HACER TODO COMPLICADO Y CONSTRUIR LABERINTOS INTERMINABLES, ES UNA ESTRATEGIA EXITOSA DE LOS LAMENTABLES DIRIGENTES POLÍTICOS QUE SUPIMOS CONSEGUIR, PARA CONDUCIR EN FORMA IRRACIONAL LOS DESTINOS DE NUESTRO DESVENCIJADO PAÍS.
Es un principio extremadamente simple de la estrategia militar y en igual medida de la acción política, que solo las previsiones y determinaciones sencillas y realistas prometen éxito y réditos superadores.
Entender y aplicar todo lo contrario, como nos ocurre aquí como costumbre irracional naturalizada, constituye un espacio ideal para la complicación existencial creciente e invalidante de personas, grupos humanos e instituciones.
Es el conducto directo al fracaso mas estrepitoso con consecuencias imprevisibles, para las sociedades que inexplicablemente lo sostienen.
De todos modos en el camino que puede ser largo hacia la destrucción final, los ejecutores de esas incongruencias pueden obtener enormes beneficios materiales para ellos y sus organizaciones mafiosas. Ese es su objetivo, aunque proclamen otra cosa.
Precisamente de esas aberraciones en la conducción de los destinos comunitarios, lograrán que el contexto general se derrumbe como un castillo de naipes sin importarles las consecuencias en vidas y haciendas.
Inexorablemente terminarán pagando inmensas legiones de justos con miseria, analfabetismo y muerte indigna, mientras los pecadores se excluirán oportuna y hábilmente del colapso final.
Para regir la nación y mas aun una república, es necesario determinar reglas de juego claras, sencillas y convincentes que posibiliten un funcionamiento dinámico, expeditivo y fecundo de las instituciones.
Ese cuerpo doctrinario debe estar íntimamente relacionado con los valores fundacionales y objetivos trascendentes de la sociedad involucrada.
Requisito vital que de ninguna manera puede dar margen a interpretaciones capciosas e intervenciones interesadas y dilatorias, orientadas mefistofélicamente hacia el fracaso de los intereses generales y el beneficio ilimitado de pocos, en general tránsfugas, hipócritas y sinvergüenzas.
Esas convenciones básicas cuyas características hemos mencionado, deben asegurar la supervivencia armónica y la convergencia de intenciones y acciones de todos hacia el futuro deseado, a través de un camino claro y preciso sin desvíos ni encrucijadas inconducentes, a fin de lograr el desarrollo solidario y ecuánime, vigencia de la soberanía y el imperio virtuoso de la justicia y el bien común, en el ámbito de las comunidades que lo practican.
A partir de esos supuestos se puede concretar una verdadera y fecunda paz interior, relaciones humanas coherentes y fraternas y dedicación de todos al esfuerzo y el mérito verdadero, para el progreso general sin exclusiones ni privilegios.
A fin de sostener y hacer efectiva su aplicación, ese cuerpo doctrinario debe contener reglas claras y sencillas para su implementación, con actualizaciones procedentes y creativas según la evolución del contexto, que le proporcionen enriquecimiento conceptual y eficacia operativa.
Por ello es necesario organizar un sistema político con una estructura dinámica para su aplicación cierta y oportuna.
Obviamente dicha estructura de aplicación, debe estar conformada por la mínima cantidad necesaria de mujeres y hombres capacitados para cumplir con dedicación, presteza, flexibilidad, claridad conceptual y principios éticos indelegables, una función tan trascendental, en sus diferentes niveles, especialidades y ámbitos de aplicación.
No pueden ni deben existir superposiciones invalidantes de instancias o agencias, recovecos jurídicos y o administrativos inexplicables y en extremo dilatorios y tramitaciones improcedentes, agotadoras e inconducentes.
Por lo tanto y a fin de contar con funcionarios aptos para ello, se requiere un proceso de selección ecuánime desprovisto de cualquier interés secundario y menos aún faccioso, basado en los méritos técnicos, morales y prestigio ambiental de los postulantes, en las diversas circunstancias y lugares físicos.
El resultado indudable buscado es el logro de la eficiencia político administrativa y el progreso virtuoso de la comunidad que lo implementa, controla y sostiene.
¿Cuál es la decepcionante, frustrante y lamentable situación que vivimos cada día en nuestro derruido país, casi sin capacidad de hacer escuchar nuestra opinión en forma efectiva y menos aún influir en su evolución?
Lo cierto es que, por imperio de falacias y comedias diversas, estamos condenados a soportar el peso agobiante de un esquema legal y administrativo colosal en sus dimensiones e inefectivo en sus aplicaciones prácticas.
Más aun refugio de parásitos en reproducción y aumento constante, cuyo mérito es la obsecuencia y la traición.
Cuanto más intrincada sea una resolución, disposición y o reglamento, aumenta la legión de autómatas paniaguados, para su interpretación y aplicación arbitraria y el desvelo, frustración y amargura de las personas de bien creativas y constructoras del progreso de la comunidad.
Consecuentemente entonces y a través de estos desvaríos; ¿cuál es el modelo de sociedad que visualizamos en nuestro futuro?
Tal cual lo que vivimos y soportamos podría ser la Venezuela chavista, con organizaciones llamadas “colectivos” para disciplinar a opositores e “imponer el modelo” y por supuesto la supervivencia y reciclamiento de los amos de vidas y haciendas.
Aquí esas organizaciones mafiosas de alguna manera ya existen.
Mencionemos entre otros las barras bravas, organizaciones patoteriles sindicales y mas recientemente equipos de sicarios para sostener el creciente comercio de la droga.
Quizás mas lejos pero no imposible, miremos a Afganistán. Tenemos nuestros propios talibanes made in Argentina representados por “chikos” y “chikas” de la “Kampora” que se consideran los únicos dueños de la razón y hasta activistas todo terreno surgidos de las “organizaciones sociales”.
Contemos también a los siempre presentes asesinos mercenarios montoneros, en asociación ahora con los extraños mapuches que asociados a ellos y conducidos desde el exterior, continúan con argumentos falaces y extraños el pillaje de nuestro territorio.
No creo que pueda ser Corea del Norte (nada es imposible en la dimensión desconocida), aunque también contando con variada cantidad de colectivos, podríamos fabricar un gordito dictador similar. Miremos sino al “pintoresko” personaje Máximo, gran orientador y estratega político, experto en play statión en cierta sintonía con el porro (María Eugenia dixit) y fiel a las determinaciones de mami..
No debe existir país en el mundo con un sistema de regulaciones administrativas y legales, pleno de disposiciones superpuestas, reiterativas, excesivas, irracionales, complicadas y tan pesado, que resulta abusivo y frustrante en su aplicación práctica e invalidante del trabajo fecundo y la creación constructiva de sus ciudadanos de bien..
Por ello principalmente se expresa con sorprendente conformismo, “que nuestros padres llegaron en barcos y nuestros hijos se van en aviones”.
¿Qué futuro puede esperarles en esta sinrazón existencial que nos agobia?
Paralelamente la proliferación sin límite de una turbamulta de personajes en el ámbito de los tres poderes y especialmente en el sector de nuestra lamentable justicia, que se desdicen unos a otros, niegan argumentos racionales de anteriores instancias, recurren a laberintos interminables y pretextos creativos para favorecer a los delincuentes compradores de conciencias. Todo ello para la supervivencia y desarrollo del delito en sus creativas apariencias.
Por lo tanto la estrategia prioritaria como medio de subsistir políticamente de los integrantes de esta marabunta, no es por cierto simplificar las cosas sino complicarlas ininterrumpidamente.
En este atormentado país que supimos destruir, lo simple y sencillo no ha sido ni necesita ser inventado.
Resulta políticamente incorrecto y antifuncional.
¡¡¡¡¡Cuanto antes debemos imponer LA REVOLUCIÓN DE LA SIMPLICIDAD!!!!
En el camino de una racionalización urgente e imperiosa del cuerpo doctrinario que nos agobia y la estructura de inútiles y parásitos que lo implementan, y a fin de desterrar la impunidad y las trampas vigentes, podríamos ahorrar inmensos recursos hoy aplicados a la supervivencia de los tránsfugas en funciones.
Fondos imprescindibles para aplicar en el combate efectivo e impostergable de la creciente miseria indignante y estimular la iniciativa privada sostenida en el esfuerzo ejemplar y el mérito.
También ajustar con ejemplaridad cuentas de una vez y para siempre,
con todos los tránsfugas bandidos y cipayos que a lo largo de varias décadas nos han llevado a este estado de postración, recuperando para el bien común los ilimitados recursos que han rapiñado con creatividad, amparados en una impunidad basurienta.
Finalmente, y en lo inmediato, no nos conformemos solo con ir a votar y “hacerlo conscientemente”.
Como hemos advertido varias veces, tienen todos los medios y ningún freno para producir el fraude mas horrendo y extendido.
Ningún reparo en exhibir desaprensivamente y hasta con soberbia, sus métodos descalificantes, disfrazándolas con el ropaje aplicativo mas conveniente.
Cuentan con multitud de esclavos borreguiles que crece constantemente por su política de reproducción de analfabetismo y miseria. Poseen grandes cantidades de cocinas, heladeras y bicicletas para arrojarlos sobre sus cabezas y esclavizarlos.
♦
Por FRANCISCO CERVO.
HACER TODO COMPLICADO Y CONSTRUIR LABERINTOS INTERMINABLES, ES UNA ESTRATEGIA EXITOSA DE LOS LAMENTABLES DIRIGENTES POLÍTICOS QUE SUPIMOS CONSEGUIR, PARA CONDUCIR EN FORMA IRRACIONAL LOS DESTINOS DE NUESTRO DESVENCIJADO PAÍS.
Es un principio extremadamente simple de la estrategia militar y en igual medida de la acción política, que solo las previsiones y determinaciones sencillas y realistas prometen éxito y réditos superadores.
Entender y aplicar todo lo contrario, como nos ocurre aquí como costumbre irracional naturalizada, constituye un espacio ideal para la complicación existencial creciente e invalidante de personas, grupos humanos e instituciones.
Es el conducto directo al fracaso mas estrepitoso con consecuencias imprevisibles, para las sociedades que inexplicablemente lo sostienen.
De todos modos en el camino que puede ser largo hacia la destrucción final, los ejecutores de esas incongruencias pueden obtener enormes beneficios materiales para ellos y sus organizaciones mafiosas. Ese es su objetivo, aunque proclamen otra cosa.
Precisamente de esas aberraciones en la conducción de los destinos comunitarios, lograrán que el contexto general se derrumbe como un castillo de naipes sin importarles las consecuencias en vidas y haciendas.
Inexorablemente terminarán pagando inmensas legiones de justos con miseria, analfabetismo y muerte indigna, mientras los pecadores se excluirán oportuna y hábilmente del colapso final.
Para regir la nación y mas aun una república, es necesario determinar reglas de juego claras, sencillas y convincentes que posibiliten un funcionamiento dinámico, expeditivo y fecundo de las instituciones.
Ese cuerpo doctrinario debe estar íntimamente relacionado con los valores fundacionales y objetivos trascendentes de la sociedad involucrada.
Requisito vital que de ninguna manera puede dar margen a interpretaciones capciosas e intervenciones interesadas y dilatorias, orientadas mefistofélicamente hacia el fracaso de los intereses generales y el beneficio ilimitado de pocos, en general tránsfugas, hipócritas y sinvergüenzas.
Esas convenciones básicas cuyas características hemos mencionado, deben asegurar la supervivencia armónica y la convergencia de intenciones y acciones de todos hacia el futuro deseado, a través de un camino claro y preciso sin desvíos ni encrucijadas inconducentes, a fin de lograr el desarrollo solidario y ecuánime, vigencia de la soberanía y el imperio virtuoso de la justicia y el bien común, en el ámbito de las comunidades que lo practican.
A partir de esos supuestos se puede concretar una verdadera y fecunda paz interior, relaciones humanas coherentes y fraternas y dedicación de todos al esfuerzo y el mérito verdadero, para el progreso general sin exclusiones ni privilegios.
A fin de sostener y hacer efectiva su aplicación, ese cuerpo doctrinario debe contener reglas claras y sencillas para su implementación, con actualizaciones procedentes y creativas según la evolución del contexto, que le proporcionen enriquecimiento conceptual y eficacia operativa.
Por ello es necesario organizar un sistema político con una estructura dinámica para su aplicación cierta y oportuna.
Obviamente dicha estructura de aplicación, debe estar conformada por la mínima cantidad necesaria de mujeres y hombres capacitados para cumplir con dedicación, presteza, flexibilidad, claridad conceptual y principios éticos indelegables, una función tan trascendental, en sus diferentes niveles, especialidades y ámbitos de aplicación.
No pueden ni deben existir superposiciones invalidantes de instancias o agencias, recovecos jurídicos y o administrativos inexplicables y en extremo dilatorios y tramitaciones improcedentes, agotadoras e inconducentes.
Por lo tanto y a fin de contar con funcionarios aptos para ello, se requiere un proceso de selección ecuánime desprovisto de cualquier interés secundario y menos aún faccioso, basado en los méritos técnicos, morales y prestigio ambiental de los postulantes, en las diversas circunstancias y lugares físicos.
El resultado indudable buscado es el logro de la eficiencia político administrativa y el progreso virtuoso de la comunidad que lo implementa, controla y sostiene.
¿Cuál es la decepcionante, frustrante y lamentable situación que vivimos cada día en nuestro derruido país, casi sin capacidad de hacer escuchar nuestra opinión en forma efectiva y menos aún influir en su evolución?
Lo cierto es que, por imperio de falacias y comedias diversas, estamos condenados a soportar el peso agobiante de un esquema legal y administrativo colosal en sus dimensiones e inefectivo en sus aplicaciones prácticas.
Más aun refugio de parásitos en reproducción y aumento constante, cuyo mérito es la obsecuencia y la traición.
Cuanto más intrincada sea una resolución, disposición y o reglamento, aumenta la legión de autómatas paniaguados, para su interpretación y aplicación arbitraria y el desvelo, frustración y amargura de las personas de bien creativas y constructoras del progreso de la comunidad.
Consecuentemente entonces y a través de estos desvaríos; ¿cuál es el modelo de sociedad que visualizamos en nuestro futuro?
Tal cual lo que vivimos y soportamos podría ser la Venezuela chavista, con organizaciones llamadas “colectivos” para disciplinar a opositores e “imponer el modelo” y por supuesto la supervivencia y reciclamiento de los amos de vidas y haciendas.
Aquí esas organizaciones mafiosas de alguna manera ya existen.
Mencionemos entre otros las barras bravas, organizaciones patoteriles sindicales y mas recientemente equipos de sicarios para sostener el creciente comercio de la droga.
Quizás mas lejos pero no imposible, miremos a Afganistán. Tenemos nuestros propios talibanes made in Argentina representados por “chikos” y “chikas” de la “Kampora” que se consideran los únicos dueños de la razón y hasta activistas todo terreno surgidos de las “organizaciones sociales”.
Contemos también a los siempre presentes asesinos mercenarios montoneros, en asociación ahora con los extraños mapuches que asociados a ellos y conducidos desde el exterior, continúan con argumentos falaces y extraños el pillaje de nuestro territorio.
No creo que pueda ser Corea del Norte (nada es imposible en la dimensión desconocida), aunque también contando con variada cantidad de colectivos, podríamos fabricar un gordito dictador similar. Miremos sino al “pintoresko” personaje Máximo, gran orientador y estratega político, experto en play statión en cierta sintonía con el porro (María Eugenia dixit) y fiel a las determinaciones de mami..
No debe existir país en el mundo con un sistema de regulaciones administrativas y legales, pleno de disposiciones superpuestas, reiterativas, excesivas, irracionales, complicadas y tan pesado, que resulta abusivo y frustrante en su aplicación práctica e invalidante del trabajo fecundo y la creación constructiva de sus ciudadanos de bien..
Por ello principalmente se expresa con sorprendente conformismo, “que nuestros padres llegaron en barcos y nuestros hijos se van en aviones”.
¿Qué futuro puede esperarles en esta sinrazón existencial que nos agobia?
Paralelamente la proliferación sin límite de una turbamulta de personajes en el ámbito de los tres poderes y especialmente en el sector de nuestra lamentable justicia, que se desdicen unos a otros, niegan argumentos racionales de anteriores instancias, recurren a laberintos interminables y pretextos creativos para favorecer a los delincuentes compradores de conciencias. Todo ello para la supervivencia y desarrollo del delito en sus creativas apariencias.
Por lo tanto la estrategia prioritaria como medio de subsistir políticamente de los integrantes de esta marabunta, no es por cierto simplificar las cosas sino complicarlas ininterrumpidamente.
En este atormentado país que supimos destruir, lo simple y sencillo no ha sido ni necesita ser inventado.
Resulta políticamente incorrecto y antifuncional.
¡¡¡¡¡Cuanto antes debemos imponer LA REVOLUCIÓN DE LA SIMPLICIDAD!!!!
En el camino de una racionalización urgente e imperiosa del cuerpo doctrinario que nos agobia y la estructura de inútiles y parásitos que lo implementan, y a fin de desterrar la impunidad y las trampas vigentes, podríamos ahorrar inmensos recursos hoy aplicados a la supervivencia de los tránsfugas en funciones.
Fondos imprescindibles para aplicar en el combate efectivo e impostergable de la creciente miseria indignante y estimular la iniciativa privada sostenida en el esfuerzo ejemplar y el mérito.
También ajustar con ejemplaridad cuentas de una vez y para siempre,
con todos los tránsfugas bandidos y cipayos que a lo largo de varias décadas nos han llevado a este estado de postración, recuperando para el bien común los ilimitados recursos que han rapiñado con creatividad, amparados en una impunidad basurienta.
Finalmente, y en lo inmediato, no nos conformemos solo con ir a votar y “hacerlo conscientemente”.
Como hemos advertido varias veces, tienen todos los medios y ningún freno para producir el fraude mas horrendo y extendido.
Ningún reparo en exhibir desaprensivamente y hasta con soberbia, sus métodos descalificantes, disfrazándolas con el ropaje aplicativo mas conveniente.
Cuentan con multitud de esclavos borreguiles que crece constantemente por su política de reproducción de analfabetismo y miseria. Poseen grandes cantidades de cocinas, heladeras y bicicletas para arrojarlos sobre sus cabezas y esclavizarlos.
Que DIOS y su SANTA MADRE nos amparen.
Por lo menos, así, lo veo yo.
Francisco Cervo.
Paciencia, FÉ, esperanza, convicción, valor, lucha….
Resignación y mucho menos complacencia ¡¡¡¡¡¡NUNCA!!!!!
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 12, 2021