Superado el culebrón oficial de la semana pasada y pareciendo que la paliza electoral que recibiera el gobierno en las PASO hubiese sido hace mucho tiempo, los oficialistas han mostrado su estrategia de cara a las próximas elecciones de Noviembre.
Tal como adelantáramos desde esta columna, la idea central para intentar recuperar votos es la de “poner plata en el bolsillo de la gente”, que era lo que le pedía la Vicepresidenta al Presidente y que generaba la reticencia de este, ante la negativa del Ministro de Economía a tal misión, para no desequilibrar las cuentas oficiales.
Nadie duda que la Vicepresidenta se impuso claramente en la disputa y hacia ese norte marcha el gobierno, convencida la misma, que las elecciones se perdieron por una mera cuestión económica y no por los escándalos del gobierno como ser el “vacunatorio VIP” o el festejo en la Quinta Presidencial en plena cuarentena, entre muchos otros.
Casi dos billones de pesos serán impresos, si leyó bien, casi dos billones de pesos, para repartir entre aumento de asignaciones familiares, planes sociales, AUH, un nuevo IFE, aumento del salario mínimo vital y móvil y la novedosa jubilación anticipada, ahora a los 55 años. En un arrebato discursivo, lo blanqueó el precandidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, el ex montonero Daniel Gollan, quien expresó: “Con un poco más de platita en el bolsillo, la foto de Olivos no hubiese molestado tanto”, el mismo que dijo, en etapa de aperturas, que no se podía jugar al tenis por el virus del Covid-19 viajaba en la pelotita de tenis.
No hace falta ser un avezado economista para advertir que este dispendio de dinero, es una bomba de tiempo que seguramente detonará, generando mas inflación, aumento del dólar y por ende aumento de precios. Al oficialismo esto no le importa, esta “cegado” en intentar atenuar la paliza electoral sufrida en las PASO ultimas, ceguera sustentada en el sórdido miedo de “la Jefa” de que, un cambio de vientos políticos, haga sucumbir “la idea fija” de que le cierren todas las causas judiciales y termine entre rejas.
En pos de ello, pretenden crear la ficción de ponerle la plata en el bolsillo a la gente, decimos ficción pues no están creando riqueza sino solamente emitiendo un billete. Es una mera ilusión nomas.
Mas allá de ello, esta estrategia oficial esconde un claro desprecio hacia la gente, a la cual suponen de idiotas e imbéciles, creyendo que pueden “comprar” votos, quitándole de esta forma toda dignidad al ciudadano, al abusarse del estado de indigencia de mucha gente, indigencia, obvio, que ellos mismos crearon. Además esta ayuda económica, que solo busca un redito electoral, es nada al lado de los fastuosos gastos y sueldos de la casta política. Cuando nos enteremos de los gastos, superfluos obvio, solamente de la Primera Dama, nos agarremos la cabeza.
De brindar verdaderas condiciones para que se generen puestos de trabajos dignos y en blanco ni hablar. De combatir la inseguridad menos.
A ello debemos sumarle la apertura casi total de todas las actividades del país, como si la pandemia del coronavirus ya hubiese pasado, intentando dejar atrás los 120.000 muertos que nos costó la ineptitud de los gobernantes en materia sanitaria. Otro tema del cual el gobierno prefiere ocultar tras esta “irrestricta apertura” luego de ser los que impusieron la cuarentena mas larga del mundo.
Claramente el gobierno no ha entendido el mensaje enviado por la gente el ultimo 12 de Setiembre. El kirchnerismo está en caída libre, arrastrando lo poco que queda del peronismo, al concebir a la gente como cosas y como algo que solamente sirve a la hora de votar. Estamos viviendo un verdadero contrasentido, un populismo sin recursos.
Primero creyeron que con el “ah… pero Macri” podían engañaban a la gente, ahora creen que la podrán engañar con “platita en el bolsillo”. No, la gente ya no “come vidrio”. El relato está irremediablemente muerto.
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Superado el culebrón oficial de la semana pasada y pareciendo que la paliza electoral que recibiera el gobierno en las PASO hubiese sido hace mucho tiempo, los oficialistas han mostrado su estrategia de cara a las próximas elecciones de Noviembre.
Tal como adelantáramos desde esta columna, la idea central para intentar recuperar votos es la de “poner plata en el bolsillo de la gente”, que era lo que le pedía la Vicepresidenta al Presidente y que generaba la reticencia de este, ante la negativa del Ministro de Economía a tal misión, para no desequilibrar las cuentas oficiales.
Nadie duda que la Vicepresidenta se impuso claramente en la disputa y hacia ese norte marcha el gobierno, convencida la misma, que las elecciones se perdieron por una mera cuestión económica y no por los escándalos del gobierno como ser el “vacunatorio VIP” o el
festejo en la Quinta Presidencial en plena cuarentena, entre muchos otros.
Casi dos billones de pesos serán impresos, si leyó bien, casi dos billones de pesos, para repartir entre aumento de asignaciones familiares, planes sociales, AUH, un nuevo IFE, aumento del salario mínimo vital y móvil y la novedosa jubilación anticipada, ahora a los 55 años. En un arrebato discursivo, lo blanqueó el precandidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, el ex montonero Daniel Gollan, quien expresó: “Con un poco más de platita en el bolsillo, la foto de Olivos no hubiese molestado tanto”, el mismo que dijo, en etapa de aperturas, que no se podía jugar al tenis por el virus del Covid-19 viajaba en la pelotita de tenis.
No hace falta ser un avezado economista para advertir que este dispendio de dinero, es una bomba de tiempo que seguramente detonará, generando mas inflación, aumento del dólar y por ende aumento de precios. Al oficialismo esto no le importa, esta “cegado” en intentar atenuar la paliza electoral sufrida en las PASO ultimas, ceguera sustentada en el sórdido miedo de “la Jefa” de que, un cambio de vientos políticos, haga sucumbir “la idea fija” de que le cierren todas las causas judiciales y termine entre rejas.
En pos de ello, pretenden crear la ficción de ponerle la plata en el bolsillo a la gente, decimos ficción pues no están creando riqueza sino solamente emitiendo un billete. Es una mera ilusión nomas.
Mas allá de ello, esta estrategia oficial esconde un claro desprecio hacia la gente, a la cual suponen de idiotas e imbéciles, creyendo que pueden “comprar” votos, quitándole de esta forma toda dignidad al ciudadano, al abusarse del estado de indigencia de mucha gente, indigencia, obvio, que ellos mismos crearon. Además esta ayuda económica, que solo busca un redito electoral, es nada al lado de los fastuosos gastos y sueldos de la casta política. Cuando nos enteremos de los gastos, superfluos obvio, solamente de la Primera Dama, nos agarremos la cabeza.
De brindar verdaderas condiciones para que se generen puestos de trabajos dignos y en blanco ni hablar. De combatir la inseguridad menos.
A ello debemos sumarle la apertura casi total de todas las actividades del país, como si la pandemia del coronavirus ya hubiese pasado, intentando dejar atrás los 120.000 muertos que nos costó la ineptitud de los gobernantes en materia sanitaria. Otro tema del cual el gobierno prefiere ocultar tras esta “irrestricta apertura” luego de ser los que impusieron la cuarentena mas larga del mundo.
Claramente el gobierno no ha entendido el mensaje enviado por la gente el ultimo 12 de Setiembre. El kirchnerismo está en caída libre, arrastrando lo poco que queda del peronismo, al concebir a la gente como cosas y como algo que solamente sirve a la hora de votar. Estamos viviendo un verdadero contrasentido, un populismo sin recursos.
Primero creyeron que con el “ah… pero Macri” podían engañaban a la gente, ahora creen que la podrán engañar con “platita en el bolsillo”. No, la gente ya no “come vidrio”. El relato está irremediablemente muerto.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 27, 2021