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207 años atrás se firmó el Acta de la Declaración de Autonomía de Venezuela, transfigurándose así esta nación en la primera de Iberoamérica en declararse independiente. El 5 de julio lo venezolanos festejan el Día de la Independencia de Venezuela, un acontecimiento que estableció una nueva nación basada en principios republicanos y federales y aboliendo para siempre la monarquía.

Un día como hoy, en 1811, Venezuela decidió ser la primera nación en emanciparse de la Corona española, con la Firma del Acta de Independencia, documento redactado por el diputado y político venezolano Juan Germán y el secretario del Congreso Francisco Isnardi. Asimismo, fue ratificada por todos los diputados de Congreso el 7 de julio de 1811.

El proceso que condujo a aquel histórico día había tenido inicio el año anterior, el 19 de abril de 1810, cuando se proclamó la independencia nacional como manifestación de la voluntad del pueblo de liberarse de España, en lo que posiblemente haya sido el primer referendo en la historia de Venezuela.

Hoy, la historia es otra. El sistema económico que Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro a continuación, instalaron en Venezuela propició la ruina del país. Lo que en la actualidad padece Venezuela con el gobierno de Maduro es lo que fue pensado y construido por Chávez y del cual el actual presidente es un simple continuador. El Populismo se desbarranca cuando los dineros de terceros se terminan.

Chávez actuó con la idea en mente de un proyecto en el cual el Estado sería el gran propietario de los medios de producción, lo que pasaba por la liquidación de lo que llama la burguesía venezolana, a la que odiaba (O pretendía para él). Ello llevó a una ola de apropiaciones de empresas manufactureras, de servicios y en particular con mucha agresividad en el sector agrícola, donde el daño ha sido irreparable. El pensamiento de Chávez era el terreno, no la propiedad privada en gran o mediada, los patrimonios agrícolas. El resultado ha sido una destrucción de capacidades productivas, cuya manifestación más clara es el hecho que Venezuela en 2017 produjo 45% menos alimentos que en 1998.

La industria petrolera en general y PDVSA en particular están destruidas. PDVSA hoy es incapaz de producir un barril de petróleo adicional y todo el esfuerzo que hace, bajo una gestión militarizada, es para que no siga disminuyendo la producción. PDVSA no está en condiciones de invertir ni cuenta con el personal calificado para incrementar la producción de petróleo.  Lo que si sobra es una largo plantel de activistas del PSUV que saben hacer populismo, pero no producir petróleo. La idea que Chávez tenía y que Maduro ha seguido al pie de la letra, era ejecutar una especie de venganza histórica contra la cúpula de gerentes de PDVSA a quien veía como la prolongación en el tiempo de las aborrecidas empresas transnacionales. Y logró hacerlo con maestría.  Los buenos gerentes de PDVSA hoy trabajan por el mundo y PDVSA está arruinada.

En lo relativo a la moneda, la destrucción es total. El bolívar como moneda ha perdido todos sus atributos debido a la alta inflación y la hiperinflación. El bolívar literalmente no existe como reserva de valor ni unidad de cuenta. En Venezuela el bolívar cotiza en una balanza:

“¿Cuánto cuesta un kilogramo de queso?”

“Siete kilos de bolívares…”

Es más, cualquier plan para estabilizar la economía debe ponderar seriamente la sustitución del bolívar, para que así el libertador de América del Sur termine de reposar en paz donde quiera que esté. Actualmente el tamaño de la economía es entre 40% ó 50% menor al que tenía en 2012. Los salarios reales de los trabajadores han caído sin control y lo que queda es una población rehén de una bolsa de comida que cada cierto tiempo subsidia el gobierno y una política de bonos que toma en nombre según el periodo del calendario. A esto Venezuela fue reducida por lo que Chávez imaginó que debía ser el territorio. Y a festejar su “Independencia”, claro.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 5, 2018