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   Por Claudio Kussman.

Bien sabemos que Argentina está dividida por una profunda grieta ideológica  de oscuros intereses espurios  y que desgraciadamente en lo más profundo  de la misma estamos empantanados nosotros, los adultos mayores imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, a como dé lugar.

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Allí solo se asoman los miembros del poder judicial (hombres y mujeres) a los que sería preferible no conocer ni tratar. Su misión acorde a “la política de estado” que se lleva adelante por decisión  unánime de los políticos  es darnos  el golpe de gracia antes que la muerte nos libere definitivamente de lo que nos toca vivir. Por supuesto todo se lleva a cabo en el marco de floridos escritos (copiados y pegados) y frases enumerando códigos y leyes  que poco se cumplen.  El lugar son los tribunales orales federales a los que generalmente se llega tras 5, 8 o más años de “ablandamiento” en  ilegales prisiones preventivas.  En ese territorio dominan  fiscales, muchas veces iracundos como MIGUÉL  PALAZZANI, apoyados por un poderoso equipo y un grupo de “querellantas” motivadas como ellos, emocional e ideológicamente. También hace presencia un público que dice interesarse por la “memoria, verdad y justicia”, siempre y cuando las condenas sean generalizadas, ya que de no ser así vendrá aquello de: “a donde vayan los iremos a buscar”.  Entrando de lleno a lo que se vive en el marco de la  Mega Causa Zona 5, en la ciudad de Bahía Blanca a donde religiosamente asisto y asistiré con el  abogado GONZALO MIÑO para declarar en persona, vuelvo a destacar la gran pancarta con la que la agrupación H.I.J.O.S. engalana el frente del edificio tribunalicio. ¿Acaso ese palacio de la “justicia y la imparcialidad”, será de ellos? Trasponiendo el hall de entrada y ya en estrado donde se lleva a cabo el juicio, vistas y comparecencias  vemos una amplia pared vidriada. En ella  muy prolijamente están fijadas  numerosas fotos de hombres y mujeres que habrían sido víctimas de la represión de estado, ocurrida en los años 70. Entonces más allá de lo legal o ilegal de ocupar ese sitio de privilegio, me pregunto: ¿por qué allí no hay una sola foto de alguna de las víctimas asesinadas   por el terrorismo que asoló el país en esos tiempos? ¿Acaso sus familiares los ignoran al igual que las instituciones a las que pertenecieron? Realmente ver esas presencias de una de las partes y las ausencias de la otra, causa tristeza porque demuestra  lo diferentes que somos unos y otros. Si existe un más allá, que aquellos que murieron creyendo y fueron olvidados sepan perdonarnos.    

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Claudio Kussman

Comisario Mayor (R) 

Policía Pcia. Buenos Aires

claudio@PrisioneroEnArgentina.com

www.PrisioneroEnArgentina.com

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“El verdadero odio es el desinterés, y el asesinato perfecto es el olvido”

Georges Bernanos (1888-1948)

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PrisioneroEnArgentina.com

Enero 15, 2023