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LOS COBARDES Y LOS HIPÓCRITAS, TAMBIEN VAN A MISA

En horas del mediodía del día 18 de octubre pasado, ante mas de 1000 miembros de las Fuerzas Armada y de Seguridad, que bien perfumados lucian sus impecables uniformes pátrios el valiente y bien intencionado Obispo Castrense Monseñor  SANTIAGO OLIVERA,  celebró la misa con motivo de la XVI peregrinación Castrense a la Basílica de Lujan.

Estuvieron presentes los Jefes de los Estados Mayores Generales del Ejército, General de Brigada Claudio Ernesto Pasqualini; de la Armada, Vicealmirante José Luis Villán y de la Fuerza Aérea, Brigadier General VGM Enrique Amrein. Asimismo, concurrieron el Director Nacional de Gendarmería, Comandante General Gerardo Otero, y el Prefecto Nacional, Prefecto General Eduardo Scarzello; el Intendente de Luján, Oscar Luciani, y otras autoridades civiles y militares e invitados especiales.

Para iniciar la ceremonia religiosa, ingresaron a la Basílica las banderas de ceremonia de cada una de las Fuerzas presentes, seguidas por  Monseñor Olivera y acompañadas por el coro de la Gendarmería Nacional.

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Misa de Monseñor Santiago Olivera

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Durante la homilía Olivera dio la bienvenida a los presentes, a la casa de María y entre otros conceptos expresó: “En las peregrinaciones se puede reconocer al pueblo de Dios en camino”. Tambien, dio la bienvenida a los fieles pertenecientes a la POLICÍA DE SEGURIDAD AEROPORTUARIA, que se incorporan “A ESTA FAMILIA DIOCESANA”. Posteriormente manifestó: “PEDIR JUSTICIA PARA TODOS Y NO VENGANZA, parece que es causa de un escalón más en nuestras diferencias y grietas argentinas.

Pedir justicia como camino cierto a la paz, pedir verdad, misericordia y reconciliación, supone no pocas veces ser malinterpretado y calumniado, y paradójicamente son las raíces más profundas de nuestra fe y del Evangelio”. Según dicen las malas lenguas, a esta altura entre los entorchados con  bravos rostros guerreros, se escucharon no pocas tocesitas, quizas para tapar tan “sacrílega petición”.

Ahora bien, a mi humilde consideración pérsonal de prisionero ilegal en el cuarto año de prisión preventiva, siento que los  asistentes en su totalidad son unos HIPÓCRITAS COBARDES, al igual sus rezos que repiten como pericos y solo simulan profunda fe cristiana. ¿De qué familia diocesana pueden ser los  miembros de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) recien incorporados a estas peregrinaciones, cuando como verdaderos esbirros se esfuerzan hasta la ilegalidad para indidualizarnos y detenernos en forma ostentosa  cuan si fueramos peligrosísimos pistoleros, que pusiéramos en peligro sus vidas?

Si Monseñor OLIVERA, al finalizar la magna celebración hubiera propuesto  concurrir en ese momento a la cárcel de Ezeiza a visitar los adultos mayores, seguramente  se hubiera producido una estampida, volcando los bancos reclinatorios para escapar primeros de la Basílica. Señores, acorde a la “FAMILIA” de uniformados de la que somos parte, ESTAMOS BIEN PRESOS, hasta que la muerte nos separe.


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Claudio Kussman

Interno L.U.P 345.349

Servicio Penitenciario Federal

Octubre 22, 2018

 

“La muerte no es la mayor pérdida en la vida. La mayor pérdida

es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos

Norman Cousins (1915-1990)

 


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 22, 2018