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 Escribe Claudio Kussman.

 

 

NO PASA NADA

A los prisioneros no se le reconocen sus derechos constitucionales ni procesales y…no pasa nada.
Un prisionero por falta de atención médica muere en su celda, se llevan el cadáver sin labrar actuaciones legales y se registra como fallecido en el hospital y… no pasa nada.
Un prisionero muere en el mentiroso Hospital Penitenciario Central con una septicemia general, que descubre su hijo médico que llegó de visita y…no pasa nada.
Un prisionero con graves problemas de salud, muere en una “perrera” mientras es trasladado para ver a su madre en el día de su cumpleaños y…no pasa nada.
Un prisionero casi agonizante se lo obliga asistir a su juicio para lo cual se lo instala, próximo al estrado,  en una cama con máscara de oxígeno y…no pasa nada.
Un prisionero con grandes dolores por el cáncer que lo carcomía, es mantenido en prisión hasta casi el momento de su fallecimiento y…no pasa nada.
Un prisionero no es atendido por su afección cardíaca, hasta que muere apenas lo llevan a un hospital. Un militar hace la denuncia, el juez la “cajonea” y…no pasa nada.
Un prisionero con graves problemas de salud, sufre descompensaciones, hasta que llevado al hospital fallece presentando EPOC, diabetes, enfermedades cardíacas,  6 úlceras sangrantes y…no pasa nada.
Un prisionero con diabetes, es trasladado por la fuerza al mentiroso HPC donde estará peor atendido y obligado a caminar descalzo pese a las secuelas de su enfermedad en los pies, el resto de sus mudos camaradas  también prisioneros miran  y …no pasa nada.

Mentiroso Hospital Penitenciario Central Ezeiza
Frecuentemente los prisioneros llegan a juicio, sin saber  que elementos de prueba lo involucran en un hecho,  pese a que la ley  establece que debe conocerlos apenas detenido y…no pasa nada.
Los jueces decretan prisiones preventivas que se extienden entre 5 y más de 10 años y…no pasa nada.
Los jueces que juzgan a los prisioneros a veces fueron terroristas, otras son militantes o destacados coimeros, otras acosadores sexuales o protegen proxenetas y…no pasa nada.
Los jueces nos condenan a como dé lugar, sin testigos, sin pruebas y solo por inferencias y…no pasa nada.
Los jueces niegan la prisión domiciliaria a prisioneros septuagenarios, octogenarios y nonagenarios, que lógicamente tienen problemas de salud  y…no pasa nada.
Jefes de los 70 falazmente declaran contra personal subalterno, hoy prisioneros, salvándose ellos de ser detenidos como si no fueran responsables  y…no pasa nada.

Los prisioneros no son vacunados en tiempo y forma contra la gripe y neumonía y…no pasa nada.
Los prisioneros no son escuchados por políticos, legisladores ni autoridades gubernamentales y…no pasa nada.
Lo prisioneros son trasladados en “perreras” desvencijadas y sucias por largas horas, siendo sometidos a temperaturas extremas y…no pasa nada.
Los prisioneros en traslados a larga distancia son obligados a orinar en botellas plásticas de lavandina, dentro de la “perrera” y…no pasa nada.
Los prisioneros pese a lo establecido por ley, son exhibidos como animales de circo y en los juicios sometidos al escarnio del populacho  con la anuencia de jueces, fiscales y defensores y…no pasa nada.
Los prisioneros muy enfermos son internados en el mentiroso HPC (Hospital Penitenciario Central) de donde ante una pequeña urgencia son trasladados  a los hospitales municipales de la zona y… no pasa nada.
Los prisioneros deben cuidar y ayudar a quienes están muy deteriorados y enfermos, bañándolos, armándoles la mesa cuando van a recibir visita, llevarle la comida cuando está postrado en la cama, o el pedido de cantina y…no pasa nada.
El prisionero debe donar ropa, calzado, elementos de higiene y vajilla, cuando traen de zonas lejanas un nuevo prisionero con lo puesto y…no pasa nada.
Las esposas de los prisioneros deben sobreponerse y sonreír, pese al cansancio de las visitas a sus esposos  y a la burocracia carcelaria y…no pasa nada.
Las esposas de los prisioneros que no pertenecen al ejército,  no pueden utilizar  los transportes habilitados   para las visitas por esa arma  y…no pasa nada.
Las distintas fuerzas desconocen a los prisioneros y…no pasa nada.
A los prisioneros en una requisa y traslado,  les roban parte de sus efectos personales, hacen la denuncia. El juzgado “cajonea” el hecho y…no pasa nada.
Cuando los prisioneros enfermos  son trasladados del penal donde se encuentran, o internados, el SPF (Servicio Penitenciario Federal)  o autoridad alguna, no se lo informa a la familia como es su obligación legal  y…no pasa nada.

 

 PRISIONEROS CON SU SILENCIO, CÓMPLICES  DE LOS ABUSOS Y MUERTES

La enumeración de abusos y muertes por parte del estado podría continuar, pero más allá de ello, gran parte del problema están en los mismos prisioneros. Estos aceptan mansamente cuanta ilegalidad se le ocurra al gobierno de turno aplicar o avalar, no respetando derecho legal y humano alguno del  prisionero y de su familia. Se ha formado un círculo vicioso en el cual aún la muerte ilegal puede ser llevada a cabo A LA VISTA DE TODOS, sin que absolutamente nadie pague ese atroz delito.
Por un lado existe el encubrimiento de los tres poderes gubernamentales y por otro el silencio de prisioneros y familiares. Los primeros evocan al asesinado con un minuto de silencio. Finalizados esos escasos 60 segundos,  se impone la preocupación de lo que se comerá y los partidos de futbol que se puedan ver ese día. De la persona con la que se compartió confidencias a través de meses o años en cautiverio, nunca más se volverá a hablar.  No existió. Es un desaparecido más.

 

FAMILIARES CON SU SILENCIO, CÓMPLICES  DE LOS ABUSOS Y MUERTES

Recibido el cuerpo del asesinado, sus seres queridos proceden a su sepelio y luego todo se diluye en la intimidad familiar. Mientras el prisionero evidenciaba el deterioro del estrés carcelario  y de la desatención médica, esto era consentido mansamente y lo peor es que si esa familia  protesta, lo hace en soledad. Porque entre uniformados el espíritu de cuerpo se ha degenerado y pervertido hasta su extinción, SI ES QUE ALGUNA VEZ EXISTIÓ.
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EN SOLEDAD

La conclusión es que cada uno de nosotros así, está solo. Los casos de quienes están predispuestos a la lucha por la dignidad, sus derechos, la legalidad y el respeto para sí y su familia con el apoyo incondicional de la misma, son excepción, por lo que en soledad no es escuchado. En una palabra “los valientes” están muertos, aún antes de estarlo.

 

Claudio Kussman

Claudio@PrisioneroEnArgentina.com

PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 29, 2017

 

 

“La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia;

templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía”.

Aristóteles (384 AC-322 AC)

 

 


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Otro preso político asesinado ante la indolencia de la sociedad que ignora que dos mil personas y sus familiares son rehenes de un negociado inmenso. Dos mil personas y sus familiares son torturados para solaz de los terroristas vencidos, resentidos, perversos. Hugo José Delmé. Muerto en su celda.

 

CRIMEN POR INASISTENCIA DOLOSA – Prisionero en Argentina


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Diego Portillo teniendo una imputación por Tormentos, en los años 70, es detenido en el año 2010. Con prisión preventiva, en el año 2011 se le descubre cáncer de páncreas negándosele el arresto domiciliario.

 


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Edgardo Mastandrea
Ayer finalmente la muerte tocó a la puerta de EDGARDO MASTRANDREA, el policía-prisionero  sin piernas.  Esta fue benigna con él. Murió digna y pacíficamente junto a sus seres queridos. Él, de siempre fue nada más que un honesto, digno y rebelde policía, que nunca se prestó a acto indigno alguno.


 

 

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Espero que sepa disculpar que no lo trate de doctor ni tampoco de juez, ni su señoría, ni nada que se le parezca. Una de sus víctimas es justamente  Aldo Chiacchietta. Sobre él usted hipócritamente en el artículo  expresa: “Se trata de la muerte del represor de Junín, Aldo Chiacchietta, que falleció en la cárcel como producto de una enfermedad. Estos datos los doy para ilustrar lo que se puede llegar a afirmar cuando el objetivo es otro”. Señalo y reitero  su fariseísmo, ya que este hombre llegó  enfermo casi terminal a la prisión por mandato suyo.


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Víctor David Becerra Araoz, fue citado a concurrir a la Fiscalía Federal de la ciudad de San Luís, provincia del mismo nombre, por la Agente Fiscal Federal, y se presentó voluntariamente y por sus propios medios el día 20 de septiembre del 2006 y por orden de la Fiscal Mónica Spagnuolo fue detenido -ya que el Juez Federal de la jurisdicción, Juan Esteban Maqueda, delegó sus facultades investigativas en esta fiscal. La citación tenía por finalidad proceder a indagarlo.


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Comisario Inspector (R) Roberto Ramón Bustos
“Al llegar al primer piso del “Hospital” y bajar con la custodia del ascensor  nos encontramos de frente,  con  un Comisario Inspector (R) de nuestra policía, de apellido Bustos quien permanentemente se  quejaba de intensos dolores. En silla de ruedas lo llevaban para inyectarle calmantes. Impotente solo puede apretarle muy fuerte sus manos, deseándole lo mejor. No daré más detalles por respeto a su familia,  pero parte de mi  impotencia es por las condiciones con que “los jueces” hacen mérito y  mantienen detenidos a ancianos muy enfermos como Bustos”.

(Claudio Kussman, de https://www.ar.prisioneroenargentina.com/vicisitudes )


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VALDIVIEZO también denuncia que el domingo 05/08/2012 en el módulo 4 del Pabellón 4 de la prisión de Marcos Paz, el Comisario de la Policía Federal FÉLIX ALAIS  se descompone como consecuencia de sus problemas cardíacos, siendo llevado a lo que era el Hospital Penitenciario Centrál 2 de Marcos Paz,  el cual era y es nulo para estas emergencias. Todo con conocimiento pleno del Dr. penitenciario Walter Sosa, médico cardiólogo. Ya moribundo lo llevan al hospital municipal de Marcos Paz donde falleció. Este doctor 18 días antes le había negado a ALAIS, como en otras oportunidades anteriores, su internación en el Hospital Churruca, alegando que “estaba bien y que quería ir a ese nosocomio a  pasar unas vacaciones”.


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Se conoció la triste noticia del deceso del Coronel Ernesto Luchini. Preso Político en la Unidad Penal 31 de Ezeiza, el señor Luchini presentaba varias enfermedades entre ellas EPOC, severos problemas cardíacos y diabetes, contraídos y desarrollados en su estadía en la cárcel. El miercoles pasado fue trasladado de urgencia al hospital donde se le detectaron seis úlceras sangrantes. Permaneció allí, hasta que hoy dejó de existir.

Fallecimiento de un Preso Político: Coronel Ernesto Luchini – Prisionero en Argentina

 

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El 27 de Septiembre del 2015, en horas de la mañana, falleció otro prisionero más. Ariel Porra, de 60 años de edad,  pertenecía al Ejercito Argentino. Estaba alojado en la cárcel de Marcos Paz, desde donde era trasladado con destino a la ciudad de Rosario, interín en el cual dejó de existir.
El citado Prisionero Político era trasladado en uno de los “vehículos” sobre los cuales ya hemos comentado en varias oportunidades en páginas de este sitio. Estos vehículos son comúnmente llamados “Perreras”. Era el cumpleaños de su madre.
Ariel Porra tenía una afección cardíaca, a pesar de lo cual continuaba encarcelado.


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 29, 2017