La Dolorosa Historia del Dilatador Anal

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Después de la Ley de Alimentos y Medicamentos Puros de 1906, los promotores de medicamentos en los EE. UU. tuvieron que tener mucho cuidado con lo que decían en su publicidad y empaque, pero esto no se aplicaba a los dispositivos médicos que no eran medicamentos. Los dilatadores (patentados en 1892 por Frank E Young pero no ampliamente promocionados hasta los primeros años del siglo XX), fueron presentados como ‘una cura radical’ para las almorranas y el estreñimiento, con la idea de que los músculos bien entrenados en el área en cuestión serían capaces de hacer frente incluso al más sólido de los ‘sólidos’. Los anuncios de los periódicos de 1907 y 1908 (dirigidos a los apostadores ordinarios en lugar de a los médicos) incluían afirmaciones como: “curar incluso los peores casos”; ‘garantizado para curar’; ‘cura positiva y duradera’. Si hubieran estado hablando de un medicamento, tales garantías absolutas habrían metido en problemas a los fabricantes.

Para aprovechar los beneficios, esto es lo que se tenía que hacer:

Introducir el dilatador en agua tibia; luego lubricar el exterior del dilatador con un unguento o vaselina y mientras está en cuclillas, o mientras está acostado de lado con las rodillas dobladas, insértelo suavemente en el recto hasta el reborde o el borde . Mantenga en su lugar un minuto y los músculos anales lo sostendrán y lo retendrán. Siéntese o acuéstese y déjelo actuar durante media hora o una hora para obtener los mejores resultados. Cuando esté listo para pasar al siguiente tamaño (más grande), es mejor usar primero durante unos minutos el mismo tamaño que ha estado usando, insertándolo y retirándolo varias veces.

En caso de que se lo esté preguntando, el grande tenía 4 pulgadas de largo y una pulgada de diámetro. Aunque en el momento de este anuncio estaban hechos de caucho, más tarde se usó baquelita, y el diseño cambió para que la pestaña en la parte inferior fuera plana y los dilatadores pudieran permanecer en posición vertical.

No fue hasta 1938 que la nueva Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos de EE. UU. abarcó la venta de dispositivos médicos, y una vez que entró en vigor, los dilatadores no tardaron en atraer la atención de los tribunales. En 1940, un cargamento de dilatadores y su lubricante, fue incautado en Nueva York y el Fiscal Federal del Distrito Sur de Nueva York presentó una demanda contra ellos, alegando que estaban mal rotulados.

Las acusaciones de rotulación errónea se relacionaban con las afirmaciones de que los dilatadores curarían permanentemente el estreñimiento y las hemorroides, que tenían muchos otros beneficios, entre ellos promover un sueño reparador y mejorar el acné, la urticaria y la anemia, y que las instrucciones aconsejaban “no debe tener miedo de usarlos” Lo cierto es que luego de usar este dilatador anal, lo menos preocupante era un acné… La audiencia aceptó que ‘sería peligroso para la salud cuando se usara con la frecuencia y la duración prescrita, recomendada o sugerida en la siguiente etiqueta’, y el envío fue condenado y destruido, uno de los muchos ejemplos de un producto que cae en desgracia. 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Setiembre 6, 2022


 

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