¿SE DESVANECE LA ESPERANZA?

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  Por Gonzalo Miño.

Se acaban de cumplir sesenta (60) días desde la asunción del nuevo gobierno y como dicen nuestros abuelos “el pescado sin vender”.  

Hasta ahora, no solo no se ha exhibido un verdadero plan económico tendiente a estabilizar la grave crisis económica que afecta la país, sino que tan solo el nuevo gobierno se ha limitado a un símil “rodrigazo” y la licuación de deudas, salarios y jubilaciones, a fin de brindar una fuerte protección a la sustitución de importaciones que genere recursos fiscales a través de las retenciones agropecuarias, petroleras y mineras, tal como hizo Remes Lenicov en el interino gobierno de Duhalde.

Nadie duda que Argentina necesita un verdadero ajuste fiscal, con una inevitable reforma del estado con eliminación de los organismos, empresas y fuentes de gastos que no son esenciales y que sólo sirven para distribuir beneficios a funcionarios políticos y miembros de corporaciones que por largo tiempo lograron obtener esas prebendas y privilegios. En ese sentido, creemos que el nuevo gobierno ha quedado a mitad de camino, manteniendo por ejemplo las querellas y los gigantescos equipos de historiadores, analistas, psicólogos, médicos legalistas y decenas de empleados de la Secretaria de Derechos Humanos, que solo se dedican a mantener vivos los circos judiciales de hechos ocurridos hace ya 50 años y a nadie le importa; despilfarrando cuantiosos recursos del Estado que podrían servir para paliar las necesidades de quienes hoy la están “pasando realmente mal”.

El ahora Presidente de la Nación prometió en campaña que el ajuste lo pagaría la casta y hasta que se cortaría los brazos antes de aumentar impuestos. La realidad es que la casta aún no ha pagado nada y debería cortarse los dos brazos y pedir uno préstamo, porque una de sus acciones es subir más los impuestos.

Y es que la gran mayoría de los argentinos estaríamos dispuestos a hacer un sacrificio enorme en estos momentos en aras de un futuro mejor, el cual para ser aceptado debería partir de las altas esferas. En otras palabras, dar el ejemplo. ¿Cómo? Simple, disponiendo una quita del 30% de todos los sueldos del Estado, sea del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial por un año, revisar las jugosas jubilaciones de privilegio que cobran muchos ex funcionarios como declarar como política de estado la investigación y sanción de los escandalosos casos de corrupción que cometieron gobiernos anteriores; como muestra -justamente- que todos están dispuestos al esfuerzo. En ese sentido, fue una muy mala señal, que el nuevo Ministro de Justicia de la Nación haya anunciado que la Oficina Anticorrupción dejará de querellar en las causas precisamente de corrupción.

No resulta atinado que las privaciones las tenga que soportar el trabajador, mientras que jueces, diputados, senadores y funcionarios sigan disfrutando de sus suculentos sueldos.

 Si bien se comparte en su gran mayoría las ideas y conceptos expresados en el voluminoso DNU, que duró menos que un suspiro, quizás hubiese sido más atinado reducirlo a lo que el país necesita con urgencia: una reforma laboral, estabilización monetaria, reforma fiscal y reforma del estado. Todo lo demás podría haberse planteado en una segunda etapa. Primero lo urgente, después lo importante.

     Y es que el ciudadano común ve como la actual situación pulveriza sus magros salarios, mientras lo que se llama “la casta” sigue disfrutando de otra realidad. Si bien es cierto que, según las últimas encuestas, el nuevo gobierno aún tiene un alto porcentaje de apoyo, el mismo se está reduciendo notablemente desde hace algunas semanas. ¿Se estará desvaneciendo la esperanza?

Obviamente, en este contexto, no podemos dejar de tener en cuenta la feroz oposición que debe afrontar el nuevo gobierno, principalmente desde el kirchnerismo, a lo que se le suma los sindicatos, los grupos de izquierda y algunos sectores del radicalismo, que solo buscan dinamitarlo y que vuele por los aires en los próximos meses.  Está claro que desde el Congreso le intentaran bloquear todas las iniciativas y le votarán en contra, porque si nomas; como que sus planes es que dure menos que un chocolate en manos de un niño.   

Ante ello, pensamos que la mejor alternativa no es la confrontación, sino la búsqueda del consenso. Un gobierno con minoría parlamentaria, debería aceitar los diálogos políticos en búsqueda de la construcción de mayorías que le permitan llevar adelante las reformas que el país necesita con urgencia. El ataque en este caso no es la mejor opción.

Dividir a la sociedad o buscar enemigos para confrontar como lo hacía el kirchnerismo, solo es más de lo mismo.  En estos momentos se necesita un estadista, un piloto de tormentas, no un bravucón al estilo la ex Vicepresidenta de la Nación

      En fin, humildemente pensamos que el nuevo gobierno debe dejar de lado el modo campaña y dedicarse definitivamente a gobernar, cerrando sus propias filas; por la salud de la Republica y sobre todo el bienestar de todos los argentinos.

 

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PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 11, 2024


 

¡Qué cocktail más raro!

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 Por ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO

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“No le temo a un ejército de leones conducido
por una oveja; le temo a un ejército de
ovejas conducido por un león”.

Alejandro Magno

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Macri

En su excelente artículo en La Nación del jueves, Carlos Pagni (https://tinyurl.com/y359l4wr) describió con meridiana claridad el difícil y contrapuesto escenario en el que hacen equilibrio Mauricio Macri (Presidente en funciones y candidato) y Alberto Fernández (candidato que presume haber sido ya efectivamente electo) debido a algunas necesidades comunes que ambos tienen de cara al futuro, en esencia la tranquilidad económica del país y la relación con los acreedores y el FMI, que los convierte casi en socios o, al menos, en colaboradores necesarios.

Qué sucederá con esa peculiar asociación transitoria cuando comience la verdadera campaña es la gran incógnita: ¿se reiniciarán los tiroteos discursivos entre ambos, que con seguridad volverían a repercutir en la cotización del dólar, la inflación y el riesgo país o privilegiarán, como verdaderos estadistas, el interés supremo de la Patria?

Realizaremos un esfuerzo homérico para revertir los resultados de las PASO, y todos quienes creemos en la

Alberto F.

República y en la libertad nos manifestaremos hoy, sábado 24, a las 17:00 hs., en el Obelisco porteño y en todas las plazas del país, para evitar que la formula Fernández², se haga con todo el poder en estas cruciales elecciones.

Es simple calificarlas así porque, si los datos de agosto se repitieran en octubre, conseguirá mayorías propias –o simples levantamanos- en ambas cámaras del Hº Aguantadero. Con ellas, designará al nuevo Procurador General (nada menos que el jefe de los fiscales federales), cubrirá cientos de vacantes en los juzgados y tribunales, podría controlar el Consejo de la Magistratura (para remover a los jueces díscolos), disciplinará a Comodoro Py y logrará así la tan buscada impunidad de los corruptos que se robaron el país entero. De todas maneras, algo de eso ya se está viendo, al observar cómo han girado las veletas del emblemático edificio desde las PASO.

De Pedro

La enorme preocupación que embarga, al menos, a la mitad de la sociedad, esa que, pese a los enormes problemas que sufre su bolsillo, privilegia la institucionalidad, la Constitución y la decencia, radica en el retorno del kirchnerismo narcotraficante y ladrón. Traduciendo, se preocupa mucho menos por Alberto F que por Cristina F; no olvida que ésta designó per se al candidato a Presidente, y tampoco que, detrás suyo, forma La Cámpora, encabezada por Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” de Pedro, con todo lo que ello implica en cuanto a posicionamiento ideológico.

Porque, si triunfara Fernández² y la dueña del espacio pasa a gobernar realmente –Alberto F. debiera contratar un probador de alimentos-, a todos los males del párrafo siguiente habrá que sumarle el aislamiento internacional y la rápida adhesión de nuestro país al eje que conforman en la región Venezuela, Cuba y Bolivia y, en el globo, China, Rusia e Irán.

Hoy, que los cisnes negros mundiales se acercan en bandadas enormes, que la guerra comercial entre China y Estados Unidos parece incrementarse, que están entrando en recesión grandes países del mundo (Alemania, Italia, USA, Singapur, etc.), que parece inevitable el Brexit sin acuerdo, que los capitales están comenzando a huir hacia refugios menos riesgosos (oro, etc.), quien resulte elegido no tendrá demasiadas opciones. Sin duda, deberá hacer buena letra o empujará al país hacia un abismo aún más profundo que el actual.

Remes Lenicov

Gane quien sea en octubre o diciembre, tendrá que hacer las indispensables reformas impositiva, previsional y laboral, reducir el gasto público, etc., porque se acabaron los prestamistas. Pero hay una verdad casi de Perogrullo: si fuera finalmente Macri, todas esas modificaciones serán resistidas y hasta impedidas, como siempre, por el peronismo en todos sus disfraces; en cambio, si fuera Fernández –claro, si los Kirchner lo dejaran gobernar- podría repetirse el momento que tuvo a Eduardo Duhalde como protagonista, secundado por Jorge Remes Lenicov como Ministro de Economía, o sea, entre 2002 y 2003. 

Basta recordar que, con la salida de la convertibilidad, ese Presidente elegido por el Congreso devaluó la moneda en 400% y, con ello, licuó los salarios y el gasto con el silencio cómplice del famoso “movimiento” y hasta de la CGT. Cuando llegó Nestor Kirchner a la Casa Rosada, y pese al mitómano relato de éste -que sus secuaces declaman todavía-, toda la tarea “sucia” estaba hecha y, además, tuvo la suerte –para él y su cleptomanía- de gobernar en un escenario sumamente favorable (lo permitió un precio de US$ 600 para la soja) y ante un público aterrado por la catástrofe de 2001.

Y que tampoco hubo quejas cuando Juan Domingo Perón, en 1952 y ya en medio de la crisis a la que había entrado por dilapidar las reservas en el altar de su populismo insensato, se endeudó en el exterior, militarizó a los trabajadores ferroviarios en huelga, firmó el contrato petrolero con la California, congeló los sueldos y los ató a la productividad. Nadie más que un peronista hubiera podido –o podrá- adoptar medidas así sin detonar un conflicto político gravísimo.

 

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 24, 2019