Intromisión

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Escribe: Manuel J. Campos Carlés en Carta de Lectores del diario La Nación.

Intromisión

La insistencia con que ciertas autoridades gubernamentales que siguen la línea de pensamiento del señor Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos, para presionar políticamente por la liberación de Milagro Sala con inadmisibles argumentos provenientes del secretario general de la OEA, Luis Almagro, es una intromisión incalificable dentro del ordenamiento institucional del país. El gobierno nacional, en forma urgente y con extrema firmeza, debe fijar posición al respecto, ya que están en juego no solamente los valores republicanos en que se sustenta la división de poderes, la independencia de la Justicia, los principios morales, y la propia respetabilidad del gobierno nacional. La amnesia y la indiferencia de pensamiento de quienes declaman por el proceso aludido les produce una ceguera irreversible, que les impide pensar en otros casos, como el de Jaime Smart, quien con más de 80 años sigue dependiendo de la soberbia y la arbitrariedad humanas.

Manuel J. Campos Carlés

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 9, 2016


 

La ONU y LOS Derechos Humanos

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alsogaray-alvaro-l Por Álvaro L. Alsogaray.

Como se sabe un grupo de expertos de un organismo dependiente de la ONU dedicado a investigar ” detenciones arbitrarias” solicitó al presidente de la República que se libere inmediatamente a Milagro Sala y que se e asigne una compensación economíca.

El gobierno reaccionó técnica y políticamente bien , manifestando que recibía esa solicitud y que se la trasladaría a la justicia de Jujuy que es quien tiene competencia en este tema y quien ha decidido tal detención .

Ahora , con una sana intención del gobierno en mostrar ser transparente en esta cuestión , que ya ha traspuesto nuestras fronteras y evidentemente se ha politizado , el Sr Avruj ( Secretario nacional de DDHH ) acaba de anunciar que el gobierno del presidente Macri habrá de invitar a esa comisión de expertos en ” detenciones arbitrarias” , a venir al país para que pueda evaluar ” in situ” la situación de MIlagro Sala . Para ello , se facilitarán a dicha Comisión los accesos a las personas ( funcionarios , jueces etc) y a los lugares que ese grupo de trabajo estime conveniente concurrir, incluyendo la cárcel donde se encuentra MS y hasta entrevistas con esta.

Como la invitación es con ” agenda abierta” para analizar no solo el caso de Milagro Sala sino ” otras denuncias e inquietudes que se tengan ” sería bueno que el gobierno proponga a esa Comisión de trabajo que en ocasión de este viaje a la Argentina investigue también ” in situ” , cual es la situación de las personas integrantes de las FFAA y de Seguridad que combatieron contra el terrorismo en los años 70 y que hoy , y desde hace muchos años, se encuentran presos en distintas carceles .

Esta investigación debería estar orientada a conocer la legitimidad de estas detenciones , al estado procesal de la causas, y – fundamentalmente- a comprobar si se vienen
cumpliendo con las garantías del debido proceso que nuestra Constitución y las leyes establecen. También informarse sobre ” condiciones de detención” de tales personas en particular en cuanto al trato humanitario del que son objeto.

Sr Avruj , Ud tiene la palabra.

Hágalo aunque considere que es ” políticamente incorrecto”.


 

PrisioneroEnArgentina.com

Noviembre 22, 2016

Deseamos Informarles que Mañana seremos Asesinados junto a Nuestras Familias.

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fabian11 Por Fabian Kussman.

Una propaganda de televisión muestra a un grupo de ladrones con la cara cubierta ingresando a un banco provistos de armas y ordenan a los que allí están a recostarse en el piso. Todos obedecen menos un guardia que solo mira lo que está sucediendo. Desde el piso, una pareja de clientes le sugiere que haga algo. El guardia se vuelve hacia ellos y les informa: No soy un guardia de seguridad. Soy un guardia de monitoreo. Solo notifico a las personas si hay un asalto -el guardia mira a su alrededor, ante la confusión de sus interlocutores, observa a los atracadores y devuelve su mirada al consternado dúo- Si, hay un asalto…

Si usted tuvo oportunidad de leer el libro de Philip Gourevitch, Deseamos informarles que mañana seremos asesinados junto a nuestras familias, sobre el genocidio ocurrido en Ruanda en 1994, habrá notado con pena ciertos detalles de lo que pudo haber sido y no fue (O lo que sucedió y pudo ser evitado), como siempre ocurre con las intervenciones o inacciones de la Naciones Unidas y sus respectivas ramas.

Los Acuerdos de Arusha, en Tanzania, se llevaron a cabo entre 1992 y 1993 para garantizar la integración política y militar de las transiciones del gobierno de Ruanda y la retirada de tropas francesas del territorio de Ruanda. Las Naciones Unidas formaron una comisión para observar el cumplimiento de los tratados y para ello nombraron al Coronel canadiense Romeo Dillaire.

Dillaire arribó a Kigali con la sola intención de supervisar la integridad de las operaciones de acuerdo al tratado firmado, pero… algo huele mal en Ruanda. El 22 de enero de 1994 un avión DC-8 francés descendió en Kigali lleno de armas y municiones a través de informantes Dillaire descubrió que las mismas serían usadas para atacar a los tutsis. Este cargamento fue proveído por Bélgica, Israel, Francia, Holanda, el Reino Unido y Egipto.  De manera urgente, el Coronel Dillaire denunció la situación a las Naciones Unidas. Pese a esto, no se le permitió incautar el cargamento ya que el mismo había sido ordenado antes de la firma del tratado. Su propio Servicio de Inteligencia logró que fuentes nativas le participaran cuanto llegara a sus oídos. De esta manera el canadiense logró conocer el día en el cual la masacre iba a comenzar, que iglesias iban a albergar y luego emboscar (Iglesias encerraron a nativos en ellas para facilitar los asesinatos) a los Tutsis y las estaciones de radio que iban a ser utilizadas para anunciar datos falsos sobre refugios y llevarlos a la muerte. En medio del genocidio, los mejores hombres de Dillaire (Entrenados, capacitados y experimentados) fueron retirados de África por lo que el Coronel solo pudo dedicarse a intentar salvar cuantos Tutsis pudiera. Se cree que su asistencia salvaguardó entre 32.000 y 40.000 Tutsis. La indiferencia/complicidad de las Naciones Unidas hizo que perecieran brutalmente asesinados más de 800.000 seres humanos en menos de noventa días.  

En 1995 se celebra en Nueva York el acuerdo de relación entre la Organización de Estados Americanos y la Organización de las Naciones Unidas. Allí se establece la suscripción del Acuerdo de Cooperación entre la Secretaría de las Naciones Unidas y la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos como un avance en materia de coordinación y cooperación entre los dos sistemas, además de exhortar al Consejo Permanente a promover un flujo adecuado de información relativa a las actividades relevantes que se realicen en las Naciones Unidas, a fin de fortalecer su trabajo. Como ejemplo, la asistencia conjunta en Haití, luego de la catástrofe… país que aún se está reconstruyendo y sobrevive entre aguas servidas y alimentos putrefactos.

La Organización de las Naciones Unidas y su organización hermana, la OEA, tienen una prima “ñoqui”: La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entidad que se balanceaba entre la vida y la muerte, carente de recursos financieros. Si, una botella de Moët & Chandon Dom Perignon White Gold cuesta entre 2.500 y 3.000 dólares. ¿Cuál es la función de los directivos de la Comisión cuando no están dentro de las paredes de esta especie de Harvard Club? Monitorean…

Comenzando el 13 de setiembre de este año y por espacio de cuatro días, la Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos realizó una visita de trabajo a la República Argentina. El objeto principal de la visita fue monitorear la situación de derechos humanos de las personas privadas de libertad y, en particular, analizar los principales avances, así como los desafíos que enfrenta el Estado argentino para reducir el uso de la prisión preventiva. ¿Sorprendente, verdad? Recapitulemos. Hay dos clases de presos. Los presos comunes -a quienes les deseo suerte con este monitoreo– y los presos políticos además de los prisioneros ilegalmente arrestados. Estos dos últimos pertenecen a la categoría de sub-hombres, por lo cual no fueron visitados por el comisionado James Cavallaro (Presidente de la Comisión y Relator sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad) y su personal. Estos sortearon a los sub-hombres con la misma animadversión que sentía el narrador de Informe sobre Ciegos hacia los no videntes. ¿Alguien entre los tantos funcionarios entrevistados habría de recordarles de la existencia de esta civilización, usted se preguntará? La CIDH se reunió con diversas autoridades, incluyendo al Jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña; la Ministra de Relaciones Exteriores y Culto, Susana Mabel Malcorra; el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Carlos Garavano; el Embajador Extraordinario Plenipotenciario y Representante Especial para los Derechos Humanos), Leandro Despouy; el Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Bernardo Avruj; el Jefe de Gabinete del Secretario de Derechos Humanos, Leonardo Szuchet; el Subsecretario de Protección de Derechos Humanos, José Brian Schapira; el Asesor Legal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Siro de Martini; el Coordinador de Asuntos Jurídicos Internacionales de la Subsecretaría de Protección de Derechos Humanos de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Ramiro Cristóbal Badía; el Director General de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Ministra María Gabriela Quinteros; la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, y el Procurador Fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Víctor Abramovich. Asimismo, el Relator se reunió con diversas autoridades penitenciarias, que incluyen al Subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios, Juan Bautista Mahiques; al Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal, Emilio Blanco; al Director de la Dirección Nacional de Readaptación Social, Matías Hugo de Sanctis, y al Procurador Penitenciario de la Nación, Francisco Mugnolo. En la provincia de Buenos Aires, la delegación de la CIDH se reunió con el Ministro de Justicia, Gustavo Ferrari y con el Secretario de Derechos Humanos, Santiago A. Canton. En Mendoza, la CIDH sostuvo reuniones con diversas autoridades, incluyendo el Ministro de Justicia, Dalmiro Garay; el Ministro de Seguridad, Gianni Venier; el Director General del Servicio Penitenciario, Enrique Eduardo Orellana; el Director de Enlace de Asuntos Penitenciarios y Justicia, Juan Ignacio Mulet; y la Directora de Derechos Humanos, Luz Amanda Faingold. En la provincia de Santa Fe, el Cavallaro y sus asistentes se reunieron con el Fiscal General del Ministerio Público de la Acusación, Julio de Olazábal; el Secretario General del Ministerio Público de la Acusación, Mario Martin Barletta; el Fiscal Adjunto de la Fiscalía de Estado, Juan Pablo Cifré; la Secretaria de Derechos Humanos, María Josefa Dal Dosso; el Subsecretario de Asuntos Penales, Lisandro Martínez Gorostiaga; el Subsecretario Legal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Leandro Maiarota; y la Directora Provincial de Relaciones Institucionales del Servicio Penitenciario, Lucía Masneri Calderari. Asimismo, el Relator de la CIDH se entrevistó con el Defensor Provincial de la provincia de Santa Fe, Gabriel Ganón. Asimismo, en la Ciudad Autónoma de Buenos y en Mendoza, la Relatoría de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se reunió con organizaciones de la sociedad civil y otros actores interesados, tales como la Asociación para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos Xumek; Abogados y Abogadas del Noa en Derechos Humanos y Estudios Social; la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, de La Matanza; la Asociación Pensamiento Penal; la Asociación Civil de Familiares de Detenidos; el Comité Provincial de Prevención de la Tortura y Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos y/o Degradantes en Chaco; la Catedra de Criminología de la Universidad Nacional del Rosario; el Centro Angelelli; el Observatorio Internacional de Prisiones; la Comisión Provincial por la Memoria; la Plataforma Regional por la Defensa de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes con referentes adultos privados de libertad; el CELS; Yo No Fui; la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de la provincia de Mendoza; la Universidad Nacional de Cuyo; la Delegación Escolar de Contexto de Encierro; el Centro Latinoamericano de Derechos Humanos; Mendoza Law; la Asociación de Ex Presos, y Humanery. Finalmente, en Mendoza, la delegación de la CIDH se reunió con el Presidente del Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, Fabricio Imparado. En todas estas reuniones -importantes, sin dudas- nadie incurrió en el pecado de destruir dos células cerebrales y deslizar el tema de los prisioneros políticos. Perdón, sub-hombres. El comisionado Cavallaro tampoco deslizó la pregunta que pareciera estar limitada a pertenecer exclusivamente al territorio venezolano: ¿Por casualidad, no tendrán aquí dos o tres presos políticos que les sobren? Solo se empecinaron en recordarle a nuestra “justicia” en poner mayor énfasis en el cumplimiento de las prisiones preventivas (Algo que los magistrados deben haber olvidado) como si el Estado Argentino demorara en pagar la cuota social de la biblioteca del distrito.

Entre los casos en los que se ha recurrido a la CIDH, el de Lucio César Nast -preso político con prisiones preventivas vencidas, sin respuesta de la “justicia” argentina- sobresale por las connivencias entre esta organización y el Estado Argentino (Tal vez esta afirmación es exagerada ya que la mayoría que se dirige a esta comisión obtiene resultados similares, cuidándome de no decir todos). Hace más de diez meses la CIDH solicitó a la Secretaria de Derechos Humanos de Argentina un reporte sobre la situación irregular del prisionero Nast y le otorgó treinta días para producir una contestación. La Argentina -una vez cumplido el plazo- solicitó dos meses de prorroga (tiempo final que el estatuto de la Comisión permite). Ante una nueva solicitud -quebrantando sus propios preceptos- la Comisión le concedió otros noventa días. Los esfuerzos del representante legal de Lucio Nast, el doctor Gonzalo Miño, se vieron desmoronados al cumplirse casi once meses (Ocho más de lo consentido) sin respuestas. Para el análisis quedará dilucidar si Nast es víctima de un batallón de burócratas, de una manera sutil de dejarle saber que no cuente con ellos, o presa de un escondido manejo. El 26 de agosto del corriente año 2016, la CIDH recibió una carta de la República Argentina anunciando una contribución extraordinaria de 200.000 dólares estadounidenses, los cuales se suman a los 83.000 dólares ya recibidos como colaboración anual y a 117.000 dólares anunciados en otra carta recibida previamente, a ser liquidados este año. Esto logra que la Argentina se suba a la cima del podio y se convierta en el primordial donante de la CIDH entre los países latinoamericanos en el año 2016, con un total de 400.000 dólares. ¿Casualidad, confluencia del caos u omerta?

A medida que pasa el tiempo nos damos cuenta que la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, los Cuerpos de Paz, la Cruz Roja no son más que simples salones sociales sin tener en cuenta que el mundo sigue despedazándose. Todas estas personas pretenciosas que pasean la actitud soberbia de hacernos creer que han sido enviados a este mundo a mejorarlo mientras insultan la inteligencia de los que sabemos que no realizan ninguna diferencia. Los Presos Políticos argentinos no pueden recurrir a ellos, solo emitir un nuevo y último comunicado: Deseamos informarles que mañana seremos asesinados junto a nuestras familias.

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Noviembre 20, 2016

COMO PARA HACER DULCE

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ortin-mauricio Por Mauricio Ortín.

El grado de decadencia de una sociedad debería valorarse por la cantidad y la calidad de falsedades que sea capaz de tolerar. En los últimos días, por fin y porque no tenía otro remedio, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación blanqueó el número de desaparecidos y muertos en la guerra contra la subversión. La cifra, calculada desde la asunción de Cámpora hasta la de Alfonsín, asciende a 7010. Muy lejos de los 30.000 que Pérez Esquivel, Carlotto, Bonafini y casi toda la clase política argentina anuncian dogmáticamente como número axiomático. Hace tan solo menos de un año que Darío Lopérfido, Secretario de Cultura de la ciudad autónoma de Buenos Aires, debió renunciar a su cargo presionado por sostener que no eran 30.000. Al respecto, el mismísimo Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural (sic) de la Nación, Claudio Avruj, expresó su desacuerdo con Lopérfido: aludió a que se trataba de una cifra emblemática y simbólica. En tanto, Malher, el funcionario que reemplazó a Lopérfido, sostuvo que el número de 30.000 había sido adoptado por el pueblo y, por tanto, lo respetaba. No hubo ni un solo político del partido radical o del de Macri que saliera a respaldarlo. Una de dos, o la verdad en la Argentina no es políticamente correcta o no se tiene lo que hay que tener para, siquiera, murmurarla. Porque hay que ser un pusilánime de quinta para soportar impávido que la señora de Carlotto acuse al gobierno de “quererla mostrar como mentirosa ante la sociedad” justamente por mentir de manera escandalosa. ¿Qué es lo que les impide decir que Carlotto MIENTE y Bonafini es una LADRONA? Un tal Daniel Lipovetzky, diputado macrista, se arrugó frente a Rossi y el periodista Silvestre cuando estos le refregaron la “infamia” de no mantener el símbolo emblemático (de la mentira) de los 30.000. Lipovetzky, con cara de “yo no fui”, hizo la defensa del blanqueo mientras, al mismo tiempo, defendía la bandera de los 30.000. Al final, chorizo. Prefiero la actitud cínica y perversa de los que mantienen su mentira a la pusilánime que ni lo uno ni lo otro.

A esta hora de la soirée (cuarenta años han pasado), la defensa sobreactuada de la mentira de los 30.000 huele a podrido. Sobre todo porque Carlotto, Bonafini, Vertbisky, con el apoyo incondicional de los Kirchner durante doce años, no pudieron estirar la cantidad ni a diez mil. De las treinta mil placas del Parque de la Memoria sólo pudieron llenar un tercio. Luego, no es pecar de precipitado el presumir que se quiere tapar un chanchullo mayúsculo. Miles de millones de dólares se destinaron para indemnizar a familiares de desaparecidos ¿Por qué habría de pasar inadvertido a los Kchorros semejante boccato di cardinali?

Ante la evidencia, arguyen que un desaparecido o 30.000 es lo mismo. No, no es lo mismo. Hay que ser discapacitado moral para entenderlo así. Inmoral también es atribuir muertes que no fueron tales a quienes no las cometieron. Pero es que, si fueron tantas, entonces los culpables serán tantos también. La ecuación es: a más muertos, mas “genocidas” a perseguir.

 Con la mentira de los 30.000 se infecta el alma de los niños argentinos en las escuelas; las dirigidas por la iglesia católica, incluidas. Se le atribuye a Hitler la frase: “Mientras más grande es la mentira más gente la cree”. No comparto. Más acertado sería: “Mientras más grande es la mentira más gente teme contrariarla”. Y, de estos últimos, en la Argentina, hay cantidad como para hacer dulce.


 

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Noviembre 13, 2016

Matemáticas a marzo

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El Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (Departamento que depende del Ministerio de Justicia) afirmó que durante la última dictadura militar hubo al menos 6.348 víctimas de desaparición forzada. El dato surge de un informe que fue remitido a la Organización No Gubernamental Ciudadanos Libres, que había presentado una solicitud de información pública.

Si se desmenuzan los números difundidos por el Gobierno, entre el 12 de octubre de 1973 y el 10 de diciembre de 1983 hubo un total de 8.571 víctimas: 7.010 son desaparecidos y 1.571 personas fueron asesinadas.

La respuestas oficial tiene una contradicción. Por un lado indica que las cifras surgen de las denuncias debidamente formalizadas ante la avruj22Secretaría de Derechos Humanos y “no deben entenderse como la totalidad de las víctimas ya que existen numerosos casos denunciados ante la Justicia y otras instituciones”. Luego aclara que el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado incluye los casos denunciados ante la Conadep.

La Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo de la Nación a cargo de Claudio Avruj, emitió un comunicado en el que precisó: “Bajo ningún concepto debe considerarse este registro como definitivo en la medida que permanentemente se siguen recibiendo nuevas denuncias y declaraciones testimoniales; el número de personas desaparecidas continúa siendo indeterminado a la fecha”.

José Magioncalda, titular de Ciudadanos Libres, aseguró: “Nosotros advertimos que hubo magioncaldaun funcionario que por opinar de determinada manera fue hostigado y hasta tuvo que renunciar, entonces creímos que si el Estado daba una cifra comprobada podíamos ayudar a que hubiera un respaldo técnico”.

 loperfido-22El funcionario aludido es Darío Lopérfido, actual director del Teatro Colón. En enero, durante un debate, dijo que en la Argentina no hubo 30 mil desaparecidos. Esos dichos provocaron el repudio de algunos organismos de Derechos Humanos. Tiempo después renunció al Ministerio de Cultura porteño. El informe oficial conocido hoy corrobora aquellas declaraciones.

dangelo-joseMientras tanto el investigador José D’angelo se pregunta: ¿Por qué hay quienes afirman que en la Argentina, en los años ’70, el Estado hizo desaparecer a 30.000 personas, mientras en los registros oficiales, a casi  cuarenta años de los hechos, apenas se conoce el nombre y apellido de menos de la tercera parte de esa cifra? ¿Por qué razón no se divulga la identidad de más de 21.000 víctimas?

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Noviembre 7, 2016

José “Pepe” Brunetta, en diálogo con Eduardo Feinmann

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“Tenemos un secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, que parece que lo pusieron los montoneros…”

(José Brunetta)

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“El 9 de enero de 1975, en época de un gobierno supuestamente democrático, ingresé a trabajar como Gerente de Finanzas a Chrysler Fevre Argentina S.A., empresa automotriz que tenía 4.000 operarios y 1.000 mensualizados, incluyendo directores y gerentes.

El primer día, ese 9 de enero de 1975, el señor Director de Relaciones Industriales, Eduardo Beach, me pide si puedo tener una reunión con él. Me da la bienvenida y me dice que los cuadros directivos de la empresa están todos amenazados por el terrorismo de Montoneros y del ERP, porque la empresa no acepta pagar una mensualidad a los fondos de estas organizaciones y que, si yo desisto de ingresar, no lo va a tomar como un acto de cobardía.

Ante mi respuesta que deseo entrar de igual manera, dado que por suerte la naturaleza me munió de determinados atributos, me pregunta mi fecha de nacimiento, la anota en forma de clave en una tarjeta y al dorso escribe su nombre, el del Director de Manufactura y el del abogado de la empresa, con sus respectivos teléfonos. A continuación me dice que si me llegaban a secuestrar les diera la tarjeta a los delincuentes, que la empresa se haría cargo.

Gran debut, gran!!!

En Marzo de 1976, llego a la empresa como de costumbre a las 8 de la mañana y veo un tumulto, pregunto qué pasa y alguien me dice que habían asesinado a Eduardo Kenny, Gerente de Distribución.

Primero lo tomé como un chiste pero luego, cuando me acerco al grupo, me entero de que era verdad. Cuando en Julio de 1976 me dijeron que habían asesinado Carlos Balsa, Supervisor de Flota, ya no pregunté si era una joda de mal gusto.

Y cuando en Noviembre del mismo año me dijeron que habían asesinado a Jorge Souto, Gerente de Control de Laboratorio, ya empecé a preocuparme un poco más.

Me obligaron a salir de casa con custodia que me dejaba a las 10 o 15 cuadras. Si me hubieran asesinado a mi, Gerente de Finanzas y a la vez, en ese momento, presidente del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, mi sepelio hubiera sido algo así como la Convención de Bancos Nacionales y Extranjeros.

Mi madre le decía a sus clientas del negocio de composturas de zapatos -que había sido de mi padre zapatero- (de allí mi origen oligarca), que de noche no podía dormir pensando que en cualquier momento le iban a informar que a su hijo lo había asesinado el terrorismo.

Sus clientas me sugerían cambiar de trabajo.

Ahora bien, pregunto ¿cuándo van a ir a los tribunales acusados de crímenes de lesa humanidad los ideólogos que enviaban a los jovencitos ‘idealistas’ a asesinar a civiles y a la vez a ser eliminados por las fuerzas del orden?

Los nombres los conocemos.

Si no los conocen se los informo: Miguel Bonasso, Carlos Kunkel, Jorge Taiana, Horacio Verbitsky, Eduardo Luis Duhalde (abogado de los terroristas), Oscar Parrilli, Nilda Garré, Diana Conti… y suma y sigue.

¿Cuál fue mi pecado para estar en la lista de candidatos al homicidio? ¿No se dieron cuenta aún?…

Mi pecado fue que cuando falleció mi padre, el zapatero de la calle Tagle y Las Heras, cuando yo tenia 16 años, en lugar de ponerme a llorar, agarrar un arma y salir a robar, busqué un trabajo, terminé mi secundario en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, mis estudios en la Asociación Argentina de Cultura Inglesa y luego estudiaba en la Facultad de Ciencias Económicas.

Trabajaba fuera de casa, le ayudaba a mi madre en su negocio y terminé todos los títulos en ciencias económicas: Contador Publico, Licenciado en Administración y Licenciado en Economía.

Si hubiera salido a la calle con un fierro quizás ahora podría ser ministro, Secretario de Estado o jefe de los Fiscales.

Jose Pepe Brunetta

Circa 2008

 

 

Fuente: Dra. Andrea Palomas Alarcón

 

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Noviembre 4, 2016

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Entrevista de Eduardo Feinmann al doctor Brunetta

Eduardo Guillermo Feinmann es un periodista, conductor de radio y televisión, además de abogado. Fue columnista político en el programa de radio El oro y el moro conducido por Oscar González Oro. También condujo Dicho y Hecho  y fue durante muchos años el conductor del informativo El Diario. También tiene su propio programa en Radio El Mundo con ‘Alguien tiene que decirlo’. Además es columnista del programa ‘Animales Sueltos’.

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El Doctor José Pepe Brunetta, es un ex director de Chrysler Fevre Argentina, Past President y Fundador   del Instituto Argentino de Finanzas IAEF, presidente de By Performance y agente oficial de TESAM Argentina.


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CLAUDIO AVRUJ ES PEOR Y MÁS LETAL QUE UN TERRORISTA

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claudio-kussman-cartelPor Claudio Kussman.

 

A esta conclusión llego cada vez que sé de sus “sabias” definiciones reiterando que: “los 30.000 desaparecidos son un símbolo emblemático que la sociedad abrazó”. En esta oportunidad el  secretario de Derechos Humanos de la Nación, CLAUDIO AVRUJ, las hizo  durante una charla dada en la provincia de La Pampa, sobre “Discriminación y acoso a los alumnos de la escuela normal”.

http://www.lanacion.com.ar/1951110-un-simbolo-emblematico-de-la-mentira

 

UN BURÓCRATA FALAZ

Este burócrata  miente en forma descarada, ya que una grosera diferencia de nada menos  que 23.000 desaparecidos  en 30.000 no es un símbolo sino simplemente una burda falacia. Mas cuando mucho murieron en combate, detonación de sus propias bombas o atacando establecimientos del estado. También lo es, que la sociedad haya abrazado tal cifra. Lamentable que no se pueda realizar una encuesta al respecto, seguramente la sorpresa sería mayúscula. Así a través de su persona el ejecutivo del CAMBIEMOS tiene un pregonero del demonio que a criterio del gobierno, no es demonio, sino “juventud maravillosa”.

 

NO A LOS DESAPARECIDOS

avruj1Condeno la desaparición de personas,  que es más que evidente, ocurrieron. Fue la parte nada noble e innecesaria  de una guerra que existió, a pesar de que el “relato” lo niegue.  También lo fue el asesinato traicionero de hombres, mujeres y niños por parte de los sanguinarios terroristas que enlutaron la vida de una y varias naciones de la región en forma simultánea. Cuando expreso que este AVRUJ es peor y más letal que un terrorista, lo hago porque el mismo sin riesgo alguno desde un cómodo despacho, volcado y abrazado solo a uno de los dos demonios, por supuesto el peor, sigue adelante con la labor iniciada por los “jóvenes idealistas” del pasado. Acá soy magnánimo y quizás en forma incorrecta reconozco dos demonios. Hago como ellos que tratan de demonio a los que defendieron  la nación de un ataque externo con terroristas  camuflados en la misma población. Hoy matan con  los medios del estado en nombre de la verdad y la justicia,  deteniendo gente al barrer culpables o inocentes, con miembros de un poder judicial corrupto como nunca  y sin ver el sufrimiento y la muerte de persona mayor alguna.

 

SIN RESPETO A LOS CAMALEONES

avruj2Lo puedo entender de quienes gobernaron durante la década ganada, estaban totalmente consustanciados con los asesinos seriales del pasado, pero esta gente llegó al poder pregonando un CAMBIEMOS, el fin del curro de los DDHH, lo ilegal de los jueces militantes, etc. etc.  Esta gente no existiría si quienes se impusieran en la guerra hubieran sido los que la perdieron. O quizás sí. Ante un accionar tan camaleónico como se da en este periodo democrático, todo es posible y quizás embuidos en una ideología radicalizada, también ostentarían el poder.  Desde ya, si MACRI y su equipo tienen éxito en lo económico, lo demás y en espacial nosotros, no importaremos. Pero eso no quita que tanto AVRUJ como los miembros de los 3 poderes no tengan hoy sus manos manchadas con sangre. Los 42 prisioneros fallecidos durante este mandato y el no reconocimiento a los asesinados por el terrorismo en los 70, así lo certifican. Esto hace que yo no sienta respeto alguno por ellos.

 

SIN MORAL

avruj3Dado su hipócrita accionar, es evidente que esos muertos los tiene sin cuidado alguno. A su inmoral entender nosotros los adultos mayores,  relativamente pocos, disciplinados, y con el silencio cómplice de la iglesia y muchos medios de difusión que nos ignoran o tienen una mirada sesgada, somos sacrificables “por el bien de la Nación”.

 

 

“El sentido moral es de gran importancia. Cuando desaparece de una

nación, toda la estructura social va hacia el derrumbe”.

Alexis Carrel (1873-1944)

 

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Octubre 28, 2016


Nota del Periódico la-nacion-logo

Un símbolo emblemático de la mentira

El debate por los derechos humanos no es propiedad de ningún sector político; pretenderlo es desconocer, precisamente, los derechos de todos a saber la verdad

VIERNES 28 DE OCTUBRE DE 2016

El debate sobre el verdadero número de desaparecidos durante la última dictadura militar, sin duda el más trágico desencuentro en la historia de los argentinos, amenaza no sólo con aferrarse al presente, sino también con extender esa dolorosa controversia a las próximas generaciones. La evidencia más reciente de este conflicto no resuelto tuvo como protagonista al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, quien al ser consultado en La Pampa durante una charla sobre “Discriminación y acoso a los alumnos de la escuela normal”, reiteró que “los 30.000 desaparecidos son un símbolo emblemático que la sociedad abrazó”. Avruj planteó la necesidad de hablar sin ideologías sobre el tema y de que el debate no esté nunca viciado por la política. Recordó, además, que “el kirchnerismo no es dueño de los derechos humanos en el país ni de los juicios por los delitos de lesa humanidad, que, debemos reconocer, se llevaron adelante con el ex presidente Raúl Alfonsín”.

La polémica sobre el número de desaparecidos, que los gobiernos del matrimonio Kirchner elevaron en forma oficial al número de 30.000, sin mayores explicaciones, remite a las advertencias que primero Maquiavello y más tarde Joseph Goebbel expresaron con aquello de “miente, miente y miente que algo siempre quedará”. El riesgo con esta estrategia, en política sobre todo, es que cuando se trata de instalar en la opinión pública una mentira, nadie sabe, en verdad, el riesgo que asume, porque estará obligado a inventar veinte mentiras más para sostener la certeza de la primera.

Graciela Fernández Meijide -miembro de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep); madre de Pablo, a quien, con 17 años, los militares arrancaron para siempre de sus manos, y autora de Historia íntima de los derechos humanos en la Argentina hizo algo mucho más efectivo y honesto que entrar en la confrontación de los números oficiales. Averiguó de dónde salió y a quién se le ocurrió la decisión de poner sobre la mesa una cifra que fue homologada desde lo más alto del poder sin mediar ninguna precisión. En su libro, ella describe que los exiliados en España habían formado la Comisión Argentina de Derechos Humanos, pero sabiendo que por entonces no existía la figura de la desaparición forzada. Fue Eduardo Luis Duhalde quien le confirmó que pusieron ese número, el de 30.000, con el propósito de poder apelar a la figura del genocidio y denunciar lo que estaba ocurriendo en la Argentina. Posteriormente, Duhalde fue nombrado secretario de Derechos Humanos en el gobierno kirchnerista y convirtió la ficción en versión oficial al colocar la cifra de 30.000 en un nuevo prólogo del Nunca Más que escribió para colocar por delante del original, el de Ernesto Sabato.

Los 7954 casos documentados por la Conadep, argumenta Meijide, son un número que deja sin respuestas dos grandes preguntas. ¿Dónde están los nombres de esos veinte mil más? ¿Dónde sus familias y las correspondientes denuncias? Esa y no otra es la explicación por las que había tantas placas vacías cuando los presidentes Barack Obama y Mauricio Macri visitaron este año el Parque de la Memoria. El monumento fue concebido como un homenaje no sólo a las víctimas de la dictadura, sino también a 1053 personas que murieron antes del golpe de Estado, en democracia, muchos de ellas mientras atacaban cuarteles, comisarías, atentaban con explosivos o fueron fusiladas por sus propios compañeros, acusadas de traidoras o delatoras.

El periodista Ceferino Reato, en su libro Operación Primicia, nombre con el que Montoneros denominó el primer ataque de la guerrilla peronista a un cuartel del Ejército -el Regimiento 29 de Infantería de Monte, en Formosa, rescata un ejemplo que ilustra hasta límites extremos la volatilidad y la incoherencia con las que un hombre puede ser presentado al derecho o al revés ante la historia. Es el caso de Roberto Mayol, un soldado de 21 años, de clase media, formado con los jesuitas santafecinos, que un domingo, a la hora de la siesta, atacó el pabellón de la guardia, traicionó a sus camaradas y facilitó el ingreso de seis vehículos para que un grupo armado convirtiera el cuartel en un baño de sangre. Hubo 28 muertos, Mayol entre ellos. Pasó el tiempo y, en agosto de 2006, el nombre de Roberto Mayol fue grabado, junto al de otros compañeros, en una placa de bronce: es el recordatorio con el que la Facultad de Derecho de la Universidad del Litoral rinde homenaje “a las víctimas del terrorismo de Estado”. No es sencillo decodificar el mensaje. ¿Qué impulso autista puede hermanar a las víctimas con los victimarios? ¿Cómo equiparar a los que entregan a sus compañeros a la muerte con aquellos que defienden el Estado de Derecho?