Tony Adkins, el nuevo Patch Adams

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Como dice el famoso dicho, “la risa es la mejor medicina”, y el asistente médico de neurocirugía pediátrica, Tony Adkins, parece estar totalmente de acuerdo. En un intento por animar a un niño gravemente enfermo después de la operación, Tony, de 42 años, del condado de Orange, California, decidió comenzar a bailar espontáneamente y, desde entonces, romper un movimiento se ha convertido en una parte vital de su tratamiento. Insiste en que sonreír y ser más interactivo es ‘más poderoso’ que algunos analgésicos y ahora baila con todos sus pacientes en el Children’s Hospital of Orange County (CHOC). No sorprende, entonces, que haya recibido el apodo de ‘Dancing Doc’.

Con la esperanza de proteger la ‘magia de la infancia’ en todos sus pacientes, a pesar de algunas de sus condiciones, Tony se compromete a seguir bailando a lo largo de su carrera médica. También veterano del ejército, Tony dijo: “Bailar con los pacientes es importante porque agrega ligereza y alegría a las experiencias del hospital.

“Lo que estoy haciendo está en sintonía con el compromiso de CHOC de preservar la magia de la infancia y garantizar que los pacientes no tengan que poner su infancia en pausa. Los estudios muestran que cuando las personas se ríen, sonríen y se vuelven más interactivas, el efecto en el cerebro es más poderoso que el de algunos analgésicos”

 

“Tiene un valor clínico ya que me permite evaluar las capacidades físicas, la movilidad y el proceso de recuperación de un paciente.

“Recientemente tuve un paciente que se resistía a levantarse de la cama después de la cirugía, pero cuando llegué a verlo una mañana, una invitación a bailar lo hizo levantarse de la cama y moverse. Después de que terminamos de bailar, siguió y comenzó a dar vueltas alrededor del piso del hospital; fue increíble verlo. Las enfermeras me han dicho que cuando ingresen pacientes en la unidad, preguntarán por mí específicamente. No tengo formación formal en danza, pero siempre me ha gustado la música y el movimiento. Si puedo ayudar a inculcar el amor por la música y la danza en mis pacientes, además de mejorar sus resultados y perspectivas, eso es algo maravilloso. No hay nada mejor que ver una sonrisa en los rostros de mis pacientes o escucharlos reír; también es cuidado personal para mí. Definitivamente continuaré bailando con mis pacientes; se ha convertido en una parte integral de mi tratamiento y cuidado de los niños. Nada es más importante que la salud de un niño, y tengo mucha suerte de desempeñar un papel integral en eso”.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Setiembre 10, 2022


 

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