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Una carta de lectores en el diario Clarín y una respuesta…


Falta el gesto del Papa a los militares presos.

 

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Carta de lectores del diario Clarín.

pope-francisPapa nos pide a todos “que nos pongamos la Patria al hombro”. Si tomamos en su integridad estas palabras e incluimos en ellas el concepto de unión, pacificación y perdón, no debe haber exclusiones de ningún tipo. Pero ello no será posible mientras haya en las cárceles argentinas presos políticos (así los considero), la mayoría ancianos con problemas de salud, para quienes Francisco nunca ha tenido una palabra de consuelo, menos una sonrisa. La parcialidad expuesto por los jueces que los juzgan se da de patadas con lo solicitado por el Papa. Mientras, el Gobierno mira hacia otro lado.

Carlos Bonorino

carlosbonorino@gmail.com

 

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Estimado Señor CARLOS BONORINO.

Luego de leer su carta publicada en el día de ayer en el diario CLARIN, juntamente con mi familia le hacemos llegar todo nuestro
agradecimiento por la valentía y veracidad de su contenido. En lo personal le diré que el próximo 28 cumpliré DOS LARGOS AÑOS, como prisionero de una ilegalidad que nunca creo que haya existido en un país que se dice vivir en democracia. Usted resalta muy acertadamente tres conceptos fundamentales para la vida de todo ser humano de bien, y reclama PALABRAS DE CONSUELO, a quien se dice Papa. Lamentablemente en lo personal, y reitero lo de personal, le diré que a esta altura con el tiempo que me robaron y ya con 71 años rechazo los mismos y  con todo mi respeto le diré porque:

UNIÓN: Yo no he sido militar, si he sido funcionario policial durante 31 años y sé que me esforcé en mi misión de ayudar a terceros y ser parte de la línea azul que debe separar a la gente de bien de los depredadores. A pesar de ello cuando fui involucrado al “barrer, por inferencias” en una causa por los mal llamados delitos de lesa humanidad, la institución a la que pertenecí miró para otro lado. Si bien esto mismo hizo el resto de las fuerzas, la cobardía demostrada en mayoría tanto por los miembros activos como por los retirados, hace que no quiera tener ninguna relación con ellos, ya que salvo casos puntuales absolutamente nada me une a los que demostraron ser COBARDES.


PACIFICACIÓN:
Imposible tener una relación que no sea de reproche y poco pacífica hacia los miembros de la IGLESIA y los TRES PODERES DEL ESTADO.  Me refiero a los del “vamos por todo” y mucho más  a los del “cambiemos. Con mi familia les escribimos un total de MIL DOSCIENTAS SETENTA CARTAS aparte de centenares de correos electrónicos y solicitadas en diarios de Argentina y del exterior. Hipócritamente respondieron con el silencio. Literalmente fue tirar tiempo y dinero A LA BASURA.

PERDÓN: Yo no requiero el mismo, por el contrario como me “ENGARRONARON” como a otros muchos que desde años permanecen en la cárcel o ya murieron en ilegales prisiones preventivas, soy yo el que debe PERDONAR. El ensañamiento que he visto en este tiempo,  con “adultos mayores” enfermos en la prisión, y en algunos casos del que yo mismo he sido víctima, marca una bajeza y una cobardía de una magnitud  sin precedentes, por miembros de un poder judicial que son verdaderos delincuentes y asesinos. He denunciado esto reiteradamente y el espíritu corporativo prevaleció por sobre la ley y la vida. IMPOSIBLE PERDONAR, cuando impotente veo a mi esposa enfermar por el accionar hipócrita de tantos, que teniendo que haber intervenido para detener el exterminio que se lleva a cabo, prefirieron mirar para otro lado diciendo “QUE LA JUSTICIA DEBE SER INDEPENDIENTE”. El único espacio que con mi
esposa nos queda es renegar de este territorio llamado Argentina, que solo es una ilegal prisión, de la que legalmente queremos alejarnos en forma definitiva para poder olvidar las dantescas y no merecidas circunstancias vividas en estos últimos tiempos.

PALABRAS DE CONSUELO: Realmente ya no me interesan si vinieran del señor Papa, luego de 2 años sin responderme a las 69 cartas que le enviáramos. Destaco que las palabras que en mayoría hemos recibido con nuestra familia, han sido de parte de diferentes personas, quienes nos aconsejaron desistir de nuestros fuertes reclamos a través de la Web, ya que los miembros de la justicia y otros que no nos escuchan, “SE PUEDEN OFENDER”. Realmente de no creer.

Pidiendo perdón por la rabia que tanta iniquidad implantó en mi persona, lo saludo cordialmente.

 

“El gran consuelo en la vida, es decir lo que uno piensa”.

Voltaire (1694-1778)

Claudio Kussman

Noviembre 10, 2016

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