Todo comenzó en 1845, cuando CHARLES PFIZER, un joven químico alemán junto con su primo CHARLES ERHART, ambos inmigrantes procedentes de Alemania llegaron a New York. Traían consigo, 2500 dólares prestados por el padre de Pfizer, tendero pastelero de Ludwigsburg y sueños de libertad y progreso. Estaban convencidos que, esforzándose, Estados Unidos era la tierra de las oportunidades. Cuatro años después, luego de repartir medicamentos a caballo y casa por casa, gracias a esos 2.500 dólares más una hipoteca de otros 1.000, nacía PFIZER AND COMPANY, en un edificio ubicado en la avenida Harrison y la calle Bartlett en Williamsbourg, Brooklyn. Ciento setenta años después, PFIZER es el mayor grupo empresarial farmacéutico del mundo. Su capitalización de mercado asciende a 221.000 millones de dólares, con beneficios anuales por más de 16.000 millones, dando empleo a más de 92.000 personas a lo largo y ancho del planeta.
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En enero de 1906 PFIZER inició un plan de participación en las ganancias para los empleados, una tradición que en años posteriores aplicarían muchas otras empresas. En 1942 fue el primero en producir penicilina a escala industrial y en 1950 terramicina, que llegó al público bajo el nombre de PFIZER. Hoy comercializa y distribuye solo en los Estados Unidos más de 200 medicamentos. Entre sus productos mundialmente conocidos podemos mencionar: Lipitor, Advil, Viagra, Xanax, Zoloft, Feldene (piroxicam), Norvasc, Zithromax, Aricept, Diflucan y por supuesto ahora, la vacuna contra el Covid 19 que con una eficacia que supera el 90 %, todos los países quieren tener. Afortunados CHARLES PFIZER y CHARLES ERHART, quienes tuvieron un sueño y lo hicieron realidad. Al tiempo que ellos hacían lo que hacían, en Argentina, una gran grieta dividía a unitarios y federales, enfrentando a JUAN MANUEL DE ROSAS gobernador de Buenos Aires, con su oponente DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO. Este último exiliado en Chile, trabajando como periodista, lo combatía a través de sus filosos escritos que exasperaban al caudillo. En 1849 este solicita su extradición para juzgarlo por conspirador, a lo que el país vecino se le niega. Durante el carnaval, en la zona de Palermo, fueron quemados muñecos que imitaban a SARMIENTO, al tiempo que gritos de “loco e inmundo Domingo” se escucharon hasta altas horas de la noche, ¿acaso eran “escraches”? Mientras tanto, este, en Santiago, terminaba dos nuevos libros: “De la Educación Popular”, conteniendo material de su reciente viaje al extranjero y el primer tomo de “Viajes en Europa, África y América”. Incansable fundaba el diario: “La Crónica” y meses después otro, al que denomina “La Tribuna”. El 24 de noviembre, también de 1849, se firma un tratado entre Gran Bretaña y ROSAS, por el cual esa potencia se ve obligada a abandonar la isla Martín García y a devolver los barcos argentinos, que apresara durante el Bloqueo anglo-francés al Río de la Plata – conocido como la Guerra del Paraná. Este triunfo internacional de Rosas, sirvió para levantar el ánimo de sus seguidores, pero de cualquier forma en la ciudad y en la zona rural ya se respiraba un clima poco tranquilizador.
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El paternalismo político, la falta de libertades públicas, la carencia de orden jurídico, la existencia de un férreo estado policial y el beneficio económico solo para unos pocos estancieros, estaban carcomiendo al país. Cuando se organizó la gran alianza contra ROSAS, SARMIENTO se sumó a ella, participando de la batalla de Caseros Se ponía así fin al régimen rosista, corría el año 1852. El tiempo siguió transcurriendo, se mejoró, se empeoró y otras muchas tragedias se sucedieron. Así el año 2020 que finaliza, nos sigue encontrando divididos por la gran grieta que nunca por una u otra razón, dejó de existir, en este territorio llamado Argentina, que pareciera condenar y hacer fracasar todo sueño de un mañana mejor.
“Soldado, con la pluma o la espada, combato para poder escribir, que escribir es pensar; escribo como medio y arma de combate, que combatir es realizar el pensamiento”
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CIENTO SETENTA AÑOS DE ÉXITOS, Y DE FRACASOS
Todo comenzó en 1845, cuando CHARLES PFIZER, un joven químico alemán junto con su primo CHARLES ERHART, ambos inmigrantes procedentes de Alemania llegaron a New York. Traían consigo, 2500 dólares prestados por el padre de Pfizer, tendero pastelero de Ludwigsburg y sueños de libertad y progreso. Estaban convencidos que, esforzándose, Estados Unidos era la tierra de las oportunidades. Cuatro años después, luego de repartir medicamentos a caballo y casa por casa, gracias a esos 2.500 dólares más una hipoteca de otros 1.000, nacía PFIZER AND COMPANY, en un edificio ubicado en la avenida Harrison y la calle Bartlett en Williamsbourg, Brooklyn. Ciento setenta años después, PFIZER es el mayor grupo empresarial farmacéutico del mundo. Su capitalización de mercado asciende a 221.000 millones de dólares, con beneficios anuales por más de 16.000 millones, dando empleo a más de 92.000 personas a lo largo y ancho del planeta.
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[/ezcol_1half_end]En enero de 1906 PFIZER inició un plan de participación en las ganancias para los empleados, una tradición que en años posteriores aplicarían muchas otras empresas. En 1942 fue el primero en producir penicilina a escala industrial y en 1950 terramicina, que llegó al público bajo el nombre de PFIZER. Hoy comercializa y distribuye solo en los Estados Unidos más de 200 medicamentos. Entre sus productos mundialmente conocidos podemos mencionar: Lipitor, Advil, Viagra, Xanax, Zoloft, Feldene (piroxicam), Norvasc, Zithromax, Aricept, Diflucan y por supuesto ahora, la vacuna contra el Covid 19 que con una eficacia que supera el 90 %, todos los países quieren tener. Afortunados CHARLES PFIZER y CHARLES ERHART, quienes tuvieron un sueño y lo hicieron realidad. Al tiempo que ellos hacían lo que hacían, en Argentina, una gran grieta dividía a unitarios y federales, enfrentando a JUAN MANUEL DE ROSAS gobernador de Buenos Aires, con su oponente DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO. Este último exiliado en Chile, trabajando como periodista, lo combatía a través de sus filosos escritos que exasperaban al caudillo. En 1849 este solicita su extradición para juzgarlo por conspirador, a lo que el país vecino se le niega. Durante el carnaval, en la zona de Palermo, fueron quemados muñecos que imitaban a SARMIENTO, al tiempo que gritos de “loco e inmundo Domingo” se escucharon hasta altas horas de la noche, ¿acaso eran “escraches”? Mientras tanto, este, en Santiago, terminaba dos nuevos libros: “De la Educación Popular”, conteniendo material de su reciente viaje al extranjero y el primer tomo de “Viajes en Europa, África y América”. Incansable fundaba el diario: “La Crónica” y meses después otro, al que denomina “La Tribuna”. El 24 de noviembre, también de 1849, se firma un tratado entre Gran Bretaña y ROSAS, por el cual esa potencia se ve obligada a abandonar la isla Martín García y a devolver los barcos argentinos, que apresara durante el Bloqueo anglo-francés al Río de la Plata – conocido como la Guerra del Paraná. Este triunfo internacional de Rosas, sirvió para levantar el ánimo de sus seguidores, pero de cualquier forma en la ciudad y en la zona rural ya se respiraba un clima poco tranquilizador.
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[/ezcol_1half_end]El paternalismo político, la falta de libertades públicas, la carencia de orden jurídico, la existencia de un férreo estado policial y el beneficio económico solo para unos pocos estancieros, estaban carcomiendo al país. Cuando se organizó la gran alianza contra ROSAS, SARMIENTO se sumó a ella, participando de la batalla de Caseros Se ponía así fin al régimen rosista, corría el año 1852. El tiempo siguió transcurriendo, se mejoró, se empeoró y otras muchas tragedias se sucedieron. Así el año 2020 que finaliza, nos sigue encontrando divididos por la gran grieta que nunca por una u otra razón, dejó de existir, en este territorio llamado Argentina, que pareciera condenar y hacer fracasar todo sueño de un mañana mejor.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Diciembre 23, 2020
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
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Diciembre 23, 2020