Explosión de puros. Bolígrafos envenenados. Conchas marinas con trampas explosivas. Estos fueron solo algunos de los extravagantes complots de la CIA para matar al exlíder cubano Fidel Castro, quien murió de causas naturales en 2016 a los 90 años. Sin embargo, han surgido nuevos detalles del primer plan de este tipo, que en realidad fue dirigido contra el hermano de Castro, Raúl Castro, en julio de 1960, solo un año y medio después de que los Castro llegaran al poder en una revolución.
Fidel Castro
La figura clave fue un piloto de la aerolínea nacional Cubana: José Raúl Martínez. Martínez trabajaba en secreto para la CIA, y su aerolínea lo eligió para pilotar un vuelo fletado para recoger a Raúl Castro, quien estaba de visita en Praga, la capital de la nación comunista de Checoslovaquia en ese momento. Martínez compartió inmediatamente esta información con el hombre de la CIA en La Habana, el estadounidense William Murray, quien lo transmitió a la sede de la CIA en las afueras de Washington.
Según documentos de la CIA, la “posible destitución” de los tres principales líderes de Cuba – Fidel Castro, Raúl Castro y Che Guevara – estaba “recibiendo una seria consideración en la sede”.
La agencia estaba buscando una oportunidad para eliminar a los tres a la vez. Aún así, la perspectiva de matar a Raúl Castro, el jefe del ejército, provocó una respuesta casi inmediata de la CIA a la estación de La Habana de la agencia: Dígale al piloto que arregle un “accidente”.
La CIA ofreció U$ 10,000 (Unos U$ 90,000 hoy en día), y posiblemente más si se solicitaba, a pagar al finalizar el trabajo.
“Fue una trama de oportunismo que cayó en el regazo de la CIA”, dijo Peter Kornbluh, que dirige el Proyecto de Documentación Cubana en el Archivo de Seguridad Nacional, un grupo de investigación privado en Washington. Kornbluh descubrió los detalles de la historia en documentos gubernamentales desclasificados el mes pasado y los publicó en el sitio web del archivo.
Esta primera trama fue un trabajo apresurado en extremo. Martínez se enteró con solo tres días de anticipación que iba a recoger a Raúl Castro. Mientras conducía su automóvil hacia el aeropuerto de La Habana para tomar el vuelo, Murray también estaba en el automóvil, discutiendo posibles opciones.
“Murray solo tuvo una oportunidad de transmitir la oferta de U$ 10,000 y la misión que la CIA quería que el piloto realizara”, dijo Kornbluh.
Martínez planteó la posibilidad de estrellarse contra el Océano Atlántico, pero sabía que sería suicida. ¿Cómo podía dañar a una sola persona en el avión?
“De hecho, dijo: ‘Si muero, ¿te asegurarás de que mis dos hijos paguen la educación universitaria?’ “Kornbluh dijo.
Mientras Martínez subía las ruedas en La Habana, no estaba claro qué podría hacer. Poco después de su partida, el cuartel general de la CIA envió instrucciones actualizadas a la estación de La Habana: “No prosiga”.
Esto fue problemático, porque ahora no había forma de contactar al piloto.
Una investigación del Congreso dirigida por el senador Frank Church, un demócrata de Idaho, produjo un voluminoso informe en 1976 sobre las actividades de la CIA en todo el mundo. El informe incluía una breve y tentadora referencia a este primer intento de la CIA de matar a uno de los Castro, señalando que tenía como objetivo a Raúl. Pero todos los detalles fueron redactados.
Raúl Castro
Resulta que Murray, el oficial de la CIA en La Habana, escribió al inspector general de la CIA en un documento de 1975 que tituló “Actividades cuestionables”. Murray tenía reservas sobre su papel, y su memorando incluía documentos originales de sus intercambios con la sede de la CIA en el episodio de 1960.
Esta información fue redactada en el informe del Senado de 1976, pero fue desclasificada en 2000. Si bien los detalles del complot contra Raúl Castro han sido públicos desde entonces, estaban ocultos entre miles y miles de otros documentos desclasificados. Luego, hace un mes, cuando Raúl Castro se preparaba para jubilarse, Kornbluh volvió a los documentos desclasificados que han sido digitalizados en el Archivo de Seguridad Nacional. Buscó posibles historias sobre Raúl Castro que no habían sido exploradas a fondo, y fue entonces cuando se encontró con la trama del “accidente de avión”.
“Muy poca gente conoce los detalles de este increíble complot contra Raúl Castro, un complot que merece ser conocido en su totalidad”, dijo Kornbluh.
Esto nos devuelve al piloto, José Raúl Martínez. Entonces, ¿qué hizo?
Finalmente, devolvió a Raúl Castro sano y salvo a la capital cubana. Después, le dijo a Murray que no tenía oportunidad de arreglar un “accidente”. Luego, unos meses después, Martínez desertó a Estados Unidos.
Mientras tanto, Raúl Castro fue la figura número 2 en el gobierno cubano durante décadas. Se convirtió en presidente cuando Fidel Castro renunció en 2008, y Raúl Castro renunció a su último cargo, como jefe del Partido Comunista de Cuba, a mediados de abril a los 89 años.
Kornbluh no lo sabe con certeza, pero sospecha que Raúl Castro nunca había escuchado los detalles del plan del avión hasta ahora.
La CIA no fue disuadida por este esfuerzo frustrado en 1960. Poco después, la agencia comenzó a trabajar en una operación mucho más grande que tampoco salió según lo planeado: la invasión de Bahía de Cochinos.
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Explosión de puros. Bolígrafos envenenados. Conchas marinas con trampas explosivas. Estos fueron solo algunos de los extravagantes complots de la CIA para matar al exlíder cubano Fidel Castro, quien murió de causas naturales en 2016 a los 90 años. Sin embargo, han surgido nuevos detalles del primer plan de este tipo, que en realidad fue dirigido contra el hermano de Castro, Raúl Castro, en julio de 1960, solo un año y medio después de que los Castro llegaran al poder en una revolución.
La figura clave fue un piloto de la aerolínea nacional Cubana: José Raúl Martínez. Martínez trabajaba en secreto para la CIA, y su aerolínea lo eligió para pilotar un vuelo fletado para recoger a Raúl Castro, quien estaba de visita en Praga, la capital de la nación comunista de Checoslovaquia en ese momento. Martínez compartió inmediatamente esta información con el hombre de la CIA en La Habana, el estadounidense William Murray, quien lo transmitió a la sede de la CIA en las afueras de Washington.
Según documentos de la CIA, la “posible destitución” de los tres principales líderes de Cuba – Fidel Castro, Raúl Castro y Che Guevara – estaba “recibiendo una seria consideración en la sede”.
La agencia estaba buscando una oportunidad para eliminar a los tres a la vez. Aún así, la perspectiva de matar a Raúl Castro, el jefe del ejército, provocó una respuesta casi inmediata de la CIA a la estación de La Habana de la agencia: Dígale al piloto que arregle un “accidente”.
La CIA ofreció U$ 10,000 (Unos U$ 90,000 hoy en día), y posiblemente más si se solicitaba, a pagar al finalizar el trabajo.
“Fue una trama de oportunismo que cayó en el regazo de la CIA”, dijo Peter Kornbluh, que dirige el Proyecto de Documentación Cubana en el Archivo de Seguridad Nacional, un grupo de investigación privado en Washington. Kornbluh descubrió los detalles de la historia en documentos gubernamentales desclasificados el mes pasado y los publicó en el sitio web del archivo.
Esta primera trama fue un trabajo apresurado en extremo. Martínez se enteró con solo tres días de anticipación que iba a recoger a Raúl Castro. Mientras conducía su automóvil hacia el aeropuerto de La Habana para tomar el vuelo, Murray también estaba en el automóvil, discutiendo posibles opciones.
“Murray solo tuvo una oportunidad de transmitir la oferta de U$ 10,000 y la misión que la CIA quería que el piloto realizara”, dijo Kornbluh.
Martínez planteó la posibilidad de estrellarse contra el Océano Atlántico, pero sabía que sería suicida. ¿Cómo podía dañar a una sola persona en el avión?
“De hecho, dijo: ‘Si muero, ¿te asegurarás de que mis dos hijos paguen la educación universitaria?’ “Kornbluh dijo.
Mientras Martínez subía las ruedas en La Habana, no estaba claro qué podría hacer. Poco después de su partida, el cuartel general de la CIA envió instrucciones actualizadas a la estación de La Habana: “No prosiga”.
Esto fue problemático, porque ahora no había forma de contactar al piloto.
Una investigación del Congreso dirigida por el senador Frank Church, un demócrata de Idaho, produjo un voluminoso informe en 1976 sobre las actividades de la CIA en todo el mundo. El informe incluía una breve y tentadora referencia a este primer intento de la CIA de matar a uno de los Castro, señalando que tenía como objetivo a Raúl. Pero todos los detalles fueron redactados.
Resulta que Murray, el oficial de la CIA en La Habana, escribió al inspector general de la CIA en un documento de 1975 que tituló “Actividades cuestionables”. Murray tenía reservas sobre su papel, y su memorando incluía documentos originales de sus intercambios con la sede de la CIA en el episodio de 1960.
Esta información fue redactada en el informe del Senado de 1976, pero fue desclasificada en 2000. Si bien los detalles del complot contra Raúl Castro han sido públicos desde entonces, estaban ocultos entre miles y miles de otros documentos desclasificados. Luego, hace un mes, cuando Raúl Castro se preparaba para jubilarse, Kornbluh volvió a los documentos desclasificados que han sido digitalizados en el Archivo de Seguridad Nacional. Buscó posibles historias sobre Raúl Castro que no habían sido exploradas a fondo, y fue entonces cuando se encontró con la trama del “accidente de avión”.
“Muy poca gente conoce los detalles de este increíble complot contra Raúl Castro, un complot que merece ser conocido en su totalidad”, dijo Kornbluh.
Esto nos devuelve al piloto, José Raúl Martínez. Entonces, ¿qué hizo?
Finalmente, devolvió a Raúl Castro sano y salvo a la capital cubana. Después, le dijo a Murray que no tenía oportunidad de arreglar un “accidente”. Luego, unos meses después, Martínez desertó a Estados Unidos.
Mientras tanto, Raúl Castro fue la figura número 2 en el gobierno cubano durante décadas. Se convirtió en presidente cuando Fidel Castro renunció en 2008, y Raúl Castro renunció a su último cargo, como jefe del Partido Comunista de Cuba, a mediados de abril a los 89 años.
Kornbluh no lo sabe con certeza, pero sospecha que Raúl Castro nunca había escuchado los detalles del plan del avión hasta ahora.
La CIA no fue disuadida por este esfuerzo frustrado en 1960. Poco después, la agencia comenzó a trabajar en una operación mucho más grande que tampoco salió según lo planeado: la invasión de Bahía de Cochinos.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 8, 2021