David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), volvió a dirigirse este lunes al multimillonario Elon Musk, quien aseguró en octubre estar dispuesto a vender un paquete de acciones de Tesla y donar 6.000 millones de dólares si el alto funcionario le explicaba cómo ese dinero resolvería el hambre global.
“Esta crisis de hambre es urgente, sin precedentes, Y evitable”, escribió Beasley en su cuenta de Twitter. “Elon Musk, usted pidió un plan claro y libros abiertos. Aquí está. Estamos dispuestos a hablar con usted y con cualquier otra persona que se tome en serio lo de salvar vidas. La petición es de 6.600 millones de dólares para evitar la hambruna en el 2022”, declaró, compartiendo un resumen de cómo utilizaría esta suma el programa.
¿Cómo se distribuirían los 6.600 millones de dólares?
Según detalló el PMA, 3.500 millones de dólares se utilizarían para costear alimentos, lo que incluye el coste de envío y el transporte al país, más el almacenamiento y su entrega, los pagos a los conductores de camiones contratados y las escoltas de seguridad necesarias en las zonas afectadas por conflictos. Otros 2.000 millones de dólares se distribuirían como dinero en efectivo y vales de comida (incluidas las tasas de transacción) en lugares donde los mercados pueden funcionar. Según el organismo, este tipo de ayuda permitirá a los más necesitados comprar los alimentos de su elección y apoya las economías locales. Por otro lado, 700 millones de dólares estarían destinados a cubrir los costes específicos de cada país “con el fin de diseñar, ampliar y gestionar la implementación de programas eficientes y efectivos para millones de toneladas más de transferencias de alimentos y dinero en efectivo y vales, adaptados a las condiciones del país y a los riesgos operativos en 43 países”. Finalmente, 400 millones de dólares se destinarían a la gestión de las operaciones mundiales y regionales, la administración y la rendición de cuentas, la coordinación logística mundial, el seguimiento y el análisis global del hambre en todo el mundo y la gestión de riesgos y los auditores independientes dedicados a la supervisión. Parece mucha burocracia… de todas maneras, cuando se acabe el dinero de Musk, a quien recurrirán.
El problema mundial del hambre
De acuerdo con los datos de la ONU, el hambre en el mundo “sigue aumentando a un ritmo alarmante”. Las recientes estimaciones muestran que 282,7 millones de personas en 80 países están experimentando niveles extremos de hambre aguda. Esto representa un aumento de alrededor del 110% en comparación con el 2019, que se explica por los conflictos generalizados, las crecientes crisis climáticas y las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus. Según los expertos, 42 millones de habitantes de regiones de Oriente Medio, África, América Latina y el Caribe corren riesgo real de padecer hambruna o condiciones similares a ella, a menos de que se les preste asistencia urgentemente.
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David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), volvió a dirigirse este lunes al multimillonario Elon Musk, quien aseguró en octubre estar dispuesto a vender un paquete de acciones de Tesla y donar 6.000 millones de dólares si el alto funcionario le explicaba cómo ese dinero resolvería el hambre global.
“Esta crisis de hambre es urgente, sin precedentes, Y evitable”, escribió Beasley en su cuenta de Twitter. “Elon Musk, usted pidió un plan claro y libros abiertos. Aquí está. Estamos dispuestos a hablar con usted y con cualquier otra persona que se tome en serio lo de salvar vidas. La petición es de 6.600 millones de dólares para evitar la hambruna en el 2022”, declaró, compartiendo un resumen de cómo utilizaría esta suma el programa.
¿Cómo se distribuirían los 6.600 millones de dólares?
Según detalló el PMA, 3.500 millones de dólares se utilizarían para costear alimentos, lo que incluye el coste de envío y el transporte al país, más el almacenamiento y su entrega, los pagos a los conductores de camiones contratados y las escoltas de seguridad necesarias en las zonas afectadas por conflictos. Otros 2.000 millones de dólares se distribuirían como dinero en efectivo y vales de comida (incluidas las tasas de transacción) en lugares donde los mercados pueden funcionar. Según el organismo, este tipo de ayuda permitirá a los más necesitados comprar los alimentos de su elección y apoya las economías locales. Por otro lado, 700 millones de dólares estarían destinados a cubrir los costes específicos de cada país “con el fin de diseñar, ampliar y gestionar la implementación de programas eficientes y efectivos para millones de toneladas más de transferencias de alimentos y dinero en efectivo y vales, adaptados a las condiciones del país y a los riesgos operativos en 43 países”. Finalmente, 400 millones de dólares se destinarían a la gestión de las operaciones mundiales y regionales, la administración y la rendición de cuentas, la coordinación logística mundial, el seguimiento y el análisis global del hambre en todo el mundo y la gestión de riesgos y los auditores independientes dedicados a la supervisión. Parece mucha burocracia… de todas maneras, cuando se acabe el dinero de Musk, a quien recurrirán.
El problema mundial del hambre
De acuerdo con los datos de la ONU, el hambre en el mundo “sigue aumentando a un ritmo alarmante”. Las recientes estimaciones muestran que 282,7 millones de personas en 80 países están experimentando niveles extremos de hambre aguda. Esto representa un aumento de alrededor del 110% en comparación con el 2019, que se explica por los conflictos generalizados, las crecientes crisis climáticas y las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus. Según los expertos, 42 millones de habitantes de regiones de Oriente Medio, África, América Latina y el Caribe corren riesgo real de padecer hambruna o condiciones similares a ella, a menos de que se les preste asistencia urgentemente.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 17, 2021