El breve pero contundente artículo de Patricio Anderson en este mismo periódico sobre el declive de Argentina me llevó a reflexionar sobre la caida progresiva de un país que -los que lo miramos desde afuera- nos preguntamos los comos y no los por ques, que han llevado al resultado de las cosas. Como dijo una vez Simon Kuznets, el ganador del Premio Nobel de Economía de 1971, “hay cuatro tipos de países en el mundo: países desarrollados, países subdesarrollados, Japón… y Argentina”.
Kuznets
Argentina confunde a los filósofos, micro y macroeconomistas y a los historiadores, y merece una categoría única en la historia de la economía. Ningún otro país tiene el potencial de ser tan rico pero fracasa tan rotundamente, y no solo una vez, sino con regularidad y frecuencia, y cometiendo los mismos errores como si no hubiera una sola enciclopedia de historia en sus bibliotecas. Dado que la mayoría de nosotros, los estadounidenses, probablemente desconozcamos el potencial de Argentina, podemos sorprendernos con algunas de sus ventajas. Podría decirse que la Pampa es la región más grande y mejor productora de granos del planeta Tierra, que se extiende desde las regiones templadas a las tropicales del país. A diferencia de las regiones de cereales de Estados Unidos, que pueden congelarse, los inviernos son suaves en la mayoría de las regiones de las Pampas, con una temporada de crecimiento prolongada concomitante. Además, Argentina fue en un momento el mayor exportador mundial de productos de ganado y ese potencial permanece. Ahora, en Estados Unidos la carne vacuna viene de Australia seguida de Nueva Zelanda y Canadá. (Si Texas decide segregarse… debemos incluirla en la lista… pequeña broma)
Pero no solo de carne vive el hombre. El litio alimenta las baterías de nuestra electrónica y Argentina es un importante proveedor. El país sudamericano tiene una población relativamente pequeña (solo 45,7 millones de habitantes) en una masa terrestre relativamente grande (aproximadamente un tercio del tamaño de los Estados Unidos) y eico en recursos naturales que incluyen petróleo, zinc, hierro y cobre. Es importante su biodiversidad y climas, estos últimos van desde polares en el sur hasta tropicales en el norte. Analizando la historia, posee un alto índice de desarrollo, con una población educada, en gran parte de origen europeo.
En 1895, según el artículo de Anderson, Argentina incluso superaba a Estados Unidos en PIB per cápita. Parecía una receta segura para el éxito. En la primera década del siglo XX, Argentina competía con éxito contra Estados Unidos por inmigrantes europeos de alta calidad: ingleses, alemanes, italianos, franceses y españoles. Después de la Segunda Guerra Mundial, incluso Gran Bretaña estaba endeudada con Argentina. Pero una y otra vez, Argentina se encontró sin fondos para solventar el futuro. En una hipótesis liviana, Argentina debería estar rindiendo a un nivel igual al de Estados Unidos o Europa Occidental, o incluso mejor, dados sus recursos a las proporciones de población. La culpa suele recaer en los excesos socialistas del peronismo, que sin duda es una de las principales y más importantes causas. Pero el peronismo no surgió como por arte de magia. Juan Perón fue una respuesta a un cambio en una sociedad sedienta de un líder. Mientras otros países sufren el rigor de dictadores, los argentinos crearon, defendieron, enaltecieron e idolatraron al suyo.
Roca (h)Runciman
Hubo un momento clave. Un momento que separa El Bien de El Mal. Durante la Gran Depresión, los productores de carne de res de Argentina se vieron excluidos de los mercados británicos, ya que Gran Bretaña, en una medida de austeridad, dio preferencia a los productos de Canadá. Para recuperar parte de esos ingresos, los productores de carne de vacuno hicieron que el gobierno de turno de Argentina negociara un desastrozo acuerdo comercial, que permitió a los británicos enviar (deshacerse) de productos manufacturados baratos hacia Argentina, a cambio de que Gran Bretaña abriera una parte insignificante del mercado a Argentina. Se trató del Acuerdo Roca-Runciman (también conocido como el Tratado de Londres), un pacto comercial de tres años entre Argentina y Gran Bretaña, firmado en mayo de 1933 por el vicepresidente de la Argentina, Julio Argentino Pascual Roca y el encargado de negocios británico Walter Runciman., que garantizaba a Argentina una participación fija en el mercado de carnes británico y eliminaba los aranceles sobre los cereales argentinos. A cambio, Argentina aceptó restricciones con respecto al comercio y el cambio de divisas, y preservó los intereses comerciales de Gran Bretaña en el país. Roca prometió a los británicos que Argentina no construiría carreteras para competir con los ferrocarriles. Pero el Presidente Agustín Pedro Justo lanzó un programa que aumentó el número de carreteras en Argentina en un 100 por ciento.
JustoPerón
A finales de la década de 1940 y principios de la de 1950, el programa de Juan Perón para liberar a Argentina de la deuda externa y la propiedad extranjera y promover la industrialización logró cierto éxito inicial, pero finalmente condujo a un retroceso económico. Para colmo de males, las cuentas nacionales de Argentina debían mantenerse en bancos británicos. La naciente industrialización argentina y la independencia económica fueron arrojadas a los británicos solo para retener los privilegios de los productores de carne. Fue esta frustración la que contribuyó al ascenso de Perón. Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Perón intentó sacar el superávit comercial de Argentina de los bancos británicos (como resultado del Tratado Roca-Runciman), los británicos se negaron, y trabajaron para paralizar la economía argentina.
Populismo y socialismo son un grave problema en ese desquiciado territorio, pero la corrupción es tan severa en Argentina que ni siquiera un gobierno de libre mercado podría eliminarla. Cuando los líderes corruptos se vuelven populares, las democracias fracasan. Eso es lo que le pasó a Argentina y la razó por la que Perón era popular. Incluso, luego de tantos fracasos, invitaron a Perón a volver al poder a principios de la década de 1970.
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El breve pero contundente artículo de Patricio Anderson en este mismo periódico sobre el declive de Argentina me llevó a reflexionar sobre la caida progresiva de un país que -los que lo miramos desde afuera- nos preguntamos los comos y no los por ques, que han llevado al resultado de las cosas. Como dijo una vez Simon Kuznets, el ganador del Premio Nobel de Economía de 1971, “hay cuatro tipos de países en el mundo: países desarrollados, países subdesarrollados, Japón… y Argentina”.
Argentina confunde a los filósofos, micro y macroeconomistas y a los historiadores, y merece una categoría única en la historia de la economía. Ningún otro país tiene el potencial de ser tan rico pero fracasa tan rotundamente, y no solo una vez, sino con regularidad y frecuencia, y cometiendo los mismos errores como si no hubiera una sola enciclopedia de historia en sus bibliotecas. Dado que la mayoría de nosotros, los estadounidenses, probablemente desconozcamos el potencial de Argentina, podemos sorprendernos con algunas de sus ventajas. Podría decirse que la Pampa es la región más grande y mejor productora de granos del planeta Tierra, que se extiende desde las regiones templadas a las tropicales del país. A diferencia de las regiones de cereales de Estados Unidos, que pueden congelarse, los inviernos son suaves en la mayoría de las regiones de las Pampas, con una temporada de crecimiento prolongada concomitante. Además, Argentina fue en un momento el mayor exportador mundial de productos de ganado y ese potencial permanece. Ahora, en Estados Unidos la carne vacuna viene de Australia seguida de Nueva Zelanda y Canadá. (Si Texas decide segregarse… debemos incluirla en la lista… pequeña broma)
Pero no solo de carne vive el hombre. El litio alimenta las baterías de nuestra electrónica y Argentina es un importante proveedor. El país sudamericano tiene una población relativamente pequeña (solo 45,7 millones de habitantes) en una masa terrestre relativamente grande (aproximadamente un tercio del tamaño de los Estados Unidos) y eico en recursos naturales que incluyen petróleo, zinc, hierro y cobre. Es importante su biodiversidad y climas, estos últimos van desde polares en el sur hasta tropicales en el norte. Analizando la historia, posee un alto índice de desarrollo, con una población educada, en gran parte de origen europeo.
En 1895, según el artículo de Anderson, Argentina incluso superaba a Estados Unidos en PIB per cápita. Parecía una receta segura para el éxito. En la primera década del siglo XX, Argentina competía con éxito contra Estados Unidos por inmigrantes europeos de alta calidad: ingleses, alemanes, italianos, franceses y españoles. Después de la Segunda Guerra Mundial, incluso Gran Bretaña estaba endeudada con Argentina. Pero una y otra vez, Argentina se encontró sin fondos para solventar el futuro. En una hipótesis liviana, Argentina debería estar rindiendo a un nivel igual al de Estados Unidos o Europa Occidental, o incluso mejor, dados sus recursos a las proporciones de población. La culpa suele recaer en los excesos socialistas del peronismo, que sin duda es una de las principales y más importantes causas. Pero el peronismo no surgió como por arte de magia. Juan Perón fue una respuesta a un cambio en una sociedad sedienta de un líder. Mientras otros países sufren el rigor de dictadores, los argentinos crearon, defendieron, enaltecieron e idolatraron al suyo.
Hubo un momento clave. Un momento que separa El Bien de El Mal. Durante la Gran Depresión, los productores de carne de res de Argentina se vieron excluidos de los mercados británicos, ya que Gran Bretaña, en una medida de austeridad, dio preferencia a los productos de Canadá. Para recuperar parte de esos ingresos, los productores de carne de vacuno hicieron que el gobierno de turno de Argentina negociara un desastrozo acuerdo comercial, que permitió a los británicos enviar (deshacerse) de productos manufacturados baratos hacia Argentina, a cambio de que Gran Bretaña abriera una parte insignificante del mercado a Argentina. Se trató del Acuerdo Roca-Runciman (también conocido como el Tratado de Londres), un pacto comercial de tres años entre Argentina y Gran Bretaña, firmado en mayo de 1933 por el vicepresidente de la Argentina, Julio Argentino Pascual Roca y el encargado de negocios británico Walter Runciman., que garantizaba a Argentina una participación fija en el mercado de carnes británico y eliminaba los aranceles sobre los cereales argentinos. A cambio, Argentina aceptó restricciones con respecto al comercio y el cambio de divisas, y preservó los intereses comerciales de Gran Bretaña en el país. Roca prometió a los británicos que Argentina no construiría carreteras para competir con los ferrocarriles. Pero el Presidente Agustín Pedro Justo lanzó un programa que aumentó el número de carreteras en Argentina en un 100 por ciento.
A finales de la década de 1940 y principios de la de 1950, el programa de Juan Perón para liberar a Argentina de la deuda externa y la propiedad extranjera y promover la industrialización logró cierto éxito inicial, pero finalmente condujo a un retroceso económico. Para colmo de males, las cuentas nacionales de Argentina debían mantenerse en bancos británicos. La naciente industrialización argentina y la independencia económica fueron arrojadas a los británicos solo para retener los privilegios de los productores de carne. Fue esta frustración la que contribuyó al ascenso de Perón. Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Perón intentó sacar el superávit comercial de Argentina de los bancos británicos (como resultado del Tratado Roca-Runciman), los británicos se negaron, y trabajaron para paralizar la economía argentina.
Populismo y socialismo son un grave problema en ese desquiciado territorio, pero la corrupción es tan severa en Argentina que ni siquiera un gobierno de libre mercado podría eliminarla. Cuando los líderes corruptos se vuelven populares, las democracias fracasan. Eso es lo que le pasó a Argentina y la razó por la que Perón era popular. Incluso, luego de tantos fracasos, invitaron a Perón a volver al poder a principios de la década de 1970.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 25, 2021