíndola en una unidad de la Policía Nacional de Paraguay denominada Agrupación Especializada, en su carácter de “representante de la empresa Black Eagle”.

“Lo recibí acompañado de personal técnico a quienes exhibió equipos tácticos que ofrecía su empresa”, precisó.

Añadió que su empresa hizo llegar al Ministerio, a partir de referencias de otras fuerzas de seguridad, una propuesta sobre blindaje, servicio para el cual se estaban “interiorizando”, con el interés de reforzar la seguridad de vehículos utilizados por grupos operativos de la Policía. En su breve relato admitió que a finales de diciembre, en un viaje familiar, tras un desperfecto mecánico que sufrió su auto en territorio brasileño decidió volver a Ciudad del Este, en Paraguay, y arrendar un vehículo de la empresa Ombu SA, también propiedad de Espíndola, para continuar el trayecto. El uso se esa camioneta blindada es la que ha generado el escándalo.

Este mismo martes, Giuzzio volvió a reconocer el uso del vehículo y que llamó “directamente” a Espíndola, porque “tenía su número”; pero mencionó que no existe una relación cercana entre ambos. “No hay ningún vínculo de amistad o comercial, inclusive”, indicó.

Se defendió, una vez más, diciendo que el vehículo fue arrendado a la empresa sin conocer los antecedentes del presunto narcotraficante; pero Gilberto Enciso, gerente de la firma Ombu SA, aseguró que el auto no fue arrendado, sino cedido por un vínculo de amistad.Espíndola fue detenido hace unos días en Brasil como parte de la Operación Turf, que contó con el apoyo de la Agencia Antidrogas de los EE.UU. (DEA) y de Europol.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 4, 2022


 

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN POLÍTICA N° 006/2022 – 23 DE FEBRERO DE 2022

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Por Carlos Augusto Franceschi Carabajal.

SORPRESA

No hace falta detallar los desaguisados del títere y su bruja y su banda de delincuentes. Ya sabemos que esos “patos criollos” hacen una cagada a cada paso.

Corrientes es la gota que rebalsó el vaso. YA TODO ESTÁ DICHO Y HECHO.

Hasta hace unos días recibía quejas por mis artículos diciéndome que era un exaltado y que no estaban dadas las condiciones para alarmar a la comunidad y que no debíamos hacer nada.

Comencé a recibir cartas y artículos que, fundamentados en los escritos de Aristóteles, Santo Tomás y otros sacerdotes, referidos al derecho del pueblo a rebelarse y acabar con el tirano.

Santo Tomás
Aristóteles

Nos acercamos al pensamiento manifestado hace meses, por el que fuimos criticados, lo bueno es que ya se escucha por los MCS (Medios de Comumicación Social) personas de diferente condición, expresar que es momento de terminar con este gobierno corrupto y tiránico, que sólo quiere terminar con nuestro sistema de vida en libertad, con la REPÚBLICA, REPRESENTATIVA Y FEDERAL.

Aún hay falsos periodistas, vendidos, traidores, asesinos. terroristas secesionistas que se muestran como “políticamente correctos” y no son nada más que TRAIDORES A LA PATRIA, TIBIOS E IGNAVI O “NOVILLOS” a los que le cortaron las pelotas, que sostienen que debemos ajustarnos a la ley

La gran mayoría de los ciudadanos piensa que ha llegado el momento de hacer justicia directa y que, si no se llevan al cadalso a todos los integrantes de la banda y los encubridores (léase gobierno y oposición) NO PASARÁ NADA, como en el 2001 con el “QUE SE VAYAN TODOS” y nada pasó.

La guerra civil está a la vuelta de la esquina y no queda más tiempo o se van o los echamos a patadas y a la horca con esta manga de delincuentes.

EL HORROR DE LA GUERRA CIVIL LO PROVOCARON Y PROVOCAN ELLOS MISMOS.

NO ES MOMENTO DE PREPARARSE NI DE PENSAR, ES EL MOMENTO DE ACTUAR.

LA GUERRA SILENCIOSA PASÓ, LOS TRAIDORES LO SABEN, PERO NO LO DICEN.

EN LA GUERRA LO IMPORTANTE ES GANAR, LO DEMÁS SE ARREGLA.

 

NOS QUEDA DETERMINAR POR DÓNDE COMENZAMOS Y PIENSO EN JUECES Y FISCALES PREVARICADORES Y LUEGO SEGUIR CON LOS PRINCIPALES DE LA BANDA.

 

PIDO A DIOS NUESTRO SEÑOR, FUENTE DE TODA RAZÓN Y JUSTICIA LO MEJOR PARA NUESTRA NACIÓN, PERO ME PREPARO PARA LO PEOR.

 

Hasta la próxima.

Carlos Augusto Franceschi Carabajal

 


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Febrero 24, 2022


 

LO MÁS LEÍDO ☺ Febrero 23, 2022

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Febrero 23, 2022


 

Jactancia por impunidad y anomia

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  Por Josefina Margaroli.

  Por Sergio Maculan.

La clara jactancia por parte de funcionarios del actual gobierno y de sus acólitos, respecto de la aceptación, en algunos casos, de la violación de derechos garantidos convencionalmente, y por ello la reivindicación de la anomia, solo es sostenible desde la impunidad que detentan.

            Sobre hechos a cuyo conocimiento es fácil acceder ya que surgen de medios periodísticos, comunicados de órganos internacionales y el texto normativo, exponemos, actitudes demostrativas del más claro desconocimiento o negación de las leyes y de principios elementales de derecho. La forma en que estas cuestiones se exhiben, son desembozadas, se hace jactancia de ellas. Esto solo es posible cuando funcionarios, personas o grupos afines al poder o a la casta política, gozan de impunidad, configurada en que sus acciones o manifestaciones quedan por fuera de toda responsabilidad. Son algunos ejemplos, de los muchos que gran parte de los ciudadanos y organizaciones conocen y que en numerosos casos se omite su reconocimiento.

            [1]: Ante todo, exponemos como se llevan a cabo los trámites ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Comisión IDH), dado que los hechos aluden a la misma.

Macri

            Interpuesta una denuncia particular (petición o medida cautelar), el organismo luego de un plazo que queda a su libre arbitrio y que suele ser de años, puede otorgar un número de trámite, luego de lo cual procede a rechazar la presentación in limine, informando por nota a la parte peticionante, o le da traslado al Estado denunciado; en este último caso y luego de que el Estado contesta, le da inicio al trámite; de allí surgen la siguientes posibilidades: a) declara el caso inadmisible, para lo cual emite un informe que publica en su página web dando por concluido el trámite, sin posibilidad de revisión; b) otorga la admisibilidad, con un consecuente informe que también se publica, ofreciendo generalmente un trámite de solución amistosa y trascurrido un tiempo por lo general muy prolongado, se llega a un acuerdo, o en caso contrario la Comisión IDH puede emitir un informe sobre el fondo aceptando o rechazando la petición; y en condiciones muy excepcionales eleva el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).

[2]: Análisis de una nota periodística referida al tema de presentaciones ante la Comisión IDH, suscripta por Luciana Bertoia, publicada por Pagina 12 el 12/feb/2022 titulada:

Un portazo en la cara a los genocidas. La CIDH rechazó pedidos de impugnación de cinco represores. Las peticiones para revertir condenas por delitos de lesa humanidad fueron hechas por Grillo, Appiani, Fermoselle, Rodríguez y Vallejo. Las presentaciones se multiplicaron durante la gestión de Mauricio Macri.

https://www.pagina12.com.ar/401190-la-cidh-rechazo-pedidos-de-impugnacion-de-cinco-represores

            Que en sus partes pertinente transcribimos textualmente para luego efectuar las observaciones que consideramos adecuadas, previo a expresar que el «portazo», no es una forma de actuación del órgano del sistema interamericano:

En el último mes, el organismo con sede en Washington le informó a la Cancillería argentina que no admitiría las presentaciones que formularon Grillo, Jorge Humberto Appiani, Julio Fermoselle, Miguel Ángel Rodríguez y Ernesto Vallejo. Fue la secretaria adjunta de la CIDH, Marisol Blanchard, quien le comunicó al canciller Santiago Cafiero que habían archivado distintas presentaciones que hicieron condenados por graves violaciones a los derechos humanos en el país.

            El procedimiento que puede presumirse de los dichos de la nota, no corresponderían al que está previsto y se supone debe aplicar la Comisión IDH.

            Como dijimos las «admisibilidades» o «inadmisibilidades», se efectúan mediante «informes», los cuales se hacen sobre un caso registrado con número y se publican en la página web del organismo, así como por comunicados de prensa. En los casos mencionados en el artículo, no se da cuenta de la existencia de números de trámite. Se desprende de la nota que la Comisión IDH habría adelantado al Estado su resolución, es más, del archivo de actuaciones. ¿Sería aceptable que, en un proceso, el magistrado actuante adelante a una de las partes su futura resolución? La Comisión IDH no tiene previsto este procedimiento, por lo tanto, o la nota tergiversa la realidad, o el organismo actúa contra derecho, con anomia.

Cafiero

Desde que asumió el gobierno Alberto Fernández, la CIDH cerró nueve peticiones de represores. Entre otras, la del represor de la ESMA Carlos Suárez Mason, hijo homónimo del jefe del Primer Cuerpo de Ejército, …

            ¿Podría entenderse que la Comisión IDH, cierra casos en honor al actual presidente? ¿Habría alguna forma de vinculación ideológica entre la Comisión IDH y el actual gobierno?

            El caso citado, sí fue resuelto por Informe de inadmisibilidad N°. 116/21, recaído en la Petición 2382-12. El mismo aludía a hechos acaecidos durante los años 1976/ 1983.

            En dicha petición, entre otras violaciones a derechos protegidos, figura la aplicación retroactiva de ley penal, lo cual fue también mencionado en el responde del Estado. No obstante, la Comisión IDH no se expidió al respecto, a pesar de ser palmario que las tipificaciones sobre delitos de lesa humanidad, no estaban vigentes a la época en que se produjeron los hechos que dieron origen a los procesos, y que conforme a la normativa que la rige, la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) en sus arts. 8 inc. 1 y 9) debió expedirse ya que, el acto es flagrante. Estos comportamientos de la Comisión IDH, no cumpliendo con la defensa de las garantías a los derechos humanos, no es novedosa, y por lo tanto reiterativa y contraria a derecho. En el informe publicado no consideró el hecho denunciado, y por lo tanto mal podría cumplir con los principios de motivación y fundamentación, necesarios en una resolución y que conforme a lo establecido por la Corte IDH, protegen de arbitrariedades.

            También y según lo que surge de lo manifestado por el peticionante, el Estado habría violado la garantía del art. 25 de la CADH, ya que, si bien se habrían concedido los recursos legales, estos carecieron del effect utile, que la Corte IDH, considera necesarios para garantizar la protección legal.

“La respuesta de la CIDH es coherente con lo que sostiene el Estado argentino: que el proceso de Memoria, Verdad y Justicia argentino no tiene ningún problema, que es adecuado y respetuoso de las garantías”, explica a Página/12 Andrea Pochak, subsecretaria de Protección y Enlace Internacional de la Secretaría de Derechos Humanos. “Siempre hemos sostenido que con estos juicios se busca justicia y no venganza. Los condenados no tienen ningún problema y gozan del debido proceso, lo que no tuvieron sus víctimas”.

            Conforme a lo que surge de los múltiples procesos denominados de lesa humanidad, en todos existe aplicación retroactiva de la ley penal, algo que como ya dijimos ut supra, está prohibido por la CADH, pero también desde sus inicios por la Constitución Nacional (art. 18), y también la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre. Los tres instrumentos convencionales están incluidos en el artículo 75 inc. 22 de nuestra Constitución. Es evidente que la justicia que viola garantías judiciales no puede ser otra cosa que venganza, ergo los condenados y procesados sí tienen “problemas”, reiterados y sistemáticos, por más que una funcionaria lo niegue y la Comisión IDH pretenda ignorarlo.

Alberto Fernández

Pochak explica que responder los planteos de los genocidas en el sistema interamericano fue una prioridad de la Secretaría que encabeza Horacio Pietragalla Corti. “Esto evidencia que hay un Estado que está defendiendo el proceso de justicia y que hay un trabajo articulado con el Ministerio Público Fiscal y, de algún modo, con el Poder Judicial que da cuenta de una política de Estado”, recalca.

            La funcionaria no puede no saber la no tipicidad de genocidio, y por lo tanto mal puede usar el término. Por otra parte, reconoce una relación y articulación con el Poder Judicial, que tal como se platea desde funcionarios y allegados al partido del actual gobierno serían constitutivos de lawfare, algo que los mismos consideran venganza. La doble vara es palmaria.

En octubre de 2017, la CIDH convocó a una consulta pública sobre Memoria, Verdad y Justicia en Uruguay, a la que concurrieron abogados y familiares de represores, que terminaron expulsados por pedido de organizaciones de derechos humanos de los países vecinos. En octubre de 2018 Puentes para la Legalidad y la asociación Justicia y Concordia –que nuclea a defensores de imputados en delitos de lesa humanidad– consiguieron un hito al ser recibidas por la CIDH en Colorado, Estados Unidos, gracias a los insistentes oficios de la entonces embajadora ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Paula Bertol.

            Que en una audiencia convocada por la Comisión IDH, un grupo de defensores y familiares de «represores» hayan sido expulsados, es una clara muestra de censura previa, consecuentemente una violación a la garantía de libertad de pensamiento y expresión establecidos por el artículo 13 de la CADH, algo que fue permitido por la Comisión IDH a través de su Secretario Ejecutivo, y el silencio del gobierno de la Republica Oriental del Uruguay, país receptor de la audiencia, y por lo tanto, responsable del cumplimiento de las garantías de defensa a los derechos humanos en su territorio. Hay una clara jactancia por parte de la autora de la nota en la violación de derechos garantidos convencionalmente, y por ello la reivindicación de la anomia, solo sostenida desde la impunidad.

            Por qué debería ser un hito que la Comisión IDH haya concedido una audiencia, de la que luego nada publicó oficialmente, a «abogados defensores de imputados» es decir por el momento inocentes, según la universal garantía de presunción de inocencia, ya que a cualquiera que considere que sus derechos humanos han sido violados tiene derecho a denunciarlos ante la Comisión IDH. Por lo tanto, solicitar audiencias y también visitas in loco es un derecho y la Comisión IDH puede y muchas veces debe concederlos como en los casos de flagrancia en la violación a la garantía de irretroactividad de la ley, aunque no siempre lo hace. ¿Qué razones podría tener la citada embajadora en no apoyar los pedidos?

“No fue casual que la CIDH recibiera tantas peticiones en el período 2016-2019”, dice Pochak. “Hay que recordar que la Secretaría de Derechos Humanos recibía a los represores como si fueran víctimas, apoyaba estos planteos y ayudaba a trasladarlos a la CIDH e incluso los acompañó en audiencias. Claramente existe una relación entre la cantidad de peticiones que ellos presentaban y la postura que tenía el Estado durante la gestión anterior”, remarcó la funcionaria.

Pietragalla

            Que la Secretaría de Derechos Humanos recibiera denuncias o planteos de quienes se consideran víctimas, no es una concesión graciosa sino una obligación, salvo que por aplicación del principio peronista de «al enemigo ni justicia» exista la «venganza», que la funcionaria antes dijo que no existe, y que en este párrafo reconoce en los hechos.

Que representantes del Estado, acompañen en audiencias ante organismos internacionales, es una obligación ineludible del Estado que no puede quedar sin representación ante una actuación internacional en la que se cuestiona su responsabilidad convencional, lo que hace que la manifestación de la funcionaria sea otra postura anómica, y de la cual si no existiera impunidad se haría pasible de una investigación administrativa.

            El relato sobre la construcción narrativa de la postura del gobierno anterior carece de fundamentación. Lo real es que durante la gestión del anterior gobierno nada se hizo respecto de las violaciones a las garantías judiciales y al debido proceso, reiteradamente denunciadas y con incuestionable fundamento normativo. La aceptación de denuncias es obligatoria, y en su caso las audiencias respecto de las mismas. No puede ser condenado quien actúa conforme a derecho, lo contrario sería anomia.

            [3]: El doble estándar con el que se maneja la Comisión IDH, puede demostrarse con lo que resulta del Comunicado de prensa N°. 027/22 del 11/feb/2022. En el mismo condena la manipulación del derecho penal y falta de garantías en juicios a personas presas políticas en Nicaragua, y que es opuesto a la denegación de las flagrantes violaciones a las garantías judiciales y al debido proceso en el Informe de inadmisibilidad N°. 116/21, en el cual sin motivación ni fundamento omitió expedirse. Es más, existen numerosas presentaciones ante la Comisión IDH por las violaciones en los procesos denominados de lesa humanidad, a los cuales solo los rechazó in limine, y en muchos otros casos ni siquiera les dio número de trámite.

            Para poder sostener la jactancia, se necesitan elementos, en el caso de la región, un soporte ideológico, estructurado desde lo que fue el Foro de Sao Pablo. Luego, la aplicación sistemática y reiterada de lo que se denomina «postverdad», a la que la Real Academia Española define como: Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Esto permite atacar al pensamiento crítico, que es su Némesis, utilizando dos recursos:

a]: contra quienes lo mantienen, se trata de limitarlos por medio de la cultura de la cancelación, someterlos al silencio, a la marginalidad.

b]: contra los más jóvenes, sobre todo a los niños, mediante el adoctrinamiento. Los informes y evaluaciones sobre educación realizadas tanto en el ámbito interno como en el internacional, demuestran la falta de comprensión de textos, aun entre quienes han alcanzado el nivel secundario de educación, siendo evidente que quien no comprende, poco podrá sostener un pensamiento crítico. Esta situación es más grave, ya que este sector cuenta con menos elementos para poder aplicarlo por falta de soporte. Los cancelados, tienen el recurso de poder luchar para superar el ostracismo, justamente usando su capacidad de crítica y la perseverancia en su uso.

            La impunidad, ha logrado que los sostenedores de relatos ajenos a la realidad, carezcan de cuidados en tratar de fundamentar sus narraciones, por lo cual son atacables por burdas, contradictorias o falaces. En definitiva, terminan pareciendo cultores del Barón de Münchhausen, y sus disparatados cuentos.

            El célebre personaje ficticio popularizado por Rudolf Erich Raspe en 1785, relataba las hazañas del auténtico barón, Karl Friedrich Hieronymus, que él mismo había narrado a su regreso tras haberse alistado en el ejército ruso y haber luchado contra los turcos. Entre los prodigios que se le atribuían al célebre barón se contaban haber viajado subido a la bala de un cañón, haber estado en el infierno y vivir para contarlo, así como haber viajado a la Luna o salir de una ciénaga donde había quedado atrapado con su caballo sin más que por tirar de sus propios cabellos.

Las aventuras del Barón de Munschhausen

Ilustración de Theodor Hosemann

            No obstante, y por lo expuesto, resulta necesario mantenerse activo en la lucha contra las fabulaciones políticas, y tratar de no caer en discursos demagógicos, así como tratar de ayudar a quienes se les niega, con adoctrinamiento, el derecho al libre pensamiento.

 

Buenos Aires, 22/02/2022.

Josefina Margaroli

jomargaroli@yahoo.com.ar

  Sergio Luís Maculan

smaculan@yahoo.com.ar

 


PrisioneroEnArgentina.com.

Febrero 23, 2022


 

“Putin es un genio”

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El expresidente Donald Trump dijo ayer martes que el presidente ruso Vladimir Putin tomó una decisión “genial” cuando reconoció a dos estados separatistas pro-Kremlin en el este de Ucrania y ordenó a las tropas rusas cruzar la frontera en una supuesta misión de “mantenimiento de la paz”, mientras criticaba la falta de respuesta del presidente Joe Biden ante la crisis.

Trump elogió la medida en una entrevista en un programa de radio llamando a Putin “un tipo que es muy inteligente”.

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El expresidente afirmó que Putin nunca habría pensado en invadir mientras él (Trump) era presidente, criticando a Biden por lo que llamó sanciones de “no respuesta”, aunque Trump no sugirió qué castigos pensaba que debería recibir Rusia.

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“Esa es la fuerza de paz más fuerte que he visto. Había más tanques del ejército de los que he visto nunca. Van a mantener la paz bien”.
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Los comentarios marcaron la segunda vez que Trump criticó el martes a Biden mientras que en gran medida le dio un pase a Putin, en un cambio importante de lo que había sido casi un mes de silencio del expresidente sobre la escalada de la crisis en Ucrania.

Putin
Kim

En un comunicado el martes por la mañana, Trump señaló que Rusia “se ha vuelto muy rica durante la Administración Biden” debido al aumento del precio del petróleo, y parece culpar a la administración por el aumento a pesar de los amplios problemas de oferta y demanda global.

Antes del martes, Trump no había publicado una declaración sobre Ucrania desde el 24 de enero, cuando envió un mensaje de dos oraciones que decía: “Lo que está pasando con Rusia y Ucrania nunca habría sucedido bajo la administración de Trump. ¡Ni siquiera es una posibilidad!”.

Trump fue criticado a menudo durante su presidencia, incluso por miembros de su propio partido, por parecer tener una relación demasiado amistosa, casi de compadres con Putin, Kin Jong-un y otros líderes autocráticos.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 23, 2022


 

Un menor muere en Estados Unidos por una enfermedad asociada con el coronavirus

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El Departamento de Servicios Sanitarios del estado de Wisconsin (WDHS, por sus siglas en inglés) confirmó viernes la muerte de un menor de 10 años a causa de una rara afección inflamatoria relacionada con el coronavirus. Se trata del síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C, por sus siglas en inglés) que puede manifestarse tras la exposición al SARS-CoV-2, causante del covid-19.

Tras el fallecimiento, la entidad sanitaria local instó a la vacunación anticovid de los niños de 5 o más años y recomendó a los padres que contacten con un médico si sus hijos presentan alguno de estos síntomas: fiebre persistente, dificultades respiratorias, dolor constante en el pecho, confusión, labios o cara azulados, dolores abdominales, incapacidad para despertarse o mantenerse despierto. Mientras, desde los Centros de Control y Prevención de Enfermedades del país precisan que los síntomas pueden incluir diarrea, ojos enrojecidos, mareos, erupciones cutáneas o vómitos.

Según las estadísticas oficiales, en el país se registraron un total de 6.851 pacientes con dicha enfermedad desde mediados de mayo de 2020, mientras que los decesos ascienden a 59. Sin embargo, la última actualización de datos se hizo el 31 de enero de este año. Entretanto, los CDC todavía siguen sin comprender por qué “algunos niños han enfermado de MIS-C y otros no”. “Tampoco sabemos si los niños con ciertas condiciones de salud son más propensos a contraer el MIS-C”, admiten las autoridades sanitarias.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 22, 2022


 

Mothman

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👹

  Por Monica Lopez.

Los primeros avistamientos del Mothman ocurrieron cerca de la pequeña ciudad de Point Pleasant, West Virginia en 1966. El 12 de noviembre de ese año, cinco hombres en la cercana ciudad de Clendenin estaban cavando una tumba cuando informaron haber visto una figura sombría parecida a un hombre volando sobre sus cabezas hasta desaparecer tras un árbol cercano. Tres días después, el 15 de noviembre, dos parejas jóvenes, le dijeron a la policía que una figura negra con una envergadura de 10 pies y ojos rojos brillantes los perseguía en su automóvil. Esto también sucedió cerca de Point Pleasant, un antiguo sitio de municiones de la Segunda Guerra Mundial llamado “Área TNT”.

Más y más avistamientos reportados llegaron en el transcurso del próximo año. La primera mención de él en un periódico se produjo en el Point Pleasant Register el 16 de noviembre de 1966, con el titular: “Las parejas ven un pájaro del tamaño de un hombre… una criatura… algo”. Más tarde, un editor anónimo de un periódico de Ohio lo apodó “Moth Man”, que probablemente suene similar a Batman.

Muchos lugareños creían que Mothman vivía en una planta de energía nuclear vacante en las afueras de la ciudad, en un área que alguna vez fue sede de una instalación gubernamental ultrasecreta donde se probaron armas nucleares. ¿Fue Mothman algún producto de la manipulación del gobierno? ¿Una manifestación alada nacida de las pruebas de armas? La imaginación cobró  mas altura que la criatura y creó una leyenda.
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Los avistamientos se detuvieron en 1967, después de que ocurriera una terrible tragedia en Point Pleasant. El puente Silver, que llevaba la ruta 35 de los EE. UU. sobre el río Ohio y conectaba Point Pleasant con Gallipolis, Ohio, se derrumbó el 15 de diciembre bajo el peso del tráfico pesado en la hora pico, debido a las próximas vacaciones de Navidad. El accidente mató a 46 personas; dos de los cuerpos nunca fueron encontrados.

Aunque la tragedia se atribuyó más tarde a una cadena de suspensión de barra ocular defectuosa y al mantenimiento deficiente del puente, eso no detuvo las teorías de conspiración. El escritor John Keel, que estaba interesado en la vida extraterrestre y otras actividades paranormales, escribió un libro titulado The Mothman Prophecies que vincula el colapso del puente con los avistamientos de Mothman. De hecho, a pesar de algunos informes persistentes en los días posteriores a la caída del puente, los avistamientos de Mothman cesaron casi por completo después del 15 de diciembre.

Linney
Roach
Gere
Keel

Keel creía que esto no era una coincidencia. En su libro, conjeturó que los avistamientos de Mothman que tenían los lugareños de Point Pleasant eran premoniciones sobre el colapso del puente. Keel también vinculó al monstruo con los ovnis y los Hombres de Negro. Ciertamente fue fantasioso con sus “hallazgos”, pero sin él, el legado de Mothman podría haberse quedado en una pequeña leyenda local. En cambio, su libro, publicado en 1975, atrajo una atención renovada a la criatura y despertó un gran interés. El libro se convirtió en una película de 2002 protagonizada por Richard Gere y Laura Linney, trayendo completamente la historia de Mothman a la corriente principal.

Las Profecías del Hombre Polilla llamaron mucho la atención sobre Point Pleasant. El turismo se disparó después del estreno de la película. El Festival Anual del Hombre Polilla comenzó en 2002 y se dice que atrae entre 10 y 12 000 invitados al año. Una estatua metálica de 12 pies de la criatura, realizada por el escultor Bob Roach, se instaló en la ciudad en 2003 y es una atracción popular. En 2005, la ciudad abrió el Museo y Centro de Investigación Mothman. Parecería, como Roswell, Nuevo México, lugar de un supuesto OVNI que se estrelló, que los residentes de Point Pleasant encontraron una manera de abrazar su amenaza. Y lucrar con ello. En fin, es América…

 

 


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Febrero 23, 2022


 

LOS JUICIOS MAL PARIDOS, 2022 (Parte 2)

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📘

  Por Ariel Valdiviezo.

En mi primer parte explique cómo y porqué surgieron estos juicios a los que llamó MAL PARIDOS, porque cada uno de ellos a lo ancho y largo de nuestro territorio se violan todos los principios constitucionales y derechos personales de estos hombres de las fuerzas armadas, fuerzas de seguridad, fuerzas policiales, jueces civiles y hasta sacerdotes, qué de una u otra manera participaron en la lucha contra la subversión.

Por eso mis primeras palabras es rendir a los 706 asesinados hasta enero de 2022 y los posteriores a esa fecha que no los tengo agendados, que en su oportunidad ofrendaron la vida por la Patria, y esta Patria de cobardes y sangre de horchata, en donde los militares, tienen a mi entender, gran culpa de lo que ocurrió y sigue ocurriendo porque han abandonado a sus camaradas de arma.

Este pueblo los ve morir lentamente y nada hacen para que estos crímenes se terminen, paso a rendir mis humildes honores a los militares asesinados con la anuencia de los distintos gobiernos y la complicidad de la justicia, en las inmundas cárceles de nuestro país, siendo la distribución de los muertos de la siguiente manera:

  1. Desde ALFONSÍN hasta KIRCHNER: 26.

  2. Con KiRCHNER hasta CRISTINA: 56

  3. Con CRISTINA hasta MACRI: 283

  4. Con MACRI hasta FERNÁNDEZ: 209

  5. Con FERNÁNDEZ 132, esté últimos datos han sido  actualizados con el último informe recibido por la  Unión de Promociones, desde diciembre hasta este último informe el total de asesinados por la justicia prevaricadora en acuerdo con  los respectivos gobiernos de turno es de 706 muertos.

Este informe no son indudablemente meras estadísticas. Es prueba irrefutable del genocidio que llevan el gobierno y la justicia sobre los soldados que combatieron la subversión en todo el ámbito del país, ambos estan totalmente mancomunados, aspecto mencionado por el ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJN), el guerrillero con nombre de guerra “El Mono”, me refiero a LORENZETTI, quien se cansó de decir que la justicia en estos juicios MAL PARIDOS, seguía una política de estado, y es así como  estos poderes, que se supone deberían ser independientes, a mi entender, han conformado una de las asociaciones ilícitas, creo que nunca vista en el ámbito mundial, y siguiendo esa política de estado se sigue asesinando en forma impune a estos viejos combatientes

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Alfonsin
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Néstor Kirchner
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Cristina Fernández
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Macri
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Alberto Fernández
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Para que veamos el cinismo y la hipocresía de este guerrillero “El Mono”,hace poco manifestó lo siguiente: “La Corte tiene que ser independiente y resistir a cualquier tipo de presión”. “La Corte aplica la Constitución.” “Respeto todas las opiniones,  pero tenemos que aplicar la ley”.

“Pero tenemos que aplicar la ley”, ¡Que hermosas palabras en boca de un asesino serial!, pero que en el caso nuestro, el de los Presos Político, en la puta vida la aplicó, más bien se deleitó haciendo desaparecer nuestras garantías constitucionales, de las cuales solo voy a mencionar algunas de las catorce que tengo computadas a saber: violó el principio de legalidad, la prescripción, la cosa juzgada , la aplicación de la ley más benigna , el non bis in ídem, etc. etc.

Y todo esto ha ocurrido y sigue ocurriendo, porque el actual presidente fue ALBERTÍTERE quien asesoró  a Kirchner como conformar la nueva corte que hoy nos gobierna y toda la CSJN nombrada por Kirchner, teniendo como presidente al “MONO” LORENZETTI, subieron al escaño más alto de la justicia condicionados en dos aspectos, la ejecución de estos juicios MAL PARIDOS y la no dolarización del peso. Todo esto será detallado minuciosamente a posteriori en las partes venideras para que se conozca también la verdadera historia de la justicia a partir de los Kirchner.

Lorenzetti

Independiente del corazoncito de cada persona, por tal o cual partido político, y como no pretendo quedar bien con nadie voy a seguir con el análisis de los militares asesinados en las cárceles en los distintos gobiernos de acuerdo al informe de Unión de Promociones, pues mi único interés es difundir solamente la verdad, que tanto el periodismo como otros medios de comunicación mantienen oculto, sin que se puedan conocer los hechos tal cual ocurrieron, teniendo al pueblo de la República de esta manera, tanto el gobierno como justicia en la más absoluta de las ignorancias, sobre el genocidio de sus soldados.

Observando dicho informe, se puede apreciar que desde Kirchner hasta nuestros días, incluido el gobierno de MACRI, se los puede tildar, sin duda a equivocarme, de que en sí todos resultan ser las mismas heces (mierda – excremento), con distinto olor. 

Nos guste o no, independiente de la franela que estas porquerías tengan con gobierno de derecha o izquierda, EEUU,Rusia, China etc, no me cabe ninguna duda de la intención de aniquilar a sus soldados.

¿Por qué menciono que son las mismas heces con distinto olor? 

En primer lugar, todos estos gobierno tuvieron la oportunidad de amnistiar o indultar a todos los condenados ilegalmente, y no lo hicieron, en todos los casos siempre buscaron agravar la situación de los Presos Políticos, matándolos lentamente por falta de atención médica, falta de remedios, por abandono de persona etc. etc.

Que todos estos gobiernos tiran para el mismo lado, destrucción de la economía, destrucción de la familia, de la iglesia y destrucción sistemática y permanente de las Fueras Armadas, de Seguridad y Policiales.

¿Cómo puede entenderse que fuerzas que al parecer son tan dispares sigan inexorablemente los mismos objetivos? Además de tener las mismas características todos roban y empobrecen el país de mil maneras, pero prendidos siempre a las tetas de FMI.

Durán Barba

Ya sabemos lo que son los Kirchner, totalmente de izquierda y sabemos lo que está pasando día a día en esta pobre Patria con tales gobernantes, donde el mundo entero se nos ríe en la cara y los sangre de horchata de este pueblo los sigue aguantando, de manera que sobre estas bellezas “democráticas” no voy a mencionar nada más, pero si voy a explayarme sobre MACRI, lo que es y todos conocen y sin embargo le siguen rindiendo loas, lo que nos demuestra de la pésima calidad de nuestros votantes.

Solo voy a recordarles algunas de los hechos de esta porquería y su tendencia hacia la izquierda y la destrucción de las fuerzas que lucharon en la década de 1976.

Su asesor principal fue un guerrillero extranjero llamado Duran Barba.

Toda delegación extranjera era llevada a rendir honores y a tirar flores a los guerrilleros en el mentiroso Monumento de la Memoria.

La CSJN en la causa “Muiña”, decidió aplicar la llamada ley del 2X1-, que beneficiaba a la gran mayoría de los Presos Políticos, MACRI rápidamente reunió el congreso y anularon la sentencia de la CSJN, donde el que dijera: “pero tenemos que aplicar la ley”, hecho violín en bolsa y nuevamente se ajustó a los deseos políticos de los gobernantes, en este caso el de MACRI.

Este hecho es uno de los más aberrantes actos jurídicos, que avergüenzan a la justicia argentina, es así como los jueces de la CSJN se auto denigraron.  He aquí otro ejemplo de la “honestidad moral y ética” de este personaje tan nefasto para la vida de nuestra nación.

Avogadro

Recordando solo algunos hechos durante el gobierno de MACRI, nos da una cabal dimensión de cómo estos personajes atacan a la Patria y a la vez la dejan indefensa al destruir sus Fuerza, para que no se tenga capacidad de reacción alguna, de manera que si no quieren ser esclavos, le pido al pueblo de la nación que dejen su sangre de horchata y comience a luchar por su libertad.

Para terminar, voy transcribir una parte del escrito por el Dr AVOGADRO, que al menos para mí no tiene desperdicio alguno a saber: 

Como se ve, ninguno de quienes hoy se rasgan las vestiduras está en condiciones de tirar la primera piedra.  Estamos viviendo lo que le sucede a una nación cuando tolera y consiente que sus jueces se sometan al poder de turno: instituciones ausentes, criminalidad sin freno, corrupción indecente, inseguridad generalizada, leyes aberrantes, vicios transformados en virtudes, desorden extremo, ruina económica, discordia y odio crecientes.”

 

PP Y VGMT (PRESO POLÍTICO Y VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO.

ARIEL ROLANDO VALDIVIEZO

 


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Febrero 23, 2022


 

Old Bob

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🐴

  Por Sarah Criba.

El único no humano enterrado en el cementerio Lakeview de Sanford es un caballo llamado Old Bob (Viejo Bob). Este fue el caballo que tiró del coche fúnebre y fue Bob quien cargó a la mayoría de los humanos en este cementerio en su último viaje.

El viejo Bob, un gran caballo blanco, tiraba del coche fúnebre para la funeraria de T. J. Miller y se decía que podía llegar al cementerio sin conductor.

Old Bob nació en 1877 y tuvo varios propietarios, incluida otra funeraria antes de ser adquirida en 1891 por T. J. Miller. Pasó un total de 28 años tirando de coches fúnebres hasta que se retiró a pastar en 1913.

El viejo Bob murió en 1914 y fue enterrado en el cementerio de Lakeview a la sombra de un viejo roble.

Cuando la tumba de piedra original de Bob fue destrozado, Gene Hunt, propietario de una empresa de monumentos, donó una nueva piedra de granito.

La tumba original está ahora en exhibición en el Museo Sanford. La tumba de Bob es una de las más populares del cementerio. La tumba de Bob rara vez está sin flores.

Desde su entierro en 1913, las flores han aparecido regularmente en su tumba. En los últimos años ha sido flores de plástico, pero el origen de las flores sigue siendo un misterio local.

 

 

 


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Febrero 23, 2022


 

La primera baja de la Aviación de Ejército en el Operativo Independencia

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 Por Eloy Martin.

 

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Febrero 23, 2022


 

LO MÁS LEÍDO ☺ Febrero 22, 2022

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Febrero 22, 2022


 

Bulgogi de carne coreana

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  Por Iris Kyun.

Siempre era un placer cuando mi padre preparaba esto en las noches ocupadas de la semana, marinando la carne solo unas pocas horas mientras yo estaba en la práctica de tenis. Y luego los arrojaba a una sartén caliente, llenando la casa con el mejor tipo de aroma de carne de res: ya sabes, ese olor en los restaurantes coreanos de barbacoa que te da tanta hambre. La carne se cocinaba en segundos y él los servía con lechuga de hoja roja, arroz y pasta de pimiento rojo. Era simplemente la perfección. Pero como mi padre está en Corea, ya no tiene la oportunidad de hacer esto para mí. Así que hice todo lo posible para “crecer” y preparar esto yo mismo. Ahora, para ser honesto, nada supera la cocina de mi madre, pero este es un segundo muy cercano.

El secreto aquí es cortar la carne lo más delgada posible. Meter el bistec en el congelador durante 20 a 30 minutos ayuda enormemente con este proceso. De esa manera, los cortes finos de carne pueden absorber la marinada más épica en solo unas pocas horas. Una vez que haya terminado de marinar, la parte difícil habrá terminado. Póngalo en una sartén de hierro fundido súper caliente o en una parrilla y esos trozos de carne casi carbonizados ahumados y dulces simplemente lo pondrán al límite de sus facultades mentales. Sirva con arroz y quizás una guarnición de kimchi para una comida completa. 

Rendimiento: 4-6 porciones

Tiempo de preparación: 2 horas 45 minutos

Tiempo de cocción: 15 minutos

Tiempo total: 3 horas
Ingredientes:

1 1/2 libras de filete de costilla deshuesado
1/2 pera pequeña, pelada y rallada gruesa
1/4 taza de salsa de soya reducida en sodio
2 cucharadas de azúcar moreno claro
2 cucharadas de aceite de sésamo tostado
3 dientes de ajo, picados
1 cucharada de jengibre recién rallado
1 cucharada de gochujang (pasta de pimiento rojo coreano)
2 cucharadas de aceite vegetal, dividido
2 cebollas verdes, en rodajas finas
1 cucharadita de semillas de sésamo tostadas

Instrucciones:

Envuelva el filete en una envoltura de plástico y colóquelo en el congelador durante 30 minutos. Desenvuelva y corte en rebanadas gruesas de 1/4 de pulgada.
En un tazón mediano, combine la pera, la salsa de soya, el azúcar morena, el aceite de sésamo, el ajo, el jengibre y el gochujang. En una bolsa Ziploc de un galón, combine la mezcla de salsa de soya y el bistec; marina durante al menos 2 horas o toda la noche, volteando la bolsa de vez en cuando.
Caliente 1 cucharada de aceite vegetal en una parrilla de hierro fundido a fuego medio-alto.* Trabajando en lotes, agregue el bistec a la parrilla en una sola capa y cocine, volteando una vez, hasta que esté carbonizado y bien cocido, aproximadamente 2-3 minutos por lado. Repita con la cucharada restante de aceite vegetal y bistec.
Sirva inmediatamente, adornado con cebollas verdes y semillas de sésamo, si lo desea.

 


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Febrero 22, 2022


 

Jack Unterweger

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  Por Nate Levin.

A los 40 años, Jack Unterweger era un hombre de muchos talentos y habilidades. Fue actor, autor, maltratador, ladrón, ladrón de coches, presidiario famoso, narrador de cuentos infantiles, analista de escenas del crimen, director, estafador, humorista, periodista, abogado, mentiroso, un ligaturista, un narcisista maligno, un novelista, un proxeneta, un dramaturgo, un poeta, un poster boy rehabilitado, un reportero, un ladrón, un guionista cinematográfico, un signatario, un ladrón, un torturador un mujeriego y un asesino serial. Como una forma de contar más sobre las vidas “reales” y “fantasiosas” de Jack Unterweger, se debe hacer una breve descripción general y un contexto teórico de los dos conceptos criminológicos-psicológicos clave que son relevantes para enteder -si esto es posible- al sujeto en cuestión.

Johann “Jack” Unterweger nació el 16 de agosto de 1950 en Judenburg, Styria Austria, también conocido como Jack the Writer, Hafenliterat, Knastpoet y The Vienna Strangler. Asesinó a varias prostitutas de un país a otro. Jack fue liberado de prisión en 1990 como un ejemplo de rehabilitación después de ser condenado por matar en 1974 a una trabajadora sexual. Jack se convirtió en periodista después de su liberación, pero no pasó mucho tiempo para que los viejos hábitos se recuperaran cuando comenzó su juerga de nuevo. Jack fue condenado por varios asesinatos, y tomó lo que pensó que era el camino fácil y se suicidó a la edad de 43 años el 29 de junio de 1994.

La madre de Jack, Theresia Unterweger, era una camarera vienesa y se desconoce el nombre de su padre, pero ssegún parientes, era un soldado estadounidense. Theresia fue encarcelada por fraude mientras estaba embarazada. Fue liberada de la cárcel y se mudó a Graz, donde dio a luz a Jack. El niño fue enviado a vivir con su abuelo y su esposa a Carintia después de que su madre fuera arrestada nuevamente en 1953 por cargos de prostitución. La infancia de Jack fue diferente a la de muchos otros niños, ya que estuvo en prisión en muchas ocasiones por delitos menores y por agredir a una prostituta. Jack fue condenado dieciséis veces entre 1966 y 1975 por agresión sexual y delitos menores.

Jack estranguló a Margaret Schafer, de 18 años, con su sostén en 1974 y fue sentenciado a cadena perpetua después de ser arrestado en 1976. Escribió varios cuentos, poemas, obras de teatro y una autobiografía titulada The Trip to Prison (El viaje a la prisión) – Informe de un hombre culpable.

En 1985 se comenzó una campaña para perdonar a Jack y liberarlo de la prisión, pero el presidente austriaco Rudolf Kirchschlager rechazó la petición afirmando que Jack debe pasar un mínimo de quince años en la cárcel según las órdenes judiciales. Intelectuales vieneses, radicales políticos, escritores, artistas, periodistas, políticos, incluso autorganador del Premio Nobel 2004 Elfriede Jelinek, Gunter Grass, Peter Huemer y Alfred Kolleritsch, adhirieron al pedido.

Jack Unterweger fue liberado el 23 de mayo de 1990, después de cumplir quince años de su cadena perpetua en prisión. La autobiografía de Jack se enseñó en las escuelas y las historias se representaron en la radio. Pasó a presentar un programa de televisión que discutía la rehabilitación criminal y comenzó a trabajar como reportero para la emisora ​​pública ORF. 

Las autoridades descubrieron que Jack mató a siete personas durante el primer año en que salió de prisión, incluida una prostituta en Checoslovaquia y otras seis prostitutas en 1990 en Austria. Una revista austriaca contrató a Jack en 1991 para escribir sobre el crimen en Los Ángeles, California, y cómo se sienten los estadounidenses y europeos sobre la prostitución.

Las prostitutas Shannon Exley, Irene Rodríguez y Sherri Ann Long fueron brutalmente golpeadas, agredidas sexualmente con ramas de árboles y estranguladas con sus sostenes mientras Jack estaba en Los Ángeles. Las autoridades austriacas sospecharon que Jack había asesinado a las tres prostitutas y mantuvieron a Jack bajo vigilancia.

La policía reunió suficiente evidencia para arrestar a Jack, pero Jack Unterweger no estaba por ningún lado. Fue arrestado el 27 de febrero de 1992 por el FBI en Miami, Florida, después de una persecución prolongada por Europa, Canadá y los EE. UU. Fue acusado de 11 homicidios, incluido uno en Praga. Fue condenado a cadena perpetua el 29 de junio de 1994, sin posibilidad de libertad condicional. Jack se ahorcó con una cuerda que hizo con el cordón de su zapato y con la cuerda de su pantalón el 29 de junio de 1994, durante un noche en la prisión de Graz-Karlau.

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 22, 2022


 

Bill Gates asegura que se avecina otra pandemia causada por un patógeno diferente al del coronavirus

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El empresario y filántropo estadounidense Bill Gates cree que se avecina otra pandemia, y advierte que la podría causar un patógeno diferente al de la familia del coronavirus, según lo expresó este viernes en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania).

“Tendremos otra pandemia. Será un patógeno diferente la próxima vez”, explicó Gates, si bien detalló que los avances en tecnología médica y la inversión deberían ayudar al mundo a afrontarla convenientemente.

El director ejecutivo de Microsoft Corporation estima que, después de dos años de pandemia de covid-19, los peores efectos ya han pasado, a medida que gran parte de la población mundial ha ganado cierto nivel de inmunidad.

En este sentido, considera que si la gravedad de la emergencia sanitaria ha disminuido, ha sido gracias a la propagación de la variante ómicron, ya que crea un nivel de inmunidad, que —asegura— “ha hecho un mejor trabajo para ayudar a la población que las vacunas”.

“La posibilidad de una enfermedad grave, que se asocia principalmente con la edad avanzada y la obesidad o la diabetes, esos riesgos ahora se reducen drásticamente debido a la exposición a la infección”, señaló el empresario, si bien lamentó que sea “demasiado tarde” para alcanzar el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de vacunar al 70 % de la población mundial para mediados de este año.

Gates piensa que el mundo debería darse prisa a la hora de desarrollar y distribuir vacunas, por lo que instó a los gobiernos de todo el mundo a invertir dinero. En su opinión, esto sería posible gracias las “plataformas estandarizadas”, incluidas la tecnología de ARN mensajero.

“El costo de estar preparado para la próxima pandemia no es tan grande”, subrayó. “No es como el cambio climático. Si somos racionales, sí, la próxima vez lo detectaremos temprano”, añadió el filántropo estadounidense.

A través de su Fundación Bill y Melinda Gates, el magnate se asoció con la organización benéfica de investigación biomédica británica Wellcome Trust, para donar 300 millones de dólares a la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias, que ayudó a formar el programa Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19 (COVAX, por sus siglas en inglés).

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 22, 2022


 

Gripe Aviar en Estados Unidos

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Una peligrosa variante de la gripe aviar ha sido detectada en un criadero privado en una casa en el condado de Suffolk, en Long Island (estado de Nueva York, EE.UU.).

El Departamento de Agricultura del país., junto con la entidad similar a nivel estatal, confirmaron este sábado el hallazgo, precisando que se trata de “una pequeña parvada de traspatio no comercial” formada por ocho animales.

“Los funcionarios estatales aislaron las instalaciones afectadas, y las aves de las propiedades serán despobladas para evitar la propagación de la enfermedad. Las aves de la parvada no entrarán en el sistema alimentario”, informaron desde el Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales. Paralelamente, las autoridades locales y federales llevarán a cabo testeos de animales y monitorearán la situación en las áreas cercanas.

De momento, no se especificó de qué variante de la gripe aviar descubierta en el condado de Suffolk se trata exactamente. Sin embargo, el Departamento de Agricultura de EE.UU. ya había reportado esta semana la reciente detección de la variante H5. Mientras, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) apuntaron que se trató de la variante altamente patógena H5N1.

La entidad detalla que dicha variante puede ser mortal, especialmente en las aves de corral domésticas. Aunque las infecciones humanas por la gripe aviar son esporádicas, destacan por su “elevada mortalidad”. En total, la Organización Mundial de la Salud registró más de 700 casos entre humanos desde noviembre de 2003.  

 


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Febrero 22, 2022


 

El remolino de Machajski

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  Por Heather MacDonnell.

Jan Waclaw Machajski y el grupo de ideas reunió y defendió desde el cambio de siglo hasta la Revolución Rusa, y jugaron un papel muy secundario en la construcción del movimiento revolucionario ruso. Machajski (1866-1926) es una figura extremadamente difícil de describir y clasificar, tanto en términos intelectuales como políticos. Nacido en Polonia, repudió la causa de la independencia política polaca al principio de su carrera a favor del internacionalismo proletario. Educado en la universidad, dejó su huella en la historia rusa como un crítico amargo de la intelectualidad y su papel en la vida política rusa. Aunque se inspiró en varias de las corrientes revolucionarias que se arremolinaron en el Imperio Ruso en los primeros años del siglo XX, no pertenecía a ninguna de ellas y las criticaba a todas. Uno de los pilares de su teoría social y política era el marxismo, pero llegó a considerar el movimiento marxista como una de las mayores amenazas para el bienestar futuro de la clase trabajadora. El otro pilar de su pensamiento fue el anarquismo, en particular su variante bakuninista; tanto es así, que sus doctrinas han sido generalmente tratadas como parte de la historia del anarquismo. Sin embargo, nunca reconoció ninguna influencia de Michael Bakunin y denunció a los anarquistas tan rotundamente como denunció a los marxistas. No se unió a ningún partido, sino que intentó, con poco éxito, crear su propio movimiento revolucionario llamado Conspiración de los Trabajadores.

Mikhail Alexandrovich Bakunin fue un anarquista revolucionario ruso, socialista y fundador del anarquismo colectivista. Se le considera una de las figuras más influyentes del anarquismo y uno de los principales fundadores de la tradición socialista revolucionaria y anarquista social. Nacimiento: 30 de mayo de 1814, Gobernación de Tver. Murió: 1 de julio de 1876 Berna, Suiza

Machajsky

Machajski estaba preocupado por las crecientes tendencias reformistas en la socialdemocracia y por la falta de confianza de la intelectualidad rusa. Presentó una explicación original e incluso marxista. Así como la burguesía y el proletariado persiguieron sus propios intereses de clase, también debe considerarse natural e inevitable que los estratos de la clase media, compuestos principalmente por “trabajadores intelectuales”, hagan lo mismo. El control por parte de estas agrupaciones de los factores de conocimiento e ideas que son esenciales para la producción de mercancías y la administración de la sociedad moderna, ya les otorga poder y recompensas considerables. Sin embargo, ¿cuánto mejor sería asegurar que tal poder se volviera cada vez más dominante y seguro a través de una sociedad centralmente planificada? El socialismo o la socialdemocracia no debían considerarse ideologías en interés de la clase trabajadora, sino ideologías fundadas en los intereses de un sector de la sociedad ya relativamente favorecido, las capas medias o la intelectualidad. Tal teoría inmediatamente cuestiona cualquier posibilidad de formular alguna vez una ideología que se ajuste a la realidad objetiva. De acuerdo con la lógica de Machajski, todos los intentos de desarrollar tal ideología estarían condenados a la distorsión por los intereses seccionales o de clase de aquellos trabajadores intelectuales responsables de producirla. Machajski nunca se enfrentó a esta contradicción. Su principal conclusión fue crear un grupo llamado Conspiración de los Trabajadores que desempeñó un papel práctico pequeño en su corta existencia. Presumiblemente, iba a contener a algunos intelectuales como Machajski, aunque no estaba claro cómo se identificaría a estos como dignos de confianza e imparciales.

Jan Wacław Machajski, con el seudónimo de A. Wolski, fue un revolucionario polaco cuya metodología se basó tanto en el anarquismo como en el marxismo y criticó a ambos como productos de la intelectualidad. Nacimiento: 15 de diciembre de 1866, Busko-Zdrój, Polonia. Murió: 1926, Moscú, Rusia

A esta vaga idea añadió el concepto igualmente vago de una clase obrera autodirigida en un levantamiento que reclamaría todo el excedente de la sociedad después de infligir una derrota masiva tanto a la burguesía como a la intelectualidad. Curiosamente, también presionó por una demanda relativamente simple y casi reformista. Los trabajadores deben asegurarse de que cualquier riqueza excedente que se apropiaron de la sociedad se utilice para la educación avanzada a tiempo completo de todos los hijos de los trabajadores. Este argumento estuvo cerca de basarse en el mercado: si todos tuvieran una formación intelectual, nadie podría reclamar los privilegios especiales que los estratos medios siempre habían podido obtener. Las ideas de Machajski surgieron de su análisis y experiencia de la intelectualidad rusa específica, expresando, como él lo vio, los intereses de la clase media rusa.

Marx
Bakunin

En ese periodo destacaba muy bien la naturaleza continuamente variable de las capas de la sociedad. La clase media rusa, la nobleza, el pequeño grupo industrial, estudiantes inquietos y profesionales estaban cercadas por la autocracia. Políticamente desarrollaron pocas ideas propias más allá de la bomba terrorista y el legalismo servil. Su incoherencia y frustraciones se vieron agravadas por la inundación de ideologías occidentales, ya fueran apropiadas o inapropiadas para su sociedad. El propio Machajski, pasó de un nacionalismo polaco teñido de socialismo, a través de una forma de marxismo a una crítica “obrerista” tanto de la socialdemocracia europea como de la intelectualidad rusa, y finalmente pasó a su propia forma antisocialista de anarquismo socialista.

Las ideas centrales de Machajski pueden muy bien demostrar que apuntan a otro callejón sin salida, pero en un período en el que el movimiento marxista debe enfrentarse a un autocuestionamiento masivo, tenemos que revisar y volver a revisar prácticamente todas nuestras ideas para ver dónde está la empresa socialista y porque empezó a funcionar terriblemente mal. La Historia Revolucionaria debe ser cada vez más una historia de tales ideas más que de personas y grupos.

 

 


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Febrero 23, 2022


 

Proyecto de ley en Estados Unidos para ofrecer asilo a los manifestantes del ‘convoy de la libertad’ canadiense

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A principios de esta semana, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, invocó por primera vez la Ley de Emergencia para hacer frente a las protestas de camioneros en el país.
Harrell

Yvette Herrell, miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU. por Nuevo México, anunció este sábado que presentará una legislación para otorgar asilo temporal a los camioneros involucrados en las protestas por los mandatos de vacunas en Canadá, conocidas como ‘convoy de la libertad’.

“Así como brindamos asilo a los presos políticos, deberíamos hacer lo mismo con los camioneros que han sido objeto de violencia, cuyas propiedades han sido confiscadas y sus cuentas bancarias congeladas por un gobierno que se está convirtiendo rápidamente en la vergüenza del mundo libre”, expresó Herrell.

La congresista agregó que está “presentando una legislación que otorgaría asilo temporalmente a manifestantes canadienses inocentes que están siendo perseguidos por su propio Gobierno”.

Según reportes de la Policía de Ottawa, 170 personas han sido arrestadas en relación con las manifestaciones de los camioneros que desde hace un tiempo ocupan las calles de la ciudad.

A principios de esta semana, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, invocó por primera vez en la historia del país la Ley de Emergencia, que otorgará poder adicional al Gobierno Federal para hacer frente a las protestas de los camioneros.

“Los bloqueos y ocupaciones ilegales no son protestas pacíficas: son una amenaza para los trabajos y las comunidades, y no pueden continuar”, dijo el mandatario.

Los transportistas llegaron el pasado 29 de enero a la capital del país, Ottawa, para protestar pacíficamente contra el primer ministro Justin Trudeau y la decisión de las autoridades canadienses de obligar a los camioneros a vacunarse, en vigor desde el 15 de enero. Mientras su movimiento se extiende por la nación, con protestas en Toronto, Quebec, Vancouver y otras ciudades.

 


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Febrero 22, 2022


 

EL DEFENSOR OFICIAL GUSTAVO RODRÍGUEZ, ¿ES EL DR. JEKYLL O UN TOPO*?

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  Por Claudio Kussman.

“El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” es una novela del escritor escocés ROBERT LOUIS STEVENSON, publicada por primera vez en 1886. La obra tuvo un éxito inmediato y aún hoy continúa inspirando otras obras, como así también versiones cinematográficas. En su desarrollo JEKYLL es un científico que crea una poción que separara la parte humanitaria del lado más maléfico del ser humano. Cuando él bebe esta mezcla se convierte en EDWARD HYDE, un sanguinario criminal. Según la novela, en nosotros siempre están el bien y el mal juntos, en definitiva, impera una doble personalidad.  Ante un comentario-alerta que un lector/a introdujera al pie de la reciente publicación: “CUANDO LA “JUSTICIA” SE JODE EN EL ARTÍCULO 374 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL”, referido al defensor oficial federal de Bahía Blanca Dr. GUSTAVO RODRIGUEZ, de entrada, no le dimos crédito.

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Año 2017 – José Pedro Noel (f)
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Gustavo Marcelo Rodríguez, ¿fiscal o defensor?
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Por supuesto, sí, comenzamos a hacer averiguaciones sobre su pasado y su relación como defensor de mi amigo el ya fallecido Comisario Mayor JOSÉ PEDRO NOEL, también imputado por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Con gran pena debo decir que la información es totalmente veraz.  De acuerdo con lo que surge de las resoluciones de la Procuración General de la Nación N° 107/09 y 34/10 firmadas por ESTEBAN RIGHI, RODRIGUEZ en el año 2009 se desempeñaba como Secretario de la Fiscalía ante la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata. Recordemos que RIGHI (f) fue Ministro del Interior durante el gobierno de HÉCTOR CÁMPORA, y responsable en 1973, de la liberación sin indultos ni amnistía, de sanguinarios terroristas presos. 

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Pero volviendo a RODRIGUEZ podemos ver que como subrogante en 2010 fue designado a cargo de la FISCALIA FEDERAL N° 2 DE MAR DEL PLATA, para entender en las causas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado. Obtenidas dichas resoluciones sus copias se adjuntan a esta nota. Así en un perfecto efecto dominó las fichas fueron cayendo una a una, y entonces entendemos el comportamiento errático de este funcionario.  Lo vimos el 17 del corriente en el primer día del juicio Mega causa Zona 5, cuando a contramano de los planteos de los defensores particulares apoyara al fiscal MIGUEL PALAZZANI.

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Pero a pesar de mi profunda dualidad, no era en sentido alguno hipócrita, pues mis dos caras eran igualmente sinceras. Era lo mismo yo cuando abandonado todo freno me sumía en el deshonor y la vergüenza que cuando me aplicaba a la vista de todos a profundizar en el conocimiento y a aliviar la tristeza y el sufrimiento 

Frase de “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”  Robert Louis Stevenson (1850-1894)

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Anteriormente, el 24 de septiembre de 2020 en el juicio a miembros de la triple A, hace lo propio con el Fiscal PABLO FERMENTO, intentando implicar a la policía de la Provincia de Buenos Aires con los parapoliciales AAA (Alianza Anticomunista Argentina).  El acusador en ese momento trataba de involucrarme y transformar en ilegal la detención legal de un miembro del PRT-ERP, MARIO CORBELLINI, que habría ocurrido 10 de octubre de 1974, faltando un año y medio para el golpe militar del 24 de marzo de 1976. Acá se pueden ver en 2 videos cortos, el accionar tanto del fiscal como también del “defensor” oficial. En este mundo paralelo en el que estamos hundidos los imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, nada es transparente y por supuesto, tampoco es lo que parece.

Claudio Kussman

Comisario Mayor (R) 

Policía Pcia. Buenos Aires

claudio@PrisioneroEnArgentina.com

www.PrisioneroEnArgentina.com

 

*-TOPO. Agente encubierto o secreto, conocido coloquialmente como “topo”, es el infiltrado en una organización que sirve a otra. Wikipedia

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COMENTARIO-ALERTA SOBRE EL DEFENSOR OFICIAL GUSTAVO RODRIGUEZ, RECIBIDO EL 17 DE FEBRERO DE 2022

 

 

NOTA DEDICADA AL DOCTOR GONZALO MIÑO, Y TAMBIÉN A TODOS AQUELLOS ABOGADOS QUE DE CORAZÓN ACTÚAN COMO DEFENSORES, APEGÁNDOSE ESTRICTAMENTE A LOS POSTULADOS DE LA LEY Y LA VERDAD.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 22, 2022


 

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PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 21, 2022


 

Trump y su danza muy cerca del fuego

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😳

 Por Mick Olsen.

Todo el invierno norteamericano ha sido un ciclón de reveses legales y desarrollos noticiosos notables que hacen parecer a Donald J. Trump culpable como aún cuando no se ha finalizado la lista de acusaciones en su contra. Esto indica un impacto que podría tener en las elecciones intermedias o presidenciales de 2024. Lo cierto es que Trump tiene problemas con la ley, pero los republicanos no necesariamente sentirán el calor de eso en las urnas este año. Sin embargo, las posibilidades de acusaciones reales, desde Manhattan hasta el condado de Fulton, Georgia, pueden ser un factor en 2024. Los republicanos ya están preocupados, y deberían estarlo. Solo esta semana, Trump perdió un intento de proteger los registros de sus visitantes del comité del 6 de enero. Nadie sabe por qué tendría que hacerlo, pero su esfuerzo por ocultar quién lo visitó podría dar lugar a más citaciones. Parte del sufrimiento de Trump es que la Corte Suprema que el mismo formó no ha protegido sus antecedentes presidenciales del escrutinio del Congreso. Y un juez reintegró a la Organización Trump como acusada en la demanda civil del fiscal general de Washington, D.C. contra el Comité Inaugural de Trump por pagar indebidamente fondos sin fines de lucro a la Organización Trump y su familia. Ese caso ya va camino a juicio.

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Donald Trump
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Letitia James
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Pero el mayor golpe provino de los propios contadores de Trump. Mazars USA lo dejó solo sin taparrabos. Este ha sido quizás el evento más importante hasta ahora porque Trump, a través de su empresa familiar, está siendo investigado penalmente por el fiscal de distrito de Manhattan por fraude bancario, fiscal y de seguros. La fiscal general de Nueva York, Letitia James, obtuvo la carta de Mazars disociándose de la Organización Trump en su investigación de fraude civil por los mismos motivos. Al pedirle a un juez que obligue a Trump y a su hija Ivanka y a su hijo Don Jr. a declarar en su oficina, James dijo lo siguiente: “Hemos descubierto evidencia significativa que sugiere que Donald J. Trump y la Organización Trump valoró de manera falsa y fraudulenta múltiples activos y tergiversó esos valores a las instituciones financieras para obtener un beneficio económico”. En su presentación ante el tribunal, James presentó declaraciones de hecho para respaldar los reclamos serios. En su carta a la Organización Trump, Mazars le dijo a la compañía que ahora consideraba que los estados financieros de una década no eran confiables. Eso es serio. El fiscal de distrito de Manhattan tendría que probar las tergiversaciones del valor de las propiedades de Trump que fueron intencionales y materiales, lo que significa que eran importantes para los bancos, las compañías de seguros y el Departamento de Impuestos del Estado de Nueva York. Esta declaración puede sugerir más evidencia para respaldar las acusaciones. El socio de Mazars que representó a la Organización Trump está cooperando activamente con la oficina del fiscal de distrito.

Mazars dijo que no consideraba las discrepancias como “materiales”, que los abogados de Trump pueden utilizar como parte de su defensa. Esa será una pregunta para que los fiscales evalúen y, potencialmente, para que un jurado decida. Pero el hijo menor de Trump, Eric Trump, y su director financiero desde hace mucho tiempo, Allen Weisselberg, quien ya ha sido acusado de fraude fiscal, se sentaron para declarar ante la oficina del fiscal general y afirmaron sus derechos de la Quinta Enmienda contra la autoincriminación en más de 500 veces. Si bien el sistema penal no permite una inferencia de culpabilidad al invocar la Quinta, sugiere que no pueden responder preguntas de una manera que los absuelva de culpabilidad o crearía alguna duda sobre si tenían la intención de inflar o desinflar los valores de propiedad. Por lo menos, las noticias negativas que esto genera para Trump son inútiles y ningún político las querría. Trump ha sido vinculado personalmente con acusaciones de fraude. Por ejemplo, aparentemente firmó los cheques para pagar la matrícula escolar del nieto de Weisselberg, en lugar de pagar ganancias declarables.

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Ivanka Trump
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Donald Trump Jr
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Sin embargo, es poco probable que estos serios problemas legales sean factores en las elecciones intermedias. Por un lado, a los fiscales les gusta ganar sus casos, particularmente los casos de alto perfil. En Estados Unidos, tanto abogados defensores o fiscales, poseen un record de triunfos y victorias que les permiten ascender en sus carreras. Nadie irá o debería perseguir a un expresidente sin una investigación meticulosa y cuidadosa. Eso lleva tiempo, y a menudo mucho. Si presentan las acusaciones, es posible que no lleguen a tiempo para influir en las primarias o las elecciones generales de noviembre. Pero incluso si lo hicieran, Trump no está en la boleta electoral. Los votantes en las elecciones intermedias rara vez, si es que lo hacen alguna vez, votan sobre la reputación de un expresidente. En un momento de aumento de los costos, profundas preocupaciones sobre cómo les está yendo a los niños en la escuela gracias a dos años de covid-19 y ansiedad por las tasas de criminalidad, los votantes votarán sobre sus preocupaciones de la vida diaria, no sobre dónde se desarrollan las batallas legales de Trump. Para los candidatos republicanos, bien puede haber dudas sobre si buscar el respaldo de Trump o hacer campaña. Recuerde que el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, sabiamente no apareció en público con Trump.

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Eric Trump
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Allen Weisselberg
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Lamentablemente, el Partido Republicano miente sobre el fraude electoral y las leyes electorales restrictivas que dominan en los estados controlados por los republicanos también son factores. Ya sea debido a los requisitos de identificación de votantes, la reducción del número de sitios de votación o la reducción de la votación por correo, a 23 millones de votantes les resultará más difícil votar. Luego está la redistribución de distritos, diseñada para beneficiar a los titulares o aumentar las probabilidades de victoria de un partido sobre otro.

Si bien los problemas legales de Trump pueden no tener un impacto en las elecciones intermedias, 2024 está muy lejos. Y aunque la justicia es ciega, los votantes, en particular los independientes, pueden estar más preocupados por lo que aprenden y ven. Estados Unidos se ha vuelto un país tercermundista, en donde los ciudadanos emiten sus votos no para elegir al mejor candidato, sino para sacarse de encima al presente mandatario. 

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 21, 2022


 

Las Mentiras de Biden

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🐂

  Por Karen Boyd.

La afirmación de una invasión “inminente” de Ucrania ha sido repetida sin cesar por el presidente Joe Biden, y repetida en los medios de comunicación. En su discurso del martes, Biden se vio obligado, por un lado, a reconocer la realidad de que no se había producido ningún ataque ruso, mientras redoblaba las amenazas de Estados Unidos. Cada parte del discurso de Biden estuvo llena de hipocresía, mentiras y belicismo. 

“Desde el comienzo de la crisis, he sido absolutamente claro y consistente: Estados Unidos está preparado pase lo que pase”.

¿“Pase lo que pase” incluye la guerra nuclear? ¿Cómo, exactamente, está Estados Unidos “preparado” para esa catástrofe potencial? El uso de la frase “Pase lo que pase” solo puede significar que Biden y sus asesores no han pensado en las posibles consecuencias desastrosas de sus acciones provocativas y amenazas.

Después de señalar el retiro de las unidades militares de Rusia de las posiciones cercanas a la frontera con Ucrania, Biden respondió no buscando reducir aún más las tensiones sino intensificando su belicismo. 

“El hecho permanece: en este momento, Rusia tiene más de 150.000 soldados rodeando Ucrania en Bielorrusia y a lo largo de la frontera de Ucrania”.

Hace cuatro días, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, declaró que Rusia “ha acumulado más de 100.000 soldados en la frontera” con Ucrania. ¿De dónde salieron esos 50.000 soldados extra en sólo cuatro días? ¿Quiénes son? ¿Dónde están? ¿Cómo logró Rusia expandir su presencia de tropas alrededor de Ucrania en un 50 por ciento mientras le decía al mundo que estaba reduciendo sus fuerzas? Ni una sola voz en los medios estadounidenses hace estas preguntas tan básicas.

“Estados Unidos y la OTAN no son una amenaza para Rusia. Ucrania no es una amenaza para Rusia. Ni Estados Unidos ni la OTAN tienen misiles en Ucrania. No tenemos, no tenemos planes de ponerlos allí también. No estamos apuntando al pueblo de Rusia. No buscamos desestabilizar Rusia. Para los ciudadanos de Rusia, no sois nuestro enemigo”.

Sin embargo, la forma en que Estados Unidos ve a Rusia no es una cuestión de opinión, sino de declaraciones y documentos públicos. En 2018, Estados Unidos adoptó una estrategia de defensa nacional que declaraba que “la competencia estratégica interestatal, no el terrorismo, es ahora la principal preocupación en la seguridad nacional de Estados Unidos”, en la que se nombra explícitamente a Rusia, junto con China, como rival de los Estados Unidos. Estados Unidos.

En definitiva, es por ello que el grueso del público americano aún ama a Obama. Unos meses antes de terminar su presidencia, con una sonrisa en su rostro, el primer manadatario afroamericano dijo: “Los políticos mienten”

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 21, 2022


 

PEDIDO DE AYUDA

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📑

Estimados: 

                Pongo a disposición de ustedes una carta con el pedido de ayuda que he recibido del Centro de Estudios Salta (CES).  

En Argentina hay voces, hoy muchas más que antes, que se alzan por los prisioneros de guerra que están en manos del actual gobierno montonero por haber combatido a la subversión; pero no hay en ningún lugar del país una agrupación civil como el CES donde un grupo de argentinos han levantado- poniendo en juego honra y hacienda- las banderas, primero de la Patria, y luego de la reivindicación de aquellos que cumpliendo un mandato sagrado fueron a defender a la Patria cuando esta era atacada por el terrorismo. 

Es obra del CES los cortometrajes “La escuelita de Manchalá” y “Será Justicia” y el libro “Volver a la Patria”, pero también han auspiciado la presentación de libros y conferencias que tienen que ver, fundamentalmente con la historia reciente; pero también es obra de ellos la asistencia a los prisioneros de guerra en especial a aquellos que están recluidos en el NOA 

Por todo esto, parafraseando al Ingeniero Mario Cabanillas, presidente del CES, yo les pido a cada uno de los que reciba este mail su colaboración, no importa el monto, por mínima que sea ayudará. 

Desde ya gracias a todos, les pediría también que divulgaran este mail y que Dios Nuestro Señor los tenga siempre de su mano 

JOSE LUIS MILIA 

P.S.: Adjunto a este mail: 

P.S. 1: Cta. Cte. Centro de Estudios Salta: 

C.U.I.T.: 30-71465805-7 

N° de Cta. Cte.:216-216019477-000 

C.B.U.: 03402162 00216019477007 

BANCO PATAGONIA 

P.S. 2: Adjunto a este: 

  1.  Clínica IMAC. Factura atención médico-sanatorial  

  2.  Clínica IMAC Factura prestaciones sanatoriales- días 21 al 25/01/22 

  3.  Dr. Flores Honorarios profesionales cirugía 

  4.  Habeas Corpus 

  5.  Habeas Corpus Correctivo Ampliación  

  6.  Rechazo del TOF al Habeas Corpus presentado

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Carta del presidente del CES

Ingeniero Mario Cabanillas

El CES (Centro de Estudios Salta) lleva desde hace años una ardua lucha por los prisioneros de guerra, cautivos de una amañada venganza decretada por aquellos que en su momento quisieron, por la fuerza de las armas, hacer de Argentina una nueva Cuba. 

Flores

Uno de estos casos paradigmáticos es el del Cabo de la FAA, Julio Narciso Flores, a quien el TOF n° 5 de San Martín le aplicó una condena de 25 años, por presuntos hechos que sucedieron cuando Flores tenía 19 años y era apenas algo más que un soldado raso. 

Julio Narciso Flores, lleva siete años preso y carece de obra social ya que su actividad fue en la empresa privada y en el extranjero. Esto significa que cualquier dolencia que sufra estará en manos del SPF, de los médicos que la dirección del SPF- María Laura Garrigós (Interventora del Servicio Penitenciario Federal), integrante de Justicia Legítima- designe y los tiempos de internación y convalecencia que determine el TOF n° 5. Meses atrás le fue diagnosticado un adenoma e hiperplasia de próstata, con la indicación que debía ser operado lo más rápido posible. El SPF no acusó recibo de esta indicación médica por lo que el CES logró que se le permitiera ser atendido en una clínica privada ante la demora del SPF. 

El jueves de la semana pasada fue operado, con éxito, de su dolencia en la clínica IMAC de la ciudad de Salta; ya ha sido dado de alta pero, aunque los médicos que lo trataron indicaron la necesidad de una  internación domiciliaria, Julio Narciso Flores ya fue llevado, aún convaleciente, al penal federal de Güemes e internado en la enfermería del mismo. 

Ante esta situación, el CES presentó un Hábeas Corpus pidiendo la internación domiciliaria para Flores, pero fue denegado por el TOF n° 5. 

Internación y operación de Julio Narciso Flores 

Al carecer Julio Narciso Flores de obra social, el CES se hizo cargo de los avales que permitieron la operación. A  la fecha, El CES ya lleva gastado 240.000 $, pero aún quedan a pagar los gastos de internación (100.000$) de siete días en la clínica. 

Estos números superan a las posibilidades del CES, por lo que me atrevo a molestarlo con este pedido de apoyo. El CES lleva una ardua lucha por los prisioneros de guerra que combatieron a la subversión, es por eso que les pido a todos una colaboración que, por mínima que sea ayudará a paliar estos gastos. Gastos que, de no haber sido encarados por el CES, nadie puede asegurar cual hubiera sido el destino de Julio Narciso Flores. 

Espero sepa disculpar el exceso de confianza y aprovecho para mandarle un fuerte abrazo 

Mario Cabanillas 

Presidente 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 21, 2022


 

Corrientes: entre el fuego y el kirchnerismo.

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🔥

  Por Carlos Furman.

La provincia de Corrientes forma parte de la Mesopotamia argentina junto a Entre Ríos y Misiones ubicada en el centro de esta región.

La capital de Corrientes es su ciudad homónima y la provincia está dividida en 25 departamentos donde viven más de un millón de habitantes. Está delimitada por los ríos Paraná y Uruguay.

Su principal riqueza ecológica es la reserva del iberá un área protegida donde hay pantanos, lagunas, ciénagas, haciéndolo el lugar ideal para los diferentes animales salvajes que habitan en la zona.

¡¡Desde hace unos días la normalidad en corrientes se vio alterada por una cantidad de incendios sin precedentes en la historia!!

Este fuego está dejando terribles pérdidas tanto en lo espiritual como en lo económico.

La muerte de un bombero voluntario fue la desgracia que más conmocionó a los argentinos además hay que informar la pérdida incalculable de animales en un desastre todavía no controlado.

A todo este cuadro desolador aparecieron las miserias humanas más repudiables y sin ningún tipo de sensibilidad como de costumbre proveniente del ámbito de la política.

Mientras los “correntinos” luchaban para frenar el avance del fuego el presidente de los argentinos, Alberto Fernández, ¡¡¡jugaba al fútbol en las playas de mar de ajó!!!

Alberto Fernández
Gustavo Valdés

¡¡Un hecho muy grave porque además está desentendido del tema como si la provincia en cuestión no perteneciera a la república argentina!!

¡No quiero imaginar que hay discriminación porque el gobernador Gustavo Valdés pertenece a otro partido político!

Alberto Fernández está cometiendo una vez más el delito de abandonar personas algo que la justicia cómplice no quiere castigar!

En carácter de que el ministro de seguridad de la provincia de buenos aires, Sergio Berni, ¿¿¿visitó a los correntinos???

¡Un viaje financiado con fondos públicos y colmado de alcahuetes!

¿Que solución pudo haber llevado?

Berni
Cristina F. de Kirchner

Que aporte hizo?

¡Simplemente el impresentable comenzó su campaña política utilizando el dolor de los demás!

Kirchnerismo auténtico!

Adonde quedó la promesa de cristina fernández viuda de Kirchner cuando en el año 2.012 anunció la compra de 26 aviones hidrantes para combatir los incendios invirtiendo 57 millones de pesos?

Y pensar que CFK se hacía llevar los diarios  en el avión “tango 03” desde capital federal  a el calafate cuando fué presidente.

¡¡¡Un despropósito que merece condena!!!

Las declaraciones del ministro de ambiente y desarrollo sustentable, Juan Cabandié, son una constante provocación:

“Chile tiene más focos de incendios que argentina”

“Los incendios comienzan con quemas de productores “

¡¡Siempre buscando la culpa en otros para evitar hacerse cargo de sus responsabilidades!!

Mientras tanto el presidente de la república de Brasil, Jair Bolsonaro envió dotaciones de bomberos a la provincia abandonada por  el gobierno argentino kirchnerista!

Stanley
Bolsonaro

Ante la crítica situación y  desidia del gobierno nacional este sábado pasado el gobernador de corrientes pidió ayuda a estados unidos a través del embajador en nuestro país, Marc Stanley.

Muchos productores lo perdieron todo y a pesar de esto no podrán vender nada de tierras en el lapso de 30 a 60 años por una ley impulsada y aprobada por el kirchnerismo que prohíbe la venta de campos quemados.

El plan a los terroristas le salió a la perfección!!!

 


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Febrero 21, 2022


 

Marx y el manifiesto comunista

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El 21 de febrero de 1848, el Manifiesto Comunista, escrito por Karl Marx con la ayuda de Friedrich Engels, es publicado en Londres por un grupo de socialistas revolucionarios nacidos en Alemania conocido como la Liga Comunista. El panfleto político, posiblemente el más influyente de la historia, proclamaba que “la historia de toda la sociedad existente hasta ahora es la historia de las luchas de clases” y que la inevitable victoria del proletariado, o clase trabajadora, pondría fin a la sociedad de clases para siempre. Publicado originalmente en alemán como Manifest der Kommunistischen Partei (“Manifiesto del Partido Comunista”), el trabajo tuvo poco impacto inmediato. Sin embargo, sus ideas resonaron con fuerza creciente en el siglo XX, y en 1950 casi la mitad de la población mundial vivía bajo gobiernos marxistas.

Karl Marx nació en Trier, Prusia, en 1818, hijo de un abogado judío que se convirtió al luteranismo. Estudió derecho y filosofía en las universidades de Berlín y Jena e inicialmente fue seguidor de G.W.F. Hegel, el filósofo alemán del siglo XIX que buscó un sistema de filosofía dialéctico y global. En 1842, Marx se convirtió en editor del Rheinische Zeitung, un periódico liberal democrático de Colonia. El periódico creció considerablemente bajo su dirección, pero en 1843 las autoridades prusianas lo cerraron por ser demasiado franco. Ese año, Marx se mudó a París para coeditar una nueva revista política.

París era en ese momento un centro para el pensamiento socialista, y Marx adoptó la forma más extrema de socialismo conocida como comunismo, que exigía una revolución de la clase trabajadora que derribaría el mundo capitalista. En París, Marx se hizo amigo de Friedrich Engels, un compañero prusiano que compartía sus puntos de vista y se convertiría en un colaborador de por vida. En 1845, Marx fue expulsado de Francia y se instaló en Bruselas, donde renunció a su nacionalidad prusiana y se unió a Engels.

Durante los siguientes dos años, Marx y Engels desarrollaron su filosofía del comunismo y se convirtieron en los líderes intelectuales del movimiento obrero. En 1847, la Liga de los Justos, una sociedad secreta formada por trabajadores revolucionarios alemanes que vivían en Londres, le pidió a Marx que se uniera a su organización. Marx obedeció y con Engels cambió el nombre del grupo a la Liga Comunista y planeó unirlo con otros comités de trabajadores alemanes en toda Europa. Se encargó a la pareja que redactara un manifiesto que resumiera las doctrinas de la Liga.

De vuelta en Bruselas, Marx escribió El Manifiesto Comunista en enero de 1848, usando como modelo un tratado que Engels escribió para la Liga en 1847. A principios de febrero, Marx envió el trabajo a Londres y la Liga lo adoptó inmediatamente como su manifiesto. Muchas de las ideas del Manifiesto Comunista no eran nuevas, pero Marx había logrado una poderosa síntesis de ideas dispares a través de su concepción materialista de la historia. El Manifiesto comienza con las dramáticas palabras: “Un espectro acecha en Europa: el espectro del comunismo”, y termina declarando: “Los proletarios no tienen nada que perder excepto sus cadenas. Tienen un mundo que ganar. ¡Trabajadores del mundo, únanse!”

Engels

En El Manifiesto Comunista, Marx predijo la revolución inminente en Europa. El folleto apenas se había enfriado después de salir de las imprentas en Londres cuando estalló la revolución en Francia el 22 de febrero por la prohibición de las reuniones políticas celebradas por los socialistas y otros grupos de oposición. Los disturbios aislados provocaron una revuelta popular y el 24 de febrero el rey Luis Felipe se vio obligado a abdicar. La revolución se extendió como la maleza por toda Europa continental. Marx estaba en París por invitación del gobierno provincial cuando el gobierno belga, temeroso de que la ola revolucionaria se tragara pronto a Bélgica, lo desterró. Más tarde ese año, fue a Renania, donde agitó a favor de una revuelta armada.

La burguesía de Europa pronto aplastó la Revolución de 1848, y Marx tendría que esperar más tiempo para su revolución. Se fue a Londres a vivir y continuó escribiendo con Engels mientras organizaban aún más el movimiento comunista internacional. En 1864, Marx ayudó a fundar la Asociación Internacional de Trabajadores, conocida como la Primera Internacional, y en 1867 publicó el primer volumen de su  Das Kapital, la obra fundamental de la teoría comunista. A su muerte en 1883, el comunismo se había convertido en un movimiento a tener en cuenta en Europa. Treinta y cuatro años después, en 1917, Vladimir Lenin, un marxista, dirigió la primera revolución comunista exitosa del mundo en Rusia. Dos años después, sufrirían la primera de muchas hambrunas. 

 

Manifiesto del Partido Comunista

(1848)

PRÓLOGO DE MARX Y ENGELS 1872

 
 La Liga Comunista, una organización obrera internacional, que en las circunstancias de la época -huelga decirlo- sólo podía ser secreta, encargó a los abajo firmantes, en el congreso celebrado en Londres en noviembre de 1847, la redacción de un detallado programa teórico y práctico, destinado a la publicidad, que sirviese de programa del partido.  Así nació el Manifiesto, que se reproduce a continuación y cuyo original se remitió a Londres para ser impreso pocas semanas antes de estallar la revolución de febrero.  Publicado primeramente en alemán, ha sido reeditado doce veces por los menos en ese idioma en Alemania, Inglaterra y Norteamérica.  La edición inglesa no vio la luz hasta 1850, y se publicó en el Red Republican de Londres, traducido por miss Elena Macfarlane, y en 1871 se editaron en Norteamérica no menos de tres traducciones distintas. La versión francesa apareció por vez primera en París poco antes de la insurrección de junio de 1848; últimamente ha vuelto a publicarse en Le Socialiste de Nueva York, y se prepara una nueva traducción.  La versión polaca apareció en Londres poco después de la primera edición alemana.  La traducción rusa vio la luz en Ginebra en el año sesenta y tantos. Al danés se tradujo a poco de publicarse.

 Por mucho que durante los últimos veinticinco años hayan cambiado las circunstancias, los principios generales desarrollados en este Manifiesto siguen siendo substancialmente exactos. Sólo tendría que retocarse algún que otro detalle. Ya el propio Manifiesto advierte que la aplicación práctica de estos principios dependerá en todas partes y en todo tiempo de las circunstancias históricas existentes, razón por la que no se hace especial hincapié en las medidas revolucionarias propuestas al final del capítulo II. Si tuviésemos que formularlo hoy, este pasaje presentaría un tenor distinto en muchos respectos. Este programa ha quedado a trozos anticuado por efecto del inmenso desarrollo experimentado por la gran industria en los últimos veinticinco años, con los consiguientes progresos ocurridos en cuanto a la organización política de la clase obrera, y por el efecto de las experiencias prácticas de la revolución de febrero en primer término, y sobre todo de la Comuna de París, donde el proletariado, por vez primera, tuvo el Poder político en sus manos por espacio de dos meses. La comuna ha demostrado, principalmente, que “la clase obrera no puede limitarse a tomar posesión de la máquina del Estado en bloque, poniéndola en marcha para sus propios fines”. (V. La guerra civil en Francia, alocución del Consejo general de la Asociación Obrera Internacional, edición alemana, pág. 51, donde se desarrolla ampliamente esta idea) . Huelga, asimismo, decir que la crítica de la literatura socialista presenta hoy lagunas, ya que sólo llega hasta 1847, y, finalmente, que las indicaciones que se hacen acerca de la actitud de los comunistas para con los diversos partidos de la oposición (capítulo IV), aunque sigan siendo exactas en sus líneas generales, están también anticuadas en lo que toca al detalle, por la sencilla razón de que la situación política ha cambiado radicalmente y el progreso histórico ha venido a eliminar del mundo a la mayoría de los partidos enumerados.

Sin embargo, el Manifiesto es un documento histórico, que nosotros no nos creemos ya autorizados a modificar.  Tal vez una edición posterior aparezca precedida de una introducción que abarque el período que va desde 1847 hasta los tiempos actuales; la presente reimpresión nos ha sorprendido sin dejarnos tiempo para eso.

Londres, 24 de junio de 1872.

PROLOGO DE ENGELS 1883

Desgraciadamente, al pie de este prólogo a la nueva edición del Manifiesto ya sólo aparecerá mi firma.  Marx, ese hombre a quien la clase obrera toda de Europa y América debe más que a hombre alguno, descansa en el cementerio de Highgate, y sobre su tumba crece ya la primera hierba.  Muerto él, sería doblemente absurdo pensar en revisar ni en ampliar el Manifiesto.  En cambio, me creo obligado, ahora más que nunca, a consignar aquí, una vez más, para que quede bien patente, la siguiente afirmación:

La idea central que inspira todo el Manifiesto, a saber: que el régimen económico de la producción y la estructuración social que de él se deriva necesariamente en cada época histórica constituye la base sobre la cual se asienta la historia política e intelectual de esa época, y que, por tanto, toda la historia de la sociedad -una vez disuelto el primitivo régimen de comunidad del suelo- es una historia de luchas de clases, de luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono con las diferentes fases del proceso social, hasta llegar a la fase presente, en que la clase explotada y oprimida -el proletariado- no puede ya emanciparse de la clase que la explota y la oprime -de la burguesía- sin emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la explotación y las luchas de clases; esta idea cardinal fue fruto personal y exclusivo de Marx .

Y aunque ya no es la primera vez que lo hago constar, me ha parecido oportuno dejarlo estampado aquí, a la cabeza del Manifiesto.

Londres, 28 junio 1883.

PRÓLOGO DE ENGELS 1890

Ve la luz una nueva edición alemana del Manifiesto cuando han ocurrido desde la última diversos sucesos relacionados con este documento que merecen ser mencionados aquí.

En 1882 se publicó en Ginebra una segunda traducción rusa, de Vera Sasulich , precedida de un prologo de Marx y mío.  Desgraciadamente, se me ha extraviado el original alemán de este prólogo y no tengo más remedio que volver a traducirlo del ruso, con lo que el lector no saldrá ganando nada.  El prólogo dice así:

“La primera edición rusa del Manifiesto del Partido Comunista, traducido por Bakunin, vio la luz poco después de 1860 en la imprenta del Kolokol.  En los tiempos que corrían, esta publicación no podía tener para Rusia, a lo sumo, más que un puro valor literario de curiosidad.  Hoy las cosas han cambiado.  El último capítulo del Manifiesto, titulado “Actitud de los comunistas ante los otros partidos de la oposición”, demuestra mejor que nada lo limitada que era la zona en que, al ver la luz por vez primera este documento (enero de 1848), tenía que actuar el movimiento proletario.  En esa zona faltaban, principalmente, dos países: Rusia y los Estados Unidos.  Era la época en que Rusia constituía la última reserva magna de la reacción europea y en que la emigración a los Estados Unidos absorbía las energías sobrantes del proletariado de Europa.  Ambos países proveían a Europa de primeras materias, a la par que le brindaban mercados para sus productos industriales.  Ambos venían a ser, pues, bajo uno u otro aspecto, pilares del orden social europeo.

Hoy las cosas han cambiado radicalmente.  La emigración europea sirvió precisamente para imprimir ese gigantesco desarrollo a la agricultura norteamericana, cuya concurrencia está minando los cimientos de la grande y la pequeña propiedad inmueble de Europa.  Además, ha permitido a los Estados Unidos entregarse a la explotación de sus copiosas fuentes industriales con tal energía y en proporciones tales, que dentro de poco echará por tierra el monopolio industrial de que hoy disfruta la Europa occidental.  Estas dos circunstancias repercuten a su vez revolucionariamente sobre la propia América.  La pequeña y mediana propiedad del granjero que trabaja su propia tierra sucumbe progresivamente ante la concurrencia de las grandes explotaciones, a la par que en las regiones industriales empieza a formarse un copioso proletariado y una fabulosa concentración de capitales.

Pasemos ahora a Rusia. Durante la sacudida revolucionaria de los años 48 y 49, los monarcas europeos, y no sólo los monarcas, sino también los burgueses, aterrados ante el empuje del proletariado, que empezaba a, cobrar por aquel entonces conciencia de su fuerza, cifraban en la intervención rusa todas sus esperanzas.  El zar fue proclamado cabeza de la reacción europea.  Hoy, este mismo zar se ve apresado en Gatchina como rehén de la revolución y Rusia forma la avanzada del movimiento revolucionario de Europa.

El Manifiesto Comunista se proponía por misión proclamar la desaparición inminente e inevitable de la propiedad burguesa en su estado actual.  Pero en Rusia nos encontramos con que, coincidiendo con el orden capitalista en febril desarrollo y la propiedad burguesa del suelo que empieza a formarse, más de la mitad de la tierra es propiedad común de los campesinos.

Ahora bien -nos preguntamos-, ¿puede este régimen comunal del concejo ruso, que es ya, sin duda, una degeneración del régimen de comunidad primitiva de la tierra, trocarse directamente en una forma más alta de comunismo del suelo, o tendrá que pasar necesariamente por el mismo proceso previo de descomposición que nos revela la historia del occidente de Europa?

La única contestación que, hoy por hoy, cabe dar a esa pregunta, es la siguiente: Si la revolución rusa es la señal para la revolución obrera de Occidente y ambas se completan formando una unidad, podría ocurrir que ese régimen comunal ruso fuese el punto de partida para la implantación de una nueva forma comunista de la tierra.
 

Londres, 21 enero 1882.”
 

Por aquellos mismos días, se publicó en Ginebra una nueva traducción polaca con este título: Manifest Kommunistyczny.

Asimismo, ha aparecido una nueva traducción danesa, en la “Socialdemokratisk Bibliothek, Köjbenhavn 1885”. Es de lamentar que esta traducción sea incompleta; el traductor se saltó, por lo visto, aquellos pasajes, importantes muchos de ellos, que le parecieron difíciles; además, la versión adolece de precipitaciones en una serie de lugares, y es una lástima, pues se ve que, con un poco más de cuidado, su autor habría realizado un trabajo excelente.

 En 1886 apareció en Le Socialiste de París una nueva traducción francesa, la mejor de cuantas han visto la luz hasta ahora .

 Sobre ella se hizo en el mismo año una versión española, publicada primero en El Socialista de Madrid y luego, en tirada aparte, con este título: Manifiesto del Partido Comunista, por Carlos Marx y F. Engels (Madrid, Administración de El Socialista, Hernán Cortés, 8).

 Como detalle curioso contaré que en 1887 fue ofrecido a un editor de Constantinopla el original de una traducción armenia; pero el buen editor no se atrevió a lanzar un folleto con el nombre de Marx a la cabeza y propuso al traductor publicarlo como obra original suya, a lo que éste se negó.

 Después de haberse reimpreso repetidas veces varias traducciones norteamericanas más o menos incorrectas, al fin, en 1888, apareció en Inglaterra la primera versión auténtica, hecha por mi amigo Samuel Moore y revisada por él y por mí antes de darla a las prensas. He aquí el título: Manifesto of the Communist Party, by Karl Marx and Frederick Engels. Authorised English Translation, edited and annotated by Frederíck Engels. 1888. London, William Reeves, 185 Flett St. E. C. Algunas de las notas de esta edición acompañan a la presente.

 El Manifiesto ha tenido sus vicisitudes. Calurosamente acogido a su aparición por la vanguardia, entonces poco numerosa, del socialismo científico -como lo demuestran las diversas traducciones mencionadas en el primer prólogo-, no tardó en pasar a segundo plano, arrinconado por la reacción que se inicia con la derrota de los obreros parisienses en junio de 1848 y anatematizado, por último, con el anatema de la justicia al ser condenados los comunistas por el tribunal de Colonia en noviembre de 1852.  Al abandonar la escena Pública, el movimiento obrero que la revolución de febrero había iniciado, queda también envuelto en la penumbra el Manifiesto.

Cuando la clase obrera europea volvió a sentirse lo bastante fuerte para lanzarse de nuevo al asalto contra las clases gobernantes, nació la Asociación Obrera Internacional.  El fin de esta organización era fundir todas las masas obreras militantes de Europa y América en un gran cuerpo de ejército.  Por eso, este movimiento no podía arrancar de los principios sentados en el Manifiesto.  No había más remedio que darle un programa que no cerrase el paso a las tradeuniones inglesas, a los proudhonianos franceses, belgas, italianos y españoles ni a los partidarios de Lassalle en Alemania . Este programa con las normas directivas para los estatutos de la Internacional, fue redactado por Marx con una maestría que hasta el propio Bakunin y los anarquistas hubieron de reconocer.  En cuanto al triunfo final de las tesis del Manifiesto, Marx ponía toda su confianza en el desarrollo intelectual de la clase obrera, fruto obligado de la acción conjunta y de la discusión.  Los sucesos y vicisitudes de la lucha contra el capital, y más aún las derrotas que las victorias, no podían menos de revelar al proletariado militante, en toda su desnudez, la insuficiencia de los remedios milagreros que venían empleando e infundir a sus cabezas una mayor claridad de visión para penetrar en las verdaderas condiciones que habían de presidir la emancipación obrera.  Marx no se equivocaba.  Cuando en 1874 se disolvió la Internacional, la clase obrera difería radicalmente de aquella con que se encontrara al fundarse en 1864.  En los países latinos, el proudhonianismo agonizaba, como en Alemania lo que había de específico en el partido de Lassalle, y hasta las mismas tradeuniones inglesas, conservadoras hasta la médula, cambiaban de espíritu, permitiendo al presidente de su congreso, celebrado en Swansea en 1887, decir en nombre suyo: “El socialismo continental ya no nos asusta”. Y en 1887 el socialismo continental se cifraba casi en los principios proclamados por el Manifiesto. La historia de este documento refleja, pues, hasta cierto punto, la historia moderna del movimiento obrero desde 1848. En la actualidad es indudablemente el documento más extendido e internacional de toda la literatura socialista del mundo, el programa que une a muchos millones de trabajadores de todos los países, desde Siberia hasta California.

 Y, sin embargo, cuando este Manifiesto vio la luz, no pudimos bautizarlo de Manifiesto socialista. En 1847, el concepto de “socialista” abarcaba dos categorías de personas. Unas eran las que abrazaban diversos sistemas utópicos, y entre ellas se destacaban los owenistas en Inglaterra, y en Francia los fourieristas, que poco a poco habían ido quedando reducidos a dos sectas agonizantes. En la otra formaban los charlatanes sociales de toda laya, los que aspiraban a remediar las injusticias de la sociedad con sus potingues mágicos y con toda serie de remiendos, sin tocar en lo más mínimo, claro está, al capital ni a la ganancia.  Gentes unas y otras ajenas al movimiento obrero, que iban a buscar apoyo para sus teorías a las clases “cultas”.  El sector obrero que, convencido de la insuficiencia y superficialidad de las meras conmociones políticas, reclamaba una radical transformación de la sociedad, se apellidaba comunista.  Era un comunismo toscamente delineado, instintivo, vago, pero lo bastante pujante para engendrar dos sistemas utópicos: el del “ícaro” Cabet en Francia y el de Weitling en Alemania.  En 1847, el “socialismo” designaba un movimiento burgués, el “comunismo” un movimiento obrero.  El socialismo era, a lo menos en el continente, una doctrina presentable en los salones; el comunismo, todo lo contrario.  Y como en nosotros era ya entonces firme la convicción de que “la emancipación de los trabajadores sólo podía ser obra de la propia clase obrera”, no podíamos dudar en la elección de título.  Más tarde no se nos pasó nunca por las mentes tampoco modificarlo.

“¡Proletarios de todos los países, uníos!” Cuando hace cuarenta y dos años lanzamos al mundo estas palabras, en vísperas de la primera revolución de París, en que el proletariado levantó ya sus propias reivindicaciones, fueron muy pocas las voces que contestaron.  Pero el 28 de septiembre de 1864, los representantes proletarios de la mayoría de los países del occidente de Europa se reunían para formar la Asociación Obrera Internacional, de tan glorioso recuerdo.  Y aunque la Internacional sólo tuviese nueve años de vida, el lazo perenne de unión entre los proletarios de todos los países sigue viviendo con más fuerza que nunca; así lo atestigua, con testimonio irrefutable, el día de hoy.  Hoy, primero de Mayo, el proletariado europeo y americano pasa revista por vez primera a sus contingentes puestos en pie de guerra como un ejército único, unido bajo una sola bandera y concentrado en un objetivo: la jornada normal de ocho horas, que ya proclamara la Internacional en el congreso de Ginebra en 1889, y que es menester elevar a ley.  El espectáculo del día de hoy abrirá los ojos a los capitalistas y a los grandes terratenientes de todos los países y les hará ver que la unión de los proletarios del mundo es ya un hecho.

¡Ya Marx no vive, para verlo, a mi lado!

Londres, 1 de mayo de 1890.

F. ENGELS. 
 

Manifiesto del Partido Comunista

Por
K. Marx & F. Engels

Un espectro se cierne sobre Europa: el espectro del comunismo. Contra este espectro se han conjurado en santa jauría todas las potencias de la vieja Europa, el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes.

No hay un solo partido de oposición a quien los adversarios gobernantes no motejen de comunista, ni un solo partido de oposición que no lance al rostro de las oposiciones más avanzadas, lo mismo que a los enemigos reaccionarios, la acusación estigmatizante de comunismo.

De este hecho se desprenden dos consecuencias:

La primera es que el comunismo se halla ya reconocido como una potencia por todas las potencias europeas.

La segunda, que es ya hora de que los comunistas expresen a la luz del día y ante el mundo entero sus ideas, sus tendencias, sus aspiraciones, saliendo así al paso de esa leyenda del espectro comunista con un manifiesto de su partido.

Con este fin se han congregado en Londres  los representantes comunistas de diferentes países y redactado el siguiente Manifiesto, que aparecerá en lengua inglesa, francesa, alemana, italiana, flamenca y danesa.
 

BURGUESES Y PROLETARIOS

Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad , es una historia de luchas de clases.

Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.

En los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por doquier en una serie de estamentos , dentro de cada uno de los cuales reina, a su vez, una nueva jerarquía social de grados y posiciones.  En la Roma antigua son los patricios, los équites, los plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los vasallos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones.

La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha abolido los antagonismos de clase.  Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas.

Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase.  Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la burguesía y el proletariado.

De los siervos de la gleba de la Edad Media surgieron los “villanos” de las primeras ciudades; y estos villanos fueron el germen de donde brotaron los primeros elementos de la burguesía.

El descubrimiento de América, la circunnavegación de Africa abrieron nuevos horizontes e imprimieron nuevo impulso a la burguesía.  El mercado de China y de las Indias orientales, la colonización de América, el intercambio con las colonias, el incremento de los medios de cambio y de las mercaderías en general, dieron al comercio, a la navegación, a la industria, un empuje jamás conocido, atizando con ello el elemento revolucionario que se escondía en el seno de la sociedad feudal en descomposición.

El régimen feudal o gremial de producción que seguía imperando no bastaba ya para cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados.  Vino a ocupar su puesto la manufactura.  Los maestros de los gremios se vieron desplazados por la clase media industrial, y la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la división del trabajo dentro de cada taller.

Pero los mercados seguían dilatándose, las necesidades seguían creciendo.  Ya no bastaba tampoco la manufactura. El invento del vapor y la maquinaria vinieron a revolucionar el régimen industrial de producción.  La manufactura cedió el puesto a la gran industria moderna, y la clase media industrial hubo de dejar paso a los magnates de la industria, jefes de grandes ejércitos industriales, a los burgueses modernos.

La gran industria creó el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de América.  El mercado mundial imprimió un gigantesco impulso al comercio, a la navegación, a las comunicaciones por tierra.  A su vez, estos, progresos redundaron considerablemente en provecho de la industria, y en la misma proporción en que se dilataban la industria, el comercio, la navegación, los ferrocarriles, se desarrollaba la burguesía, crecían sus capitales, iba desplazando y esfumando a todas las clases heredadas de la Edad Media.

Vemos, pues, que la moderna burguesía es, como lo fueron en su tiempo las otras clases, producto de un largo proceso histórico, fruto de una serie de transformaciones radicales operadas en el régimen de cambio y de producción.

A cada etapa de avance recorrida por la burguesía corresponde una nueva etapa de progreso político.  Clase oprimida bajo el mando de los señores feudales, la burguesía forma en la “comuna”  una asociación autónoma y armada para la defensa de sus intereses; en unos sitios se organiza en repúblicas municipales independientes; en otros forma el tercer estado tributario de las monarquías; en la época de la manufactura es el contrapeso de la nobleza dentro de la monarquía feudal o absoluta y el fundamento de las grandes monarquías en general, hasta que, por último, implantada la gran industria y abiertos los cauces del mercado mundial, se conquista la hegemonía política y crea el moderno Estado representativo.  Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.

La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario.

Dondequiera que se instauró, echó por tierra todas las instituciones feudales, patriarcales e idílicas. Desgarró implacablemente los abigarrados lazos feudales que unían al hombre con sus superiores naturales y no dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero contante y sonante, que no tiene entrañas.  Echó por encima del santo temor de Dios, de la devoción mística y piadosa, del ardor caballeresco y la tímida melancolía del buen burgués, el jarro de agua helada de sus cálculos egoístas.  Enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar.  Sustituyó, para decirlo de una vez, un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un régimen franco, descarado, directo, escueto, de explotación.

La burguesía despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se tenía por venerable y digno de piadoso acontecimiento. Convirtió en sus servidores asalariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia.

La burguesía desgarró los velos emotivos y sentimentales que envolvían la familia y puso al desnudo la realidad económica de las relaciones familiares .

La burguesía vino a demostrar que aquellos alardes de fuerza bruta que la reacción tanto admira en la Edad Media tenían su complemento cumplido en la haraganería más indolente.  Hasta que ella no lo reveló no supimos cuánto podía dar de sí el trabajo del hombre.  La burguesía ha producido maravillas mucho mayores que las pirámides de Egipto, los acueductos romanos y las catedrales góticas; ha acometido y dado cima a empresas mucho más grandiosas que las emigraciones de los pueblos y las cruzadas.

La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social.  Lo contrario de cuantas clases sociales la precedieron, que tenían todas por condición primaria de vida la intangibilidad del régimen de producción vigente.  La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el constante y agitado desplazamiento de la producción, por la conmoción ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesantes.  Las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, con todo su séquito de ideas y creencias viejas y venerables, se derrumban, y las nuevas envejecen antes de echar raíces.  Todo lo que se creía permanente y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y, al fin, el hombre se ve constreñido, por la fuerza de las cosas, a contemplar con mirada fría su vida y sus relaciones con los demás.

La necesidad de encontrar mercados espolea a la burguesía de una punta o otra del planeta. Por todas partes anida, en todas partes construye, por doquier establece relaciones.

La burguesía, al explotar el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un sello cosmopolita. Entre los lamentos de los reaccionarios destruye los cimientos nacionales de la industria. Las viejas industrias nacionales se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no transforman como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más lejanos y cuyos productos encuentran salida no sólo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del mundo.  Brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos de interdependencia, todas las naciones. Y lo que acontece con la producción material, acontece también con la del espíritu. Los productos espirituales de las diferentes naciones vienen a formar un acervo común.  Las limitaciones y peculiaridades del carácter nacional van pasando a segundo plano, y las literaturas locales y nacionales confluyen todas en una literatura universal.

La burguesía, con el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta a las naciones más salvajes. El bajo precio de sus mercancías es la artillería pesada con la que derrumba todas las murallas de la China, con la que obliga a capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero. Obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de producción de la burguesía o perecer; las obliga a implantar en su propio seno la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas.  Crea un mundo hecho a su imagen y semejanza.

La burguesía somete el campo al imperio de la ciudad.  Crea ciudades enormes, intensifica la población urbana en una fuerte proporción respecto a la campesina y arranca a una parte considerable de la gente del campo al cretinismo de la vida rural.  Y del mismo modo que somete el campo a la ciudad, somete los pueblos bárbaros y semibárbaros a las naciones civilizadas, los pueblos campesinos a los pueblos burgueses, el Oriente al Occidente.

La burguesía va aglutinando cada vez más los medios de producción, la propiedad y los habitantes del país.  Aglomera la población, centraliza los medios de producción y concentra en manos de unos cuantos la propiedad.  Este proceso tenía que conducir, por fuerza lógica, a un régimen de centralización política.  Territorios antes independientes, apenas aliados, con intereses distintos, distintas leyes, gobiernos autónomos y líneas aduaneras propias, se asocian y refunden en una nación única, bajo un Gobierno, una ley, un interés nacional de clase y una sola línea aduanera.

En el siglo corto que lleva de existencia como clase soberana, la burguesía ha creado energías productivas mucho más grandiosas y colosales que todas las pasadas generaciones juntas. Basta pensar en el sometimiento de las fuerzas naturales por la mano del hombre, en la maquinaria, en la aplicación de la química a la industria y la agricultura, en la navegación de vapor, en los ferrocarriles, en el telégrafo eléctrico, en la roturación de continentes enteros, en los ríos abiertos a la navegación, en los nuevos pueblos que brotaron de la tierra como por ensalmo… ¿Quién, en los pasados siglos, pudo sospechar siquiera que en el regazo de la sociedad fecundada por el trabajo del hombre yaciesen soterradas tantas y tales energías y elementos de producción?

Hemos visto que los medios de producción y de transporte sobre los cuales se desarrolló la burguesía brotaron en el seno de la sociedad feudal.  Cuando estos medios de transporte y de producción alcanzaron una determinada fase en su desarrollo, resultó que las condiciones en que la sociedad feudal producía y comerciaba, la organización feudal de la agricultura y la manufactura, en una palabra, el régimen feudal de la propiedad, no correspondían ya al estado progresivo de las fuerzas productivas.  Obstruían la producción en vez de fomentarla. Se habían convertido en otras tantas trabas para su desenvolvimiento.  Era menester hacerlas saltar, y saltaron.

Vino a ocupar su puesto la libre concurrencia, con la constitución política y social a ella adecuada, en la que se revelaba ya la hegemonía económica y política de la clase burguesa.

Pues bien: ante nuestros ojos se desarrolla hoy un espectáculo semejante.  Las condiciones de producción y de cambio de la burguesía, el régimen burgués de la propiedad, la moderna sociedad burguesa, que ha sabido hacer brotar como por encanto tan fabulosos medios de producción y de transporte, recuerda al brujo impotente para dominar los espíritus subterráneos que conjuró.  Desde hace varias décadas, la historia de la industria y del comercio no es más que la historia de las modernas fuerzas productivas que se rebelan contra el régimen vigente de producción, contra el régimen de la propiedad, donde residen las condiciones de vida y de predominio político de la burguesía.  Basta mencionar las crisis comerciales, cuya periódica reiteración supone un peligro cada vez mayor para la existencia de la sociedad burguesa toda. Las crisis comerciales, además de destruir una gran parte de los productos elaborados, aniquilan una parte considerable de las fuerzas productivas existentes.  En esas crisis se desata una epidemia social que a cualquiera de las épocas anteriores hubiera parecido absurda e inconcebible: la epidemia de la superproducción. La sociedad se ve retrotraída repentinamente a un estado de barbarie momentánea; se diría que una plaga de hambre o una gran guerra aniquiladora la han dejado esquilmado, sin recursos para subsistir; la industria, el comercio están a punto de perecer. ¿Y todo por qué?  Porque la sociedad posee demasiada civilización, demasiados recursos, demasiada industria, demasiado comercio.  Las fuerzas productivas de que dispone no sirven ya para fomentar el régimen burgués de la propiedad; son ya demasiado poderosas para servir a este régimen, que embaraza su desarrollo.  Y tan pronto como logran vencer este obstáculo, siembran el desorden en la sociedad burguesa, amenazan dar al traste con el régimen burgués de la propiedad. Las condiciones sociales burguesas resultan ya demasiado angostas para abarcar la riqueza por ellas engendrada. ¿Cómo se sobrepone a las crisis la burguesía?  De dos maneras: destruyendo violentamente una gran masa de fuerzas productivas y conquistándose nuevos mercados, a la par que procurando explotar más concienzudamente los mercados antiguos.  Es decir, que remedia unas crisis preparando otras más extensas e imponentes y mutilando los medios de que dispone para precaverlas.

Las armas con que la burguesía derribó al feudalismo se vuelven ahora contra ella.

Y la burguesía no sólo forja las armas que han de darle la muerte, sino que, además, pone en pie a los hombres llamados a manejarlas: estos hombres son los obreros, los proletarios.

En la misma proporción en que se desarrolla la burguesía, es decir, el capital, desarrollase también el proletariado, esa clase obrera moderna que sólo puede vivir encontrando trabajo y que sólo encuentra trabajo en la medida en que éste alimenta a incremento el capital.  El obrero, obligado a venderse a trozos, es una mercancía como otra cualquiera, sujeta, por tanto, a todos los cambios y modalidades de la concurrencia, a todas las fluctuaciones del mercado.

La extensión de la maquinaria y la división del trabajo quitan a éste, en el régimen proletario actual, todo carácter autónomo, toda libre iniciativa y todo encanto para el obrero. El trabajador se convierte en un simple resorte de la máquina, del que sólo se exige una operación mecánica, monótona, de fácil aprendizaje. Por eso, los gastos que supone un obrero se reducen, sobre poco más o menos, al mínimo de lo que necesita para vivir y para perpetuar su raza.  Y ya se sabe que el precio de una mercancía, y como una de tantas el trabajo , equivale a su coste de producción.  Cuanto más repelente es el trabajo, tanto más disminuye el salario pagado al obrero. Más aún: cuanto más aumentan la maquinaria y la división del trabajo, tanto más aumenta también éste, bien porque se alargue la jornada, bien porque se intensifique el rendimiento exigido, se acelere la marcha de las máquinas, etc.

La industria moderna ha convertido el pequeño taller del maestro patriarcal en la gran fábrica del magnate capitalista.  Las masas obreras concentradas en la fábrica son sometidas a una organización y disciplina militares.  Los obreros, soldados rasos de la industria, trabajan bajo el mando de toda una jerarquía de sargentos, oficiales y jefes.  No son sólo siervos de la burguesía y del Estado burgués, sino que están todos los días y a todas horas bajo el yugo esclavizador de la máquina, del contramaestre, y sobre todo, del industrial burgués dueño de la fábrica. Y este despotismo es tanto más mezquino, más execrable, más indignante, cuanta mayor es la franqueza con que proclama que no tiene otro fin que el lucro.

Cuanto menores son la habilidad y la fuerza que reclama el trabajo manual, es decir, cuanto mayor es el desarrollo adquirido por la moderna industria, también es mayor la proporción en que el trabajo de la mujer y el niño desplaza al del hombre.  Socialmente, ya no rigen para la clase obrera esas diferencias de edad y de sexo.  Son todos, hombres, mujeres y niños, meros instrumentos de trabajo, entre los cuales no hay más diferencia que la del coste.

Y cuando ya la explotación del obrero por el fabricante ha dado su fruto y aquél recibe el salario, caen sobre él los otros representantes de la burguesía: el casero, el tendero, el prestamista, etc.

Toda una serie de elementos modestos que venían perteneciendo a la clase media, pequeños industriales, comerciantes y rentistas, artesanos y labriegos, son absorbidos por el proletariado; unos, porque su pequeño caudal no basta para alimentar las exigencias de la gran industria y sucumben arrollados por la competencia de los capitales más fuertes, y otros porque sus aptitudes quedan sepultadas bajo los nuevos progresos de la producción.  Todas las clases sociales contribuyen, pues, a nutrir las filas del proletariado.

El proletariado recorre diversas etapas antes de fortificarse y consolidarse.  Pero su lucha contra la burguesía data del instante mismo de su existencia.

Al principio son obreros aislados; luego, los de una fábrica; luego, los de todas una rama de trabajo, los que se enfrentan, en una localidad, con el burgués que personalmente los explota.  Sus ataques no van sólo contra el régimen burgués de producción, van también contra los propios instrumentos de la producción; los obreros, sublevados, destruyen las mercancías ajenas que les hacen la competencia, destrozan las máquinas, pegan fuego a las fábricas, pugnan por volver a la situación, ya enterrada, del obrero medieval.

En esta primera etapa, los obreros forman una masa diseminada por todo el país y desunida por la concurrencia. Las concentraciones de masas de obreros no son todavía fruto de su propia unión, sino fruto de la unión de la burguesía, que para alcanzar sus fines políticos propios tiene que poner en movimiento -cosa que todavía logra- a todo el proletariado. En esta etapa, los proletarios no combaten contra sus enemigos, sino contra los enemigos de sus enemigos, contra los vestigios de la monarquía absoluta, los grandes señores de la tierra, los burgueses no industriales, los pequeños burgueses. La marcha de la historia está toda concentrada en manos de la burguesía, y cada triunfo así alcanzado es un triunfo de la clase burguesa.

Sin embargo, el desarrollo de la industria no sólo nutre las filas del proletariado, sino que las aprieta y concentra; sus fuerzas crecen, y crece también la conciencia de ellas.  Y al paso que la maquinaria va borrando las diferencias y categorías en el trabajo y reduciendo los salarios casi en todas partes a un nivel bajísimo y uniforme, van nivelándose también los intereses y las condiciones de vida dentro del proletariado.  La competencia, cada vez más aguda, desatada entre la burguesía, y las crisis comerciales que desencadena, hacen cada vez más inseguro el salario del obrero; los progresos incesantes y cada día más veloces del maquinismo aumentan gradualmente la inseguridad de su existencia; las colisiones entre obreros y burgueses aislados van tomando el carácter, cada vez más señalado, de colisiones entre dos clases.  Los obreros empiezan a coaligarse contra los burgueses, se asocian y unen para la defensa de sus salarios. Crean organizaciones permanentes para pertrecharse en previsión de posibles batallas. De vez en cuando estallan revueltas y sublevaciones.

Los obreros arrancan algún triunfo que otro, pero transitorio siempre. El verdadero objetivo de estas luchas no es conseguir un resultado inmediato, sino ir extendiendo y consolidando la unión obrera.  Coadyuvan a ello los medios cada vez más fáciles de comunicación, creados por la gran industria y que sirven para poner en contacto a los obreros de las diversas regiones y localidades.  Gracias a este contacto, las múltiples acciones locales, que en todas partes presentan idéntico carácter, se convierten en un movimiento nacional, en una lucha de clases.  Y toda lucha de clases es una acción política.  Las ciudades de la Edad Media, con sus caminos vecinales, necesitaron siglos enteros para unirse con las demás; el proletariado moderno, gracias a los ferrocarriles, ha creado su unión en unos cuantos años.

Esta organización de los proletarios como clase, que tanto vale decir como partido político, se ve minada a cada momento por la concurrencia desatada entre los propios obreros.  Pero avanza y triunfa siempre, a pesar de todo, cada vez más fuerte, más firme, más pujante.  Y aprovechándose de las discordias que surgen en el seno de la burguesía, impone la sanción legal de sus intereses propios.  Así nace en Inglaterra la ley de la jornada de diez horas.

Las colisiones producidas entre las fuerzas de la antigua sociedad imprimen nuevos impulsos al proletariado. La burguesía lucha incesantemente: primero, contra la aristocracia; luego, contra aquellos sectores de la propia burguesía cuyos intereses chocan con los progresos de la industria, y siempre contra la burguesía de los demás países. Para librar estos combates no tiene más remedio que apelar al proletariado, reclamar su auxilio, arrastrándolo así a la palestra política. Y de este modo, le suministra elementos de fuerza, es decir, armas contra sí misma.

Además, como hemos visto, los progresos de la industria traen a las filas proletarias a toda una serie de elementos de la clase gobernante, o a lo menos los colocan en las mismas condiciones de vida. Y estos elementos suministran al proletariado nuevas fuerzas.

Finalmente, en aquellos períodos en que la lucha de clases está a punto de decidirse, es tan violento y tan claro el proceso de desintegración de la clase gobernante latente en el seno de la sociedad antigua, que una pequeña parte de esa clase se desprende de ella y abraza la causa revolucionaria, pasándose a la clase que tiene en sus manos el porvenir.  Y así como antes una parte de la nobleza se pasaba a la burguesía, ahora una parte de la burguesía se pasa al campo del proletariado; en este tránsito rompen la marcha los intelectuales burgueses, que, analizando teóricamente el curso de la historia, han logrado ver claro en sus derroteros.

De todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesía no hay más que una verdaderamente revolucionaria: el proletariado.  Las demás perecen y desaparecen con la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto genuino y peculiar.

Los elementos de las clases medias, el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el labriego, todos luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales clases. No son, pues, revolucionarios, sino conservadores.  Más todavía, reaccionarios, pues pretenden volver atrás la rueda de la historia.  Todo lo que tienen de revolucionario es lo que mira a su tránsito inminente al proletariado; con esa actitud no defienden sus intereses actuales, sino los futuros; se despojan de su posición propia para abrazar la del proletariado.

El proletariado andrajoso , esa putrefacción pasiva de las capas más bajas de la vieja sociedad, se verá arrastrado en parte al movimiento por una revolución proletaria, si bien las condiciones todas de su vida lo hacen más propicio a dejarse comprar como instrumento de manejos reaccionarios.

Las condiciones de vida de la vieja sociedad aparecen ya destruidas en las condiciones de vida del proletariado.  El proletario carece de bienes.  Sus relaciones con la mujer y con los hijos no tienen ya nada de común con las relaciones familiares burguesas; la producción industrial moderna, el moderno yugo del capital, que es el mismo en Inglaterra que en Francia, en Alemania que en Norteamérica, borra en él todo carácter nacional.  Las leyes, la moral, la religión, son para él otros tantos prejuicios burgueses tras los que anidan otros tantos intereses de la burguesía.  Todas las clases que le precedieron y conquistaron el Poder procuraron consolidar las posiciones adquiridas sometiendo a la sociedad entera a su régimen de adquisición.  Los proletarios sólo pueden conquistar para sí las fuerzas sociales de la producción aboliendo el régimen adquisitivo a que se hallan sujetos, y con él todo el régimen de apropiación de la sociedad.  Los proletarios no tienen nada propio que asegurar, sino destruir todos los aseguramientos y seguridades privadas de los demás.

Hasta ahora, todos los movimientos sociales habían sido movimientos desatados por una minoría o en interés de una minoría.  El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa.  El proletariado, la capa más baja y oprimida de la sociedad actual, no puede levantarse, incorporarse, sin hacer saltar, hecho añicos desde los cimientos hasta el remate, todo ese edificio que forma la sociedad oficial.

Por su forma, aunque no por su contenido, la campaña del proletariado contra la burguesía empieza siendo nacional.  Es lógico que el proletariado de cada país ajuste ante todo las cuentas con su propia burguesía.

Al esbozar, en líneas muy generales, las diferentes fases de desarrollo del proletariado, hemos seguido las incidencias de la guerra civil más o menos embozada que se plantea en el seno de la sociedad vigente hasta el momento en que esta guerra civil desencadena una revolución abierta y franca, y el proletariado, derrocando por la violencia a la burguesía, echa las bases de su poder.

Hasta hoy, toda sociedad descansó, como hemos visto, en el antagonismo entre las clases oprimidas y las opresoras.  Mas para poder oprimir a una clase es menester asegurarle, por lo menos, las condiciones indispensables de vida, pues de otro modo se extinguiría, y con ella su esclavizamiento. El siervo de la gleba se vio exaltado a miembro del municipio sin salir de la servidumbre, como el villano convertido en burgués bajo el yugo del absolutismo feudal.  La situación del obrero moderno es muy distinta, pues lejos de mejorar conforme progresa la industria, decae y empeora por debajo del nivel de su propia clase. El obrero se depaupera, y el pauperismo se desarrolla en proporciones mucho mayores que la población y la riqueza.  He ahí una prueba palmaria de la incapacidad de la burguesía para seguir gobernando la sociedad e imponiendo a ésta por norma las condiciones de su vida como clase.  Es incapaz de gobernar, porque es incapaz de garantizar a sus esclavos la existencia ni aun dentro de su esclavitud, porque se ve forzada a dejarlos llegar hasta una situación de desamparo en que no tiene más remedio que mantenerles, cuando son ellos quienes debieran mantenerla a ella.  La sociedad no puede seguir viviendo bajo el imperio de esa clase; la vida de la burguesía se ha hecho incompatible con la sociedad.

La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación e incremento constante del capital; y éste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado.  El trabajo asalariado Presupone, inevitablemente, la concurrencia de los obreros entre sí.  Los progresos de la industria, que tienen por cauce automático y espontáneo a la burguesía, imponen, en vez del aislamiento de los obreros por la concurrencia, su unión revolucionaria por la organización.  Y así, al desarrollarse la gran industria, la burguesía ve tambalearse bajo sus pies las bases sobre que produce y se apropia lo producido. Y a la par que avanza, se cava su fosa y cría a sus propios enterradores.  Su muerte y el triunfo del proletariado sin igualmente inevitables.
 

PROLETARIOS Y COMUNISTAS

¿Qué relación guardan los comunistas con los proletarios en general?

Los comunistas no forman un partido aparte de los demás partidos obreros.

No tienen intereses propios que se distingan de los intereses generales del proletariado. No profesan principios especiales con los que aspiren a modelar el movimiento proletario.

Los comunistas no se distinguen de los demás partidos proletarios más que en esto: en que destacan y reivindican siempre, en todas y cada una de las acciones nacionales proletarias, los intereses comunes y peculiares de todo el proletariado, independientes de su nacionalidad, y en que, cualquiera que sea la etapa histórica en que se mueva la lucha entre el proletariado y la burguesía, mantienen siempre el interés del movimiento enfocado en su conjunto.

Los comunistas son, pues, prácticamente, la parte más decidida, el acicate siempre en tensión de todos los partidos obreros del mundo; teóricamente, llevan de ventaja a las grandes masas del proletariado su clara visión de las condiciones, los derroteros y los resultados generales a que ha de abocar el movimiento proletario.

El objetivo inmediato de los comunistas es idéntico al que persiguen los demás partidos proletarios en general: formar la conciencia de clase del proletariado, derrocar el régimen de la burguesía, llevar al proletariado a la conquista del Poder.

Las proposiciones teóricas de los comunistas no descansan ni mucho menos en las ideas, en los principios forjados o descubiertos por ningún redentor de la humanidad.  Son todas expresión generalizada de las condiciones materiales de una lucha de clases real y vívida, de un movimiento histórico que se está desarrollando a la vista de todos. La abolición del régimen vigente de la propiedad no es tampoco ninguna característica peculiar del comunismo.

Las condiciones que forman el régimen de la propiedad han estado sujetas siempre a cambios históricos, a alteraciones históricas constantes.

Así, por ejemplo, la Revolución francesa abolió la propiedad feudal para instaurar sobre sus ruinas la propiedad burguesa.

Lo que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad en general, sino la abolición del régimen de propiedad de la burguesía, de esta moderna institución de la propiedad privada burguesa, expresión última y la más acabada de ese régimen de producción y apropiación de lo producido que reposa sobre el antagonismo de dos clases, sobre la explotación de unos hombres por otros.

Así entendida, sí pueden los comunistas resumir su teoría en esa fórmula: abolición de la propiedad privada.

Se nos reprocha que queremos destruir la propiedad personal bien adquirida, fruto del trabajo y del esfuerzo humano, esa propiedad que es para el hombre la base de toda libertad, el acicate de todas las actividades y la garantía de toda independencia.

¡La propiedad bien adquirida, fruto del trabajo y del esfuerzo humano! ¿Os referís acaso a la propiedad del humilde artesano, del pequeño labriego, precedente histórico de la propiedad burguesa?  No, ésa no necesitamos destruirla; el desarrollo de la industria lo ha hecho ya y lo está haciendo a todas horas.

¿O queréis referimos a la moderna propiedad privada de la burguesía?

Decidnos: ¿es que el trabajo asalariado, el trabajo de proletario, le rinde propiedad?  No, ni mucho menos.  Lo que rinde es capital, esa forma de propiedad que se nutre de la explotación del trabajo asalariado, que sólo puede crecer y multiplicarse a condición de engendrar nuevo trabajo asalariado para hacerlo también objeto de su explotación.  La propiedad, en la forma que hoy presenta, no admite salida a este antagonismo del capital y el trabajo asalariado. Detengámonos un momento a contemplar los dos términos de la antítesis.

Ser capitalista es ocupar un puesto, no simplemente personal, sino social, en el proceso de la producción.  El capital es un producto colectivo y no puede ponerse en marcha más que por la cooperación de muchos individuos, y aún cabría decir que, en rigor, esta cooperación abarca la actividad común de todos los individuos de la sociedad.  El capital no es, pues, un patrimonio personal, sino una potencia social.

Los que, por tanto, aspiramos a convertir el capital en propiedad colectiva, común a todos los miembros de la sociedad, no aspiramos a convertir en colectiva una riqueza personal. A lo único que aspiramos es a transformar el carácter colectivo de la propiedad, a despojarla de su carácter de clase.

Hablemos ahora del trabajo asalariado.

El precio medio del trabajo asalariado es el mínimo del salario, es decir, la suma de víveres necesaria para sostener al obrero como tal obrero.  Todo lo que el obrero asalariado adquiere con su trabajo es, pues, lo que estrictamente necesita para seguir viviendo y trabajando.  Nosotros no aspiramos en modo alguno a destruir este régimen de apropiación personal de los productos de un trabajo encaminado a crear medios de vida: régimen de apropiación que no deja, como vemos, el menor margen de rendimiento líquido y, con él, la posibilidad de ejercer influencia sobre los demás hombres.  A lo que aspiramos es a destruir el carácter oprobioso de este régimen de apropiación en que el obrero sólo vive para multiplicar el capital, en que vive tan sólo en la medida en que el interés de la clase dominante aconseja que viva.

En la sociedad burguesa, el trabajo vivo del hombre no es más que un medio de incrementar el trabajo acumulado.  En la sociedad comunista, el trabajo acumulado será, por el contrario, un simple medio para dilatar, fomentar y enriquecer la vida del obrero.

En la sociedad burguesa es, pues, el pasado el que impera sobre el presente; en la comunista, imperará el presente sobre el pasado.  En la sociedad burguesa se reserva al capital toda personalidad e iniciativa; el individuo trabajador carece de iniciativa y personalidad.

¡Y a la abolición de estas condiciones, llama la burguesía abolición de la personalidad y la libertad!  Y, sin embargo, tiene razón.  Aspiramos, en efecto, a ver abolidas la personalidad, la independencia y la libertad burguesa.

Por libertad se entiende, dentro del régimen burgués de la producción, el librecambio, la libertad de comprar y vender.

Desaparecido el tráfico, desaparecerá también, forzosamente el libre tráfico. La apología del libre tráfico, como en general todos los ditirambos a la libertad que entona nuestra burguesía, sólo tienen sentido y razón de ser en cuanto significan la emancipación de las trabas y la servidumbre de la Edad Media, pero palidecen ante la abolición comunista del tráfico, de las condiciones burguesas de producción y de la propia burguesía.

Os aterráis de que queramos abolir la propiedad privada, ¡cómo si ya en el seno de vuestra sociedad actual, la propiedad privada no estuviese abolida para nueve décimas partes de la población, como si no existiese precisamente a costa de no existir para esas nueve décimas partes! ¿Qué es, pues, lo que en rigor nos reprocháis?  Querer destruir un régimen de propiedad que tiene por necesaria condición el despojo de la inmensa mayoría de la sociedad.

Nos reprocháis, para decirlo de una vez, querer abolir vuestra propiedad.  Pues sí, a eso es a lo que aspiramos.

Para vosotros, desde el momento en que el trabajo no pueda convertirse ya en capital, en dinero, en renta, en un poder social monopolizable; desde el momento en que la propiedad personal no pueda ya trocarse en propiedad burguesa, la persona no existe.

Con eso confesáis que para vosotros no hay más persona que el burgués, el capitalista. Pues bien, la personalidad así concebida es la que nosotros aspiramos a destruir.

El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales; lo único que no admite es el poder de usurpar por medio de esta apropiación el trabajo ajeno.

Se arguye que, abolida la propiedad privada, cesará toda actividad y reinará la indolencia universal.

Si esto fuese verdad, ya hace mucho tiempo que se habría estrellado contra el escollo de la holganza una sociedad como la burguesa, en que los que trabajan no adquieren y los que adquieren, no trabajan.  Vuestra objeción viene a reducirse, en fin de cuentas, a una verdad que no necesita de demostración, y es que, al desaparecer el capital, desaparecerá también el trabajo asalariado.

Las objeciones formuladas contra el régimen comunista de apropiación y producción material, se hacen extensivas a la producción y apropiación de los productos espirituales.  Y así como el destruir la propiedad de clases equivale, para el burgués, a destruir la producción, el destruir la cultura de clase es para él sinónimo de destruir la cultura en general.

Esa cultura cuya pérdida tanto deplora, es la que convierte en una máquina a la inmensa mayoría de la sociedad.

Al discutir con nosotros y criticar la abolición de la propiedad burguesa partiendo de vuestras ideas burguesas de libertad, cultura, derecho, etc., no os dais cuenta de que esas mismas ideas son otros tantos productos del régimen burgués de propiedad y de producción, del mismo modo que vuestro derecho no es más que la voluntad de vuestra clase elevada a ley: una voluntad que tiene su contenido y encarnación en las condiciones materiales de vida de vuestra clase.

Compartís con todas las clases dominantes que han existido y perecieron la idea interesada de que vuestro régimen de producción y de propiedad, obra de condiciones históricas que desaparecen en el transcurso de la producción, descansa sobre leyes naturales eternas y sobre los dictados de la razón.  Os explicáis que haya perecido la propiedad antigua, os explicáis que pereciera la propiedad feudal; lo que no os podéis explicar es que perezca la propiedad burguesa, vuestra propiedad.

¡Abolición de la familia!  Al hablar de estas intenciones satánicas de los comunistas, hasta los más radicales gritan escándalo.

Pero veamos: ¿en qué se funda la familia actual, la familia burguesa?  En el capital, en el lucro privado.  Sólo la burguesía tiene una familia, en el pleno sentido de la palabra; y esta familia encuentra su complemento en la carencia forzosa de relaciones familiares de los proletarios y en la pública prostitución.

Es natural que ese tipo de familia burguesa desaparezca al desaparecer su complemento, y que una y otra dejen de existir al dejar de existir el capital, que le sirve de base.

¿Nos reprocháis acaso que aspiremos a abolir la explotación de los hijos por sus padres?  Sí, es cierto, a eso aspiramos.

Pero es, decís, que pretendemos destruir la intimidad de la familia, suplantando la educación doméstica por la social.

¿Acaso vuestra propia educación no está también influida por la sociedad, por las condiciones sociales en que se desarrolla, por la intromisión más o menos directa en ella de la sociedad a través de la escuela, etc.? No son precisamente los comunistas los que inventan esa intromisión de la sociedad en la educación; lo que ellos hacen es modificar el carácter que hoy tiene y sustraer la educación a la influencia de la clase dominante.

Esos tópicos burgueses de la familia y la educación, de la intimidad de las relaciones entre padres e hijos, son tanto más grotescos y descarados cuanto más la gran industria va desgarrando los lazos familiares de los proletarios y convirtiendo a los hijos en simples mercancías y meros instrumentos de trabajo.

¡Pero es que vosotros, los comunistas, nos grita a coro la burguesía entera, pretendéis colectivizar a las mujeres!

El burgués, que no ve en su mujer más que un simple instrumento de producción, al oírnos proclamar la necesidad de que los instrumentos de producción sean explotados colectivamente, no puede por menos de pensar que el régimen colectivo se hará extensivo igualmente a la mujer.

No advierte que de lo que se trata es precisamente de acabar con la situación de la mujer como mero instrumento de producción.

Nada más ridículo, por otra parte, que esos alardes de indignación, henchida de alta moral de nuestros burgueses, al hablar de la tan cacareada colectivización de las mujeres por el comunismo.  No; los comunistas no tienen que molestarse en implantar lo que ha existido siempre o casi siempre en la sociedad.

Nuestros burgueses, no bastándoles, por lo visto, con tener a su disposición a las mujeres y a los hijos de sus proletarios -¡y no hablemos de la prostitución oficial!-, sienten una grandísima fruición en seducirse unos a otros sus mujeres.

En realidad, el matrimonio burgués es ya la comunidad de las esposas.  A lo sumo, podría reprocharse a los comunistas el pretender sustituir este hipócrita y recatado régimen colectivo de hoy por una colectivización oficial, franca y abierta, de la mujer.  Por lo demás, fácil es comprender que, al abolirse el régimen actual de producción, desaparecerá con él el sistema de comunidad de la mujer que engendra, y que se refugia en la prostitución, en la oficial y en la encubierta.

A los comunistas se nos reprocha también que queramos abolir la patria, la nacionalidad.

Los trabajadores no tienen patria.  Mal se les puede quitar lo que no tienen.  No obstante, siendo la mira inmediata del proletariado la conquista del Poder político, su exaltación a clase nacional, a nación, es evidente que también en él reside un sentido nacional, aunque ese sentido no coincida ni mucho menos con el de la burguesía.

Ya el propio desarrollo de la burguesía, el librecambio, el mercado mundial, la uniformidad reinante en la producción industrial, con las condiciones de vida que engendra, se encargan de borrar más y más las diferencias y antagonismos nacionales.

El triunfo del proletariado acabará de hacerlos desaparecer.  La acción conjunta de los proletarios, a lo menos en las naciones civilizadas, es una de las condiciones primordiales de su emancipación.  En la medida y a la par que vaya desapareciendo la explotación de unos individuos por otros, desaparecerá también la explotación de unas naciones por otras.

Con el antagonismo de las clases en el seno de cada nación, se borrará la hostilidad de las naciones entre sí.

No queremos entrar a analizar las acusaciones que se hacen contra el comunismo desde el punto de vista religioso-filosófico e ideológico en general.

No hace falta ser un lince para ver que, al cambiar las condiciones de vida, las relaciones sociales, la existencia social del hombre, cambian también sus ideas, sus opiniones y sus conceptos, su conciencia, en una palabra.

La historia de las ideas es una prueba palmaria de cómo cambia y se transforma la producción espiritual con la material.  Las ideas imperantes en una época han sido siempre las ideas propias de la clase imperante .

Se habla de ideas que revolucionan a toda una sociedad; con ello, no se hace más que dar expresión a un hecho, y es que en el seno de la sociedad antigua han germinado ya los elementos para la nueva, y a la par que se esfuman o derrumban las antiguas condiciones de vida, se derrumban y esfuman las ideas antiguas.

Cuando el mundo antiguo estaba a punto de desaparecer, las religiones antiguas fueron vencidas y suplantadas por el cristianismo.  En el siglo XVIII, cuando las ideas cristianas sucumbían ante el racionalismo, la sociedad feudal pugnaba desesperadamente, haciendo un último esfuerzo, con la burguesía, entonces revolucionaria.  Las ideas de libertad de conciencia y de libertad religiosa no hicieron más que proclamar el triunfo de la libre concurrencia en el mundo ideológico.

Se nos dirá que las ideas religiosas, morales, filosóficas, políticas, jurídicas, etc., aunque sufran alteraciones a lo largo de la historia, llevan siempre un fondo de perennidad, y que por debajo de esos cambios siempre ha habido una religión, una moral, una filosofía, una política, un derecho.

Además, se seguirá arguyendo, existen verdades eternas, como la libertad, la justicia, etc., comunes a todas las sociedades y a todas las etapas de progreso de la sociedad. Pues bien, el comunismo -continúa el argumento- viene a destruir estas verdades eternas, la moral, la religión, y no a sustituirlas por otras nuevas; viene a interrumpir violentamente todo el desarrollo histórico anterior.

Veamos a qué queda reducida esta acusación.

Hasta hoy, toda la historia de la sociedad ha sido una constante sucesión de antagonismos de clases, que revisten diversas modalidades, según las épocas.

Mas, cualquiera que sea la forma que en cada caso adopte, la explotación de una parte de la sociedad por la otra es un hecho común a todas las épocas del pasado.  Nada tiene, pues, de extraño que la conciencia social de todas las épocas se atenga, a despecho de toda la variedad y de todas las divergencias, a ciertas formas comunes, formas de conciencia hasta que el antagonismo de clases que las informa no desaparezca radicalmente.

La revolución comunista viene a romper de la manera más radical con el régimen tradicional de la propiedad; nada tiene, pues, de extraño que se vea obligada a romper, en su desarrollo, de la manera también más radical, con las ideas tradicionales.

Pero no queremos detenernos por más tiempo en los reproches de la burguesía contra el comunismo.

Ya dejamos dicho que el primer paso de la revolución obrera será la exaltación del proletariado al Poder, la conquista de la democracia .

El proletariado se valdrá del Poder para ir despojando paulatinamente a la burguesía de todo el capital, de todos los instrumentos de la producción, centralizándolos en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado como clase gobernante, y procurando fomentar por todos los medios y con la mayor rapidez posible las energías productivas.

Claro está que, al principio, esto sólo podrá llevarse a cabo mediante una acción despótica sobre la propiedad y el régimen burgués de producción, por medio de medidas que, aunque de momento parezcan económicamente insuficientes e insostenibles, en el transcurso del movimiento serán un gran resorte propulsor y de las que no puede prescindiese como medio para transformar todo el régimen de producción vigente.

Estas medidas no podrán ser las mismas, naturalmente, en todos los países.

Para los más progresivos mencionaremos unas cuantas, susceptibles, sin duda, de ser aplicadas con carácter más o menos general, según los casos .

1.a Expropiación de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del suelo a los gastos públicos.

2.a Fuerte impuesto progresivo.

3.a Abolición del derecho de herencia.

4.a Confiscación de la fortuna de los emigrados y rebeldes.

5.a Centralización del crédito en el Estado por medio de un Banco nacional con capital del Estado y régimen de monopolio.

6.a Nacionalización de los transportes.

7.a Multiplicación de las fábricas nacionales y de los medios de producción, roturación y mejora de terrenos con arreglo a un plan colectivo.

8.a Proclamación del deber general de trabajar; creación de ejércitos industriales, principalmente en el campo.

9.a Articulación de las explotaciones agrícolas e industriales; tendencia a ir borrando gradualmente las diferencias entre el campo y la ciudad.

10.a Educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del trabajo infantil en las fábricas bajo su forma actual.  Régimen combinado de la educación con la producción material, etc.

Tan pronto como, en el transcurso del tiempo, hayan desaparecido las diferencias de clase y toda la producción esté concentrada en manos de la sociedad, el Estado perderá todo carácter político. El Poder político no es, en rigor, más que el poder organizado de una clase para la opresión de la otra. El proletariado se ve forzado a organizarse como clase para luchar contra la burguesía; la revolución le lleva al Poder; mas tan pronto como desde él, como clase gobernante, derribe por la fuerza el régimen vigente de producción, con éste hará desaparecer las condiciones que determinan el antagonismo de clases, las clases mismas, y, por tanto, su propia soberanía como tal clase.

Y a la vieja sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clase, sustituirá una asociación en que el libre desarrollo de cada uno condicione el libre desarrollo de todos.

LITERATURA SOCIALISTA Y COMUNISTA

1. El socialismo reaccionario
 

a) El socialismo feudal

La aristocracia francesa e inglesa, que no se resignaba a abandonar su puesto histórico, se dedicó, cuando ya no pudo hacer otra cosa, a escribir libelos contra la moderna sociedad burguesa.  En la revolución francesa de julio de 1830, en el movimiento reformista inglés, volvió a sucumbir, arrollada por el odiado intruso.  Y no pudiendo dar ya ninguna batalla política seria, no le quedaba más arma que la pluma.  Mas también en la palestra literaria habían cambiado los tiempos; ya no era posible seguir empleando el lenguaje de la época de la Restauración.  Para ganarse simpatías, la aristocracia hubo de olvidar aparentemente sus intereses y acusar a la burguesía, sin tener presente más interés que el de la clase obrera explotada.  De este modo, se daba el gusto de provocar a su adversario y vencedor con amenazas y de musitarle al oído profecías más o menos catastróficas.

Nació así, el socialismo feudal, una mezcla de lamento, eco del pasado y rumor sordo del porvenir; un socialismo que de vez en cuando asestaba a la burguesía un golpe en medio del corazón con sus juicios sardónicos y acerados, pero que casi siempre movía a risa por su total incapacidad para comprender la marcha de la historia moderna.

Con el fin de atraer hacia sí al pueblo, tremolaba el saco del mendigo proletario por bandera.  Pero cuantas veces lo seguía, el pueblo veía brillar en las espaldas de los caudillos las viejas armas feudales y se dispersaba con una risotada nada contenida y bastante irrespetuosa.

Una parte de los legitimistas franceses y la joven Inglaterra, fueron los más perfectos organizadores de este espectáculo.

Esos señores feudales, que tanto insisten en demostrar que sus modos de explotación no se parecían en nada a los de la burguesía, se olvidan de una cosa, y es de que las circunstancias y condiciones en que ellos llevaban a cabo su explotación han desaparecido. Y, al enorgullecerse de que bajo su régimen no existía el moderno proletariado, no advierten que esta burguesía moderna que tanto abominan, es un producto históricamente necesario de su orden social.

Por lo demás, no se molestan gran cosa en encubrir el sello reaccionario de sus doctrinas, y así se explica que su más rabiosa acusación contra la burguesía sea precisamente el crear y fomentar bajo su régimen una clase que está llamada a derruir todo el orden social heredado.

Lo que más reprochan a la burguesía no es el engendrar un proletariado, sino el engendrar un proletariado revolucionario.

Por eso, en la práctica están siempre dispuestos a tomar parte en todas las violencias y represiones contra la clase obrera, y en la prosaica realidad se resignan, pese a todas las retóricas ampulosas, a recolectar también los huevos de oro y a trocar la nobleza, el amor y el honor caballerescos por el vil tráfico en lana, remolacha y aguardiente.

Como los curas van siempre del brazo de los señores feudales, no es extraño que con este socialismo feudal venga a confluir el socialismo clerical.

Nada más fácil que dar al ascetismo cristiano un barniz socialista. ¿No combatió también el cristianismo contra la propiedad privada, contra el matrimonio, contra el Estado? ¿No predicó frente a las instituciones la caridad y la limosna, el celibato y el castigo de la carne, la vida monástica y la Iglesia?  El socialismo cristiano es el hisopazo con que el clérigo bendice el despecho del aristócrata.

b) El socialismo pequeñoburgués

La aristocracia feudal no es la única clase derrocada por la burguesía, la única clase cuyas condiciones de vida ha venido a oprimir y matar la sociedad burguesa moderna.  Los villanos medievales y los pequeños labriegos fueron los precursores de la moderna burguesía.  Y en los países en que la industria y el comercio no han alcanzado un nivel suficiente de desarrollo, esta clase sigue vegetando al lado de la burguesía ascensional.

En aquellos otros países en que la civilización moderna alcanza un cierto grado de progreso, ha venido a formarse una nueva clase pequeñoburguesa que flota entre la burguesía y el proletariado y que, si bien gira constantemente en torno a la sociedad burguesa como satélite suyo, no hace más que brindar nuevos elementos al proletariado, precipitados a éste por la concurrencia; al desarrollarse la gran industria llega un momento en que esta parte de la sociedad moderna pierde su substantividad y se ve suplantada en el comercio, en la manufactura, en la agricultura por los capataces y los domésticos.

En países como Francia, en que la clase labradora representa mucho más de la mitad de la población, era natural que ciertos escritores, al abrazar la causa del proletariado contra la burguesía, tomasen por norma, para criticar el régimen burgués, los intereses de los pequeños burgueses y los campesinos, simpatizando por la causa obrera con el ideario de la pequeña burguesía.  Así nació el socialismo pequeñoburgués. Su representante más caracterizado, lo mismo en Francia que en Inglaterra, es Sismondi.

Este socialismo ha analizado con una gran agudeza las contradicciones del moderno régimen de producción. Ha desenmascarado las argucias hipócritas con que pretenden justificarlas los economistas. Ha puesto de relieve de modo irrefutable, los efectos aniquiladores del maquinismo y la división del trabajo, la concentración de los capitales y la propiedad inmueble, la superproducción, las crisis, la inevitable desaparición de los pequeños burgueses y labriegos, la miseria del proletariado, la anarquía reinante en la producción, las desigualdades irritantes que claman en la distribución de la riqueza, la aniquiladora guerra industrial de unas naciones contra otras, la disolución de las costumbres antiguas, de la familia tradicional, de las viejas nacionalidades.

Pero en lo que atañe ya a sus fórmulas positivas, este socialismo no tiene más aspiración que restaurar los antiguos medios de producción y de cambio, y con ellos el régimen tradicional de propiedad y la sociedad tradicional, cuando no pretende volver a encajar por la fuerza los modernos medios de producción y de cambio dentro del marco del régimen de propiedad que hicieron y forzosamente tenían que hacer saltar.  En uno y otro caso peca, a la par, de reaccionario y de utópico.

En la manufactura, la restauración de los viejos gremios, y en el campo, la implantación de un régimen patriarcal: he ahí sus dos magnas aspiraciones.

Hoy, esta corriente socialista ha venido a caer en una cobarde modorra.
 

c) El socialismo alemán o “verdadero” socialismo

La literatura socialista y comunista de Francia, nacida bajo la presión de una burguesía gobernante y expresión literaria de la lucha librada contra su avasallamiento, fue importada en Alemania en el mismo instante en que la burguesía empezaba a sacudir el yugo del absolutismo feudal.

Los filósofos, pseudofilósofos y grandes ingenios del país se asimilaron codiciosamente aquella literatura, pero olvidando que con las doctrinas no habían pasado la frontera también las condiciones sociales a que respondían.  Al enfrentarse con la situación alemana, la literatura socialista francesa perdió toda su importancia práctica directa, para asumir una fisonomía puramente literaria y convertirse en una ociosa especulación acerca del espíritu humano y de sus proyecciones sobre la realidad.  Y así, mientras que los postulados de la primera revolución francesa eran, para los filósofos alemanes del siglo XVIII, los postulados de la “razón práctica” en general, las aspiraciones de la burguesía francesa revolucionaria representaban a sus ojos las leyes de la voluntad pura, de la voluntad ideal, de una voluntad verdaderamente humana.

La única preocupación de los literatos alemanes era armonizar las nuevas ideas francesas con su vieja conciencia filosófica, o, por mejor decir, asimilarse desde su punto de vista filosófico aquellas ideas.

Esta asimilación se llevó a cabo por el mismo procedimiento con que se asimila uno una lengua extranjera: traduciéndola.

Todo el mundo sabe que los monjes medievales se dedicaban a recamar los manuscritos que atesoraban las obras clásicas del paganismo con todo género de insubstanciales historias de santos de la Iglesia católica. Los literatos alemanes procedieron con la literatura francesa profana de un modo inverso.  Lo que hicieron fue empalmar sus absurdos filosóficos a los originales franceses. Y así, donde el original desarrollaba la crítica del dinero, ellos pusieron: “expropiación del ser humano”; donde se criticaba el Estado burgués: “abolición del imperio de lo general abstracto”, y así por el estilo.

Esta interpelación de locuciones y galimatías filosóficos en las doctrinas francesas, fue bautizada con los nombres de “filosofía del hecho” , “verdadero socialismo”, “ciencia alemana del socialismo”, “fundamentación filosófica del socialismo”, y otros semejantes.

De este modo, la literatura socialista y comunista francesa perdía toda su virilidad.  Y como, en manos de los alemanes, no expresaba ya la lucha de una clase contra otra clase, el profesor germano se hacía la ilusión de haber superado el “parcialismo francés”; a falta de verdaderas necesidades pregonaba la de la verdad, y a falta de los intereses del proletariado mantenía los intereses del ser humano, del hombre en general, de ese hombre que no reconoce clases, que ha dejado de vivir en la realidad para transportarse al cielo vaporoso de la fantasía filosófica.

Sin embargo, este socialismo alemán, que tomaba tan en serio sus desmayados ejercicios escolares y que tanto y tan solemnemente trompeteaba, fue perdiendo poco a poco su pedantesca inocencia.

En la lucha de la burguesía alemana, y principalmente, de la prusiana, contra el régimen feudal y la monarquía absoluta, el movimiento liberal fue tomando un cariz más serio.

Esto deparaba al “verdadero” socialismo la ocasión apetecida para oponer al movimiento político las reivindicaciones socialistas, para fulminar los consabidos anatemas contra el liberalismo, contra el Estado representativo, contra la libre concurrencia burguesa, contra la libertad de Prensa, la libertad, la igualdad y el derecho burgueses, predicando ante la masa del pueblo que con este movimiento burgués no saldría ganando nada y sí perdiendo mucho.  El socialismo alemán se cuidaba de olvidar oportunamente que la crítica francesa, de la que no era más que un eco sin vida, presuponía la existencia de la sociedad burguesa moderna, con sus peculiares condiciones materiales de vida y su organización política adecuada, supuestos previos ambos en torno a los cuales giraba precisamente la lucha en Alemania.

Este “verdadero” socialismo les venía al dedillo a los gobiernos absolutos alemanes, con toda su cohorte de clérigos, maestros de escuela, hidalgüelos raídos y cagatintas, pues les servía de espantapájaros contra la amenazadora burguesía.  Era una especie de melifluo complemento a los feroces latigazos y a las balas de fusil con que esos gobiernos recibían los levantamientos obreros.

Pero el “verdadero” socialismo, además de ser, como vemos, un arma en manos de los gobiernos contra la burguesía alemana, encarnaba de una manera directa un interés reaccionario, el interés de la baja burguesía del país.  La pequeña burguesía, heredada del siglo XVI y que desde entonces no había cesado de aflorar bajo diversas formas y modalidades, constituye en Alemania la verdadera base social del orden vigente.

Conservar esta clase es conservar el orden social imperante. Del predominio industrial y político de la burguesía teme la ruina segura, tanto por la concentración de capitales que ello significa, como porque entraña la formación de un proletariado revolucionario. El “verdadero” socialismo venía a cortar de un tijeretazo -así se lo imaginaba ella- las dos alas de este peligro.  Por eso, se extendió por todo el país como una verdadera epidemia.

El ropaje ampuloso en que los socialistas alemanes envolvían el puñado de huesos de sus “verdades eternas”, un ropaje tejido con hebras especulativas, bordado con las flores retóricas de su ingenio, empapado de nieblas melancólicas y románticas, hacía todavía más gustosa la mercancía para ese público.

Por su parte, el socialismo alemán comprendía más claramente cada vez que su misión era la de ser el alto representante y abanderado de esa baja burguesía.

Proclamó a la nación alemana como nación modelo y al súbdito alemán como el tipo ejemplar de hombre. Dio a todos sus servilismos y vilezas un hondo y oculto sentido socialista, tornándolos en lo contrario de lo que en realidad eran. Y al alzarse curiosamente contra las tendencias “barbaras y destructivas” del comunismo, subrayando como contraste la imparcialidad sublime de sus propias doctrinas, ajenas a toda lucha de clases, no hacía más que sacar la última consecuencia lógica de su sistema.  Toda la pretendida literatura socialista y comunista que circula por Alemania, con poquísimas excepciones, profesa estas doctrinas repugnantes y castradas .
 

2. El socialismo burgués o conservador

Una parte de la burguesía desea mitigar las injusticias sociales, para de este modo garantizar la perduración de la sociedad burguesa.

Se encuentran en este bando los economistas, los filántropos, los humanitarios, los que aspiran a mejorar la situación de las clases obreras, los organizadores de actos de beneficencia, las sociedades protectoras de animales, los promotores de campañas contra el alcoholismo, los predicadores y reformadores sociales de toda laya.

Pero, además, de este socialismo burgués han salido verdaderos sistemas doctrinales.  Sirva de ejemplo la Filosofía de la miseria de Proudhon.

Los burgueses socialistas considerarían ideales las condiciones de vida de la sociedad moderna sin las luchas y los peligros que encierran.  Su ideal es la sociedad existente, depurada de los elementos que la corroen y revolucionan: la burguesía sin el proletariado.  Es natural que la burguesía se represente el mundo en que gobierna como el mejor de los mundos posibles.  El socialismo burgués eleva esta idea consoladora a sistema o semisistema. Y al invitar al proletariado a que lo realice, tomando posesión de la nueva Jerusalén, lo que en realidad exige de él es que se avenga para siempre al actual sistema de sociedad, pero desterrando la deplorable idea que de él se forma.

Una segunda modalidad, aunque menos sistemática bastante más práctica, de socialismo, pretende ahuyentar a la clase obrera de todo movimiento revolucionario haciéndole ver que lo que a ella le interesa no son tales o cuales cambios políticos, sino simplemente determinadas mejoras en las condiciones materiales, económicas, de su vida.  Claro está que este socialismo se cuida de no incluir entre los cambios que afectan a las “condiciones materiales de vida” la abolición del régimen burgués de producción, que sólo puede alcanzarse por la vía revolucionaria; sus aspiraciones se contraen a esas reformas administrativas que son conciliables con el actual régimen de producción y que, por tanto, no tocan para nada a las relaciones entre el capital y el trabajo asalariado, sirviendo sólo -en el mejor de los casos- para abaratar a la burguesía las costas de su reinado y sanearle el presupuesto.

Este socialismo burgués a que nos referimos, sólo encuentra expresión adecuada allí donde se convierte en mera figura retórica.

¡Pedimos el librecambio en interés de la clase obrera! ¡En interés de la clase obrera pedimos aranceles protectores! ¡Pedimos prisiones celulares en interés de la clase trabajadora!  Hemos dado, por fin, con la suprema y única seria aspiración del socialismo burgués.

Todo el socialismo de la burguesía se reduce, en efecto, a una tesis y es que los burgueses lo son y deben seguir siéndolo… en interés de la clase trabajadora.
 

3. El socialismo y el comunismo crítico-utópico

No queremos referirnos aquí a las doctrinas que en todas las grandes revoluciones modernas abrazan las aspiraciones del proletariado (obras de Babeuf, etc.).

Las primeras tentativas del proletariado para ahondar directamente en sus intereses de clase, en momentos de conmoción general, en el período de derrumbamiento de la sociedad feudal, tenían que tropezar necesariamente con la falta de desarrollo del propio proletariado, de una parte, y de otra con la ausencia de las condiciones materiales indispensables para su emancipación, que habían de ser el fruto de la época burguesa.  La literatura revolucionaria que guía estos primeros pasos vacilantes del proletariado es, y necesariamente tenía que serlo, juzgada por su contenido, reaccionaria.  Estas doctrinas profesan un ascetismo universal y un torpe y vago igualitarismo.

Los verdaderos sistemas socialistas y comunistas, los sistemas de Saint-Simon, de Fourier, de Owen, etc., brotan en la primera fase embrionaria de las luchas entre el proletariado y la burguesía, tal como más arriba la dejamos esbozada. (V. el capítulo “Burgueses y proletarios”).

Cierto es que los autores de estos sistemas penetran ya en el antagonismo de las clases y en la acción de los elementos disolventes que germinan en el seno de la propia sociedad gobernante.  Pero no aciertan todavía a ver en el proletariado una acción histórica independiente, un movimiento político propio y peculiar.

Y como el antagonismo de clase se desarrolla siempre a la par con la industria, se encuentran con que les faltan las condiciones materiales para la emancipación del proletariado, y es en vano que se debatan por crearlas mediante una ciencia social y a fuerza de leyes sociales.  Esos autores pretenden suplantar la acción social por su acción personal especulativa, las condiciones históricas que han de determinar la emancipación proletaria por condiciones fantásticas que ellos mismos se forjan, la gradual organización del proletariado como clase por una organización de la sociedad inventada a su antojo.  Para ellos, el curso universal de la historia que ha de venir se cifra en la propaganda y práctica ejecución de sus planes sociales.

Es cierto que en esos planes tienen la conciencia de defender primordialmente los intereses de la clase trabajadora, pero sólo porque la consideran la clase más sufrida.  Es la única función en que existe para ellos el proletariado.

La forma embrionaria que todavía presenta la lucha de clases y las condiciones en que se desarrolla la vida de estos autores hace que se consideren ajenos a esa lucha de clases y como situados en un plano muy superior.  Aspiran a mejorar las condiciones de vida de todos los individuos de la sociedad, incluso los mejor acomodados.  De aquí que no cesen de apelar a la sociedad entera sin distinción, cuando no se dirigen con preferencia a la propia clase gobernante. Abrigan la seguridad de que basta conocer su sistema para acatarlo como el plan más perfecto para la mejor de las sociedades posibles.

Por eso, rechazan todo lo que sea acción política, y muy principalmente la revolucionaria; quieren realizar sus aspiraciones por la vía pacífica e intentan abrir paso al nuevo evangelio social predicando con el ejemplo, por medio de pequeños experimentos que, naturalmente, les fallan siempre.

Estas descripciones fantásticas de la sociedad del mañana brotan en una época en que el proletariado no ha alcanzado aún la madurez, en que, por tanto, se forja todavía una serie de ideas fantásticas acerca de su destino y posición, dejándose llevar por los primeros impulsos, puramente intuitivos, de transformar radicalmente la sociedad.

Y, sin embargo, en estas obras socialistas y comunistas hay ya un principio de crítica, puesto que atacan las bases todas de la sociedad existente.  Por eso, han contribuido notablemente a ilustrar la conciencia de la clase trabajadora.  Mas, fuera de esto, sus doctrinas de carácter positivo acerca de la sociedad futura, las que predican, por ejemplo, que en ella se borrarán las diferencias entre la ciudad y el campo o las que proclaman la abolición de la familia, de la propiedad privada, del trabajo asalariado, el triunfo de la armonía social, la transformación del Estado en un simple organismo administrativo de la producción…. giran todas en torno a la desaparición de la lucha de clases, de esa lucha de clases que empieza a dibujarse y que ellos apenas si conocen en su primera e informe vaguedad.  Por eso, todas sus doctrinas y aspiraciones tienen un carácter puramente utópico.

La importancia de este socialismo y comunismo crítico-utópico está en razón inversa al desarrollo histórico de la sociedad.  Al paso que la lucha de clases se define y acentúa, va perdiendo importancia práctica y sentido teórico esa fantástica posición de superioridad respecto a ella, esa fe fantástica en su supresión.  Por eso, aunque algunos de los autores de estos sistemas socialistas fueran en muchos respectos verdaderos revolucionarios, sus discípulos forman hoy día sectas indiscutiblemente reaccionarias, que tremolan y mantienen impertérritas las viejas ideas de sus maestros frente a los nuevos derroteros históricos del proletariado.  Son, pues, consecuentes cuando pugnan por mitigar la lucha de clases y por conciliar lo inconciliable.  Y siguen soñando con la fundación de falansterios, con la colonización interior, con la creación de una pequeña Icaria, edición en miniatura de la nueva Jerusalén… . Y para levantar todos esos castillos en el aire, no tienen más remedio que apelar a la filantrópica generosidad de los corazones y los bolsillos burgueses.  Poco a poco van resbalando a la categoría de los socialistas reaccionarios o conservadores, de los cuales sólo se distinguen por su sistemática pedantería y por el fanatismo supersticioso con que comulgan en las milagrerías de su ciencia social.  He ahí por qué se enfrentan rabiosamente con todos los movimientos políticos a que se entrega el proletariado, lo bastante ciego para no creer en el nuevo evangelio que ellos le predican.

En Inglaterra, los owenistas se alzan contra los cartistas, y en Francia, los reformistas tienen enfrente a los discípulos de Fourier.

ACTITUD DE LOS COMUNISTAS ANTE LOS
OTROS PARTIDOS DE LA OPOSICION

Después de lo que dejamos dicho en el capítulo II, fácil es comprender la relación que guardan los comunistas con los demás partidos obreros ya existentes, con los cartistas ingleses y con los reformadores agrarios de Norteamérica.

Los comunistas, aunque luchando siempre por alcanzar los objetivos inmediatos y defender los intereses cotidianos de la clase obrera, representan a la par, dentro del movimiento actual, su porvenir.  En Francia se alían al partido democrático-socialista  contra la burguesía conservadora y radical, mas sin renunciar por esto a su derecho de crítica frente a los tópicos y las ilusiones procedentes de la tradición revolucionaria.

En Suiza apoyan a los radicales, sin ignorar que este partido es una mezcla de elementos contradictorios: de demócratas socialistas, a la manera francesa, y de burgueses radicales.

En Polonia, los comunistas apoyan al partido que sostiene la revolución agraria, como condición previa para la emancipación nacional del país, al partido que provocó la insurrección de Cracovia en 1846.

En Alemania, el partido comunista luchará al lado de la burguesía, mientras ésta actúe revolucionariamente, dando con ella la batalla a la monarquía absoluta, a la gran propiedad feudal y a la pequeña burguesía.

Pero todo esto sin dejar un solo instante de laborar entre los obreros, hasta afirmar en ellos con la mayor claridad posible la conciencia del antagonismo hostil que separa a la burguesía del proletariado, para que, llegado el momento, los obreros alemanes se encuentren preparados para volverse contra la burguesía, como otras tantas armas, esas mismas condiciones políticas y sociales que la burguesía, una vez que triunfe, no tendrá más remedio que implantar; para que en el instante mismo en que sean derrocadas las clases reaccionarias comience, automáticamente, la lucha contra la burguesía.

Las miradas de los comunistas convergen con un especial interés sobre Alemania, pues no desconocen que este país está en vísperas de una revolución burguesa y que esa sacudida revolucionaria se va a desarrollar bajo las propicias condiciones de la civilización europea y con un proletariado mucho más potente que el de Inglaterra en el siglo XVII y el de Francia en el XVIII, razones todas para que la revolución alemana burguesa que se avecina no sea más que el preludio inmediato de una revolución proletaria.

Resumiendo: los comunistas apoyan en todas partes, como se ve, cuantos movimientos revolucionarios se planteen contra el régimen social y político imperante.

En todos estos movimientos se ponen de relieve el régimen de la propiedad, cualquiera que sea la forma más o menos progresiva que revista, como la cuestión fundamental que se ventila.

Finalmente, los comunistas laboran por llegar a la unión y la inteligencia de los partidos democráticos de todos los países.

Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones.  Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista.  Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas.  Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar.

¡Proletarios de todos los Países, uníos! .

 


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Febrero 21, 2022