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claudio-phone2Por Claudio Kussman.

 

 

LOS MALEDUCADOS Y SUS ABUSOS.

 

Es muy común que los miembros de la justicia no saluden a un imputado de los mal llamados delitos de lesa humanidad. También evitan  estar cara a cara con nosotros. En este caso los ayudan las videoconferencias, realizadas en equipos obsoletos de baja definición, en las que tratan de no cosa2ser enfocados por la cámara. Otro fenómeno es no dar dar el nombre cuando uno llama por teléfono al juzgado y pregunta con quien se habla. En una primera evaluación creí que al no saludarme o no contestar los míos eran simplemente unos MALEDUCADOS. Luego pensé que  deben tener la convicción de manejarse con la verdad y la justicia y por consiguiente me desprecian por tener que tratar  nada más y nada menos  que con un “integrante de una asociación ilícita que llevaba a cabo un plan criminal clandestino e ilegal implementado para secuestrar, torturar, asesinar y producir la desaparición de personas, utilizando para ello la estructura orgánica de las Fuerzas Armadas y las de Seguridad, a ellas subordinadas, federales y provinciales” como carátula la causa.

 

LA COSA

 

Todo ente. Lo que tiene algún tipo de existencia. Objeto inanimado. (Diccionario Grijalbo)

Hoy   me doy cuenta que aparte de su mala educación, también se debe a que me consideran nada más que “UNA COSA”.

Por ello:

1) Para mí el tiempo no existe y de cualquier forma puedo estar detenido por un tiempo sin límite. La Constitución, el Código de Procedimiento Penal o las leyes   no rigen, no me corresponde.

cosa42) Mi voz no se escucha, puedo solicitar, demostrar, decir lo que quiera, solo me contesta el silencio absoluto.

3) Mi buen comportamiento a través de la vida no cuenta absolutamente para nada. El mismo, no existió.

4) Mi apellido tampoco importa, ya que fonéticamente siempre será  parecido con el de cualquiera que a ellos les venga bien.

5) Como cosa me “ponen” en cualquier lado, como por ejemplo en el Comando Radioeléctrico de Bahía Blanca, donde nunca presté servicio.

6) También en la actualidad, me trasladan  como quieren, en la condición que quieren, cuantas veces quieren, por el tiempo que quieren, en inmundas e ilegales “perreras”.

7) Lo increíble para mí, que por mi imputación, soy UNA COSA,  es que así también me considera, el poder político, el legislativo, el judicial en pleno, el poder eclesiástico, y la gran mayoría  del periodístico. A todos les hice saber lo que me hacían, por diferentes medios (inclusive carta certificada) y su respuesta hasta el momento también es el silencio. Vuelven a repetir el mismo comportamiento que tuvieron en la década del 70.

 

NO AL SILENCIO

 

A lo largo de los años cometí infracciones de tránsito por las que me multaron. También en alguna oportunidad pagué sin haber cometido infracción alguna. Lo hice ya que era más fácil pagar que reclamar inútilmente. En esta oportunidad nos tratan con la misma displicencia que si se tratara de una infracción de tránsito no cometida, con la diferencia que la condena es de por vida. Ya con dos años prisionero debo decir que así me hubieran quitado un solo día de mi libertad no me callarán. ¿Pensarán que tanta barbarie e ilegalidad la aceptaré en silencio y sumisamente? ¿Esta gente tan maleducada pensará que se puede “engarronar” seres humanos impunemente?   EL TIEMPO Y LA VERDAD TIENEN LA PALABRA-

 

 

“La buena educación de un hombre es su mejor garantía contra la mala educación de otros.”

Philip Dormer Stanhope, 4º Conde de Chesterfield (1694 – 1773)

 

 

Claudio Kussman

PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 1, 2016