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Por Fabian Kussman.

 

¿Qué tan necesarios son los paros de trabajadores, y en el mismo sentido, qué tan útiles son los sindicatos?

 

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La alarmante frecuencia de las huelgas de profesores de escuelas públicas sugiere que los estatutos de la negociación colectiva aplicables necesitan cambios. Partiendo de la premisa de que estos empleados públicos tienen en sus manos grandes responsabilidades y pocos medios, deben sufrir y caer en manos de sus sindicatos. Los maestros, cuya acción de huelga contra un gobierno es lícita, deberían debatir otras prácticas cuando sienten que estas siendo utilizados como herramientas de un interés político y no como damnificados de una desgraciada situación económica.

Una maestra amiga, cuyo nombre me reservo ante la duda de que pueda ser víctima de censuras stalinistas como las que promueve Nilda Garré, sugiere que en el fin del ciclo lectivo no sean entregadas las planillas de promoción en las cueles se reporta el desenvolvimiento y desarrollo del alumno a través del año. Estos formularios son estadísticas de uso local, regional, provincial y nacional, para ser -finalmente- un reflejo de la obra educativa del país en el planeta.

Los maestros son el grupo más contribuyente del sector público, tanto por moldear jóvenes mentes o por su movilización para lograr sus demandas de negociación colectiva. Aunque las fuentes de la militancia -en el buen sentido de la palabra- del maestro son variadas, los estudios empíricos suelen atribuir este fenómeno a la creciente ola de personas más jóvenes y más altamente educadas que enseñan a tiempo completo, lo que no significa decir capacitadas. Es un hecho, además, que estas no necesitan improvisados sindicalistas para guiarlos, aunque van con esa corriente ya que, en ciertas latitudes, no se puede imponer la cultura del trabajo.

Sandra, una maestra de educación especial, dice que está harta de seguidillas de huelgas. Su solución es la creación de un organismo separado para intervenir. Ella está segura que el problema es casi como un tipo de conflicto entre barras bravas: Todo el mundo está lanzando piedras entre sí y no hay solución. La educadora cree que tiene que haber una mejor manera de negociar. Debe haber un tercero, una junta de participantes, partes interesadas, administradores, maestros, padres. Tienen que unirse y tener un modelo mejor para el futuro. Es decir, muchos maestros (está bien, no quiero usar el argumento de la prepotencia, algunos) de esta manera, demuestran desconfianza por el gobierno y a su vez por su sindicato. Necesitan de un mediador neutral que trate de acercar a las partes. En un hábitat tan contaminado como el laboral, se necesitaría un ente para controlar a ese negociador. Y una agrupación para vigilar a ese ente. Ad nauseam.

En Estados Unidos hay una gran compulsa sobre si los educadores deben ser considerados como la policía o médicos de hospitales públicos que, debiéndose a su profesión, no deberían realizar huelgas. En la fría sociedad norteamericana priorizan la indispensabilidad del profesional/individuo. Si cumple o excede sus labores, el concepto sobre su idoneidad, sobre su competencia, sobre sus virtudes, será remunerado.

En el imaginario colectivo la sociedad japonesa ha sido sido identificada como un pueblo educado en la cultura del trabajo, que cuando no están satisfechos con su salario o sus condiciones laborales responden trabajando aún más. Esto -se ha debatido- no es un mito y si bien existen huelgas, el método tradicional continúa ejercitándose. Si bien los maestros no pueden sobrecargar estanterías con productos, pueden seguir aportando al país con horas extras evaluando senadores y diputados, a sus asistentes y ayudantes en sus tareas en un país que cada vez se torna más infectado de masa burocrática y menos eficiencia. Al fin, ¿es necesario un legislador cuyo trabajo ha sido cambiar el nombre de una calle o declarar una fecha el Día Nacional del Holgazán? Expuesto, juzgado, despedido. Ese asambleísta inepto ya tendrá tiempo de formar el sindicato de parlamentarios.

En Argentina, es cierto, me he topado con maestros que deben pagar de su propia billetera (o cartera) no solo fotocopias, sino tizas o borradores. Los salarios no son lo suficientemente acordes para cubrir sus gastos. La tensión y ese desfasaje financiero hace que pierdan oportunidades para capacitarse. Sin duda que algo falla. Es el gobierno o son los sindicatos. Lamentablemente no podemos deshacernos de la primera especie. Por miedo o mediocridad, no podemos desligarnos de los segundos.

Los sindicatos, no se engañe, operan políticamente. Establecen un control grosero sobre la huelga. Intoxican demandas justas con fines ocultos (o no tanto) sin buscar otra solución que la de marchar, conseguir que los estudiantes pierdan horas irrecuperables y demostrar ciertas habilidades con el bombo. No hablo tanto del sufrido maestro que puede oficiar como enlace con el gremio. Se trata de El Gremio.

Tal vez se trate de mi desconfianza a todo lo que suene a sindicatos en su total, creo que las huelgas deben utilizarse como última alternativa. El paro debería ser un recurso desesperado y definitivo en las negociaciones entre empleadores y docentes, no sindicatos. Los maestros tienen una responsabilidad especial con los estudiantes a los que nutren de conceptos, oxigenan sus mentes, les hacen pensar y por lo tanto no deben ir a la huelga a menos que todos los demás medios de negociación hayan fracasado.

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    Por Fabian Kussman

 

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 25, 2017


 

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Jay Banner
Jay Banner
5 years ago

Lo que pasa es que a los sindicatos los manejan los matones

S.A.F.
S.A.F.
8 years ago

Sindicalistas chorros.

Patricio
Patricio
8 years ago

Lo de Japòn es un mito, no se puede trabajar más, las máquinas estan programadas para cierta demanda y no más. Pero que tienen cultura del trabajo y el educador (mejor MAESTRO) tiene respeto y autoridad, es cierto.

Ariel Domerkamp
8 years ago
Reply to  Patricio

Vivi 11 años en Saitama y le puedo asegurar que es un hecho. Hacer huelga trabajando más lo que busca el empleado japones es provocar un exceso de producción que cause el máximo daño económico a la empresa, ya que esta se encuentra con un stock que no puede colocar ni almacenar al estar acostumbrada a la producción just in time’. Esto, como en algunos casos como pueden ser las fabricas de coches, obliga a parar toda la cadena de montaje con el consiguiente perjuicio. Las maquinas estan computadorizadas y manejadas por IT solidarios con el resto de los empleados. Tuvimos un caso de protesta y los directivos cortaron la luz lo que provocó que los bomberos se presentaran a l lugar, retornaran la energia y multaran a los directivos -no solo porque esta legalmente prohibido- sino por quebrar decenas de medidas de seguridad.

Holly Connery
8 years ago

It’s so weird to think of the stark contrast between cultures. In America, shelves are filled to the brim with merchandise from Japanese comps. It is called “excess baggage” and Japanese company’s are obligated to sell under the value cuzz of the strikes.

TRADUCCIÓN:
TRADUCCIÓN:
8 years ago
Reply to  Holly Connery

Es extraño pensar en el contraste entre las culturas. En América, las estanterías están llenas hasta el borde con la mercancía de compañías japonesas. Se llama “exceso de equipaje” y las empresas japonesas están obligadas a vender por debajo del valor debido de las huelgas.

Gerardo Íbalo
Gerardo Íbalo
8 years ago

Yo he visto fotos de huelgas en Japon como las de aca, eh.

Ariel Domerkamp
8 years ago
Reply to  Gerardo Íbalo

Es cierto que en sectores no productivos cambian la ‘huelga a la japonesa’ por ‘huelga a la americana’
Pero esto solo pasa con empleados del sector administrativo, que no produce.
Los japoneses cuando hacen la ‘huelga a la americana’ se limitan a dar vueltas con carteles y sin ruidos alrededor de edificios públicos.

Gusano Kirchnerista
8 years ago
Reply to  Patricio

El dia que los ponjas tengan una hebe un delia un quebracho o un gobierno K… se acaba la cultura del trabajo

Ana Cortiglione
8 years ago

Son todos ricos, se autoproclaman defensores de los obreros mientras ellos se llenan los bolsillos, hagan memoria señores, estos se llevan bien con Dios y con el diablo y van para el lado que sopla el viento

Oscar Gautier
Oscar Gautier
8 years ago

Los sindicalistas son vagos delincuentes a sueldo…!! si tienen tanto poder pq.no se presentan a elecciones? Porque hacen mas guita afanandole al pobre trabajador. Moyano llego vestido con taparrabos , no hablaba español…y para los actos se puso una campera que cuesta lo que gano en un año y vieron el auto hdp…otro que tendrian que investigar ….en fin. son unos sinvergüenzas, la plata que han gastado para hacerle la contra a todo gobierno que no sea corrupto peronacho es sin fin. porque no se quedaron en sus trabajos para producir. después se quejan por no tener trabajo o por miedo a perderlo,son unos chantas estos sindicalistas !!!

Clara Hooltz
Clara Hooltz
8 years ago

Los sindicatos son un mal necesario. No se podría negociar individualmente con el gobierno.

Emanuela
8 years ago
Reply to  Clara Hooltz

Por qué no? Con nuestro curriculum se podría facilmente discernir quien es un maestro o una empleada de la educación.
La competencia nos haría mejores.
(Espero que la foto hable por si sola)

Norma Almendra
Norma Almendra
8 years ago

Si, pero esto no es Estados Unidos. No funciona asi.

Fatima Lopez
8 years ago

Por las dudas…para el que piense que estas marchas/huelgas o estan politizadas…

Claudio Cárdenas
Claudio Cárdenas
8 years ago

La famosa Cultura del Trabajo no existe aca. Queremos choris, tetra, cumbia y bombo.

Prisionero En Arg
8 years ago

A lo largo de toda la vida, siempre vi lo mismo. Trabajadores tirando a pobres y sindicalistas de “muy buen pasar” por no decir multimillonarios. Nunca olvidaré a un sindicalista llamado UBALDINI y un importante crucero que se había hecho hacer en un astillero de un amigo mío, ubicado en Rincón de Milberg en Tigre. Una vez terminado intentaron sacarlo por un riacho y un puente y la altura de la embarcación lo impidieron. Sin éxito probaron lastrarlo con bolsas de arena, por lo que tuvieron que desarmar la cabina de mando, con finos trabajos de marquetería y volverla a armas traspuesto el puente. Finalmente pudo navegar a Uruguay. Si en esa época hubieran existido los celulares seguramente hoy podría exhibir fotos. Perdón por contar historias tan viejas. Mas allá de ello, Argentina no es un país generoso? Por qué lo vamos a cambiar? Cordialmente CLAUDIO KUSSMAN

Graciela Balana
8 years ago

Mirta: Estan todas fundidas…

Mirta de Molina
Mirta de Molina
8 years ago

Disiento. Y las mutuales? Quien organiza las mutuales sin sindicatos?????

Carlos Marcelo Torres
8 years ago

Con lo bien que la lleva Baradel, no te podes comprar una curita.

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