DEDICADO A LOS COBARDES Y TRAIDORES.

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 Escribe ARIEL VALDIVIEZO.

 

 

 

Esta poesía va dedicada a todos aquellos superiores, sin excepción que de una u otra manera, han traicionado a sus Oficiales ,Suboficiales y Soldados, a quienes hipócritamente, decían tenían el honor de mandar, incluye esta dedicación a los pares de las Fuerzas de Seguridad y Fuerzas Policiales, quienes actuaron a órdenes de los Oficiales Superiores de la Fuerzas Armadas.
A todos aquellos generales cobardes que entregaron sus subalternos y subordinados mientras ellos permanecían en libertad escondidos en su cubil, que no fueron culo (y disculpen este término pero me parece que es el más adecuado), de hacerse cargo de sus responsabilidades tal cual lo definía el CÓDIGO DE JUSTICIA MILITAR  en su Artículo 514 que establecía “ Cuando se haya cometido delito por la ejecución de una orden del servicio, el superior que la hubiere dado será el único responsable…”, además pongo en conocimiento, para aquellos que no lo sepan, que la responsabilidad militar no se puede compartir y cuando es delegada, el Jefe sigue siendo el único responsable, al menos era así en la décadas del 70 y 80, aspecto que todos conocíamos, y por ello el 2do Jefe de una Unidad Militar, si el Jefe no se encontraba, siempre firmaba como “DO”, lo que significa  “De Orden” o de “DOYA” es decir “De Orden y en Ausencia”.
En este aspecto reside la gravedad de estas traiciones, como los jueces prevaricadores, toman lo que les conviene y no se ajustan a las leyes que en esos tristes años nos regían, y esto sumado al honor que se supone debía tener un hombre de armas, es totalmente aberrante y deplorable la cobardía y traición de todos estos superiores.”
Por eso voy decir lo que una vez escuchara “Al que le caiga es sayo que se lo ponga” y repetiré la última estrofa del Martín Fierro de JOSE HERNANDEZ, verdadera joya de la literatura argentina

 

Mas naides se crea ofendido,

pues á ninguno incomodo;

y si canto de este modo

por encontrarlo oportuno,

NO ES PARA MAL DE NINGUNO

SINÓ PARA BIEN DE TODOS.

 

 

ARTEROS TRAIDORES  DE LA PATRIA.

 

Rompe el silencio la lengua

Afilada de traidor artero

Que a sus soldados  señeros

Con su veneno van a entregar

Porque nunca supo amar

A sus soldados y compañeros.

 

Ellos vencieron a la muerte

En los montes y Malvinas perecieron

Por su Patria y por su Pueblo murieron

Y por tu traición, la que nunca saciaste

A sus honores y grandeza renunciaste

y por tu bajeza los  enemigos los comieron

 

Tiraste con tu alma putrefacta

Las glorias de soldados bien ganadas

Que en medio de tiros y granadas

Esos soldados  de corazones bizarros

En medio de lluvia, calor, frio y barro

En cumplimientos de tus órdenes

Hasta su vida  te ofrendaron

 

Combatiente de Malvinas

Traidor de toda tu gente

Que en su gloria de demente

A la Patria le fue arriando

Al pabellón que nos va dando

Heroicas base y simientes.

 

En toda tu alma podrida

No veo gloria ninguna

La gloria no es una laguna

Que en la calma se presenta

Es como el viento de Zenta

Que va buscando la Puna

 

Como puede este traidor

Seguir mintiendo y sin honor

Cuando es tu mayor deshonor

Que tu descendencia ha de llevar

Por traicionar a la Patria

Con cobarde y fino pundonor

 

No toda la culpa es suya

Sino de quien le dio de comer

Sus superiores en su inmenso querer

Como como si fuesen dementes

Permitieron a este obsecuente

Al grado de general acceder

 

Es vergüenza verdadera

Como digitan los grados

De los que son de su agrado

Y lo que menos les importa

Es la moral  de quien lo porta

Que a sus soldados han traicionado

 

Pudimos ver en la derrota

Y hemos sido observadores

Que solo son adoradores

De su propia cobardía

Formando una cofradía

De superiores traidores

 

Desertores de sus soldados

En las Fuerzas Armadas podemos ver

Aunque es de no creer

A sus soldados abandonaron

Como cobardes se espantaron

Solo sabiéndose esconder

 

 

Ariel Valdiviezo

D.N.I.: 8.196.717

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 10, 2018


 

LOS JUICIOS QUE HAN NACIDO MAL PARIDOS Y MAL PARIDOS VAN A MORIR. PARTE VIII.  

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Escribe ARIEL VALDIVIEZO.

  

 

Buenos Aires, 06 de Abril de 2018.

INTRODUCCIÓN.

Deseo transcribir esta estrofa del Martín Fierro de JOSÉ HERNANDEZ, para que, el que lea estos escritos, conozca la intencionalidad de los mismos.

“MAS NAIDES SE CREA OFENDIDO,

PUES Á NINGUNO INCOMODO;

Y SI CANTO DE ESTE MODO

POR ENCONTRARLO OPORTUNO,

NO ES PARA MAL DE NINGUNO

SINÓ PARA BIEN DE TODOS”.

 

ESTOS ESCRITOS Y LOS VENIDEROS TIENEN POR FINALIDAD SACAR LA VENDA DE LOS OJOS DE LOS QUE NO CONOCEN LA VERDAD,  PARA LOS QUE LA CONOCEN Y SE HACEN, DENTRO DE SU CABARDÍA, LOS OLVIDADOS, PARA LOS QUE NO QUIERAN VER O PARA LOS QUE MIRAN SIN QUERER VER.

En la PARTE VII mencioné que al ser la Constitución Nacional la primera en la jerarquía del ordenamiento jurídico Argentino, todas las demás deben subordinarse a su mandato, sean nacionales o internacionales.

También expliqué aspectos del Código de Justicia Militar, (CJM) que normalmente no son conocidos por los Jueces Federales y Fiscales, que establecen claramente la obediencia debida,  y quien lo expresa en forma categórica el camaleónico ex Juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación(CSJN) ZAFARONI,

Este traidor contumaz a la Constitución Nacional, en su libro el Derecho Penal Pág. 69 ha dicho este magistrado de la CSJN: “El militar no actúa libremente, actúa bajo el CJM sin opciones de libertad….”, “… el Derecho Penal reconoce este fenómeno y que a  ese sujeto no se le puede reprochar un hecho en tal estado…” y en la pág. 73 del mismo libro agrega: “No se le puede penar a un hombre por ser lo que ha elegido ser, sin que ello violente su ámbito de autodeterminación garantizado por nuestra CN en su art 19”.

Tal aspecto, el de la obediencia debida es reforzado por los Art. 663 (Irrespetuosidad), Art 667 (Insubordinación) y Art 677 (Desobediencia), del Código de Justicia Militar en donde cualquiera de estos delitos conlleva la pena de muerte frente al enemigo, lo que demuestra que el soldado y no importa la jerarquía que ostente, no obra libremente, obra sin opción a elegir por lo cual es inimputable.

La aberración Jurídica de este Juicio está dada por:

1) Por  la violación de la Constitución Nacional, específicamente del Art 18, que consagra los Principios Universales del Derecho.

2) En hacer desaparecer por primera, vez el Código de Justicia Militar, para juzgar a los Comandantes, sería el preludio de lo que vendría cuarenta años después, los mal llamados Juicios de Lesa Humanidad.

3) Jueces ignorantes de las leyes y reglamentos militares con que se combatió a la subversión.

4) Hacen desaparecer la obediencia debida.

5) Hacer desparecer la responsabilidad de las órdenes dadas por el superior, cayendo sobre los subalternos quienes las cumplían.

Lo mismo está también especificado en el  Código Penal de la Nación (CPN) en su art 34 que establece que: “No son punibles”  y en su Inc. 4. Establece: El que obrare en cumplimiento de un deber o en el legítimo ejercicio de su derecho, autoridad o cargo” y el Inc 5. “No son punibles el que obrase en virtud de la obediencia debida”

Artículo que claramente expresa que soy inimputable al decir: la obediencia debida”, lo que nulifica de hecho cualquier acusación, ya que por este artículo, no tiene cabida “acuerdo de voluntades entre el que manda y el que obedece”.

Lo mismo menciona el Estatuto de Roma (ER) en su Artículo 33 que establece:

  1. Quien hubiere cometido un crimen de la competencia de la Corte en cumplimiento de una orden emitida por un gobierno o un superior, sea militar o civil, no será eximido de responsabilidad penal a menos que:

  2. a) Estuviere obligado por ley a obedecer órdenes emitidas por el gobierno o el superior de que se trate;

  3. b) No supiera que la orden era ilícita; y

  4. c) La orden no fuera manifiestamente ilícita.

  5. A los efectos del presente artículo, se entenderá que las órdenes de cometer genocidio o crímenes de lesa humanidad son manifiestamente ilícitas.

Los aspectos legales mencionados precedentemente tipificados en el Código de Justicia Militar, en el Código Penal de la Nación y en el Estatuto de Roma.

Leyes y Tratados Internacionales que nunca fueron tenidos en cuenta en estos juicios, ni por los Fiscales y los Jueces, todo ello orquestado por ALFONSIN, es decir por el “Padre de la democracia”, y al ser “ juzgados por comisiones especiales, y sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa” y al ser negada olímpicamente la obediencia debida, sumando a que son Juzgados por el Código Penal, conlleva a considerar actos de guerra como delitos comunes de civiles, donde cada uno pasa a ser responsable de lo que los superiores ordenaban, he aquí la tremendo mamarracho jurídico, nunca visto antes en la historia argentina, la alevosa violación de la Constitución Nacional y de sus leyes jamás imaginadas.

Es importante destacar que los tres Jefes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y el primer Jefe de Estado Mayor Conjunto, que cuidando sus respectivas quintas, fueron los primeros cobardes, desleales y traidores,  al permitir que a los que fueron sus Comandantes, se los juzgara como delincuente comunes con el Código Penal, como así mismo estaban permitiendo que aquellos que habían sido sus subordinados y subalternos se los comenzara a juzgar, lo que luego trajo aparejados los movimientos militares, lo que se es harina de otro costal y se explicará a posteriori.

PP – VGMT (PRESO POLÍTICO Y VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO)

Ariel Valdiviezo

D.N.I: 8.196.717

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 6, 2018


 

Mi amigo José Hernández

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lobo-aragon-ups Por Jorge Lobo Aragón.

Uno de tanto leer diarios se hace canchero. Va directamente a lo que le interesa, local o internacional, política o económica, la tómbola, el fútbol. Los chicos aprenden a buscar si las maestras estarán de huelga o volverán a las aulas. Yo me he hecho práctico en no ver la propaganda; por no perder el tiempo a los avisos ni los miro, como si no existieran; puede haber uno de una página entera y ni me entero. ¿Una ventaja? Sí, porque me queda más tiempo para lo que quiero ver, pero también puedo perderme avisos que a veces son interesantísimos. Por ejemplo el que salió en La Nación. Estaba ya fuera de mi cuerpo físico y como mis facultades de bilocación son tal vez más desarrolladas que la de los propios Santos, puedo curiosear o leer cualquier documento o diario de cualquier época. Es así que a fines del el año 1800 en un modesto recuadro se anunciaba la venta de “El gaucho Martín Fierro”. De inmediato como una exhalación me pude enlazar por así decirlo en otro plano con José Hernández, ligado al paisanaje campesino. Tuve el privilegio entre tantos de hacerme amigo. Me contó y lo pude verificar que era un federal declarado. Mucho esperó que Urquiza, el más destacado y con mayores posibilidades de los jefes federales, se pusiera al frente de los jh1suyos y aplastara a la oligarquía porteña. Como periodista varias veces lo alertó: “Tiemble ya el general Urquiza que el puñal de los asesinos se prepara para descargarse sobre su cuello; allí en San José, en medio de los halagos de su familia, su sangre ha de enrojecer los salones frecuentados por el partido unitario”. Pero al jefe lo halagan las visitas unitarias. “No se haga ilusiones el general Urquiza. Amigos como Benavídez, como Peñaloza, como Virasoro, no se recuperan”. Urquiza no reacciona ni ante el asesinato de sus amigos, pero Hernández sigue haciendo lo posible por mantenerse entusiasta. Cuando López Jordán se levanta en Entre Ríos, monta su caballo y allá va a luchar por su patria gaucha y federal. Pero son vencidos. Debe huir al Brasil, a Santa Ana do Livramento. Luego pasa a Montevideo y al fin vuelve a Buenos Aires. Varios meses se mantiene medio oculto en el “Hotel Argentino”. En fugaces escapadas al campo asesora a compradores de estancias, tarea que le rinde sus buenos patacones, y vuelve al escondite del hotel, en el que recibe visitas de los amigos y horas se pasa escribiendo. Escribe lo que le sale; lo que él tiene adentro y se parece a lo que todos tenemos adentro. Historias de atropellos, de angustias y de injusticias, pero que por los milagrosos caminos del arte al leerlas no producen pesadumbre sino que contagian la alegría de ver que alguien las dice como hay que decirlas. ¡Qué de emociones, de pasiones políticas, de coraje, de sereno entrelazamiento con la patria puede haber tras un humildísimo aviso publicado en los periódicos! A raíz de esta nueva experiencia de separación de mi cuerpo al campo astral y mi nueva amistad con el militar, periodista, poeta y político argentino, todos los días miro los avisos del diario. Nuevamente entro en trance y transcribo en un papel lo que he vivenciado a través del campo astral para que mis lectores puedan disfrutar conmigo algunas anécdotas del amigazo Hernández que tuvo el enorme mérito de llevar a la literatura la vida de un gaucho contándola como a mí en primera persona, con sus propias palabras e imbuido de su espíritu. En sus palabras pude descubrir la encarnación del coraje y la integridad inherente a una vida independiente. Lo que debiera ser el verdadero representante del carácter argentino.

Dr. Jorge B. Lobo Aragón

El GAUCHO

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lobo-aragon27272Por Jorge B. Lobo Aragón.

Reflexión

En nuestras comarcas norteñas y en gran parte de nuestro país, la palabra gaucho tiene diversas
acepciones. Cuando decimos: “¡Qué gaucho es Fulano!”, estamos ponderando la nobleza, la generosidad, la caballerosidad, el desinterés, el hidalgo señorío de un individuo desprendido. Y también al decir: “Mengano es un gaucho”, con un matiz en la voz ligeramente distinto, despectivamente, lo calificamos ignorante, rudo, grosero, rústico, tosco, ordinario. El sentido de “gaucho” no sólo varía de acuerdo al tono con que se pronuncie, sino a quien use el término. Si los menciona uno de los colaboradores de “Güemes”, evoca a héroes legendarios, centauros generosos que enfrentan la muerte por lealtad a la patria encarnada en su caudillo. Si lo recuerda el del bando contrario, eran solamente bandoleros o cuatreros. Una carta de un militar en campaña a su contendiente nos da los dos aspectos de la historia

 

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“¿Cree usted que un puñado de hombres desnaturalizados y mantenidos con el robo, sin más orden, disciplina ni instrucción que la de unos bandidos, puede oponerse a una tropa aguerrida y acostumbrada a vencer a las primeras de Europa, y a las que se haría un agravio comparándolas a esos que se llaman “gauchos”, incapaces de batirse con triplicada fuerza como es la de su enemigo? “, Ya estaban en vigencia los dos conceptos. El comandante patriota ve con orgullo que sus “gauchos” han abatido el orgullo de un aguerrido regimiento. El jefe vencido que los desprecia por verlos sin orden ni disciplina, solamente mantenidos con el robo. A la fuerza tuvieron que convencerse de que esos hombres simples son eficaces en la defensa de la patria que aman. ¿Son héroes o bandidos? No. Para nosotros los norteños, hermanados y consustanciados con los paisanos del campo, al Gaucho lo imaginamos pegado a una guitarra. Su instrumento propio, el más apto para expresar su música; el que por su peso y tamaño no estorba al hombre andariego, trashumante. El gaucho hombre de trabajos rudos, de trajinar el cuero haciendo trenzas que exigen esforzar los dedos; No se necesita ser adivino para darse cuenta de que después de esas faenas a nuestros Gauchos las manos le quedarán callosas, los dedos entumecidos, pesados, agarrotados. Pero con espíritu noble y osado, sin apegos ni prejuicios, cantó su rebeldía y amó su libertad. Nunca tuvo patrones y con su única riqueza y mejor compañero su caballo se ganó su pobre sustento. Hábil jinete, melancólico y reservado. Con su lazo, el rodeo de hacienda y las travesías, las espuelas, el cuchillo, facón o daga y el poncho, fueron señales de nuestra leyenda. Los recados y rebenques, la chiripa serán siempre instrumentos de orgullo para estos gauchos humildes, gauchos pobres, que en las históricas batallas con Güemes a la cabeza, han conseguido que hoy nuestra Argentina sea una nación libre e independiente. Fierro dice que él sabe “dirigir la mancera / y también echar un pial… / Sé correr en un rodeo, / trabajar en un corral… / Me sé sentar en un pértigo / lo mesmo que en un bagual”. De modo que con la guitarra podrá rasguear el acompañamiento de un canto, marcar el compás de un baile; cuanto más, arpegiar una milonga, pero con espíritu noble y osado, sin apegos ni prejuicios, cantó su rebeldía y amó su libertad.

Dr. Jorge B. Lobo Aragon

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