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Los Presos Políticos y la influenza. La vacunación tardía contra la gripe en la Unidad Penal 31 de Ezeiza es el peine -como decía Bonavena- cuando uno está completamente calvo, o instalar el agarramanos de la ducha cuando la persona ya se partió el cráneo en una caída.

 

 

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Con la llegada de los primeros fríos violentos, llega la gripe. Niños mayores de seis meses y adultos o ancianos que no tengan alergias a los ingredientes de la vacuna, en cualquier ambiente que se encuentren, deben ser inyectados para prevenir las consecuencias de la enfermedad. Estas deben ser recibidas durante los primeros días del mes de marzo.
A pesar de que aparentemente las vacunas contra la influenza presentan resultados menos favorables en personas mayores de 65 años, hay muchos motivos por los que las personas de ese grupo etario deberían vacunarse todos los años. Las personas de 65 años y mayores corren un riesgo más alto de enfermarse gravemente, ser hospitalizadas y morir a causa de la influenza. Si bien la efectividad de la vacuna contra la influenza puede ser inferior en personas mayores, hay temporadas en las que se observa un beneficio significativo cuando se trata de prevenir una enfermedad que podría derivar en una consulta médica. Incluso si la vacuna brindara menos protección a los adultos mayores de la que debería a personas más jóvenes, es mejor contar con cierta protección, antes que nada, en especial si se trata de este grupo de alto riesgo.
En los adultos mayores debilitados, las hospitalizaciones pueden marcar el comienzo del deterioro general del estado de salud y la motricidad, lo cual puede llevar a la incapacidad de llevar una vida independiente o realizar actividades básicas de la vida diaria. Aunque la protección que reciben los adultos mayores al vacunarse contra la influenza puede variar considerablemente, la vacunación anual sigue siendo la mejor protección disponible contra la influenza.
Es importante recordar que las personas mayores de 65 años conforman un grupo heterogéneo y, generalmente, difieren unas de otras en lo que respecta al estado de salud general, al nivel de actividad y movilidad y a su actitud al momento de solicitar atención médica. Este grupo incluye personas sanas y activas cuyos sistemas inmunitarios responden, como también personas que presentan afecciones médicas subyacentes que pueden debilitar su sistema inmunitario y, por lo tanto, la capacidad de su cuerpo para responder a la vacunación. Por lo tanto, al evaluar los beneficios de la vacuna contra la influenza, es importante considerar un panorama más amplio que el que puede presentar el resultado arrojado por un estudio. Si bien la vacuna contra la influenza no es perfecta, la evidencia general demuestra que la vacunación presenta beneficios para la salud pública. La vacunación es especialmente importante para las personas de 65 años y mayores que son particularmente vulnerables a enfermarse gravemente y morir, a pesar de que el funcionamiento de la vacuna en este grupo etario no sea tan satisfactorio.
Luego de esta extensa lista con connotaciones pesimistas, pasemos al tema de los presos adultos mayores, empotrados en -por ejemplo- la Unidad Penitenciaria de Ezeiza. Los más jóvenes rozan los 65 años y he perdido la nación -ante tantas muertes- sobre la edad del más longevo. Casi todos en ese penal ya tienen gripe y con los que he podido dialogar -debido a afonías y disfonías, casi transformándose en monólogos- pudieron susurrarme (No a propósito) de que, en días pasados, se comenzó a suministrar la famosa vacuna que en personas que ya padecen el virus, que sufren exasperante tos, con dolores musculares, que experimentan dolor de garganta, con temperaturas superiores a 38.5 grados, incurren en el riesgo de ser internados en el hospital penitenciario o en un osario en Chacarita. Los prisioneros que están en pleno proceso gripal deberán aguardar por su recuperación antes de recibir la vacuna. Aquellos escasos no afectados hasta hoy del virus comenzaron a ser inmunizados hace pocas horas. ¿Qué dirá la licenciada Adriana Taboada al respecto? ¿Parte de la condena de muerte encubierta? ¿Peor el remedio que la enfermedad? La enfermedad pareciera ser el remedio.
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PrisioneroEnArgentina.com

Mayo 28, 2017