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Por Claudio Kussman.

 

REPULSIÓN  POR ATILIO ROSAS, COMISARIO INSPECTOR (r)

Imposible expresar en estas líneas la repulsión  y el asco que siento por JORGE ATILIO ROSAS, falaz Comisario Inspector (R) de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.  Este, durante algunos meses en los años 1976 y 1977, se desempeñó como Segundo Jefe y luego como Jefe interino, en la Unidad Regional V de Policía con asiento en la ciudad de Bahía Blanca. Allí tuve la desgracia de prestar servicio durante varios años, trabajando en la calle de civil.

 

ESCORIA – TALES PARA CUALES

En la misma forma en que “la justicia independiente” efectuó detenciones al “barrer”, sin importar si se era autor de algún mal llamado delito de lesa humanidad, también hubo “privilegiados” que quedaron protegidos por la misma. En Bahía Blanca son muy conocidos los casos de un empresario periodístico, y tres miembros del poder judicial. También el de este, para mí, repulsivo “jefe” de los años 70 que al día de hoy superó los 88 años de edad, o sea 17 más que yo. La diferencia además de la edad, la da que él con mis mismas imputaciones y  siendo “el jefe”,  está excarcelado por falta de mérito y yo en prisión. Ese no sería el problema extremo, si no fuera que cuando esta escoria declaró contra personal del Ejército Argentino, a la pasada me nombró como enlace con el mismo, lo cual JAMAS FUI. Quien había sido designado para ello, era el oficial, creo que con jerarquía de Principal, GUILLERMO GOENAGA, lo cual aparte de ser de público conocimiento, debe estar en registros militares de la época, que posee la fiscalía. Lógicamente con los personajes de la misma como ABEL CÓRDOBA, JOSÉ NEBBIA Y MIGUEL PALAZZANI, imposible pedir imparcialidad. Rosas y ellos son tales para cuales.

 

LOS ROSTROS DE LA INIQUIDAD

Por eso al momento del careo llevado a cabo el 10 del corriente, solicitado por mí en diciembre de 2016, o sea hace casi CINCO MESES, ROSAS se presentó sin su abogado. Se requirió la presencia de la defensora oficial CINTIA BONAVENTO y se negó al mismo, “hasta que no consulte con su abogado particular”. ¿Para que llevaría abogado si está BIEN PROTEGIDO POR LA PROPIA JUSTICIA? (inferencia mía). Más que evidente que todo es un “cajoneo” en el tiempo y también la acción de un permanente desgaste. Imaginen la movilización de Pinamar a Bahía Blanca de mi esposa y mío. La del doctor MIÑO de Rosario a Bahía Blanca, hotelería, etc. etc. Desde ya aclaro, que así tengamos que ir caminando y dormir en un banco de la plaza, allí estaremos, hasta el último aliento, una y mil veces. Jamás me perdería de ver frente a frente los rostros de la iniquidad.

 

DISCONFORMIDAD CONMIGO MISMO

Por edad ROSAS llegó acompañado por su hijo y  una mujer, exagerando su deterioro físico y aparentando carecer casi de movilidad (fuera de la vista de todos, al ir al baño, existente en un pasillo externo, se movilizó por cuenta propia). Presentaba buena vestimenta, un fuerte olor a suciedad corporal y uñas largas. Ahora pienso que todo esto solo fue una puesta en escena para simular mayor desgaste, e inspirar lástima. A nadie de este poder judicial le importa absolutamente nada la verdad. Tienen un libreto que siguen al pie de la letra.  Le pregunté al juez DA SILVA, como este ejemplar siendo el jefe está libre y yo oficial subalterno, preso, y solo respondió su silencio. Ese silencio que utilizan todos en estos casos cuando uno reclama nada más que justicia de verdad. Yo en algún momento me exasperé, lo que hace que me sienta disconforme conmigo mismo. Imagino que la imagen proyectada, frente a gente joven, fue la de un adulto mayor (yo), masticando bronca y  diciendo cosas desagradables frente a un pobre “ancianito” indefenso e impedido, que yo sé, goza de una maquiavélica e inmerecida libertad.

 

DEBIENDO UN PRESO A LA POLICÍA

ROSAS fue un jefe a quien los oficiales jóvenes le escapábamos. No era de acción, por  lo que en la jerga policial se decía que: “le debía un preso a la policía”. Quizás por envidia, siempre criticaba a sus pares o superiores jerárquicos, diciendo que solo él, era honesto. Esto representaba un compromiso para uno, por tener  mucha menor jerarquía (4 grados menos). Estando él como Comisario en Carmen de Patagones se produjo un cuádruple homicidio. Yo prestaba servicio en Investigaciones, viajamos a esa ciudad y esclarecimos el hecho, casi inédito en esa época. Esto trajo aparejada, una fricción de él con mis jefes. Solo eran 15 minutos de tonta fama, que  siguió reprochando a través de los años como si se le hubiera robado el esclarecimiento.

 

ALIEN

Hoy a la distancia analizo el careo fallido y me doy cuenta que ROSAS “compró” su libertad. Así, como un maligno ALIEN, en sus reiteradas entrevistas con el entonces fiscal militante  ABÉL CÓRDOBA depositó en el 2011 y aún antes, un huevo. Este ya maduró y  hoy el monstruo rompió, y saltó desde su interior, sobre mi rostro. A su ataque no hay escapatoria, ya que con su negativa a hablar, se llevará la verdad a la tumba, de la que espero que nunca pueda salir.

 

 

 

“Yo admiro su pureza, es un superviviente al que no afecta la conciencia,

los remordimientos ni las fantasías de moralidad”.

El Octavo Pasajero (1979)

 

 


Claudio Kussman

claudio@PrisioneroEnArgentina.com

www.PrisioneroEnArgentina.com

@PrisioneroA

Mayo 12, 2017