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El 7 de abril del año 2017. Estados Unidos había atacado a Bassar Al Asad por el presunto uso de armas químicas. En ese entonces actuó en solitario y aseguró haber destruido el 20 % de la flota militar aérea de Siria. En esa ocasión, Washington notificó con antelación del ataque a Rusia, que tiene tropas que combaten en conjunto con las fuerzas gubernamentales sirias.

Esta vez, sin embargo, Estados Unidos no tuvo comunicación con Moscú y Trump culpó a Rusia, en parte, de la ofensiva de su país, Gran Bretaña y Francia y le instó a que abandone su apoyo a Al Asad, un mensaje que también trasladó a Teherán.

“En 2013, el presidente Putin y su Gobierno prometieron al mundo eliminar las armas químicas de Siria. El reciente ataque de Al Asad -y la respuesta que ejecutamos- son resultado directo del fracaso de Rusia en mantener su promesa”, sentenció Trump.

“Rusia -añadió Trump- debe decidir si seguirá por este oscuro camino o si se unirá a las naciones civilizadas como una fuerza de paz y estabilidad”. La ONU, por su parte, ha pedido moderación y respeto al derecho internacional, aunque su secretario general, António Guterres, alerta de que la Guerra Fría ha vuelto.

 



PrisioneroEnArgentina.com

Abril 14, 2018