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 Por Dr. Carlos del Señor Hidalgo Garzón

 

El Derecho, como tal. Significa sujeción. A las normas a las costumbres, a los alambicados significados de la protección de lo bueno contra lo malo, pero bajo ningún aspecto, es justificable, la aceptación del Derecho Internacional, para la Sujeción de las capacidades Sobernas de los Estados y Naciones. Estaríamos en total contraposición a los procesos de emancipación libertad y autodeterminación de los pueblos, que, con absoluta justicia, luchas por su Identidad y capacidad de resolver sus asuntos conforme el Derecho, basado en la Justicia, que mejor cuadre dentro de lo Moral al país.

EL CACAREO DE LOS INTERNACIONALISTAS

Como todos podemos apreciar y ajustados a la realidad, hay países, con autodeterminación, lograda incluso tras penosos procesos que involucraron sangrientos conflictos, como también los hay que deponen su soberanía es decir el asumir su Yo Soy, por el Soy lo que me conviene al precio de mi libertad y la vida de los habitantes. Siendo claros, periódicamente, el cacareo de los organismos supranacionales, debe justificar, sus altos costos de supervivencia, mundana y de buen perfume, aplicando correctivos, que también muchas veces son pedidos por los estados vasallos.

NO SOMOS NECIOS

Sabemos que los tratados entre estados, pueden ser  muy hermosamente enunciados, pero como de costumbre, algo “hay que entregar”. La Argentina en su ominosa Constitución modificada a calzón sucio, por las apetencias ideológicas más allá de toda necesidad de la Patria y sentido de pertenencia, es un instrumento volátil, que los ideologistas están empleando a “piacere” para sus propios derechos feudales. Nos hemos comprometido a “calzón bajo” frente al mundo, dándola espalda a las reales necesidades del pueblo que sigue acuciado por los internacionalistas, más allá de un adecuado y restricto intercambio con las soberanías de otros pueblos. Así las cosas, nuestra triste historia, por un lado muestra el valor de sus hijos en las luchas permanentes por la independencia, contra otros, que prefieren temerariamente, el “savoir faire” de las tertulias en las embajadas y  los contratos elitistas a cambio de la autodeterminación soberana.

No estamos diciendo que debemos aislarnos, precisamente la base del auténtico derecho internacional, propende a la libertad y la autodeterminación, pero los tratados e injerencias de textos jurídicos de alto compromiso, incluidos bárbaramente en nuestra Constitución Nacional, permiten argüir que no hemos perdido el sentido de integración y cooperación dentro del concierto de las naciones. Pero es grave advertir que desde la arquitectura jurídica de la Argentina y en relación a doctrinas internacionalistas, en los últimos setenta años. Son de aceptación de normas que beneficias ideologías y fundamentalmente, potestades financieras. Pero el estilo de la viveza criolla.

EN SINTESIS

La norma internacional, debe ajustarse a la voluntad del pueblo, del bien común y la Soberanía de una Justicia Independiente, que permita al Estado, tener vocación de respeto, primero para la Patria y luego para el concierto internacional. Lamentablemente hace ya casi dos décadas el inefable internacionalista argentino Carlos Pérez Llana, y varios factótums de los privilegios internacionales en desmedro de los nacionales, desarrollaba con total impudicia, nada menos que en la Escuela Nacional de Defensa, teorías de globalización y sujeción al poderoso de turno. Y nunca en ninguna clase le escuché hablar del sentir el pueblo argentino, que también culpable por desinformación y conveniencias que devienen del populismo y la demagogia, del verdadero sentir de soberano con Identidad y Ser.

EL CRASO ERROR ARGENTINO

Como todos los países del tercer mundo manejado por mafias colegiadas por las finanzas internas y externas, impúdicamente, meten en la CN todo el internacionalismo llámese Tratado de Roma – Corte Penal Internacional y muchos otros organismos Ideologizados Financieramente por el internacionalismo de conveniencias en particular con la deformación lisa y llana de los Derechos Humanos. Hoy una verdadera tragedia, que permite la tortura y el asesinato de una “etnia” de ancianos, que salieron a apagar las llamas del terrorismo que se enseñorea en estas pampas. Pues la guerra continúa, ya que la corrosión y corrupción más los diarios asesinatos de indefensos seres humanos, pervierten el Estado de Derecho en una entelequia autista.

LOS TRAPOS SUCIOS SE LAVAN EN CASA

Este aserto, podría si se cumple limitar el internacionalismo “conveniente” y asumir la responsabilidad, que a cada estado “in totus” le corresponde. Eso no quiere decir dejar de lado la Ley, por el contrario, sería como ponernos los pantalones largos de una buena vez, dejando que “el juez natural” asuma las responsabilidades de juzgador de los presuntos ilícitos en el país. O devolver a la Justicia Militar sus naturales fueros, como ocurre, si por imitación actuamos, mirando a otros países, que la ejercen lavando sus trapos sucios en casa.

HOY ASISTIMOS AL CACAREO FRENTE A UNA DECISION DE UN ESTADO

En todos los MCS (Medios de Comunicación Social devenidos en MCM – Medios de Comunicación de Masas), se apostrofan decisiones del gobernante del uno de los países más poderosos de la tierra, pues así desde su nacimiento decidieron serlo. Y es Estrategia de Estado. Impedir meterse judicialmente en sus asuntos a la Corte Penal Internacional. Sin por ello dejar de hacer justicia en sus delincuentes. Todo el gallinero de Internacionalistas y la Fiscal imputan colectando adhesiones de países sumisos y aportantes al mantenimiento de los “perfumados” internacionalistas, cuando eso no es lo que realmente sostiene el espíritu del Derecho Internacional. De ser aplicado adecuadamente no se entrometería en los asuntos personalísimos que establecen la Constituciones ganadas a sangre y fuego, para erigirse en países con autodeterminación, que esto no excluye el derecho de todos los habitantes. O de la paz que siempre está lejos y la guerra siempre presente, de una forma u otra.

CONCLUIMOS

Creemos en la supremacía de la Vida y la Libertad y la autodeterminación de los pueblos, ese era el espíritu alberdiano y de los padres fundadores de nuestra nacionalidad e independencia. Es necesario acotar que debemos primero sanear nuestra corrupta Argentina, sin ser odiosos a la comunidad internacional. Pero en su justa medida y con la adecuada adaptación del Derecho a las necesidades – MADURAS – del pueblo. No hacer del internacionalismo del derecho, o de las teorías, de Claus Roxin, la panacea de indiscutible y permitir, que la argentina, siga cabalgando “en pingo ajeno” pisoteando los legítimos Derechos Humanos de la totalidad. No de una saña basada en el resentimiento y el odio, acunados desde la emancipación y fogoneados, primero, por los traidores vernáculos y segundo las injerencias de otros estados e ideologías. Combinar ambos conceptos es un mal cóctel.

DECIA EL PADRE DE LA PATRIA – “SERAS LO QUE DEBAS SER Y SINO SERÀS NADA”….debemos elegir entre la esclavitud mansa y remunerada por los mendrugos del odio y el latrocinio o la pobreza rica en Identidad. El pueblo (nosotros) debemos elegir, si es necesario volteando los tiranos. Y discerniendo de aquello que pueda aparentar la sana felicidad, de una ebriedad litúrgica demoledora. SAN MARTIN PENSO Y OBRO.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Septiembre 17, 2018