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  Por el Dr. Francisco Bénard.

 

Cuando el hombre no es criterioso se torna vulnerable y propenso a una encubierta dependencia de los manejos ajenos. Demasiados fracasados y algunos poco exitosos no se han manejado con  la suficiente prudencia y responsabilidad, afectando de esa manera a sus contemporáneos e incluso a los descendientes.

Le estupidez humana es imprescriptible porque se renueva constantemente en nuevos personajes y en modernos y diferentes mecanismos e instrumentos que se usan para destruir seres, bienes e ideas. La docencia debe ser decente, sino es traicionera. A través de un falso show ,el periodismo puede transformar lo que tendría que ser una buena e instructiva información masiva, en una corrosiva y generalizada indecencia. La falsedad de los contenidos no es el único escollo con el cual tropezamos. El poder cualquiera sea el medio empleado falsea la verdad restándole autenticidad. La desconfianza nos puede llevar a ser cautos pero no amargados, prudentes, pero no inoperantes, atentos y en guardia ,sin caer en miedos que llevan al pánico. Saber avanzar conscientemente y aprender a retroceder sin huir son lecciones de vida validas no solo en la guerra declarada sino también en momentos de paz.

También la carencia o la mala información hace que cada uno de nosotros tomemos decisiones en forma azarosa. La ignorancia nos hace perder la auténtica libertad de elegir determinaciones prudentes y viables. En el comercio hay vendedores que no entregan sus productos y servicios con la calidad pactada o con el tiempo prometido. En la información  ocurre lo mismo, pero el daño puede ser insensible en apariencia pero destructivo a largo plazo.

Mauricio Macri  prometió terminar con los “juicios de lesa humanidad” porque eran unos verdaderos curros. Lo cierto es que ha olvidado sus promesas electorales e incluso lo ha reafirmado en su discurso ante el Congreso Nacional, al ignorar el tema que incrementa la ignorancia de toda la sociedad y en particular de las jóvenes generaciones, sobre lo que realmente ocurrió en la década de los setenta.  Esa ignorancia tiene su precio y este es que haya 2.000 presos políticos en las cárceles comunes muchos sin “sentencia firme” viviendo en condiciones “infrahumanas”, muchísimos de ellos “verdaderos ancianos”. Estos presos políticos viven en un verdadero “estado de esclavitud” con motivo de la ignorancia de la sociedad argentina sobre la realidad objetiva de lo ocurrido aún antes del golpe militar que tuvo lugar el 24 de marzo de 1976. La obligación del Presidente Macri es sacar al pueblo argentino del estado general de ignorancia en que se halla sumida la sociedad argentina.

El ideal de la democracia republicana deja de funcionar si los ciudadanos que la integran desconocen la realidad cotidiana y las tendencias que se proyectan. En ese caso todos nos convertimos en esclavos de nuestra ignorancia. Prudencia no es parálisis sino accionar inteligente, corrigiendo debilidades. Ser realista es intentar tocar solo lo tangible.

 

Francisco Bénard

Abogado,Periodista,Escritor y Poeta

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 9, 2017