Qué tiempos aquellos…

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Por JORGE BERNABE LOBO ARAGON·

“¿Te acordás, hermano? ¡Qué tiempos aquéllos! ¡Veinticinco abriles que no volverán! Veinticinco abriles, volver a tenerlos, si cuando me acuerdo me pongo a llorar”, dice el tango “Tiempos viejos” con letra de Manuel Romero y música de Francisco Canaro. Pero aunque me apuren nunca voy a decir que todo tiempo por pasado fue mejor. Es que no tengo miedo del mañana porque he visto el ayer y me encanta el hoy y el mañana siempre será mejor. Dejando de lado mis vuelos astrales y con mis alas en remojo para completar mi travesía por el Camino de Santiago me puse a leer sobre los indios Mapuches, y a renglón seguido una nota del periódico me llamo la atención. Un comentario sobre los indios huarpes, los últimos que quedan. Es decir, los últimos en estado de indígena pureza, puesto que habrá una buena porción de la población Sanjuanina que lleve en sus venas algunas gotas de su sangre. Estos eran sin dudas huarpes puros, legítimos, y además salieron fotografiados. En la fotografía me sorprendió la ropa: vestían vaqueros, chombas y remeras con letreros en inglés, igual que cualquier joven de cualquier calle de cualquier ciudad del mundo. Entendiendo que la educación es nuestro pasaporte al futuro y que el mañana pertenece a las personas que se preparan, me puse a recordar que antes cada pueblo tenía su cultura, y la ropa formaba parte de esa cultura. Los tejidos respondían a técnicas y materiales que cada pueblo usaba para hilar, y los cortes a gustos que la tradición afianzaba. Ahora, por lo económico de la fabricación en serie, todo el mundo usa ropa del mismo tipo, ya sea que se la fabrique aquí o que debido al fomento de las importaciones se la traiga de Corea. La ropa también tenía su correspondencia con el trabajo, con las funciones, con el rango social. Les seguimos diciendo togados a los altos magistrados porque vestían la toga, un manto amplio y largo que confería majestuosa dignidad a quienes la vestían, pero era inadecuada para el trabajo. Los hombres de espada usaban la capa, que permite moverse con desenvoltura. Hasta hace poco los curas se vestían de curas y nos parecía natural y apropiado. Cada oficio tenía su particular forma de vestir. De chicos oímos las historias de Pedro Ordimán, que a veces se vestía de gobernador o se vestía de carpintero, y nos parecía lógico que la gente se engañara al verlo así vestido. Eso de vestirse de lo que no era, Pedrito lo hacía por ser un tunante, ya que la gente normal veía como natural y lógico vestir conforme a su oficio, calidad, estado.

Una señora de manto no era señora de manto simplemente por ponerse un manto, sino por las condiciones que la hacían respetable, merecedora de considerársela una “señora de manto”. Hasta hubo épocas en que se dispuso que las prostitutas se conocieran por la ropa que debían vestir, nada escandalosa ni provocativa como en la actualidad. Hacer ciertas proposiciones a quienes no vistieran así resultaría ridículo, mientras a ellas podía acudirse sin otra duda que el precio. No sólo tenían su propia ropa los oficios sino también las ocasiones. Se vestía de diario, de faena, de entre casa, de vestir, de paseo, de visita, de ceremonia, de domingo, de largo. Las ropas litúrgicas tenían tanto simbolismo que en la Edad Media se escribieron varios tratados describiéndolas y explicándolos. Esto de vestirnos todos, hasta los huarpes, a la moda norteamericana, es mucho más moderno. Si hasta los que se dicen Mapuches usan colitas y anteojos negros. Sí, tal vez ese presente sea mejor. Es que desde que nuestro padre Adán buscó una hoja de parra para cubrirse, las modas han ido cambiando las vestimentas. Todos los pueblos han buscado vestidos por pudor, por defensa de la intemperie, por protegerse de las espinas, y cada uno los ha adecuado a su ambiente, a los materiales disponibles, a sus necesidades, a su carácter, a su particular sentido del gusto. Y han seguido cambiando. Así se originan las modas. Las más evidentes se relacionan con el vestido, pero también hay modas en las relaciones sociales, en el trato, en las formas de hablar, de pensar, de votar, de comportarse. Hoy está de moda que los políticos cambien de mujeres. Cuando una forma nueva es aceptada y bien vista, se dice que “está en boga”. Fue la prensa y los medios de comunicación los que pusieron al alcance de todos las costumbres y modalidades que nacieron tal vez de la farándula, de los artistas y actores en general. Y el pueblo los tomó de paradigmas, como ejemplos imitables. ¿Que son muestras que carecen de elegancia? No sé. Tampoco importa: La literatura antigua también revelaba la importancia y el valor simbólicos del vestido. Los textos sagrados (La Biblia) y los poemas épicos (La Ilíada y La Odisea) marcan hitos en la configuración y valoración del traje como expresión y emblema no sólo del aspecto, fisonomía o status de los personajes y protagonistas sino de su calidad moral, su configuración externa, sus sentimientos o su religiosidad. Es muy difícil alcanzar la elegancia, y las maneras que exhibe el “mundo de la moda” en la actualidad. Pero por lo menos tiene una coquetería. Es mucho más fácil de imitar. “… diga, diga la mi suegra ¿qué vestido me ponía? Ponte tu vestido negro que muy bien que te estaría…Como eres rubia y muy blanca, lo negro bien te estaría. Vestida iba de seda Calzada de plata fina. ¡Viva, viva mi Don Pedro la prenda que más quería…! Las doncellas van de negro, ella de oro y gasa fina. El mes pasado se me casó una hija y en diciembre se me casa otra miren si no sabré de moda me vistieron de pingüino y ahora de traje de media etiqueta con pajarita o corbata. ¡Te acordás, hermano qué tiempos aquellos ¡Eran otros hombres, más hombres los nuestros, no se conocían coca, ni morfina, Los muchachos de antes no usaban gomina. ¡Te acordás, hermano, qué tiempos aquellos! Veinticinco abriles que no volverán, Veinticinco abriles, volver a tenerlos… ¡Si cuando me acuerdo me …ME PONGO LLORAR.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 2, 2017


 

AUSENCIA DE PUDOR EN EL CASO MALDONADO

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 Por Mauricio Ortín

 

Santiago Maldonado apareció justo allí donde había desaparecido. Se lo había buscado en toda la Argentina (incluso, en Chile) menos en el preciso lugar donde había que hacerlo. Se peritaron ADN y huellas digitales en las camionetas de Gendarmería, se llamaron a declarar uno por uno a los gendarmes que participaron en la disolución del corte de ruta, se peritaron sus celulares y otras diligencias que corresponden y son de manual. De éstos últimos, porque fueron filmados y difundidos por los medios, todo el mundo sabe el nombre y apellido y hasta les conoce la cara. No es un detalle menor (dado el trato que le da la izquierda y las ONG de DD.HH.) el precisar que la Gendarmería no es una cuerpo integrado por asesinos perversos.

Una pesquisa por un caso de la desaparición de una persona debe, después de revisar exhaustivamente el lugar, como primera medida elemental recabar el testimonio de los que se encontraban con la víctima en el momento mismo en que se comenzó a notar su ausencia. Pero, he aquí que ello no ocurrió cuando la causa estaba a cargo del juez Otranto, ni cuando en manos del juez Lleral. En las fotos que obran del corte de ruta del RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) del primero de agosto se pueden ver a nueve encapuchados resistiendo a las fuerzas legales. Uno de ellos, fue reconocido por la familia, sería Santiago Maldonado y el otro, según declaró él mismo, es Matías Santana. De los siete restantes, dado que ocultan su rostro, nadie tiene la menor idea sobre su identidad personal. Si se sabe, y nadie lo niega, que se encontraban allí delinquiendo contra la seguridad de los medios de transporte y de comunicación (artículo 194 del Código Penal) y que atacaron con piedras y lesionaron gravemente a dos gendarmes (homicidio en grado de tentativa). Según sus propios dichos, el corte de ruta era para pedir por la libertad de Jones Huala; el jefe de la RAM que está entre rejas y podría ser extraditado a Chile por delitos que se le endilgan en el país trasandino. Estos violentos, de Heidi, Bambi y los enanitos de Blancanieves no tienen nada. Pues bien, a tres meses del hecho todavía no sabemos quiénes son, donde están, que saben, que hicieron y, ni siquiera, ¡si el juez está haciendo algo para que se presenten a declarar como testigos! Mas, si para hacer el rastreo del río Chubut la justicia debe pedir permiso a los encapuchados, someterse a registro de armas y tolerar agresiones físicas y verbales as sus funcionarios, estamos en el horno. Ya la ministra Patricia Bulrich fue escrachada a coro por no haber alimentado a las fieras con carne de gendarmes. Carlotto dijo de ella: “es una persona enemiga de la democracia”, que “se puso el traje de gendarme”; Pérez Esquivel, pidió su renuncia. Por su parte, añadió Tati Almeida “Hay pruebas de que el Estado es el único culpable y responsable de la desaparición de Santiago”, Horacio Verbitsky, sostuvo, es “una desaparición forzada a manos de fuerzas federales”. Víctor Hugo Morales: “A Santiago Maldonado lo desapareció Gendarmería”. Exabruptos, infamias y disparate de este tenor hay para hacer dulce. Total, calumniar a un milico en este país es gratis. A los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, de genocidas para abajo, se les puede atribuir cualquier cosa sin esperar una reacción contraria de la prensa, la iglesia, la justicia o el INADI.

El día 17 de octubre apareció el cuerpo de Santiago Maldonado. Antes de que se certificara su identidad, rápidas de reflejos, Miriam Bregman, desde la izquierda, y Mabel Sánchez, de la APDH, salieron a afirmar, categóricamente, que: “el cuerpo fue plantado”. La autopsia reveló que el estado del cadáver era compatible con haber estado en el agua el tiempo que llevaba de desaparecido, que no tenía golpes, heridas de armas de fuego o signos de violencia. Dos opciones, de acuerdo al resultado de la autopsia. La primera, el cuerpo fue secuestrado por la Gendarmería el 1 de agosto sin provocarle ni un rasguño. Acto seguido, a temperatura entre 2 y 3 grados centígrados, conservado en agua durante unos dos meses; para, luego y finalmente, ser depositado (sin que ninguno que del RAM que hacen guardia allí lo advirtiera) en el mismo lugar de donde se lo habían llevado. La segunda posibilidad, la que por “disparatada” y “políticamente incorrecta” pocos se atreven a plantear, sostiene que Maldonado se ahogó cuando cruzaba el río con los RAM; que estos no hicieron nada para salvarlo, que siempre supieron que estaba allí, sumergido; que, con el cuento del territorio sagrado, impidieron que la justicia de pusilánimes lo encontrara antes y, final y lamentablemente, que los RAM, el kirchnerismo, los derechos humanos y la mar en coche, usaron la muerte de un joven para sus espurios intereses personales. En mi opinión, esta última es la única verosímil.

Cuando esto al fin se aclare, los que calumnian a los inocentes por un crimen que ocurrió debieran llamar a esa gente que escarnecen y persiguen (los gendarmes) para implorarles su perdón. De que son mejores personas que ustedes no tengo la menor duda.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 28, 2017


 

LAMENTABLE MUERTE

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Por Alfredo Nobre Leite

 

      Con respecto a la lamentable muerte del artesano Santiago Maldonado, que estaba desaparecido dese el 1º de agosto, en Esquel, Chubut, y fue encontrado por los buzos de la Prefectura Naval, en el día de ayer (19 del actual) a 400 metros río arriba en el territorio usurpado por los dos grupos antagónicos mapuches por cuestiones territoriales, en un supuesto “reservorio sagrado“, quienes vigilaban a los bomberos que buscaban al desafortunado Maldonado encapuchados y armados con cuchillos, siendo encontrado el cuerpo de una persona -que luego fue reconocido por sus familiares- por la Prefectura Naval, que afirmó que ese era el primer rastrillaje y no el cuarto como afirmaban voces interesadas o mitómanas, es oportuno que el juez federal Gustavo Lleral, que según  versiones sabía por un testigo encubierto el lugar donde estaba el cuerpo, y por ello dio instrucciones con respecto al envío de perros entrenados para descubrir cadáveres sumergidos en agua; la Argentina se encuentra en un serio problema de naturaleza legal y soberano, desde la Campaña del Desierto (1878/1879) por Avellaneda y Roca, cesando el problema araucano/mapuche, pues nadie puede- y menos ese pueblo originario chileno pretender la posesión de territorio nacional en la provincia de Chubut -, siendo conocido el prurito independista de los mapuches a costa de Argentina y la exhibición de mapas mostrando a las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut como territorio mapuche, es decir chileno, que el Estado a través de sus autoridades -los poderes judicial y Ejecutivo- tomar las medidas pertinentes, el primero investigar y descubrir a los responsables del asesinato del desafortunado Santiago Maldonado; y el último ejercer su autoridad para poner coto a todo ese desvarío insólito, inaceptable e improcedente.
        Como la desaparición se produjo en el sedicente “reservorio sagrado” (¿?) de ese pueblo chileno en territorio nacional argentino, urge actuar con toda energía a fin de investigar -repito- quienes lo mataron en ese territorio usurpado por ellos, de propiedad de la empresa Benetton, aplicándoles todo el peso de la ley y las sanciones penales que cupiere, ya que a todas luces estaríamos ante un asesinato.
       La administración del presidente Mauricio Macri ejercer su autoridad a fin de que se acoten las andanzas de los mapuches en territorio nacional, creando serios problemas, abusos e intranquilizando a nuestra población en la Patagonia, y que sepan que no se tolerará ninguna violación a la ley y menos la usurpación de tierras privadas o provinciales, en cuyo caso serán imputados, procesados, juzgados y condenados ante cualquier conato de usurpación de territorio nacional.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 21, 2017


    

Escuelas de testigos

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Escribe María Eugenia Prestofelippo en cartas de lectores del diario La Nación

 

Escuelas de testigos

 

A propósito de estos testigos mapuches que testimoniaron en la causa Maldonado, quisiera recordar la vigencia de las llamadas escuelas de testigos, cuya docencia ejercen los militantes de derechos humanos y cuya metodología fue legitimada durante el gobierno K por un resolutorio del Ministerio de Justicia, que se tituló “Plan de acompañamiento integral de testigos”, con el exclusivo propósito de armar declaraciones falaces y coincidentes que permitieron encarcelar a cientos de militares y policías por los hechos de los 70. No me cabe ninguna duda de que con motivo del caso Maldonado se ha reactivado la escuela de testigos, con control docente del CELS y militantes K y de DD.HH., y de que ya tenemos los primeros egresados: estos testigos contra la Gendarmería con un perfil de ingenuidad y falsa veracidad que sorprenden a políticos, periodistas y actores sociales sin convicciones firmes.

No olviden que han tenido 30 días para desarrollar el ciclo lectivo y adoctrinar a estos alumnos-testigos con una metodología que tantos réditos les dio contra las Fuerzas Armadas y de seguridad.

 

María Eugenia Prestofelippo

 

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Luz, Cámara, Acción III. El circo de los juicios: El video

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PrisioneroEnArgentina.com

Septiembre 8, 2017


 

Suerte Grela

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Por Enrique Guillermo Avogadro.

 

 

“Qué sola irá la grela, tan última y tan rara,
sus grandes ojos tristes trampeados por la suerte,
serán sobre el tapete raído de su cara,
los dos fúnebres ases cargados de la muerte”.

Horacio Ferrer

 

 

 

Una vez más, la Argentina, cuya economía se está recuperando a ojos vista, parece verse inmersa en una espiral de violencia que, sin duda alguna, tiene su origen en la más bastarda política; tal como sucedió en los 70’s, un grupo absolutamente minoritario se siente con el mesiánico derecho a conducir a la sociedad hacia un proyecto político que, según cree, sólo la generalizada estupidez evita que sea deseado por todos.
Entonces, aquellos jóvenes extraviados pretendieron llevarnos -con miles de asesinatos, bombas y robos- hacia Cuba y su marxismo que, con el paso de más de seis décadas, ha demostrado su estrepitoso fracaso. Hoy, en cambio, a lo único que aspiran sus descendientes subversivos es a desestabilizar al Gobierno, evitar la disgregación demostrada en las urnas primarias y sembrar pánico entre los jueces, con el único propósito de torcer el destino y conseguir que los máximos líderes de este populismo infamemente corrupto terminen donde deben estar: en la cárcel.
No es casual, ni fue magia, que confluyeran en esta posición -el “club del helicóptero”- la delincuente Hebe Bonafini (“la madre de las madres” como la llamaba don Néstor, según Ceferino Reato) y los exonerados policías de la Provincia de Buenos Aires, y personajes tales como Estela Carlotto, Manuel Quieto (el desafinado ¿cantante? de La Mancha de Rolando), el ¿pacífico? Adolfo Pérez Esquivel, el ¿cómico? Diego Capusotto, los ¿maestros? Roberto Baradel, Luis D’Elía y Hugo Yatsky, los ¿periodistas? Horacio Verbitsky y Víctor Hugo Morales, y tantos otros ciegos seguidores de la noble viuda.
Cristina Elisabet Fernández ya siente en la nuca el aliento de los magistrados de Comodoro Py que, con su más que fino olfato, han despertado y comenzado, finalmente, a investigar, juzgar y condenar la sideral corrupción de la extendida década en la que su marido y ella fueron inquilinos de la Casa Rosada; la reciente citación a juicio oral de las causas “Ciccone” y “Once II”, en plena campaña electoral, en las cuales deberán comparecer Amado Boudou y Julio de Vido, respectivamente, es una clara prueba de ello.
Con seguridad, la ex Presidente está muy preocupada por el futuro (obviamente, no económico) de sus hijos, también firmes candidatos a ir presos. Por eso, se sube a cualquier colectivo que pueda alejarlos de ese inexorable destino sudamericano, como diría Jorge Luis Borges, aunque en el trayecto la conductora ebria atropelle a toda una desprotegida, cómplice y anómica sociedad.
Con sólo observar que, en el reclamo por la aparición de Santiago Maldonado y la improbada imputación a la Gendarmería Nacional y en la defensa de ese invento antropológico denominado RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), matizado por los destrozos de encapuchados que asolaron el centro porteños, aparecen lo que queda de Montoneros, ERP y Quebracho en franca gimnasia revolucionaria, con toda su parafernalia de fusiles y lanzas cruzados, y que los integrantes de la CTERA adoctrinan en las aulas a los más chicos, resulta fácil colegir qué pretende y a qué está dispuesta a recurrir. Más de setenta atentados incendiarios, incluido dos en la propia ciudad de Buenos Aires y uno en El Bolsón, resultan al menos inquietantes.

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Ahora falta saber qué hará el Gobierno para impedir que la escalada de violencia, todavía relativamente incipiente, escale y se expanda. Como dije la semana pasada, no tengo duda alguna que Mauricio Macri se ha puesto las botas y avanza a paso redoblado sobre la realidad política nacional e internacional (caso Venezuela), pero aún resta conocer su posición frente a estos hechos, cuyo inmediato futuro puede ya verse en el sur de Chile, la otra víctima de sus provocados incendios, devastación y muerte, impunes por decisión del gobierno socialista de Michelle Bachelet.
El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires está lo suficientemente preocupado por los trascendidos que hablan de una intensificación de estas acciones en las semanas que median hasta las elecciones legislativas del 22 de octubre, y ha dado directivas “defensivas” a sus efectivos. Pero, al menos por ahora, nada parece haber hecho para conjurar el peligro.
En esta rara Argentina que hemos sabido conseguir, con los terroristas premiados con indemnizaciones gigantescas y opacas, sentados en gobernaciones, ministerios y sillones parlamentarios, las Fuerzas Armadas tienen vedado, por ley, realizar acciones militares dentro del territorio. Para modificar ese marco legal, aún si quisiera que actuaran contra el narcotráfico y el terrorismo, Cambiemos carece de fuerza en las cámaras del Congreso y dudo que fuera acompañado por las distintas formas del peronismo.
Por lo demás, ¿quién asegura que los oficiales y suboficiales cumplirían las órdenes aún cuando contaran con el respaldo legislativo? Todos hemos visto a este ¿honorable? poder del Estado -un verdadero aguantadero de criminales, que se nutrirá pronto con la presencia de Cristina Kirchner- declarar la nulidad de las leyes de “obediencia debida” y “punto final”, que había sancionado veinte años antes. ¿Quién puede asegurarles que no lo haría nuevamente en el futuro?
Y también vemos a los fiscales “legítimos” y jueces prevaricadores, verdaderos asesinos togados, violar todas las normas constitucionales (legalidad, principio de inocencia, irretroactividad de la ley, defensa en juicio, juez natural, etc.) para perseguir y encarcelar de por vida a más de dos mil  militares de los que lograron que pudiéramos conservar la integridad nacional y la democracia, cumpliendo órdenes legítimas de una Presidente democrática, integrante de la fórmula que obtuvo el mayor porcentaje de votos de la historia, durante el Operativo Independencia, en Tucumán; más de cuatrocientos ya murieron en cautiverio. El beneficio de la prisión domiciliaria concedida, por intercesión de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, clama al cielo; los presos políticos de esta democracia reconquistada en 2015, son mucho más viejos y no tienen posibilidad alguna de entorpecer la investigación de hechos ocurridos hace cuarenta años y, sin embargo, ese beneficio, de todo punto de vista legal, no le es reconocido.
Y recordemos que el Presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, dijo hace tiempo y sin ponerse colorado, que los juicios por los supuestos crímenes de lesa humanidad son una política de Estado, consensuada con los otros dos poderes; ¿no debían los jueces impartir justicia? Pensemos que, después del fallo “Muiña” del alto Tribunal, que aplicó correctamente el principio de la ley más benigna, el Congreso, casi por unanimidad -Cambiemos la inspiró- sancionó una ley que establece que ese beneficio no resulta aplicable a los amañados procesos por supuestos crímenes de lesa humanidad. ¿Qué dirá al respecto la Corte cuando deba expedirse en casos similares?
Espero, ya con pocas esperanzas, que el ignominioso tema de los presos políticos se solucione a partir de octubre, porque constituye hoy la mancha más penosa que pesa sobre la política de derechos humanos del actual gobierno al que, como queda claro, votaré en las legislativas.

 

 

Bs.As., 2 Sep 17

Enrique Guillermo Avogadro

 


PrisioneroEnArgentina.com

Septiembre 2, 2017


 

Maradona no perdona. Los Mapuches Montos

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Las cartitas de Marta y Alejo

 

 

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SOLDADO MARDADONA : ” EL DIEGO BOLIVARIANO ” 
Señor Director :
Ante los increibles dichos de Diego Maradona y su pareja Rocio Oliva, donde en su cuenta de twitter se declaran fervorosos partidarios del dictador Nicolas Maduro y se ofrecen ” a vestirse de soldados y pelear ” para defender la revolucion bolivariana, invitan a pensar :

¡ Que facil es expresarse de esa manera mientras disfrutan una vida de jeques en Dubai, gratificados con dos o tres mil veces mas que los apenas treinta dolares per capita que cuentan mensualmente los ciudadanos de Venezuela para sobrevivir.
Alejo Uribe

DNI.- 6.259.301

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MAPUCHES : ” APARECIERON LOS MAPUCHENTONEROS “
Señor Director :
Con asombro y pavor contemple a Facundo Jones Huala, uno de los lideres y fundadores de la llamada ” Resistencia Ancestral Mapuche ” ( RAM ), cuando en medio de una entrevista desde el penal donde se encuentra detenido por sedicion, ” valido la violencia como unico mecanismo de autodefensa ” y confesar que para tal fin contaban con armamentos tales como ” bombas molotov, piedras, palos, cuchillos y algun rifle “.
Todo lo que oia parecia increible y sonaba a tiempos que creia superados y seensaciones que jamas volveria a sentir. Mis dudas se disiparon cuando me informe que uno de los principales mentores y consejeros de estos grupos violentos, era nada menos que el siniestro guerrillero, extorsionador, asesino y secuestrador Fernando Vaca Narvaja, tristemente celebre por su activa participacion y liderazgo de la banda terrorista ” Montoneros ” que asolo a nuestra patria en la sangrienta decada del setenta.
Seria horrorosa la minima posibilidad de que se encuentre en ciernes un movimiento a imagen y semejanza de aquella funesta organizacion subversiva.
Marta Escobar

DNI.- 6.030.071

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PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 12, 2017

EL MAPUCHE NO ES UN PUEBLO ORIGINARIO ARGENTINO

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Escribe Alfredo Nobre Leite.

 

 

El viernes 21 del actual, un sedicente grupo autodenominado “Resistencia Ancestral Mapuche (RAM)”, incendió un  puesto de una estancia de la Compañia Tierras del Sud Argentino, perteneciente al grupo Benetton, en la localidad chubutense de Epuyén, golpeando cuatro individuos encapuchados al hombre que cuidada el lugar, esparciendo los agresores panfletos que pedían la libertad de Facundo Jones Huala, un activista que está detenido en Chubut y con pedido de captura de la justicia chilena, a quien los agresores consideran como “preso político mapuche de los Estados argentino y chileno”. Jones Huala ratificó su aval a “la violencia” buscando compensación para los pueblos originarios de Chile y reiterando que “Nuestro enemigo es el capitalismo” y que sus seguidores se reivindican “como anti-imperialista, anti-oligárquicos, anti-capitalistas, anti-colonialistas”, pero sobre todo parte de una humanidad que debe levantar los valores humanos” (sic).
       Como la nota gráfica del diario “La Prensa” del 23 del corriente muestra un cartel que dice “TERRITORIO MAPUCHE” en Chubut, es oportuno aclarar a esos impenitentes desabridos y pretendidos dueños del territorio argentino, que el mapuche no es pueblo originario argentino sino chileno, en virtud de que los araucanos/mapuches que habrían cruzado el estrecho de Bering y que de Chile, a partir de 1830, haciéndose llamar también huilliches, pehuelches y picunches, etc., llegaron  a la Argentina siendo ya una nación libre, soberana e independiente. Se asentaron en los territorios de Neuquén, Río Negro y Chubut, habitados por los guenaken o guinecas, a los que llamaron tehuelches -“gente del sur”-, que es un híbrido de pampas y mapuches, quienes en sus guerras invasivas diezmaron y desalojaron a aquéllos, hacia el sur, hasta Tierra del Fuego. Los araucanos/mapuches fueron empujados por el general Julio Argentino Roca a su país, Chile.

      Es pertinente consignar que los araucanos/mapuches, que fueron expulsados por las fuerzas patrióticas chilenas por “realistas”, estableciéndose definitivamente en Carhué, con la autorización de Buenos Aires. El 18 de octubre de 1824, el cacique principal, Mariano Caniullán, se bautizó y tomó el apellido de su padrino, el general José Rondeau; y fijó su residencia en Chiloé (1), voz mapuche que significa “lugar de chilenos”, Calfacurá, en 1834, recién llegado de Chile.
      He mencionado particularidades de los mapuches, que con sus malones -que desnudan su naturaleza- llegaban hasta Bahía Blanca, tomaban mujeres y niñas cautivas que “indianizaban”, al tiempo que mataban todo hombre mayor de 14 años, y arrastraban hasta 200 mil cabezas de ganado bovino a Chile; para destacar el gravísimo error que cometió la Convención Constituyente de Neuquén en febrero de 2006, bajo la presidencia del ex gobernador Jorge Sobisch, que bajo la presión del inefable y marxista premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y del ideologismo indigenista cometió la torpeza de reconocer a los mapuches “derechos de pueblo originario”, por no ser -repito- pueblo originario argentino sino chileno. Tampoco, tuvo en cuenta el mapa de la Argentina, donde las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut aparecen remarcadas como territorio mapuche -por sus ínfulas independistas-, que con el título de “Lo que faltaba“, señalaba “La Prensa” el 13 de octubre de 1988, preguntando: “¿Qué dice el gobierno argentino?“…; y lo que hizo Sobisch fue echar leña al fuego, como queda dicho ut supra.
       Destaco que Roca impidiendo que los mapuches tomaran posesión de los territorios de las provincias aludidas, aseguró a la Patagonia como territorio nacional.

 

1) Lugar en La Pampa, próximo a Salinas Grandes, no confundir con la isla homónima.

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 23, 2017