Por Antony J. Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos de Amérca.
La decisión del presidente Daniel Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo el 6 de agosto de prohibir al último partido genuino de oposición participar en las elecciones de noviembre subraya su deseo de permanecer en el poder a toda costa. Esta maniobra autocrática sigue a la detención de siete candidatos presidenciales y otras 24 figuras de la oposición, activistas de derechos humanos, líderes empresariales, estudiantes y trabajadores de ONG durante los últimos dos meses.
Estados Unidos considera las últimas acciones autoritarias y antidemocráticas del régimen, impulsadas por el temor de Ortega a una derrota electoral, como el golpe final contra las perspectivas de Nicaragua de unas elecciones libres y justas a finales de este año. Ese proceso electoral, incluidos sus eventuales resultados, ha perdido toda credibilidad.
El régimen Ortega-Murillo ha socavado sus compromisos internacionales, incluidos los de la Carta Democrática Interamericana, así como los derechos del pueblo nicaragüense a elegir libremente a sus propios líderes. Continuaremos trabajando en estrecha colaboración con otras democracias para responder diplomática y económicamente a estos acontecimientos nefastos, que solo privan al pueblo nicaragüense de su deseo de un gobierno representativo y prosperidad económica.
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Por Antony J. Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos de Amérca.
La decisión del presidente Daniel Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo el 6 de agosto de prohibir al último partido genuino de oposición participar en las elecciones de noviembre subraya su deseo de permanecer en el poder a toda costa. Esta maniobra autocrática sigue a la detención de siete candidatos presidenciales y otras 24 figuras de la oposición, activistas de derechos humanos, líderes empresariales, estudiantes y trabajadores de ONG durante los últimos dos meses.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Estados Unidos considera las últimas acciones autoritarias y antidemocráticas del régimen, impulsadas por el temor de Ortega a una derrota electoral, como el golpe final contra las perspectivas de Nicaragua de unas elecciones libres y justas a finales de este año. Ese proceso electoral, incluidos sus eventuales resultados, ha perdido toda credibilidad.
El régimen Ortega-Murillo ha socavado sus compromisos internacionales, incluidos los de la Carta Democrática Interamericana, así como los derechos del pueblo nicaragüense a elegir libremente a sus propios líderes. Continuaremos trabajando en estrecha colaboración con otras democracias para responder diplomática y económicamente a estos acontecimientos nefastos, que solo privan al pueblo nicaragüense de su deseo de un gobierno representativo y prosperidad económica.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 9, 2021