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lobo-aragon27272Por Jorge Lobo Aragón.

 

REFLEXIÓN

Cuando éramos chicos y corríamos carreras. Al más chico lo poníamos varios pasos adelante. Le dábamos cancha. Tantos más pasos cuando más chico era el corredor. Así es la vida del minusválido, necesita, tienen derecho a varios o muchos pasos adelante de los otros para correr en igualdad de condiciones. No le concedemos nada, reconocemos en ellos un derecho elemental de los más lobo66elementales de los derechos humanos. Para poder ganarse la vida, el ciego, el amputado, el débil mental por cualquier causa, el sordo, el mudo, requieren muchos pasos de ventaja. Puede un sordo, un mudo, un ciego manejar una computadora? Pues enseñémosle y que lo hagan como el mejor, con orgullo, pero enseñémosle. No quieren limosna, no quieren favores, quieren ejercer el derecho elemental a trabajar. Quieren ser capaces de sostenerse a si mismos y sostener una familia. Digo computadora como podría decir mil cosas distintas. Desde traducir Braile a estudiar una carrera independiente. Desde música a artesanías pasando por distintos profesorados. Cuando tenemos el problema en casa recién reaccionamos. Cuánto cuesta una operación de ojos o de oído o de cerebro, cuanto cuesta una pierna ortopédica o una silla de rueda especial? Conocemos a genios que se levantaron sobre sus disminuciones físicas o mentales por que tuvieron los medios para hacerlo. A cuanto de ellos perdemos, desperdiciamos? De cuantos cerebros nos privamos? Nos es caridad, es obligación la de velar por ellos, como por los niños y las madres necesitadas y los ancianos. No creo que Dios justifique a un pueblo que olvida a los débiles.

Dr. Jorge B. Lobo Aragón.