Cuando se considera que el equipo de los Milwaukee Bucks de 1971 tenía a Lew Alcindor (Kareem Abdul-Jabbar) y Oscar Robertson en el banco, no es sorprendente que ganaran las Finales ese año. Lo sorprendente es que era apenas la tercera temporada que jugaban en la NBA.
Los Bucks llegaron más lejos, más rápido que cualquier equipo de expansión en la historia de los principales deportes profesionales. Tan rápido, de hecho, que la ciudad de Milwaukee fue tomada por sorpresa. El equipo no vendía entradas en el Milwaukee Arena, y su grupo de viaje consistió en solo ocho personas durante las Finales. De hecho, para completar la fiesta de celebración después de ganar el Juego 4 en Baltimore, tuvieron que invitar al personal de Washington Bullets a unirse a ellos.
¿Cómo lo hicieron? La respuesta es una palabra: trabajo en equipo. Hombre por hombre, no eran el grupo de jugadores más talentosos, pero cuando los pones en la cancha juntos, su trabajo en equipo y ejecución los convirtió en uno de los mejores equipos ofensivos en la historia de la liga. Cada jugador tenía un papel específico y lo jugaba maravillosamente. Demostraron que si tenías un equipo de jugadores de rol con un par de estrellas, podías ganar.
No era el tipo de equipo en el que socializaban juntos. Todos tenían nuestras propias vidas fuera de la cancha, pero cuando se unieron, simplemente encajaron.
Nunca hubo disputas sobre quién debería tener el balón o quién debería marcar porque todos aceptaban que Abdul-Jabbar y Robertson eran la base de la ofensiva y la defensa. Pero fueron desinteresados y compartieron el balón. El promedio de anotaciones de Robertson había estado regularmente por encima de los 30 puntos mientras estaba en Cincinnati, pero bajó a 19.4 en Milwaukee porque aceptó desinteresadamente que Abdul-Jabbar era el tipo a quien acudir y le dio el balón siempre que pudo.
Como Andrew Carnegie lo definió una vez, “el trabajo en equipo es la capacidad de trabajar juntos hacia una visión común. La capacidad de dirigir los logros individuales hacia los objetivos de la organización. Es el combustible que permite que la gente común alcance resultados poco comunes”.
Y es el trabajo en equipo lo que nos permitirá alcanzar nuestros objetivos este año. Son grandes. Son atrevidos. Y se están estirando. Y solo los golpearemos si cada persona en esta sala hace su parte.
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Cuando se considera que el equipo de los Milwaukee Bucks de 1971 tenía a Lew Alcindor (Kareem Abdul-Jabbar) y Oscar Robertson en el banco, no es sorprendente que ganaran las Finales ese año. Lo sorprendente es que era apenas la tercera temporada que jugaban en la NBA.
Los Bucks llegaron más lejos, más rápido que cualquier equipo de expansión en la historia de los principales deportes profesionales. Tan rápido, de hecho, que la ciudad de Milwaukee fue tomada por sorpresa. El equipo no vendía entradas en el Milwaukee Arena, y su grupo de viaje consistió en solo ocho personas durante las Finales. De hecho, para completar la fiesta de celebración después de ganar el Juego 4 en Baltimore, tuvieron que invitar al personal de Washington Bullets a unirse a ellos.
¿Cómo lo hicieron? La respuesta es una palabra: trabajo en equipo. Hombre por hombre, no eran el grupo de jugadores más talentosos, pero cuando los pones en la cancha juntos, su trabajo en equipo y ejecución los convirtió en uno de los mejores equipos ofensivos en la historia de la liga. Cada jugador tenía un papel específico y lo jugaba maravillosamente. Demostraron que si tenías un equipo de jugadores de rol con un par de estrellas, podías ganar.
No era el tipo de equipo en el que socializaban juntos. Todos tenían nuestras propias vidas fuera de la cancha, pero cuando se unieron, simplemente encajaron.
Nunca hubo disputas sobre quién debería tener el balón o quién debería marcar porque todos aceptaban que Abdul-Jabbar y Robertson eran la base de la ofensiva y la defensa. Pero fueron desinteresados y compartieron el balón. El promedio de anotaciones de Robertson había estado regularmente por encima de los 30 puntos mientras estaba en Cincinnati, pero bajó a 19.4 en Milwaukee porque aceptó desinteresadamente que Abdul-Jabbar era el tipo a quien acudir y le dio el balón siempre que pudo.
Como Andrew Carnegie lo definió una vez, “el trabajo en equipo es la capacidad de trabajar juntos hacia una visión común. La capacidad de dirigir los logros individuales hacia los objetivos de la organización. Es el combustible que permite que la gente común alcance resultados poco comunes”.
Y es el trabajo en equipo lo que nos permitirá alcanzar nuestros objetivos este año. Son grandes. Son atrevidos. Y se están estirando. Y solo los golpearemos si cada persona en esta sala hace su parte.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 29, 2021