En la película “La vida de los otros” una melodía compuesta por Beethoven fue interpretada por el protagonista al saber que un amigo suyo se había suicidado porque no podía aguantar la presión del socialismo alemán. Aseguraba que la armonía de esta sonata podía transmitir bondad hasta en los más gélidos agentes del régimen.
Deberíamos tocar esa melodía todas las mañanas en nuestro país porque le falta bondad, le falta decencia.
Hoy, en el diario fundado con los dineros del terrorista Enrique Gorriarán Merlo: Pagina 12, se acusa a un funcionario del gobierno de realizar gestiones humanitarias.
Al Dr. Gustavo Gettar lo acusan de humano.
Los que lo acusan del crimen de “humanidad” transparentan indisimuladamente su interés en que los presos políticos de argentina mueran por falta de atención médica. Que se mueran sin justicia ya lo conocemos pero la inhumanidad de pretender que se mueran si atención médica debería darle vergüenza hasta a quien escribió la nota. Tal vez por eso lo hizo en forma anónima.
Transparenta también la inutilidad de la burocracia derechohumanista de nuestro país que sólo sirve para odiar, acusar, escrachar, denunciar. Nunca salvar vidas.
Ningún grupo “derechohumanista” se interesó por casos aberrantes como los de Molina, el comisario Becerra, el Grl Saint Jean , el comisario Alais, el Cap. Scheller, etc. Estos y muchos casos infames que hemos denunciado ante la Cruz Roja Nacional e Internacional, órgano igualmente inútil. Su representante en Argentina tenía tanto temor de ser relacionada con la ayuda humanitaria a los “represores” que se negó a que fuéramos a sus oficinas en Buenos Aires y sólo acepto reunirse con los representantes de Justicia y Concordia en el estudio de su presidente, Dr. Alberto Solanet. Sépanlo los que escriben en Página 12: Alexandra Manescu se reunió a escondidas con abogados de la Asociación Justicia y Concordia. Otro tanto se puede decir de la ONU, la Secretaría de DDHH y ni hablar de los abiertamente politizados como las “Madres” y “Abuelas”; todos grupos burocráticos, inútiles y pomposos.
La acusación es grave: ser un hombre bueno, ser un hombre decente. Cuando le pedí al Dr. Gettar que intervenga por el civil Miguel Angel Furci a éste ya le habían dado la unción de los enfermos porque su caso era (y es) muy grave. Dos veces tuberculosis contraída en prisión, 60 ks. de peso, operado del corazón. Ahora tiene una obstrucción urinaria y frecuentes infecciones por una sonda colocada hace diez meses. Necesita una operación pero no lo operan, con la intención evidente de que se muera de inhumanidad. La gestión de Gettar logró que lo lleven el día 14 al hospital para que ya se quede allí, hasta su operación. Es falso lo que dice el juez Grünberg cuando afirma que fue tratado de una infección que apareció “en las últimas semanas”, viene teniendo infecciones desde hace diez meses, recurrentes, debilitantes y nunca se había ordenado que vaya a un hospital hasta que intervino el funcionario del Ministerio.
El diario de Gorriarán Merlo justifica esta persecución en que Furci fue esto o aquello. Relatan sus antecedentes como una abierta justificación de la condena a muerte. Es cierto, Furci es civil, fue parte de la SIDE, de la SIDE de Stiusso para más datos. Una institución que como las otras, se desentiende de sus presos políticos.
No voy a hacer una apología de su actuación en la SIDE porque no la conozco pero es una hipocresía que él esté preso y todos los políticos que le dieron órdenes, libres. Es una hipocresía mayor, que se utilicen sus antecedentes como justificativo para matarlo.
Afirma el pasquín que una nota del Dr. Gettar fue filtrada por algún empleado molesto por tanto humanismo. No es cierto. Este tipo de operaciones surge de las pinchaduras de correos electrónicos que realizan grupos paraestatales. Por añadidura buscan generarle al funcionario resquemores entre sus empleados.
Si nunca le habíamos dado las gracias públicamente fue por evitar generarle un entredicho con su propio gobierno. Sabemos de la cobardía de la política. Alguna vez le advertimos que podía perder el trabajo y manifestó que no le importaba.
Pues a mí sí me importa.
Muchos de nosotros apoyamos a este gobierno, fuimos fiscales en zonas peligrosas como Avellaneda y La Matanza, zonas hostiles a Cambiemos y peleamos palmo a palmo cada voto. Todavía no asimilamos que le hayan pedido la renuncia a Carlos Manfroni por el delito de opinión y, por el contrario, no le hayan pedido la renuncia al soldado traidor Hernán Invernizzi, entregador del Comando Sanidad en donde asesinaron al Cnel Duarte Hardoy. Invernizzi trabaja hace años para el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tampoco asimilamos que las radios y canales estatales estén llenas de terroristas como Eduardo Anguita, Miriam Lewin, miembros de las FARC, las Madres de Plaza de Mayo, y un largo etcétera.
Ahora veamos cómo actúa el gobierno de Cambiemos, esperemos que no se equivoquen otra vez. No los votamos para que sean hipócritas, cobardes o políticamente correctos. Los votamos para que vengan a cambiar la bancarrota moral en la que está el país.
Desde estas humildes palabras deseo agradecerle al Dr. Gustavo Gettar. Deseo que se conozca que al menos hay UN hombre bueno en la función pública, un hombre al que no le importa poner su trabajo en peligro para salvar vidas. A diferencia de los jueces prevaricadores que le roban la libertad a la gente y la matan sólo por un 30% extra de sueldo, este funcionario se enfrentó a la inhumanidad del régimen heredado y salvó varias vidas.
SONATA PARA UN HOMBRE BUENO
Por Andrea Palomas Alarcón.
En la película “La vida de los otros” una melodía compuesta por Beethoven fue interpretada por el protagonista al saber que un amigo suyo se había suicidado porque no podía aguantar la presión del socialismo alemán. Aseguraba que la armonía de esta sonata podía transmitir bondad hasta en los más gélidos agentes del régimen.
Deberíamos tocar esa melodía todas las mañanas en nuestro país porque le falta bondad, le falta decencia.
Los que lo acusan del crimen de “humanidad” transparentan indisimuladamente su interés en que los presos políticos de argentina mueran por falta de atención médica. Que se mueran sin justicia ya lo conocemos pero la inhumanidad de pretender que se mueran si atención médica debería darle vergüenza hasta a quien escribió la nota. Tal vez por eso lo hizo en forma anónima.
Transparenta también la inutilidad de la burocracia derechohumanista de nuestro país que sólo sirve para odiar, acusar, escrachar, denunciar. Nunca salvar vidas.
Ningún grupo “derechohumanista” se interesó por casos aberrantes como los de Molina, el comisario Becerra, el Grl Saint Jean , el comisario Alais, el Cap. Scheller, etc. Estos y muchos casos infames que hemos denunciado ante la Cruz Roja Nacional e Internacional, órgano igualmente inútil. Su representante en Argentina tenía tanto temor de ser relacionada con la ayuda humanitaria a los “represores” que se negó a que fuéramos a sus oficinas en Buenos Aires y sólo acepto reunirse con los representantes de Justicia y Concordia en el estudio de su presidente, Dr. Alberto Solanet. Sépanlo los que escriben en Página 12: Alexandra Manescu se reunió a escondidas con abogados de la Asociación Justicia y Concordia. Otro tanto se puede decir de la ONU, la Secretaría de DDHH y ni hablar de los abiertamente politizados como las “Madres” y “Abuelas”; todos grupos burocráticos, inútiles y pomposos.
La acusación es grave: ser un hombre bueno, ser un hombre decente. Cuando le pedí al Dr. Gettar que intervenga por el civil Miguel Angel Furci a éste ya le habían dado la unción de los enfermos porque su caso era (y es) muy grave. Dos veces tuberculosis contraída en prisión, 60 ks. de peso, operado del corazón. Ahora tiene una obstrucción urinaria y frecuentes infecciones por una sonda colocada hace diez meses. Necesita una operación pero no lo operan, con la intención evidente de que se muera de inhumanidad. La gestión de Gettar logró que lo lleven el día 14 al hospital para que ya se quede allí, hasta su operación. Es falso lo que dice el juez Grünberg cuando afirma que fue tratado de una infección que apareció “en las últimas semanas”, viene teniendo infecciones desde hace diez meses, recurrentes, debilitantes y nunca se había ordenado que vaya a un hospital hasta que intervino el funcionario del Ministerio.
El diario de Gorriarán Merlo justifica esta persecución en que Furci fue esto o aquello. Relatan sus antecedentes como una abierta justificación de la condena a muerte. Es cierto, Furci es civil, fue parte de la SIDE, de la SIDE de Stiusso para más datos. Una institución que como las otras, se desentiende de sus presos políticos.
No voy a hacer una apología de su actuación en la SIDE porque no la conozco pero es una hipocresía que él esté preso y todos los políticos que le dieron órdenes, libres. Es una hipocresía mayor, que se utilicen sus antecedentes como justificativo para matarlo.
Afirma el pasquín que una nota del Dr. Gettar fue filtrada por algún empleado molesto por tanto humanismo. No es cierto. Este tipo de operaciones surge de las pinchaduras de correos electrónicos que realizan grupos paraestatales. Por añadidura buscan generarle al funcionario resquemores entre sus empleados.
Muchos de nosotros apoyamos a este gobierno, fuimos fiscales en zonas peligrosas como Avellaneda y La Matanza, zonas hostiles a Cambiemos y peleamos palmo a palmo cada voto. Todavía no asimilamos que le hayan pedido la renuncia a Carlos Manfroni por el delito de opinión y, por el contrario, no le hayan pedido la renuncia al soldado traidor Hernán Invernizzi, entregador del Comando Sanidad en donde asesinaron al Cnel Duarte Hardoy. Invernizzi trabaja hace años para el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tampoco asimilamos que las radios y canales estatales estén llenas de terroristas como Eduardo Anguita, Miriam Lewin, miembros de las FARC, las Madres de Plaza de Mayo, y un largo etcétera.
Ahora veamos cómo actúa el gobierno de Cambiemos, esperemos que no se equivoquen otra vez. No los votamos para que sean hipócritas, cobardes o políticamente correctos. Los votamos para que vengan a cambiar la bancarrota moral en la que está el país.
Desde estas humildes palabras deseo agradecerle al Dr. Gustavo Gettar. Deseo que se conozca que al menos hay UN hombre bueno en la función pública, un hombre al que no le importa poner su trabajo en peligro para salvar vidas. A diferencia de los jueces prevaricadores que le roban la libertad a la gente y la matan sólo por un 30% extra de sueldo, este funcionario se enfrentó a la inhumanidad del régimen heredado y salvó varias vidas.