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  Por Malú Kikuchi 

Los seres humanos a veces solemos ser ingenuos y cuando termina un año esperamos que el que el próximo  sea mejor. El 2022 finaliza, el calendario que es una convención humana, dice que el 31/12 a las 24 horas empieza el 2023. ¡Estrenamos un año nuevo!

La mayoría de los estrenos son promisorios y eso nos permite tener esperanzas. Las mismas que tuvimos los años anteriores. Que no se cumplieron. Pero algo, poco, empezó a cambiar. La Justicia comenzó a despertar y el gobierno a desmoronarse.

¡Y ganamos el mundial! Es decir, un maravilloso grupo de personas que trabajó, se esforzó, compitió y a fuerza de talento demostró su superioridad. Un ejemplo de lo que debería ser el país y está muy lejos de serlo. La meritocracia existe.

Deseamos una Argentina que se parezca al equipo que ganó el mundial, incluyendo a todos, DT, técnicos, personal de salud. A todos. Y gracias a todos ellos por enseñarnos que sí se puede. Es lo que deberían enseñar los maestros, el buen resultado del trabajo y el esfuerzo en equipo.

Deseamos y necesitamos una educación acorde al siglo XXI. Basta de enciclopedismo. Las respuestas están en Google. Maestros que enseñen a pensar, si los chicos aprenden a pensar sabrán preguntar y sabiendo preguntar encontrarán las respuestas.

El inolvidable Dr. Fayt enseñaba que “las opiniones son libres y los hechos son sagrados”. Una educación que instruya sobre hechos, sin adoctrinamiento ni adjetivos. Que los maestros se atengan a los hechos y que opinen sobre los hechos en privado.

Deseamos que la Justicia sea lo que debe ser: un contrapoder de los otros poderes. Necesitamos jueces y fiscales que militen la ley. Sobran los que están al servicio de un partido o de un gobierno. El juicio a CFK en 1ª instancia fue un buen comienzo. Están empezando.

Deseamos, necesitamos y debemos ser un país federal. Lo dice la *CN en su 1º artículo. Hay que regresar al sistema diseñado por Alberdi. Los impuestos internos los cobran las provincias y participan a la nación y los externos los cobra la nación y participa a las provincias.

El país debe dejar de ser unitario, con gobernadores convertidos en mendigos pedigüeños al servicio de un ejecutivo manipulador. Con sede en CABA. Y la Corte Suprema no es unitaria, Rosatti y Lorenzetti son santafesinos, Maqueda cordobés y Rosenkrantz, correntino.

Deseamos   que todo lo que deseamos se haga en libertad. Libertad de expresión, de reunión, de comercio, de producción, de exportación. De importación. Libertad para obedecer la ley, aunque no nos guste. Poner en marcha el círculo virtuoso que genera la libertad.

Libertad para dejar florecer la creatividad de las personas,  que es la más grande fuente de riqueza material y cultural. Libertad con responsabilidad, porque sin responsabilidad es libertinaje.

Que la oposición sea oposición. Que el gobierno deje  de tener como único plan el “vamos viendo”. Con gerundios no se gobierna una nación. Perdón por las utopías, pero un año nuevo y electoral las convierte en una posible realidad, que en parte de nosotros depende.

¡Feliz 2023 con Educación, Justicia y Libertad!  (Y salud)

P.D.: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, para seguir caminando”. Eduardo Galeano (escritor uruguayo, 1940/2015).

  • CN, Constitución Nacional.

菊池寛士

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 31, 2022


 

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