La función de la ONU, Malcorra, luchas intestinas y los abandonados de siempre.

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fabian11 Por Fabian Kussman.

 

La mujer ingresó a la oficina de la Jefa de Personal del Secretario General de las Naciones Unidas con una petición de sumo cuidado. Promediaba el año 2015 y la oficina que supervisaba (Departamento de investigaciones Internas) se había desarrollado mal y se había desgastado por la falta de comunicación y nulos resultados. La solicitud pedía comenzar de cero para una favorable reconstrucción. La mujer era la canadiense Carman Lapointe. La entrevistada, la ahora canciller argentina Susana Mabel Malcorra.

Lapointe argumentó que la división había sido trabada por un extenso celo de luchas internas que habían desviado a los investigadores de su misión principal. “Ellos o yo”, le dijo Lapointe a Malcorra. “Lo único que hay que hacer es deshacer esta división y empezar de nuevo”.

La División de Investigaciones nunca se cerró, sin embargo, el intercambio de palabras con Malcorra puso de manifiesto la agitación turbulenta en el centro de un departamento de la Naciones Unidas, encargado de prevenir el fraude y los desperdicios en una organización que gasta miles de millones de dólares cada año y realiza misiones de paz en países frágiles en todo el mundo, consiguiendo escasos resultados -cuando los consigue-.

Un director de la División de Investigaciones de la ONU, Michael “Mick” Stefanovic, un australiano contratado por la señora Lapointe en la primavera de 2011, se enfrentó a un comité de diplomáticos de la ONU para denunciar el resultado de una pesquisa sobre la explotación sexual de niños por tropas extranjeras en la República Centroafricana. Stefanovic también reservo una bomba para su jefe (Lapointe) quién -según el australiano- debería ser investigada por ciertos delitos.

La denuncia de Stefanovic eventualmente persuadió al Secretario General Ban Ki-moon para establecer un panel que dictaminaría la conducta de Lapointe y otros altos funcionarios de la ONU, para determinar si intentaron forzar a un posible denunciante de expresar lo que sabía. Ese nuevo denunciante era Anders Kompass. Kompass actuó como “soplón” cuando avisó a las autoridades francesas acerca de un informe de abuso sexual de menores por parte de miembros de los Cascos Azules en La República de África Central,  entre diciembre del año 2013 y julio del año 2014. Zeid bin Ra’ad Zeid al-Hussein, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, encontró el comportamiento de Kompass inadecuado por no haber buscado la aprobación de sus superiores y, además, haber incluido los nombres de sus víctimas en su reporte. Una pizca de burocracia, una pizca de sensibilidad para preservar identidades. ¿Atacar el problema? Esa es otra historia para quienes están en las confortables oficinas de Derechos Humanos. Las autoridades francesas iniciaron una investigación de todas maneras. Investigación que se sigue “iniciando”. Desde entonces Flavia Pansieri (Alta Comisionada adjunta de Derechos Humanos) -aquella que apoyaba las negociaciones por la paz en Colombia, pero declaraba: “No estoy en la cabeza de las FARC y tampoco en la del Presidente, y menos conozco los ejes específicos de la negociación que se está llevando a cabo. Pero creo que vamos a encontrar un cierto punto, un momento en que va a ser necesario quizás acercarse más, no sé si este sea el momento ni es para mí decir si lo es”-. ha dimitido en su cargo aduciendo problemas de salud y quién soy yo para no creerle, pero poco antes, la funcionaria del organismo había admitido no haber actuado de un modo eficaz en la investigación de las acusaciones por abuso de menores presentadas contra soldados franceses en la República Centroafricana. También el máximo representante de las Naciones Unidas en la República Centroafricana dio un paso al costado. El General Babacar Gaye fue “invitado” a renunciar por el Secretario General Ban Ki-Moon por no prestar atención a estos informes de abusos contra menores que incluyen violaciones o forzar a niñas a cometer actos sexuales con animales a cambio de comida. Ki-Moon manifestó su disgusto al enterarse de estas aberraciones cometidas por fuerzas de las Naciones Unidas.

Funcionarios de los Estados Unidos y otros gobiernos han acreditado a la División de Investigaciones para llevar a cabo investigaciones duras la corrupción y la explotación sexual desde Somalia a Haití. Stefanovic lanzó una iniciativa para reunir pruebas en un caso de violación de un chico haitiano perpetrado por tres oficiales de policía paquistaníes. Anthony Banbury, un alto funcionario de mantenimiento de la paz de la ONU, citó el caso como un ejemplo de que “el sistema funcionó como debería”. Pero los funcionarios de la ONU -familiarizados con el caso- dijeron que en ese momento Stefanovic se había aprovechado por utilizar oficiales de campo de la ONU. Ah, esos tecnicismos…!

Stefanovic también lanzó un programa para escudriñar contratos entre la principal agencia de ayuda humanitaria de la ONU, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios y contratistas privados en África. Frente a una instrucción de Ban Ki-Moon a sus principales gerentes de las Naciones Unidas para restringir el gasto, Carman Lapointe denegó una solicitud de Stefanovic de buscar fondos de un presupuesto ordinario de las Naciones Unidas para la operación. Stefanovic entonces, convenció al gobierno noruego de que pagara por ello. El caso reveló evidencia de que al menos cuatro contratistas habían falsificado recibos y documentos en un esfuerzo por apropiarse o desviar fondos para proyectos destinados a aliviar el hambre en Somalia, lo que resultó en un fraude de millones de dólares.

¿Es un problema de celos profesionales lo que está dilatando la suerte de niños abusados? Lapointe dijo que cree que “hay un buen trabajo en la División de Investigaciones” pero reconoció que su enfrentamiento con Stefanovic ha sido un gran problema ya que “Stefanovic cree que no tengo autoridad sobre él”.

Bruce Rashkow, un ex abogado del Departamento de Estado estadounidense, sería el principal abogado de la ONU responsable de supervisar los asuntos legales que afectan a la agencia de supervisión interna, opinó que la creación de una oficina independiente para investigar el fraude, el abuso y los desechos dentro de la organización fue una buena idea pero va en contra de la cultura y la larga práctica de la ONU, cuya reacción instintiva es evitar escándalos y deshonras que crecen en su interior.

Malcorra a Mercedes Gervilla como directora del programa de conducta y disciplina. El mes pasado, Gervilla redactó un memorándum listando las razones por las cuales creía que las alegaciones de los abusos en la República Centroafricana no eran ciertas, ya que todos los testimonios tenían ciertas similitudes con escasos detalles y como siguiendo un libreto preestablecido. La con escasos detalles y como siguiendo un libreto preestablecido. La señora Gervilla es esposa de Michael Dudley, otro oficial de la división de investigaciones internas de la ONU, motivo por el cual Susana Malcorra debió consultar si podría producirse un conflicto de intereses.

Anthony Banbury, subsecretario general del Departamento de Apoyo a las Actividades en Sitio, dijo que Gervilla “disfruta del apoyo pleno y sin reservas de toda la dirección del mantenimiento de la paz de los Estados Unidos”. También adujo que la señora Gervilla “Ha trabajado incansablemente y con absoluta integridad en la búsqueda de la tolerancia cero del Secretario General sobre la explotación y el abuso sexuales”, para finalizar, Banbury afirmó: “No hay nada en su trabajo o comportamiento que nos cause motivo de preocupación con respecto a su profesionalismo”.

A principios de marzo de 2014, Stefanovic advirtió a Lapointe que, si Dudley no era trasladado de inmediato, despedido o si no se le concedía una licencia temporaria, al menos se le impida el acceso a las computadoras de la División de Investigaciones. Lapointe rogó a Malcorra, el jefe de personal de la U.N., que hiciera algo al respecto. Malcorra ayudó a encontrar una asignación temporal para Dudley en la División de Adquisiciones. Dudley, sin embargo, ha informado a sus colegas que tiene la intención de volver a su trabajo en el departamento de investigaciones.

Stefanovic conocía alegaciones de Florin Postica y Ai Loan Nguyen-Kropp, ambos investigadores en las Naciones Unidas sobre ciertos manejos sospechosos de Dudley como retener evidencia y fraguar fotografías en un caso de distribución impropia de substancias controladas a través de la división de servicios médicos de la ONU.

La relación de Stefanovic con Lapointe comenzó a deteriorarse. Stefanovic creía que Lapointe no estaba haciendo el esfuerzo suficiente para derrocar a Dudley. Stefanovic creía que Lapointe no cumplía con sus obligaciones y lanzó su propia queja ante la junta exigiendo que Lapointe fuera sometida a interrogatorio.

Mientras Gervilla se opone a las actuaciones del enemigo de su esposo, algunos funcionarios renuncian por motivos particulares y no por sus tremendos descuidos y Malcorra no sabe/no estaba ahí, el escándalo de abusos sexuales seguía su curso en la República Centroafricana.

En 2014, el mencionado Anders Kompass, oriundo de Suecia, descubrió pruebas alarmantes de que tropas de Chad, Guinea Ecuatorial y Francia habían intercambiado raciones militares, incluidas galletas, por sexo con niños desamparados en un campamento para exiliados. La División de Investigaciones de las Naciones Unidas no había desempeñado ningún papel en la investigación de los presuntos crímenes, que supuestamente eran llevados a cabo por tropas de los Cascos Azules.

Lapointe ordenó a Stefanovic abrir una investigación mucho después de que altos funcionarios de la ONU expresaran su preocupación por haber filtrado al gobierno francés (Antes que a ellos) un informe altamente confidencial que documenta los presuntos abusos de las tropas francesas allí. Stefanovic se negó a llevar a cabo la investigación, alegando ante un comité de los estados miembros de la ONU que su jefe había utilizado procedimientos internos irrelevantes de la ONU para llevar a cabo una caza de brujas política motivada a destruir la carrera de Kompass.

Considerando que la oficina de investigaciones internas de la ONU no funciona como corresponde y las deficientes actuaciones de este organismo mayor en conflictos mundiales ha sido penosa, la pregunta de para qué sirve la ONU flota en el aire.

Entre los logros que cita la Organización de las Naciones Unidas está el cese de la guerra civil en El Salvador en 1991, pero luego de doce años de lucha, más de ochenta mil muertos y una división interna que muestra el resentimiento de la población. También parece que fue una conquista de la ONU el fin de la segregación racial en Sudáfrica luego de cuarenta y cuatro años de cenas con champagne. Desmond Tutu, Mandela y De Klerk no tienen ningún crédito en el relato de la ONU. Si lo tienen estos burócratas que incluyen como victorias programas de promoción de los derechos de la mujer (Mi tío también estaba de acuerdo), Promoción del cuidado del medio ambiente (Seguramente se glorificará la ONU el cambio de planes de Donald Trump al respecto) o el mantenimiento de la paz y seguridad por medio del despliegue de más de 50 fuerzas de mantenimiento de la paz y misiones de observadores (Como usted sabe, se respira paz en el planeta)

En los últimos suspiros de la esclavitud en Estados Unidos, un tiranizado africano se evadió de sus dueños y se abrigó en un galpón de otra plantación de algodones durante la noche. No pudo dormir pensando cuál sería su destino, si el dueño de la plantación le ayudaría, lo reportaría a las autoridades o en el peor de los casos, le retornaría al poseedor de sus derechos. Se sentiría eternamente agradecido de conseguir ayuda para un pasaje a la clandestinidad. Pero no culparía a quién decidiera entregarlo ya que esa persona recibiría una recompensa de quinientos dólares -suma considerable para la época-. Las cosas han cambiado desde entonces, mientras la ONU parece no enterarse.

Teniendo en cuenta el alto número de conflictos armados mundiales que incluyen la Primera guerra árabe-israelí o Guerra de Independencia Israelí (1948), Guerra de Corea (1950-1953), Guerra de Argelia (1954-1962), Primera guerra civil sudanesa (1955-1972), Guerra de Suez (1956), Revolución cubana (1958-1959), Crisis del Congo (1960-1965), Guerra civil de Guatemala (1960-1996), Conflicto armado colombiano (1964-presente), Guerra de Vietnam (1965-1975), Guerra de los Seis Días (1967), Guerra civil nigeriana (1967-1970), Guerra contra el terrorismo en Argentina (1969-1983), Guerra de Yom Kipur (1973), Genocidio camboyano (1975 – 1979), Revolución Sandinista (1979 – 1990), Guerra civil libanesa (1975-1989), Invasión soviética de Afganistán (1979-1989), Guerra Irán Irak (1980-1988), Guerra Civil de El Salvador (1980-1992), Conflicto armado interno en el Perú (1980-2000), Guerra de las Malvinas (1982), Segunda guerra civil sudanesa (1983-2005), Guerra Civil de Sri Lanka (1983-2009), Caída del Muro de Berlín (1989), Guerra del Golfo (1990-1991), Guerra Civil Argelina (1991-2002), Guerras yugoslavas (1991-2001), Guerra de los Diez Días (1991), Guerra Croata de Independencia (1991-1995), Guerra de Bosnia (1992-1995), Genocidio ruandés (1994), Genocidio congoleño (1994-2002), Gran crisis de refugiados de los Grandes Lagos en África (1994), Primera guerra chechena (1994-1996), Primera guerra del Congo (1996-1997), Guerra civil nepalesa (1996-2006), Guerra entre Etiopía y Eritrea (1998-2000), Segunda Guerra del Congo (1998-2003), Guerra de Kosovo (1999), Conflicto de Ituri (1999-2006), Segunda guerra chechena (1999-2006), Intifada de Al-Aqsa (2000-2005), Ataques del 11 de septiembre de 2001, Guerra en Afganistán (2001-presente), Guerra contra el terrorismo (2001-presente), Crisis de diciembre de 2001 en Argentina, Golpe de Estado en Venezuela (2002), Guerra de Iraq (2003-2010), Conflicto de Darfur (2003), Atentados del 11 de marzo de 2004, Disturbios de Francia de 2005, Conflicto Chad-Sudán (2005-2007), Invasión de Líbano de 2006, Atentados del 11 de julio de 2006 en Mumbai, Guerra en Somalia de 2006, Golpe de Estado en Fiyi de 2006, Guerra contra el narcotráfico en México (2006-presente), Golpe de Estado en Mauritania en 2008, Guerra entre Rusia y Georgia en 2008, Conflicto de la Franja de Gaza de 2008-2009, Golpe de Estado en Honduras (2009), Atentados del metro de Moscú de 2010, Guerra civil Siria (2011), Guerra Civil de Sudán del sur (2013), Guerra contra ISIS (2013-presente) para mencionar algunas y no ser cruel…

Pero no todas son malas para las Naciones Unidas, en su página web se puede distinguir su exquisito sentido del humor:  Tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas empezaron su labor en 1945, con una prioridad: mantener la paz y la seguridad internacionales.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 2, 2016


 

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