El otro rostro de la conquista

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  Por Cyd Ollack.

Bartolomé de las Casas fue el gran crítico de la conquista militar del Nuevo Mundo. Nombrado protector de los indios, surcó en diez ocasiones el océano Atlántico para defender a los nativos en Indias y en la corte. Sus denuncias, que crearon la imagen del conquistador brutal y sanguinario, tuvieron un eco mundial a partir de la publicación de su Brevísima relación de la destruyción de las Indias. En sus escritos finales vinculó esa devastación con la suerte aciaga del Imperio: «Porque si Dios determinare destruir a España, se vea que es por las destruyciones que habemos hecho en las Indias, y parezca la razón de su justicia». Y, sin embargo, Las Casas había dado sus primeros pasos en América como conquistador y señor de indios.  

La larga existencia de Bartolomé de las Casas (1484-1566) corrió paralela al proceso de conquista del Nuevo Mundo, iniciado con el viaje de Colón de 1492 y finalizado con la toma del reducto inca de Vilcabamba en 1572. Sevilla, la ciudad natal de Las Casas, se convirtió en la plataforma de la empresa colonizadora, y el propio padre de Las Casas, un pequeño comerciante de la ciudad, participó en las expediciones de Cristóbal Colón. En su niñez, Bartolomé tuvo la oportunidad de convivir en Sevilla durante unos meses con un peculiar obsequio paterno: un niño indio. 

Él mismo llegó a las Antillas en 1502, cuando se cumplía una década del primer viaje colombino, en una flota en la que viajaron otros famosos protagonistas de la empresa americana, como Hernán Cortés. Al principio, Las Casas se comportó como un conquistador más. En la isla de La Española (o de Santo Domingo) participó en operaciones de conquista, y como pago por sus servicios recibió varios indios en régimen de repartimiento, lo que le permitió ponerlos a trabajar en su pequeña hacienda. 

Su mentalidad no cambió siquiera cuando volvió a Europa y en 1506 recibió las órdenes menores, iniciando así su carrera eclesiástica. Al regresar a América en 1509, con la flota del nuevo virrey Diego Colón, continuó participando como capellán del sistema de conquista y disponiendo del trabajo de nativos. Aunque llegaron a sus oídos las denuncias sobre el maltrato a los indígenas e incluso un fraile le negó en una ocasión los sacramentos mientras no liberara a los indígenas de su hacienda, Las Casas siguió ampliando sus posesiones de tierras e indios.

Poco a poco, sin embargo, su visión de las cosas empezó a cambiar: las matanzas cometidas por los españoles durante la conquista de Cuba, las campañas de predicación de los dominicos y su mayor dedicación al sacerdocio acabaron por hacerle recapacitar. Renunciando a su repartimiento de indios, el antiguo conquistador se convirtió en un decidido defensor de los indígenas. Desde 1515 desarrolló una actividad política incansable en la corte, sucesivamente ante Fernando el Católico, los regentes y el mismo emperador Carlos V. 

Redactó memoriales que describían la durísima situación social en las Indias, a la vez que propugnaba reformas en el sistema de colonización. Consiguió, así, que lo nombraran procurador o protector de indios y logró el patrocinio de la Corona para llevar adelante un experimento de colonización pacífica en Tierra Firme, al norte de la actual Venezuela, en 1519. Sin embargo, la inexperiencia de Las Casas, así como las intrigas de sus numerosos enemigos y los intereses espurios de los colonizadores, condujeron a un fiasco absoluto. Derrotado públicamente y afligido íntimamente por su fracaso, en 1523 Las Casas ingresó en la orden de los dominicos y se retiró a La Española. Allí comenzó a redactar una Historia de las Indias que le ocuparía 25 años de su vida.

A partir de 1529, Las Casas reanudó su actividad a favor de los indios en las Antillas y en el territorio continental de la Nueva España, con resultados dispares. Mediante sus manuales de confesión logró el arrepentimiento de importantes encomenderos y antiguos conquistadores, pero en dos ocasiones acabó encerrado en celdas conventuales a instancias de poderosos indianos. En 1535, cuando viajaba hacia el Perú, recién conquistado por Pizarro, como acompañante del nuevo obispo fray Tomás de Berlanga, se quedó en las tierras de Nicaragua y Guatemala, donde llevó a cabo una exitosa campaña de evangelización de nativos indómitos. Una región guatemalteca, Tezulutlán, conocida antaño como «Tierra de Guerra», se convirtió por méritos del fraile dominico en la región de la Vera Paz. 

Al mismo tiempo, Las Casas desarrollaba una notable actividad intelectual. Redactó un tratado en el que defendía la conversión de los indígenas mediante la persuasión y el diálogo evangélicos, criticando cualquier medida militar o de coacción. En todo momento, Las Casas contrapuso los logros de su método pacífico a los abusos que se cometían en las Indias, consecuencia de la violencia de los conquistadores y de la explotación de los nativos por parte de los encomenderos. Reforzado por sus éxitos evangelizadores en las Indias y por bulas papales que refrendaban sus postulados misioneros, Las Casas se dirigió a la corte para promover cambios más profundos en la legislación sobre los nativos. 

Con el apoyo de dominicos, obispos y frailes franciscanos, y arropado incluso por cartas de recomendación de oficiales de la Nueva España, Las Casas logró a finales de 1541 entrevistarse con el mismísimo monarca, Carlos V. Sorprendido por los memoriales y la información expuesta por Las Casas, el emperador dispuso la formación de una junta que pronto elaboró las Leyes Nuevas de 1542, una legislación que garantizaba la colonización sobre la base de la protección de los nativos, pero que suscitaría resistencias muy importantes entre los poderosos encomenderos de Indias. 

En la siguiente década, Bartolomé de las Casas fue consolidando su poder en el entorno de gobierno de las Indias. Nombrado obispo de la nueva diócesis de Chiapas, intentó proseguir allí sus proyectos de evangelización pacífica. Sin embargo, su vinculación personal con la legislación reformadora de las encomiendas le provocó conflictos con sus feligreses criollos que le impidieron ejercer su administración pastoral. 

En las Indias se sucedieron además rebeliones contra la nueva legislación y guerras civiles que pusieron en peligro el dominio imperial en el Nuevo Mundo. La presión de los encomenderos –los conquistadores españoles que tenían indios adjudicados como mano de obra– fue ganando posiciones en la corte, y las Leyes Nuevas fueron revisadas. En 1547, Bartolomé de las Casas se embarcó hacia España. Fue su último viaje atlántico. El hombre que volvía a España con 63 años no había perdido un ápice de energía en la defensa de los indios. Más bien al contrario, pues fue radicalizando su actitud de crítica al modelo de colonización basado en la sujeción de los nativos. 

En cambio, su influencia en las decisiones imperiales sobre las Indias comenzó a disminuir. Aunque participó en la Junta de Valladolid para oponerse a las tesis de conquista militar defendidas por el humanista Juan Ginés de Sepúlveda, Las Casas no gozó del favor incondicional del príncipe Felipe. En el Nuevo Mundo, la sociedad comenzaba a estar dominada por descendientes de españoles que también colaboraban con la Corona en la construcción de una sociedad pacificada, calcada sobre moldes hispánicos y que postergaba a los indígenas a un papel subalterno. 

En este contexto de pérdida progresiva de su proyección política, Las Casas intentó un último golpe de mano y entre agosto de 1552 y enero de 1553 hizo imprimir en Sevilla un volumen con ocho tratados. Entre ellos se contaba la Brevísima relación de la destruyción de las Indias, un opúsculo que causaría una auténtica conmoción en Europa y que se convertiría en su obra más difundida. El pequeño libro quería ser una advertencia a Felipe II para que acabara con los crímenes cometidos en las Indias. Desde siempre, lo que ha llamado la atención en este texto es su estilo vehemente y polémico y la abundancia de exageraciones retóricas, al punto de que hoy nadie puede defender sin matices la veracidad de los hechos o las estadísticas que aporta el dominico en sus páginas. 

En ellas se resaltan la indefensión de los indígenas y la crueldad de los conquistadores; los primeros eran «ovejas mansas» que cayeron presa de «lobos y tigres y leones crudelísimos de muchos días hambrientos». A partir de ahí, Las Casas acumulaba hipérboles, como en las consideraciones finales en las que destacaba  «las maldiciones, daños, destruyciones, despoblaciones, estragos, muertes y muy grandes crueldades horribles y especies feísimas dellas, violencias, injusticias y robos y matanzas que en aquellas gentes y tierras se han hecho». 

Este tipo de expresiones han llevado a algunos a poner en cuestión el valor del escrito de Las Casas y a descalificar toda la trayectoria del antiguo obispo de Chiapas. Por ejemplo, para el escritor Camilo José Cela, no menos dado a hipérboles y provocaciones que el dominico, Bartolomé de las Casas fue «el gran histérico que sembró las cizañas de la leyenda negra». Sin embargo, no se puede desvincular la Brevísima relación de la biografía de su autor.

Hoy sabemos que Las Casas había escrito una primera versión del texto en 1542, diez años antes de su publicación, en el contexto de los debates sobre las encomiendas de los indios; las exageraciones y el dramatismo que infundió Las Casas a su obra se justificaban por el deseo del dominico de conmover a los gobernantes e impulsar así una legislación favorable a los indígenas. 

Hasta su muerte en 1566, Las Casas desarrolló una actividad incansable en defensa de los indios, acompañada por una obra intelectual enorme. En 1563, el veterano fraile reconocía haber «escrito muchos pliegos de papel y pasan de dos mil en latín y romance». Las Casas nos aportó una «historia negra» de los conquistadores en la Brevísima relación, pero ni creó la «leyenda negra» ni discutió en ningún momento el dominio de la monarquía hispánica sobre las Indias. 

Estuvo lejos de ser un denunciador de los abusos del catolicismo sobre los indios, como interpretaron los panfletistas protestantes del siglo XVII; o de ser un líder del anticolonialismo, como se ha sugerido en el siglo XX. Sus aspiraciones fueron desenmascarar las injusticias para postular un modelo de colonización basado en la evangelización y el trato pacífico de los indígenas, pretensiones en las que logró apoyos sustanciales de la Corona. 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 7, 2024


 

Un pionero

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  Por Sippie LeBlanc.

Retrato de George Washington y su perro, Rockwood, afuera de su casa en Centralia.

George Washington fue uno de los pocos pioneros afroamericanos que emigró del sur al noroeste del Pacífico.

Nacido el 15 de agosto de 1817, hijo de un esclavo negra y una mujer inglesa, sus padres lo entregaron a una familia blanca, James y Anna Cochran, para escapar de una vida de esclavitud en Virginia.

En 1850, Washington viajó hacia el oeste a lo largo del Oregon Trail. Cuando llegó, las leyes de exclusión negra del territorio lo empujaron al norte del río Columbia.

Se convirtió en el cuarto estadounidense en establecerse en lo que eventualmente se convertiría en el condado de Lewis, Washington. Eligió un terreno de 640 acres entre el río Chehalis y el río Skookumchuck.

En 1875, él y su esposa Mary Jane finalmente fundaron la ciudad de Centerville, que más tarde pasó a llamarse Centralia, aproximadamente a medio camino entre Seattle y Portland en el estado de Washington. Centralia es la ciudad más grande de los Estados Unidos jamás fundada por una pareja de color”.

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 3, 2024


 

Una familia británica y la esclavitud

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Los miembros de una familia aristocrática del Reino Unido viajarán a la nación caribeña de Granada para pedir disculpas públicas por la esclavitud de africanos cautivos que ejercieron sus antepasados, por lo que también pagarán una indemnización.

La familia Trevelyan, que en el pasado pertenecía a la élite británica, poseía 1.004 esclavos y seis plantaciones de azúcar en la actual Granada. Ahora, sus descendientes han acordado firmar una carta de disculpas y crear un fondo de reparaciones.

La participación en la esclavitud “equivale a crímenes contra la humanidad”, lamentó John Dower, un miembro de dicha familia y uno de los impulsores de la actual iniciativa. En 2016, decidió investigar sobre la historia familiar y en una base de datos sobre esclavitud encontró información de sus antepasados que le “sorprendió” y “conmovió”. “No tenía ni idea. Era evidente que ninguno de nosotros lo sabía. Había sido borrado de la historia familiar”, comentó.

En 1835, los Trevelyan recibieron una compensación de 26.898 libras esterlinas, el equivalente a unos 24 millones de dólares en moneda actual por la “pérdida” de sus esclavos tras la abolición de esta práctica. Un año antes, para lograr la eliminación del esclavismo, el Gobierno británico necesitaba indemnizar a 46.000 esclavistas por la pérdida de sus “bienes muebles”. Pero los hombres, mujeres y niños esclavizados por esta familia no recibieron nada y, por el contrario, se vieron obligados a trabajar como “aprendices” por otros ocho años sin remuneración.

La familia vendió la mayoría de las plantaciones alrededor del año 1860. “La esclavitud era y es inaceptable y repugnante. Sus efectos dañinos continúan hasta el día de hoy. Repudiamos la participación de nuestros antepasados en esto”, apuntó Dower, quien instó al Gobierno y la familia real del Reino Unido a disculparse por la participación en el comercio de esclavos. Además, pidió a Londres entablar negociaciones con sus antiguas colonias para realizar las reparaciones apropiadas.

 


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Febrero 14, 2023


 

Abolición de la esclavitud anunciada en Texas

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En lo que ahora se conoce como Juneteenth, el 19 de junio de 1865, los soldados de la Unión llegan a Galveston, Texas, con la noticia de que la Guerra Civil ha terminado y la esclavitud en los Estados Unidos está abolida.

El 19 de junio se ha convertido en un día para conmemorar el fin de la esclavitud en Estados Unidos. A pesar de que la Proclamación de Emancipación del presidente Abraham Lincoln se emitió más de dos años antes, el 1 de enero de 1863, la falta de tropas de la Unión en el estado rebelde de Texas hizo que la orden fuera difícil de hacer cumplir.

Algunos historiadores culpan del lapso en el tiempo a la mala comunicación en esa época, mientras que otros creen que los dueños de esclavos de Texas retuvieron deliberadamente la información.

A su llegada y al frente de los soldados de la Unión, el General de División Gordon Granger anunció la Orden General No. 3:

“Se informa al pueblo de Texas que, de acuerdo con una proclamación del Ejecutivo de los Estados Unidos, todos los esclavos son libres. Esto implica un igualdad absoluta de derechos personales y derechos de propiedad entre antiguos amos y esclavos, y la conexión existente hasta ahora entre ellos se convierte en la relación entre el empleador y el trabajo asalariado. Se aconseja a los libertos que permanezcan en silencio en sus hogares actuales y trabajen por un salario. Se les informa que no se les permitirá recolectar en los puestos militares y que no serán apoyados en la inactividad ni allí ni en ningún otro lugar”.

Ese día, 250.000 personas esclavizadas fueron liberadas y, a pesar del mensaje de quedarse y trabajar para sus dueños, muchos abandonaron el estado de inmediato y se dirigieron al norte oa estados cercanos en busca de familiares que habían sido llevados a otras regiones durante la esclavitud.

Para muchos afroamericanos, el 19 de junio se considera el día de la independencia. Antes de 2021, casi todos los 50 estados reconocían el decimonoveno día de junio como feriado estatal. El 17 de junio de 2021, el presidente Biden firmó una legislación que lo declara oficialmente feriado federal.

 


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Junio 19, 2021


 

Médicos cubanos. ¿Los nuevos esclavos?

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Cuando se les da a saborear una idea de la libertad, los supuestos ideales comunistas de “igualdad” se colocan rápidamente en el contexto de lo que realmente está en el asiento del conductor: el control.

 

En el año 2013, la Organización Mundial de la Salud negoció un acuerdo a través del cual Cuba exportaría médicos a Brasil para servir en sus áreas más pobres y remotas. Sin embargo, a medida que Brasil comenzó a cosechar los beneficios de una mejor atención y menores tasas de mortalidad, los médicos cubanos comenzaron a ver el régimen de su hogar bajo una nueva perspectiva.

“Cuando te vas de Cuba por primera vez, descubres muchas cosas por las que te habías quedado ciega”, dice Yaili Jiménez Gutiérrez, una de las médicas del programa,”Llega un momento en que te cansas de ser un esclavo”.

Los médicos cubanos comenzaron a notar la disparidad entre lo que veían de su gobierno y del gobierno brasileño, casi cuatro veces su propio salario, así como los salarios más altos y las mayores libertades de sus colegas “médicos de exportación” de otros países participantes.

“Comenzamos a ver que las condiciones para los otros médicos eran totalmente diferentes”, explica Jiménez. “Podrían estar con su familia, traer a sus hijos. Los salarios eran mucho más altos “.

En respuesta, más de 150 médicos cubanos han presentado demandas en los tribunales brasileños, reclamando protecciones de igualdad bajo la constitución de Brasil y solicitando que permanezcan en el país como contratistas independientes con la capacidad de ganar un salario completo.

Las semillas de la rebelión fueron plantadas hace un año en una conversación entre un médico cubano y un clérigo en una aldea remota en el noreste de Brasil.

Anis Deli Grana de Carvalho, una doctora de Cuba, estaba llegando al final de su asignación médica de tres años. Pero habiéndose casado con un brasileño, ella quería quedarse y seguir trabajando. El pastor se indignó al saber que, según los términos de su empleo, los médicos cubanos ganan solo alrededor de una cuarta parte de la cantidad que el gobierno brasileño paga a Cuba por sus servicios.

… A fines de septiembre del año pasado, ella presentó una demanda en un tribunal federal para trabajar como contratista independiente. En pocas semanas, muchos doctores cubanos siguieron el ejemplo del Dr. Grana y presentaron demandas en los tribunales brasileños.

En cuanto a cómo ha respondido el gobierno cubano hasta el momento, a algunos se les ha permitido conservar sus empleos o regresar a sus hogares, mientras que otros fueron despedidos y se enfrentan al exilio:

A fines del año pasado, los jueces emitieron medidas cautelares temporales en algunos casos, otorgando a los médicos cubanos el derecho a permanecer como contratistas independientes, ganando salarios completos. Un juez federal en la capital denunció los contratos cubanos como una “forma de trabajo esclavo” que no podía tolerarse.

Pero el juez federal que manejó el caso de la doctora Grana falló en contra de ella, y descubrió que permitir que los médicos cubanos se retiraran de sus contratos planteaba “riesgos indebidos en las esferas política y diplomática”.

“Estás entrenado en Cuba y nuestra educación es gratuita. La asistencia sanitaria es gratuita, pero ¿a qué precio? Terminas pagándolo toda la vida “.

Dr. Yael Jiménez Gutierrez

Poco después de que se emitieran las primeras medidas cautelares, los supervisores cubanos en Brasil convocaron a los médicos que habían presentado demandas y los despidieron en el acto, dijeron varios médicos. A cada uno se le dio la oportunidad de tomar un avión a Cuba dentro de las 24 horas, o enfrentar el exilio durante ocho años.

Los costos han sido altos para aquellos que dejaron a su familia atrás para poder ganarse la vida o mejorar sus perspectivas al regresar a casa. Pero para muchos, los riesgos han merecido la pena.

“Es triste dejar a su familia y amigos y a su tierra natal”, dice Maireilys Álvarez Rodríguez, una doctora que demandó al gobierno pero logró mantener su trabajo y traer a sus hijos a Brasil. “Pero aquí estamos en un país en el que eres libre, donde nadie te pregunta a dónde vas, o te dice qué debes hacer. En Cuba, tu vida es dictada por el gobierno ”.

Rutinariamente escuchamos a los críticos del capitalismo denunciar las supuestas injusticias de los salarios libres establecidos por los mercados libres impulsados por las acciones de las personas libres. Sin la mano firme del pesado control y la redistribución del gobierno, se nos dice, los ideales de igualdad y justicia nunca prevalecerán.

Sin embargo, tenga en cuenta cómo, en el presente caso, vemos médicos de Cuba, una tierra que supuestamente otorga una prioridad excesiva a la “igualdad”, que va desde su gobierno a la constitución brasileña para la protección de la igualdad. La ironía es dolorosa y muestra la naturaleza ilusoria de una igualdad basada únicamente en los resultados materiales.

Sin una verdadera libertad, las nociones materialistas, arbitrarias y autoconstruidas sobre la “igualdad” se desarrollan rápidamente, impiden un nuevo crecimiento y crean otras disparidades en el proceso, ya sea entre vecinos en el extranjero o entre trabajadores en el país.

Del mismo modo, cuando se le da una idea de la libertad, la vista se aclara, y los supuestos ideales comunistas de “igualdad” se colocan rápidamente en el contexto de lo que realmente está en el asiento del conductor: el control.

 


Fuente: Action Institute . Doctores Without Borders . Windcom . EFF.com


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 7, 2018