Milei, Argentina e Israel

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En el curso de su campaña electoral -antes de los ataques de Hamás que dejaron unos 1.200 muertos y 240 rehenes- el candidato Javier Milei había anunciado que, de ganar, sus dos principales aliados serían Estados Unidos e Israel.

“Estoy cumpliendo mi promesa de que el primer país que visitaría sería Israel y obviamente vengo a apoyar a Israel contra los terroristas de Hamás”, le dijo Milei al canciller Israel Katz, apenas arribó al aeropuerto Internacional Ben Gurión.

El mandatario sudamericano le confirmó a Katz otra promesa que hizo durante su campaña: “Mi plan es mudar la embajada a Jerusalén occidental”, le aseguró.

Israel considera a Jerusalén como su capital indivisible, mientras que los palestinos reclaman la parte oriental de esa ciudad como la capital de un futuro Estado. Por ese motivo pocos países tienen sus sedes diplomáticas ahí, aunque Donald Trump movió la embajada de EE.UU. a Jerusalén en 2018.

Milei

Durante su visita, el mandatario argentino también reiteró que buscará declarar a Hamás como una organización “terrorista”.

El viaje de Milei fue un respaldo bienvenido por el gobierno israelí, que está bajo creciente presión por los más de 25.000 muertos que ha provocado su incursión militar en Gaza, según fuentes locales.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien se reunió como Milei este miércoles, lo llamó “un gran amigo del Estado judío” y le dijo que su gobierno está “encantado” con la decisión del presidente argentino de mover la embajada a Jerusalén.

Pero ¿por qué quiere Milei profundizar los vínculos con Israel? Y ¿qué puede ganar o perder Argentina con esta alianza?

Se estima que Argentina tiene la comunidad judía más grande de América Latina y una de las mayores fuera de Israel.

El país sudamericano fue uno de los primeros en reconocer la creación de ese país, en 1948. Pero fue recién Carlos Menem, en 1991, el primer presidente en visitarlo.

El exmandatario -muy admirado por Milei- incluso llegó a considerar que ese viaje histórico fue uno de los motivos por los que Buenos Aires fue elegida, no una sino dos veces durante su mandato, como blanco de ataques terroristas con coches bomba.

El primero fue contra la embajada israelí en 1992. Fallecieron 22 personas. El segundo, contra el principal centro de la comunidad judía, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994, que dejó 85 muertos.

Ambos fueron atribuidos al grupo islámico libanés Hezbolá, con apoyo de Irán (aunque ninguno de los casos llegó a juicio).

“Sabemos que el mayor desafío para la paz en nuestra zona, pero también en la suya, es Irán. Y apreciamos la cooperación que estamos manteniendo con ustedes en seguridad y diplomacia”, dijo Netanyahu, tras el encuentro con su par sudamericano.

Lo cierto es que ningún líder argentino le ha dado tanta prioridad a Israel como Javier Milei.

El propio mandatario ha admitido que tiene un vínculo especial con el país por motivos espirituales: aunque se crió como católico, practica el judaísmo, fe que hoy ocupa un lugar primordial en su vida.

Trump
Netanyahu
Katz

Sin embargo, su elección de viajar a Israel -un país en guerra- como primer destino -tras un breve paso por Davos en enero- va mucho más allá de lo personal, coinciden muchos observadores: Profesar su apoyo a Israel.

La postura va a contramano de otros países latinoamericanos, como México, Chile y Bolivia, que han pedido que se investigue si Israel está cometiendo un genocidio en Gaza.

Trump -otro acérrimo defensor de Israel- es el favorito, según las encuestas, para ganar los próximos comicios presidenciales de noviembre próximo en EE.UU. 

Con su viaje el presidente Milei va a estar en la prensa estadounidense y europea. Se ha convertido en una de las figuras internacionales de mayor resonancia en el momento actual.

La jugada de Milei de colocarse en el centro mismo de la crisis internacional más importante de este momento, singularizándose del resto de América Latina, es estratégicamente muy riesgosa. Pero podría rendir sus frutos.  Esta política del presidente Milei no se olvidará en Israel nunca más.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 12, 2024


 

La Controvertida Ley Laboral para Menores en Bolivia

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Los titulares de los medios de comunicación se encolerizaron en 2014 después de que Bolivia aprobara su Código laboral para niños y adolescentes, que otorga a los niños de 10 años el derecho a trabajar legalmente en determinadas circunstancias. Sin embargo, al leer los artículos que siguieron, pocos habrían deducido que la nueva ley fue aprobada por la insistencia de los propios niños.

 

Los gobiernos occidentales y las ONG sostuvieron que el trabajo infantil nunca es aceptable y que debe erradicarse por completo. Sin embargo, los sindicatos infantiles de Bolivia afirmaron que el trabajo es una necesidad económica y cultural para muchos de los niños del país. Argumentaron que deberían tener el derecho de trabajar legalmente, mientras disfrutan de las mismas protecciones garantizadas para los adultos que trabajan.
Antes de la aprobación de la nueva ley, la edad mínima legal para trabajar en Bolivia era de 14 años, pero este hecho tuvo poco impacto. Más de 750,000 de los niños del país estaban trabajando. Los niños de tan solo cinco años todavía se pueden encontrar vendiendo bebidas y baratijas en las calles de la ciudad a altas horas de la noche. Niños de diez años trabajaban en minas peligrosas en áreas rurales. Los sindicatos de niños se quejaron de que estos niños no tenían protección legal, ya que se suponía que no debían existir en primer lugar.
La nueva ley comienza con la premisa de que los niños recibirán un mejor servicio reconociendo la realidad y sacando su trabajo de la sombra. La legalización del trabajo de los niños faculta a las autoridades para regularlo.
El Código distingue entre diferentes formas de trabajo. El trabajo realizado por los niños para sus familias, por ejemplo, en una granja familiar, está permitido independientemente de la edad del niño. Los niños de 10 a 14 años solo pueden trabajar “en casos excepcionales”. El trabajo realizado ‘por cuenta propia’, por ejemplo, la venta de bienes, puede ser realizado por niños de hasta 10 años. ‘Trabajo dependiente’ – trabajar como empleado – está permitido desde la edad de 12 años, pero solo si se cumplen condiciones específicas . Las horas de trabajo para niños menores de 14 años son limitadas y se les debe permitir asistir a la escuela. La ley incluye muchas otras protecciones relacionadas con los salarios, la seguridad y las condiciones de trabajo. Todos los tipos de trabajo peligrosos o de explotación están prohibidos, como la minería.
El gobierno boliviano dice que la ley está funcionando. La asistencia a la escuela ha aumentado y el número de niños pequeños que trabajan ha disminuido.
Es esto cierto?

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 19, 2019


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El “talibán cubano”

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Era un orador que muchas veces antecedía a Fidel Castro. En la época de la llamada “batalla de ideas”, iniciativa impulsada por el entonces presidente cubano a principios de siglo, el joven Hassan Pérez era uno de los rostros más visibles. Su encendida manera de dar discursos y su edad le valieron espacios privilegiados en los actos oficiales de la isla y una notoriedad pocas veces vista para los jóvenes. Tan radicales sonaban sus intervenciones que en La Habana comenzaron a decirle el “talibán cubano“. Eso fue en su época de dirigente de las juventudes comunistas de su país, en los últimos años del siglo pasado y los primeros del presente. Pérez nunca desentonó con la Revolución Cubana, pero perdió algo de visibilidad con el paso del tiempo y su llegada a la adultez. Sin embargo, con 41 años, recuperó protagonismo de manera sorpresiva hace un par de semanas en un lugar inesperado.
Ahora, el “talibán cubano” brindó un curso a la Unidad de Seguridad Presidencial, un grupo de élite de militares bolivianos, sobre la injerencia de Estados Unidos en América Latina. Hassan Pérez lució su conocida oratoria antiimperialista en el flamante palacio de gobierno que tiene Bolivia como en sus mejores años de líder de los jóvenes comunistas cubanos y consentido de Fidel Castro.
El título del libro que lo devolvió a la notoriedad es “El dedo en la llaga: breve aproximación a la injerencia de Estados Unidos en América Latina y el Caribe desde la geopolítica y la seguridad nacional (1945-2019)” y fue publicado por el gobierno boliviano.
Evo Morales quedó tan satisfecho con el libro de Pérez que lo señaló entre los cuatro libros imprescindibles para enseñar “doctrina nacionalista” entre las fuerzas de seguridad de su país, junto a “Las venas abiertas de América Latina”, de Eduardo Galeano, y dos títulos locales.
“Estas lecturas son para que nazca un profundo sentimiento por nuestra querida Bolivia”, afirmó el presidente.
Durante la presentación del texto del exdirigente estudiantil cubano, el mandatario boliviano dijo que el “gran aporte” de Pérez permite “debatir para seguir mejorando la liberación democrática, cultural y social”.
¿Cómo pasó Hassan Pérez de ser ese enardecido joven que gritaba vivas a la Revolución Cubana al actual historiador cuyo libro ahora es uno de los títulos de cabecera del presidente de Bolivia? Yoel Cordoví, presidente del Instituto de Historia de Cuba y quien conoce a Pérez, considera que el exlíder universitario ahora es un “historiador serio y maduro” y con “mucha capacidad por convertirse en un notable intelectual cubano”.
“Desde la época de estudiante tuvo un papel importante en la vida política del país. Es una persona trabajadora, seria y un académico que ahora trabaja mucho“, señala el profesor universitario.
Cordoví añade que Cuba es uno de los países que más énfasis hizo en el estudio de la injerencia estadounidense en América Latina y que Hassan Pérez es un producto de esa escuela de pensamiento que ya tiene décadas de desarrollo.
No es muy conocido que después de su paso por la Universidad de La Habana, Pérez obtuvo posgrados en seguridad en un instituto militar, el Colegio de Defensa Nacional.
En 2008, mientras se desempeñaba como diputado, comenzó a brindar cursos de formación a miembros de las fuerzas armadas de su país. Toda esa época es la menos conocida del “talibán”, que en sus años de universitario era fácilmente reconocido en la calle. Con esa experiencia encima es que aterriza en La Paz entre 2018 y 2019 para asesorar a nada menos que la guardia presidencial de Bolivia.
“No hablo de política, hablo de temas históricos, pero es inevitable tocar temas de política, pero lo hago con mucho respeto. No incursiono en ninguna discusión, ni me entrometo en temas internos“, afirmó Pérez en una entrevista con el diario boliviano El Deber.
El cubano añade que los cursos que dictó no solo fueron brindados a militares, sino que participaron miembros de otras instituciones civiles.
“Pongo sobre la mesa con argumentos, conocimiento y respeto los hechos que con suficiente elocuencia nos enseña la historia”, añade el exdirigente.
La Escuela de Gestión Pública de Bolivia fue organizadora de los talleres, sin embargo, no emitió respuesta a las solicitudes de entrevista con su director, Iván Iporre, por parte de varios medios periodísticos. El ministerio de la Presidencia, entidad también organizadora del curso brindado por Pérez, destacó en su página web “estas cátedras son muy importantes para reflexionar sobre el fenómeno de las formas de dominio y hegemonía de la historia del mundo a partir de las estrategias del imperio norteamericano”. Al taller del cubano asistieron 120 personas y fue clausurado por el ministro boliviano Juan Ramón Quintana.
“Este conocimiento no solo puede ser un atributo del personal de la Unidad de Seguridad Presidencial, sino de todos porque la defensa de la patria nos compromete a todos”, dijo la autoridad en aquella oportunidad.
Incluso antes de que Evo Morales llegue a la presidencia, sus adversarios políticos lo acusaban de estar bajo el influjo de Cuba. El mandatario boliviano jamás ocultó sus simpatías por el castrismo y declaró cada vez que pudo su respaldo al gobierno de La Habana. Por ello, la aparición del “talibán cubano” en La Paz no sorprendió al país, pero sí generó susceptibilidades. El experto en asuntos militares Samuel Montaño afirmó que dentro de la tropa debe existir malestar por episodios como este, en el que queda en evidencia la mano de la isla.
“Tiene que haber molestia en la parte militar, porque se siente como una imposición de parte de Cuba”, señala el analista.
Montaño añade que las fuerzas armadas bolivianas ya aceptaron “a regañadientes” gritar el emblemático lema cubano de “Patria o muerte” en sus desfiles y esta es una nueva imposición que se produce. El experto, sin embargo, señala que anteriores gobiernos también recibieron asesoramientos similares de Estados Unidos y otros países.
El 13 de marzo, frente a ministros, congresistas, militares y demás miembros de la élite gobernante de Bolivia, Hassan Pérez mostró que no perdió la capacidad de clamar encendidos discursos.
“Esta es una tierra soberana, libre e independiente”, gritó el “talibán”, con inconfundible acento cubano ante Evo Morales.
El aplauso no vino esta vez desde la emblemática Tribuna Antiimperialista cubana o de la escalinata de la Universidad de La Habana, sino de la sede del poder en Bolivia.

PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 30, 2019


 

La Guerra del Pacífico

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Como la mayoría de las guerras anteriores y posteriores, la Guerra del Pacífico (1879 – 1883) fue sobre dinero: depósitos de nitrato y guano (ambos se usaron en fertilizantes) en el desierto de Atacama, en este caso. Aunque Perú y Bolivia eran dueños de las tierras donde se encontraban la mayoría de las minas de nitrato, las minas en sí eran de Chile y eran operadas por ellos. Esto condujo a disputas sobre impuestos, que a su vez dieron lugar a una guerra total entre Chile por un lado, Perú y Bolivia por el otro.

La guerra comenzó lentamente, pero una vez que Chile movilizó su armada, rápidamente establecieron la supremacía sobre las fuerzas más primitivas peruanas y bolivianas. La batalla terrestre subsiguiente fue de corta duración, especialmente para Bolivia, que se rindió desde 1880. Perú se mantuvo por más tiempo y las fuerzas chilenas llegaron hasta Lima, ciudad que ocuparon en 1881. Siguieron dos años de guerra de guerrillas, pero finalmente un tratado se firmó en 1883.
No solo se perdieron 13 000 vidas, sino que tanto Perú como Bolivia cedieron enormes franjas de territorio a Chile. Chile se benefició enormemente de la guerra y Perú sufrió mucho, pero tal vez las mayores pérdidas fueron bolivianas: abandonaron todos sus territorios costeros, incluido el puerto principal de Antofagasta, en la guerra y han estado sin salida al mar desde entonces.

El conflicto que involucró a Chile, Bolivia y Perú, que resultó en la anexión chilena de valioso territorio disputado en la costa del Pacífico. Surgió de una disputa entre Chile y Bolivia sobre el control de una parte del Desierto de Atacama que se encuentra entre los paralelos 23 y 26 en la costa del Pacífico de América del Sur. El territorio contenía valiosos recursos minerales, particularmente nitrato de sodio.

Las fronteras nacionales en la región nunca habían sido establecidas definitivamente; los dos países negociaron un tratado que reconocía el paralelo 24 como su límite y que le daba a Chile el derecho de compartir los impuestos de exportación sobre los recursos minerales del territorio de Bolivia entre los paralelos 23 y 24. Pero Bolivia posteriormente se sintió insatisfecha por tener que compartir sus impuestos con Chile y temía la toma de la región costera donde los intereses chilenos ya controlaban la industria minera.

El interés de Perú en el conflicto se derivó de su tradicional rivalidad con Chile por la hegemonía en la costa del Pacífico. En 1873, Perú acordó secretamente con Bolivia una garantía mutua de sus territorios e independencia. En 1874, las relaciones entre Chile y Bolivia fueron mejoradas por un tratado revisado en virtud del cual Chile renunció a su cuota de impuestos a la exportación de minerales enviados desde Bolivia, y Bolivia acordó no aumentar los impuestos a las empresas chilenas en Bolivia durante 25 años. La amistad se rompió en 1878 cuando Bolivia intentó aumentar los impuestos de la Compañía Chilena de Nitrato de Antofagasta sobre las protestas del gobierno chileno. Cuando Bolivia amenazó con confiscar las propiedades de la compañía, las fuerzas armadas chilenas ocuparon la ciudad portuaria de Antofagasta el 14 de febrero de 1879. Bolivia luego declaró la guerra a Chile y pidió ayuda a Perú. Chile declaró la guerra tanto a Perú como a Bolivia (5 de abril de 1879).

Chile ocupó fácilmente la región costera boliviana (provincia de Antofagasta) y luego tomó la ofensiva contra el Perú más poderoso. Las victorias navales en Iquique (21 de mayo de 1879) y en Angamos (8 de octubre de 1879) permitieron a Chile controlar los accesos marítimos a Perú. Un ejército chileno invadió el Perú. Un intento de mediación de los Estados Unidos fracasó en octubre de 1880, y las fuerzas chilenas ocuparon -como se mencionó anteriormente- la capital peruana de Lima el siguiente enero. La resistencia peruana continuó por tres años más, con el aliento de los Estados Unidos. Finalmente, el 20 de octubre de 1883, Perú y Chile firmaron el Tratado de Ancón, por el cual la provincia de Tarapacá fue cedida a este último.

Chile también ocuparía las provincias de Tacna y Arica durante 10 años, después de lo cual se celebraría un plebiscito para determinar su nacionalidad. Pero los dos países fallaron durante décadas para acordar qué términos se llevaría a cabo el plebiscito. Esta disputa diplomática sobre Tacna y Arica fue conocida como la Cuestión del Pacífico. Finalmente, en 1929, a través de la mediación de los Estados Unidos, se llegó a un acuerdo mediante el cual Chile mantuvo a Arica; Perú volvió a adquirir Tacna y recibió $ 6 millones de la moneda americana en concepto de indemnización y otras concesiones.
Durante la guerra, el Perú sufrió la pérdida de miles de personas y muchas propiedades, y al final de la guerra se produjo una guerra civil de siete meses; La nación se hundió económicamente durante décadas después. En 1884, una tregua entre Bolivia y Chile le dio a este último el control de toda la costa boliviana (provincia de Antofagasta), con sus industrias de nitrato, cobre y otras industrias minerales; Un tratado en 1904 hizo este arreglo permanente. A cambio, Chile acordó construir un ferrocarril que conecte la capital boliviana de La Paz con el puerto de Arica y garantizó la libertad de tránsito para el comercio boliviano a través de los puertos y el territorio de Chile. Pero Bolivia continuó su intento de salir de su situación sin salida al mar a través de la red del río Paraná-Paraguay hasta la costa atlántica, un esfuerzo que finalmente condujo a la Guerra del Chaco (1932–35) entre Bolivia y Paraguay.

Arturo Prat, uno de los héroes más grandes de esta guerra en Chile, tiene el honor de ser el hombre con más calles chilenas que lleva su nombre: hay 162 comunas en Chile que tienen una calle que lleva su nombre.
En Lima, el Parque de la Reserva fue construido para conmemorar la ocupación de Lima y cuenta con un pequeño museo en el lugar. La mayoría de las personas, sin embargo, van a ver el Circuito Mágico del Agua, un increíble despliegue de 13 fuentes interactivas que no tiene nada que ver con la guerra.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Enero 16, 2019


 

Efecto Iguacel: Ciudadanos bolivianos ingresan a la Argentina garrafas de gas licuado para su venta ilegal

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En las redes sociales de internet, comenzó a denunciarse que bolivianos comenzaron a ingresar a la Argentina garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP) para la venta, aprovechando la crisis económica que se agudiza en el país receptor debido a los anuncios de adhesión de cuotas que deberán afrontar los consumidores ante perdidas de la entidad distribuidora ante la fluctuación de la moneda estadounidense.
El contrabando en las fronteras incrementó en los últimos días.
El director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) boliviana, Diego Hevia y Vaca, confirmó que tienen conocimiento sobre esta actividad ilegal, por ello realizaron un despliegue de personal en las zonas fronterizas.
“Ya desplegamos una gran cantidad de personal a las fronteras para reforzar nuestros controles en estos lugares y evitar el contrabando de garrafas de GLP”, declaró el funcionario.

El director de la ANH explicó que por esta situación, están coordinando apoyo del Comando Departamental de la Policía y las Fuerzas Armadas de Bolivia.
Agregó que van a realizar un control a la venta de este carburante en las zonas fronterizas.
“Precisamente, tenemos conocimiento sobre esta actividad ilícita de manera informal, por ello que estamos realizando este trabajo de control y seguimiento a la venta de las garrafas de GLP en las zonas fronterizas”, refirió.
También pidió a la población que vive en frontera realizar un control social sobre la venta de garrafas de GLP, para que este carburante sea vendido “en territorio boliviano para los bolivianos”.
La operación, que también se realiza -aunque en menor escala- con Perú y ciertos sectores de Chile, tiene como actores a quienes se denominan “liebres” y “culebras”. Estos venden las garrafas de diez kilos (u ocho kilogramos ya que hay un “accidental” contenido de agua en los recipientes) en nuestro país por un valor entre 550 y 600 pesos de la moneda argentina.

Primero pasa la ‘liebre’, un vehículo pequeño que verifica si hay control policial. Si el camino está expedito, la caravana de motocicletas adaptadas e incluso carretillas de mano de mudanzas, llamada ‘culebra’, pasa la ruta del delito, arribando a territorio argentino, para la comercialización.

 


Fuente: Agencia Nacional de Hidrocarburos de Bolivia . Radio Noticias ABC


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 10, 2018


 

Pobre Niña Rica

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Bolivia plantea un enigma: si el país es tan rico, ¿por qué es tan pobre? Una respuesta es que, si bien el territorio que cubre -o ha cubierto- contiene grandes cantidades de recursos, como plata, caucho, estaño, petróleo, coca y sobre todo litio, en el período post-Inca casi todos los activos han sido la raíz causa de un conflicto dañino, como revela una encuesta cronológica de la historia del país. Bolivia tiene un tesoro; otros se hicieron ricos y en la era independiente, una procesión de gobiernos débiles no ha ayudado. Hoy el desequilibrio de riqueza se desarrolla dentro del país, que proporcionalmente tiene la población indígena más grande de América del Sur.

La civilización preincaica más importante de Bolivia, los aymaras, sucedió al imperio Tiahuanaco, construyó ciudades fortificadas y desarrolló una cultura de pastoreo de camélidos. Se extendió a través de los Andes, los aymaras se dividieron en reinos separados. Esta desunión y animosidades internas permitieron que los incas tomaran el control de la región con relativa facilidad en la década de 1460.

El imperio Inca fue el más grande en la América precolombina. En la década de 1460, los reinos aymaras pasaron a formar parte de la provincia de Qullasuyu, una de las cuatro en que se dividió el imperio. Bajo el Inca, los aymaras retuvieron a sus líderes, religión y cultura, pero se les requirió enviar tributos a la capital administrativa del Inca, Cuzco, a través del extenso sistema de carreteras Inca, que abarcaba 20,000 millas. El imperio Inca ha sido llamado ‘uno de los mejores experimentos en la organización humana’.

Bajo control español, Bolivia era parte del Virreinato del Perú, gobernado desde Lima. Uno de los pintores más importantes de la época colonial de Bolivia, Melchor Pérez de Holguín (1665-1732) llegó a Potosí en 1690, momento en que la mina de la ciudad estaba en declive. Su obra barroca se exhibió en las principales iglesias de la ciudad y es un testimonio de la difusión del cristianismo, así como de la influencia cultural de Europa.

El conquistador Francisco Pizarro conquistó las tierras incas para España en 1538. En 1545, se descubrió plata en Cerro Rico o ‘montaña rica’ en Potosí, lo que provocó un auge minero que dependía de la mano de obra indígena forzada. Entre 1570 y 1650, Potosí produjo más de la mitad de la plata del Nuevo Mundo. La casa de la moneda colonial española estaba ubicada allí. Las riquezas de Potosí se sentían en todo el mundo, ya que el comercio de Europa con Asia aumentó debido a la nueva fuente de plata del continente.

La primera declaración de independencia sin éxito de una colonia española en las Américas se realizó en La Paz bajo la dirección de Pedro Domingo en julio de 1809. La lucha de Bolivia formó parte de las guerras de independencia españolas, que convulsionaron América. Bolivia declaró su independencia el 6 de agosto de 1825, liberada por las fuerzas del venezolano Simón Bolívar, el primer presidente del país, de quien el nuevo país lleva el nombre. La capital judicial de Bolivia, Sucre, lleva el nombre del principal teniente de Bolívar y su segundo presidente, Antonio José de Sucre.

Desde la independencia, Bolivia ha perdido alrededor de la mitad de su territorio. Herbert S. Klein describe cómo el país se quedó con ‘el caparazón de un estado’ después de la izquierda española, encontrándose rodeado de vecinos mercantiles que, codiciando los ricos recursos naturales de Bolivia, impusieron aranceles comerciales estrictos. La región rica en caucho de Acre se perdió en Brasil en el Tratado de Ayacucho en 1867. Cuenta la leyenda que el presidente boliviano, Mariano Melgarejo, cambió el territorio, en parte, por un caballo blanco.

Entre 1879 y 1883, Bolivia y Perú libraron la Guerra del Pacífico contra Chile. Derrotadas, firmaron una tregua en 1884 por la cual Chile adquirió el departamento litoral costero de Bolivia, dejando el país sin salida al mar. A pesar de esto, Bolivia mantiene una armada, que opera en el lago Titicaca.

Entre 1932 y 1935, Bolivia y Paraguay pelearon por la región rica en petróleo del Gran Chaco. La Guerra del Chaco fue el conflicto latinoamericano más sangriento del siglo XX. En realidad, fue una batalla por poderes entre Standard Oil, que apoyó a Bolivia, y Shell, que apoyó a Paraguay. Este último ganó y ganó 20,000 millas cuadradas de territorio. Los siniestros motivos detrás de la guerra inspiraron la sexta aventura de Tintín del caricaturista belga Hergé, The Broken Ear (La Oreja Rota)

A fines del siglo XIX, con las minas de Europa agotadas, Bolivia producía el 30 por ciento del estaño del mundo. El barón de lata Simón Iturri Patiño se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo. La industria del estaño fue adquirida por el estado en 1952.

Los recursos de Bolivia y los intentos de explotarlos han moldeado su historia. Para la década de 1980, la pasta de coca y la cocaína eran vitales para su economía. Aunque la coca es popular en Bolivia, exportarla es difícil debido a restricciones internacionales. Lanzada en 2010, la bebida energética Coca Colla usa extractos de hoja de coca, lo que la hace ilegal fuera de Bolivia.

La serie surrealista We’re Worth Nothing (No Valemos Nada) del artista Eusebio Choque explora la sociedad boliviana contemporánea. Coloridos textiles tradicionales y hombres y mujeres andinos sin rostro son motivos recurrentes. Los recursos naturales de Bolivia significan que el país debe estar entre los más ricos del mundo, pero en realidad es uno de los más pobres de América Latina. La pobreza rural e indígena abunda, mientras que la elite adinerada es en gran parte de ascendencia española.

Desde que el presidente Evo Morales asumió el cargo en 2006, se encuentra que el crecimiento económico de Bolivia en los últimos cuatro años ha sido más alto que en cualquier momento en los últimos 30 años, promediando 4.9 por ciento anual desde que asumió el gobierno actual en 2006. Crecimiento del PIB proyectado para 2009 es el más alto en el hemisferio y sigue su tasa de crecimiento máxima en 2008.

La economía de Bolivia ha podido progresar a pesar de una serie de shocks importantes, como la disminución de las remesas, la disminución de la inversión extranjera, la revocación de preferencias comerciales por parte de Estados Unidos, graves episodios de inestabilidad política como resultado de movimientos de oposición política separatistas. y las recientes caídas en los precios y mercados de exportación, junto con otros impactos de la recesión mundial.

La clave del éxito relativo de la economía boliviana ha sido la política fiscal expansiva y el control de los recursos nacionales, especialmente el sector de hidrocarburos, un desarrollo relativamente reciente.

En los últimos tres años, el gobierno ha comenzado varios programas dirigidos a los bolivianos más pobres. Estos incluyen pagos a familias pobres para aumentar la inscripción escolar; una expansión de las pensiones públicas para revivir la pobreza extrema entre los ancianos; y más recientemente, pagos para madres no aseguradas para ampliar la atención prenatal y postnatal, para reducir la mortalidad infantil. Aunque los últimos dos años de nuevos programas probablemente muestren alguna mejoría cuando los datos estén disponibles, Bolivia todavía tiene algunas de las tasas más altas de pobreza extrema y tasas de mortalidad infantil en el hemisferio.

La pregunta entonces es, si Bolivia es la “nueva niña rica” del vecindario, ¿Por qué sus ciudadanos son tan pobres?

 

Fuente: Historic World . The Telegraph . Wonder World . The Universe We Breath

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 7, 2018