MUERTE E INCERTIDUMBRE EN LA PRISIÓN DE CAMPO DE MAYO
[ezcol_1half]
Más que evidente que cuando las autoridades gubernamentales argentinas se proponen hacer las cosas coordinadamente bien, logran ser exitosas. En este caso se da con la pandemia de Covid 19 y los adultos mayores (septuagenarios, octogenarios y nonagenarios), imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, alojados en prisiones federales. Por supuesto, que esa coordinación a la que hacemos referencia no es para preservarlos del virus, sino todo lo contrario, es para utilizarlo y acelerar los decesos. Primeramente, han actuado los corruptos miembros del poder judicial, que, si bien otorgan arrestos domiciliarios a los presos K que depredaron económicamente el país, sin importar edad y condiciones de salud, sistemáticamente se la niegan a los ancianos. Lo hacen porque consideran que “están más seguros y protegidos en el insalubre ambiente carcelario que en la casa”. Coordinadamente hace su aporte la señora MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI (a) “Malala”, interventora del Servicio Penitenciario Federal y fundadora de la agrupación Justicia Legítima (en el 2020 se declaró a favor de las excarcelaciones por el coronavirus de “ciertos” presos”). Esta con el aval y el encubrimiento del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a cargo de MARTÍN SORIA, secundado por el Secretario de Derechos Humanos HORACIO PIETRAGALLA CORTI (hijo de desaparecidos), le niega el traslado a vacunatorios a los adultos mayores. Hay que aclarar que algunos cautivos ante la incertidumbre existente, a través de sus familias obtuvieron turnos para ser inyectados. Por último, el cómplice e hipócrita poder legislativo, EN PLENO, mira para otro lado y hace sepulcral silencio sobre la maniobra que se lleva a cabo. Así recientemente la muerte, volvió a la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo, en donde falleció por este mal la quinta víctima en la persona del Teniente Coronel del Ejército Argentino RAMÓN OJEDA FUENTES. Entonces se aisló a quien compartía espacio con él y el Pabellón A completo. Tras el hisopado de rigor, una vez más se instaló la incertidumbre y el estrés entre los prisioneros. Impotentes, solo les queda esperar para saber que les depara el destino impuesto por las autoridades gubernamentales, que en definitiva… son sus peores enemigos.
“Si bien debe existir una coordinación entre la lucha armada y las diversas formas de lucha política, la planificación global y la conducción estratégica de todas las formas de lucha deben estar en manos de la dirección combatiente”
♣
Por CLAUDIO KUSSMAN.
MUERTE E INCERTIDUMBRE EN LA PRISIÓN DE CAMPO DE MAYO
[ezcol_1half]Más que evidente que cuando las autoridades gubernamentales argentinas se proponen hacer las cosas coordinadamente bien, logran ser exitosas. En este caso se da con la pandemia de Covid 19 y los adultos mayores (septuagenarios, octogenarios y nonagenarios), imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, alojados en prisiones federales. Por supuesto, que esa coordinación a la que hacemos referencia no es para preservarlos del virus, sino todo lo contrario, es para utilizarlo y acelerar los decesos. Primeramente, han actuado los corruptos miembros del poder judicial, que, si bien otorgan arrestos domiciliarios a los presos K que depredaron económicamente el país, sin importar edad y condiciones de salud, sistemáticamente se la niegan a los ancianos. Lo hacen porque consideran que “están más seguros y protegidos en el insalubre ambiente carcelario que en la casa”. Coordinadamente hace su aporte la señora MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI (a) “Malala”, interventora del Servicio Penitenciario Federal y fundadora de la agrupación Justicia Legítima (en el 2020 se declaró a favor de las excarcelaciones por el coronavirus de “ciertos” presos”). Esta con el aval y el encubrimiento del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a cargo de MARTÍN SORIA, secundado por el Secretario de Derechos Humanos HORACIO PIETRAGALLA CORTI (hijo de desaparecidos), le niega el traslado a vacunatorios a los adultos mayores. Hay que aclarar que algunos cautivos ante la incertidumbre existente, a través de sus familias obtuvieron turnos para ser inyectados. Por último, el cómplice e hipócrita poder legislativo, EN PLENO, mira para otro lado y hace sepulcral silencio sobre la maniobra que se lleva a cabo. Así recientemente la muerte, volvió a la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo, en donde falleció por este mal la quinta víctima en la persona del Teniente Coronel del Ejército Argentino RAMÓN OJEDA FUENTES. Entonces se aisló a quien compartía espacio con él y el Pabellón A completo. Tras el hisopado de rigor, una vez más se instaló la incertidumbre y el estrés entre los prisioneros. Impotentes, solo les queda esperar para saber que les depara el destino impuesto por las autoridades gubernamentales, que en definitiva… son sus peores enemigos.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Mayo 05, 2021
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 3, 2021