Un 2 de Abril pero de 1982, los argentinos nos desayunábamos con la noticia que las tropas argentinas habían desembarcado en las Islas Malvinas, y las mismas volvían a ser parte efectiva de nuestra Nación.
Más allá del acierto o no de esa operación militar, de las cítricas o no que se le puedan hacer al desarrollo del conflicto que terminó en una guerra o del acierto o no en como se condujo el conflicto bélico, no podemos más que rendir homenaje a todos los soldados que ofrecieron su vida en Malvinas, sean oficiales, suboficiales o simplemente conscriptos. Verdaderos hombres, que más allá de la edad que tuvieran en ese momento; fueron, son y serán héroes de nuestra Patria. Incuestionablemente lo son y así se lo debemos hacer sentir.
Muchas son las hidalgas historias que se cuentan de sus hazañas, injusto seria en esta pequeña columna contar alguna, pues seguramente quedarán miles sin contar y sería inmerecido para todos los que pelearon con sumo valor esa guerra.
Como siempre sucede, desde los sectores de izquierda y los vinculados a los derechos humanos han hecho y hacen todo lo posible para “bastardear” esa gesta, cegados por su odio visceral a todo lo que lleve un uniforme. Llega tan lejos este rencor, que hasta intentan abrir causas judiciales contra los militares por supuestas violaciones a los derechos humanos en las Malvinas. Una bajeza de la peor calaña.
¿En qué guerra no hubo miserias, historias de horror, hechos dolorosos o algún acto de cobardía? En todas desde que la humanidad tiene memoria. Son las menos claro. Ahora, ¿ello no autoriza a bastardear “la heroica gesta de Malvinas” por el solo placer de continuar humillando y destruyendo a las Fuerzas Armadas? Estos minoritarios grupos no soportan que las Fuerzas Armadas de la Nación hayan derrotado al terrorismo y encima se conviertan en héroes de la guerra de Malvinas. Ello cala hondo en su rojo corazón y actúan en consecuencia.
No solo pretenden extrapolar el vil relato inventado sobre los hechos ocurridos en la guerra contra el terrorismo a la guerra de Malvinas, sino que además intentan imponer “el relato” de los pobres chicos de Malvinas, maltratados por los “feos, sucios y malos” militares argentinos. Una canallada sin paragón. Una falta de respecto a esos verdaderos hombre (solo jóvenes cronológicamente) que con hidalguía y arrojo enfrentaron al enemigo con un solo grito: “Viva la Patria”, aprendiendo no solo el significado de haber nacido en este suelo sino también el de defenderlo. Con una vileza nunca antes vista intentan mancillar el honor de esos oficiales y suboficiales que honoraron el uniforme militar, que muchas veces fueron “verdaderos padres” para esos jóvenes y que hasta se privaron de comer en la trinchera para que “sus hombres” tengan un plato de comida caliente para alimentarse. Como digo acertadamente un VGM (Veterano de la Guerra de Malvinas) y oficial del Ejército Argentino: “como oficial era la gallina y los soldados de 18 años eran mis pollitos”.
Grandeza que se agiganta cuando repasamos que nuestras fuerzas, con insuficientes medios y en permanentemente inferioridad ante un poder militar, terrestre, naval y aéreo superior; combatieron con coraje, temple y firme resolucion.
Verdaderos ejemplos vivos para las generaciones actuales y futuras.
Para lo que dejaron su vida en esas tierras argentinas, sabemos que descansan con honor y dignidad. Y que siempre serán los eternos centinelas de la “perla austral”.
Más allá de las críticas que se pueda tener sobre esta sociedad, la misma venera con pasión a sus héroes de guerra. Los reconoce y los valora. Sabe de las mezquindades de la izquierda y los grupos de derechos humanos. De a poco van recuperando el sitial de honor de la Patria, lugar del que nunca debieron ser siquiera cuestionados.
No se le puede privar a la sociedad de homenajear a sus verdaderos héroes de guerra.
No permitamos que la ceguera de una minoría, producto de un espurio interés, ultrajen esa noble causa que es MALVINAS.
“Los únicos héroes que se mueren, son los que se olvidan”. Dicho de otro modo: “Un soldado no muere en el campo de batalla, sino cuando su patria lo olvida”.
Nunca debemos olvidar que, a pesar de todas las situaciones, le hicimos frente a una potencia. Nuestras Fuerzas Armadas no se quedaron atrás. Ese es nuestro orgullo.
Honor y Gloria a todos los Héroes de la última Gesta de la PATRIA, ¡Malvinas!
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Por Dr. Gonzalo Miño.
Un 2 de Abril pero de 1982, los argentinos nos desayunábamos con la noticia que las tropas argentinas habían desembarcado en las Islas Malvinas, y las mismas volvían a ser parte efectiva de nuestra Nación.
Más allá del acierto o no de esa operación militar, de las cítricas o no que se le puedan hacer al desarrollo del conflicto que terminó en una guerra o del acierto o no en como se condujo el conflicto bélico, no podemos más que rendir homenaje a todos los soldados que ofrecieron su vida en Malvinas, sean oficiales, suboficiales o simplemente conscriptos. Verdaderos hombres, que más allá de la edad que tuvieran en ese momento; fueron, son y serán héroes de nuestra Patria. Incuestionablemente lo son y así se lo debemos hacer sentir.
Muchas son las hidalgas historias que se cuentan de sus hazañas, injusto seria en esta pequeña columna contar alguna, pues seguramente quedarán miles sin contar y sería inmerecido para todos los que pelearon con sumo valor esa guerra.
Como siempre sucede, desde los sectores de izquierda y los vinculados a los derechos humanos han hecho y hacen todo lo posible para “bastardear” esa gesta, cegados por su odio visceral a todo lo que lleve un uniforme. Llega tan lejos este rencor, que hasta intentan abrir causas judiciales contra los militares por supuestas violaciones a los derechos humanos en las Malvinas. Una bajeza de la peor calaña.
¿En qué guerra no hubo miserias, historias de horror, hechos dolorosos o algún acto de cobardía? En todas desde que la humanidad tiene memoria. Son las menos claro. Ahora, ¿ello no autoriza a bastardear “la heroica gesta de Malvinas” por el solo placer de continuar humillando y destruyendo a las Fuerzas Armadas? Estos minoritarios grupos no soportan que las Fuerzas Armadas de la Nación hayan derrotado al terrorismo y encima se conviertan en héroes de la guerra de Malvinas. Ello cala hondo en su rojo corazón y actúan en consecuencia.
No solo pretenden extrapolar el vil relato inventado sobre los hechos ocurridos en la guerra contra el terrorismo a la guerra de Malvinas, sino que además intentan imponer “el relato” de los pobres chicos de Malvinas, maltratados por los “feos, sucios y malos” militares argentinos. Una canallada sin paragón. Una falta de respecto a esos verdaderos hombre (solo jóvenes cronológicamente) que con hidalguía y arrojo enfrentaron al enemigo con un solo grito: “Viva la Patria”, aprendiendo no solo el significado de haber nacido en este suelo sino también el de defenderlo. Con una vileza nunca antes vista intentan mancillar el honor de esos oficiales y suboficiales que honoraron el uniforme militar, que muchas veces fueron “verdaderos padres” para esos jóvenes y que hasta se privaron de comer en la trinchera para que “sus hombres” tengan un plato de comida caliente para alimentarse. Como digo acertadamente un VGM (Veterano de la Guerra de Malvinas) y oficial del Ejército Argentino: “como oficial era la gallina y los soldados de 18 años eran mis pollitos”.
Grandeza que se agiganta cuando repasamos que nuestras fuerzas, con insuficientes medios y en permanentemente inferioridad ante un poder militar, terrestre, naval y aéreo superior; combatieron con coraje, temple y firme resolucion.
Verdaderos ejemplos vivos para las generaciones actuales y futuras.
Para lo que dejaron su vida en esas tierras argentinas, sabemos que descansan con honor y dignidad. Y que siempre serán los eternos centinelas de la “perla austral”.
Más allá de las críticas que se pueda tener sobre esta sociedad, la misma venera con pasión a sus héroes de guerra. Los reconoce y los valora. Sabe de las mezquindades de la izquierda y los grupos de derechos humanos. De a poco van recuperando el sitial de honor de la Patria, lugar del que nunca debieron ser siquiera cuestionados.
No se le puede privar a la sociedad de homenajear a sus verdaderos héroes de guerra.
No permitamos que la ceguera de una minoría, producto de un espurio interés, ultrajen esa noble causa que es MALVINAS.
“Los únicos héroes que se mueren, son los que se olvidan”. Dicho de otro modo: “Un soldado no muere en el campo de batalla, sino cuando su patria lo olvida”.
Nunca debemos olvidar que, a pesar de todas las situaciones, le hicimos frente a una potencia. Nuestras Fuerzas Armadas no se quedaron atrás. Ese es nuestro orgullo.
Honor y Gloria a todos los Héroes de la última Gesta de la PATRIA, ¡Malvinas!
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 28, 2022