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 Escribe Monseñor HÉCTOR AGUER

 

Alejandro Rozitchner, filósofo y asesor presidencial, dice sobre el aborto: “Si a la Iglesia le molesta, bueno… es un problema de los obispos”. El problema del aborto no es, en primer lugar, de carácter religioso, sino científico y jurídico. Los estudios de genética y embriología desarrollados en el siglo XX -pienso especialmente en la obra de Jerame Lejeune- son indiscutibles: desde el instante de la concepción existe un nuevo ser. Tales estudios han registrado el trayecto vital del embrión y del feto hasta el nacimiento. Los partidarios de una legislación permisiva deberían intentar la refutación de esas certezas. Por otra parte, la Constitución incorpora tratados internacionales que protegen la vida del ser humano desde la concepción, y la Argentina ha reconocido por ley que se es niño desde la unión de los gametos en el seno materno hasta los 18 años. La legalización del aborto sería inconstitucional según varias constituciones provinciales (recordemos que el nuestro es un país federal). El problema del aborto debería ser también un problema para el señor Rozitchner. “Para mí -añade en el reportaje-, el Estado no tiene que tener religión”. ¡No la tiene! La fórmula elegida por los constituyentes de 1853 es un término medio: el Estado argentino no es ni confesional ni ateo. Además, el Preámbulo invoca la protección de Dios, “fuente de toda razón y justicia”. Llama la atención que un filósofo se exprese con tanta ligereza. ¡Y que asesore al presidente de la Nación!

Héctor Aguer

DNI 4.415.937

 

Monseñor Héctor Rubén Aguer (Buenos Aires, 1943) es un sacerdote argentino, arzobispo emérito de la Arquidiócesis de La Plata.

 


Envío: Dra. ANDREA PALOMAS ALARCÓN


 

PrisioneroEnArgentina.com

Julio 17, 2018