¡LLEGAMOS! BIENVENIDOS A VENEZUELA

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  Por JUAN ARMANDO GIOVARRUSCIO.

 

Aún recuerdo como si hubiese sido ayer. Un 15 de febrero del año 1986, junto a mi esposa e hijos de 10 y 5 años respectivamente, arribaba al aeropuerto internacional de Maiquetía situado en La Guaira, Caracas, República de Venezuela. El destino me llevó a esa nación, ejemplo de democracia en américa, por haber sido designado Auxiliar del Agregado Militar a la embajada argentina. Allí permanecí durante los años, 1986 y 1987.

Este esbozo, viene al caso para introducirnos en la situación actual de VENEZUELA y ARGENTINA. Por aquellos años, ambas naciones vivían realidades distintas. Venezuela, con más de treinta años de estabilidad política, gozaba de bonanza económica, producto del alto precio de su máxima riqueza, el petróleo. Por su parte, Argentina, dejaba atrás una década de guerra contra el terrorismo marxista y estrenaba un nuevo gobierno constitucional motorizado por la UCR, cuyo conductor era el filo socialista Ricardo Alfonsín.

No obstante, esta apacible calma social en ambas naciones, sus respectivos Congresos Legislativos incubaban nuevos huevos marxistas. En el Palacio Federal Legislativo de Caracas, ex miembros guerrilleros, derrotados militarmente en la década del 60, iniciaban el camino que, en el 2005, Hugo Chávez, denominaría, “socialismo siglo XXI”. Mientras tanto, en el Palacio del Congreso de la Nación, se decidía el “juzgamiento a las juntas militares”, tiempo después, a todos los cuadros de las FFAA, FFSS, FFPP y miembros de la sociedad civil que habían derrotado la agresión interna y externa del terrorismo comunista en la argentina.

Tales trazos históricos nos demuestran que, hoy, Argentina es Venezuela y lo es, desde hace décadas. Por qué?, porque mientras Venezuela veneraba a los Carlos Andrés Pérez, Rafael Caldera, (Socialdemócratas), Jose Vicente Rangel, (abogado, periodista y político de izquierda), Teodoro Petkoff, (escritor, periodista, ex líder guerrillero), entre varios cientos de “topos” enquistados en los partidos mayoritarios, la sociedad venezolana, dormía una placentera siesta sin observar como la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado limaba las bases de su libertad y que con el tiempo, la depositaría en los brazos de Hugo Chávez y Nicolas Maduro.

Entre tanto, Argentina con otros matices, recorría la autopista “Buenos Aires-Caracas”. De igual manera, adulaba e idolatraba a dirigentes surgidos del ala izquierda del radicalismo, (Franja Morada), como Raúl Alfonsín, Leopoldo Moreau o Dante Caputo, por otro lado, el peronismo se travestía de derecha a izquierda, según las circunstancias y producía a los Menem, Kunkel, Taiana, Di Tella, pasando por cientos y cientos más, hasta llegar a los Kirchner , Carlos Néstor y Cristina , junto a su gavilla quienes hechizaron a la sociedad con una lluvia de dólares generada por el “yuyito” de la soja, mientras modificaba con decretos de “necesidad y urgencia” las reglas de la producción y el trabajo.

Así, lo que Fidel Castro, con sus bandidos terroristas, lograron, bajando de las Sierras Maestras, en Cuba en 1959, el peronismo, “auto percibido”, en este caso, kirchnerista, logró anestesiar primero, luego maniatar a la sociedad con la falsa promesa del “derrame”, disfrazada como “planes sociales” y convertir de esta manera un país próspero en uno de mendigos y marginados.

En este punto es necesario hacer un alto y observar la similitud de los personajes y el hilo conductor de sus políticas, basadas en el populismo y la corrupción. Populismo y corrupción cuyo objetivo fue “dinamitar los cimientos constitucionales y morales” de la sociedad y dejarlo a merced de inescrupulosos dirigentes que profundizaron la destrucción del sistema administrativo y jurídico de la nación al punto de convertirlo un estado totalitario y a escasos escalones de transformarse en un estado “narcoterrorista” ¿Ejemplos? Cuarentena eterna, cepos financieros, restricciones para exportar e importar. Desde el punto de vista de seguridad y defensa, sobran los hechos donde la ausencia e inoperancia de las FFSS y FFAA es manifiesta tal ocurre con la toma de extensiones territoriales por parte de ex terroristas movilizando a falsos “pueblos originarios”.

Como observamos, no vamos “en camino” a Venezuela, Cuba y Nicaragua. No. Lamentablemente, hace tiempo que llegamos. Solo nos diferencian algunos grises que pronto desaparecerán y ya no habrá vuelta atrás.

Por eso hoy, tenemos una marioneta de presidente que cobija a fugitivos con pedido de captura como Rafael Correa, quien debería ser detenido y puesto a disposición del gobierno de Ecuador. Se designan embajadores que se preocupan por los derechos de terroristas como Rafael Bielsa. Ex dirigentes terroristas designados a ocupar altos y delicados cargos, como Jorge Taina en el Ministerio de Defensa. Y, así se puede continuar.  El listado es largo.

Esto, explica porque se permitió que, una aeronave clandestina, que debió ser incautada, invada y viole el espacio aéreo, burlando los controles migratorios y aduaneros, camuflada con los colores y emblemas nacionales, mientras traslada a siniestros personajes vinculados a organizaciones; (Foro de Sao Pablo, Grupo de Puebla) y países que violan los DDHH, como Venezuela, Nicaragua y Cuba.

A esta altura del relato uno se pregunta: ¿Por qué, ninguna autoridad del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial de la Nación denuncia tan infame delito? Esto trae a la memoria la doble vara utilizada cuando el fallecido Canciller, cómplice, del pacto con Irán Héctor Timerman, “allanó” el avión de la FA de los EEUU, que transportaba material de adiestramiento para la Policía Federal Argentina. Nos permite también observar que las FFSS, FFPP y FFAA, coercionadas, adoctrinadas, durante años por el poder político, no actúan ante la violación de los intereses de la nación. Dejando de cumplir con el juramento constitucional de velar por la seguridad territorial, como así su espacio aéreo, sus mares y ríos.

Los mandos que conducen el brazo armado de la nación, aceptan estos actos de violación de la integridad nacional, como “normales y en silencio”. Parece que, observar, a una nave extranjera “pintada” con los colores de nuestra bandera, es algo “natural”. Cabe la pregunta: ¿de qué lado están? ¿Dónde quedaron aquellos Estados Mayores, compuestos por Oficiales Superiores con estudios en geopolítica, inteligencia y seguridad nacional? cuya misión era o es, asesorar a los distintos Niveles de la Conducción Político/ Militar sobre el peligro que representan tales agresiones a los intereses y seguridad de la nación.

Si su respuesta es que son respetuosas de la Constitución Nacional, habrá que indicarles que justamente están siendo cómplices de delitos, dado que son los custodios naturales de preservar los altos intereses de la sociedad. No denunciar, a todo funcionario que permite o facilita tales atropellos, los coloca en el podio de “traidores a la patria”.

Bajo este cuadro de situación se puede reiterar el título del presente escrito, Bienvenidos a Venezuela y, agregar ¡¡cuidado, ojo!!, porque no será que, ¿Sergio Berni es nuestro Hugo Chávez? ¿Rodríguez Larreta, Sergio Massa, Roberto Lavagna, Margarita Stolbizer, Leandro Santoro, Florencio Randazzo, por nombrar algunos, nuestros Vicente Rangel, Teodoro Petkoff y Nicolás Maduro?  O, ¿Jorge Taina nuestro Diosdado Cabello? Y así sucesivamente.

No quedan afuera de esta hipótesis los MCS, como La Nación, Clarín o las cadenas de radio y TV quienes, interesadamente o no, brindan generosas notas y espacios audiovisuales a personajes como los nombrados en el párrafo anterior. ¿Será que quieren correr la misma suerte que los diarios El Universal y El Nacional de Venezuela hoy perseguidos?, u, ¿otros, que desaparecieron y/o tuvieron que emigrar para poder continuar con la tarea de informar libremente?

La actual oposición, esa en la que, aproximadamente, un setenta por ciento de la sociedad confía y espera que defienda su libertad y sus bienes, debe dejar de ser “especulativa” y cobarde y marcar inequívocamente la agenda política. Con coraje, deben desechar el miedo a ser tildados de “golpistas o antidemocráticos” y cerrarle todos los caminos a la modificación final del ordenamiento jurídico actual, por sobre todo proteger y resguardar la Constitución Nacional. Abandonar el papel cuasi periodístico realizando descripciones de la corrupción y el accionar mafioso de las autoridades. Debe asumir su responsabilidad y tomar las medidas para suprimir el otorgamiento de poderes extraordinarios que permite el dictado de decretos de necesidad y urgencia de manera indiscriminada. Proceder con rigor político en defensa de los intereses de la sociedad mayoritaria, no es sinónimo de obstaculizar o derribar un gobierno.

En términos llanos, se debe cortar la discrecionalidad en el manejo de la plata. Cada peso que se gasta e impuesto que se cobra, debe pasar por el cedazo del Congreso de la Nación. La responsabilidad institucional es de la “oposición ciudadana mayoritaria” y no, como en la actualidad, de la “minoría” gobernante.

 

JUAN ARMANDO GIOVARRUSCIO

PRESO DE LOS MAL LLAMADOS DDHH

Provincia de Mendoza

 


PrisioneroEnArgentina.com

Noviembre 9, 2021


 

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