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Diez millones y muchas mas veces de pié,

nunca de rodillas. Con gran agradecimiento y afecto

Claudio Kussman

 


 

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La lealtad o el Infierno

Por María Ferreyra

Días atrás, el periodista Agustín Rangugni tocaba mi ego al destacar mi lucha y mi posición inamovible detrás de mi esposo, su vida, su obra y sus penurias. Sus palabras me emocionaron y lograron que pensara en todas y cada una de las mujeres que están detrás de un gran hombre. O caminando a su lado. No debo ser aplaudida por hacer lo correcto. Es natural que avance de la mano de un Hombre íntegro al que han pretendido enlodar y no han podido (Gracias, “justicia” argentina. Eres la excepción de la regla: Mil mentiras han descubierto la verdad)

Se perdió, se pierde y se ganó. Se perdió el contacto diario con la familia y verlos cumplir sus sueños, se perdió dinero, tranquilidad, horas de sueño, fiestas, y proyectos de vejez compartida. Se pierde ante las aberraciones judiciales, ante la intolerancia y ante la cobardía de jueces, funcionarios y periodistas. Se ganó en saber que la familia está unida y en que -sin reconocerlo en los papeles, sin conseguirlo oficialmente- hemos podido demostrar todas las falacias que incriminaban a Claudio Alejando Kussman, mi esposo.

Pronostico una pelea larga y dura, pero contra todo, la afrontaré sin titubeos. La difamación se escribe en grandes titulares, las rectificaciones son las letras chiquitas de los contratos. No importa, lo que interesa es lo que sabemos, yo, y tantas simples mujeres como yo. Citando a Ranbindranath Tagore: La verdad no está de parte de quién grite más.

 
*Pese a la petición -tantas veces exigida por mi esposo- de que abandone el país, ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo desligarme de esta lucha? ¿Cómo -sin ocultar mi rostro- renunciar a un Hombre inolvidable?

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 8, 2017


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