Las tiendas de comestibles y las cadenas de suministro de alimentos se han estado esforzando durante la pandemia para mantener los productos en stock, pero la aparición de Omicron ahora está alterando las operaciones en todos los ámbitos. En las propias tiendas de productos alimenticios, los brotes entre el personal están agudizando la escasez de mano de obra ya existente derivada de la Gran Renuncia. Bloomberg informa que los casos se han triplicado entre el personal de SpartanNash, una importante cadena de supermercados y proveedor en el Medio Oeste, en las últimas semanas, con aproximadamente el 1 por ciento de sus 18,000 empleados dando positivo. La empresa todavía ha podido cumplir con los pedidos, aunque ha habido retrasos, incluso con muchos empleados trabajando horas extra. Más allá de infectar directamente a la fuerza laboral, la variante omicron ha tenido algunos impactos de segunda mano en la mano de obra de la industria. Muchos padres que trabajan en tiendas de comestibles se quedan en casa debido al cierre generalizado de escuelas y guarderías, y otros empleados han decidido que sus trabajos no valen el riesgo de exposición durante este aumento.
La Gran Renuncia se llama al movimiento que seduce a los americanos a preferir el cheque de ayuda social a retornar a sus trabajos
Los tenderos han tenido problemas para conseguir ciertos artículos debido a la escasez de personal similar en las diversas cadenas de suministro de alimentos de las que dependen, obligándolos a buscar diferentes marcas o simplemente dejar los estantes vacíos. Por ejemplo, ha habido una serie de infecciones entre los inspectores de las plantas cárnicas, quienes, según la ley federal, deben aprobar los productos cárnicos antes de que se vendan comercialmente. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha estado tratando de enviar inspectores a los puntos críticos de escasez de personal, como Wisconsin, en respuesta. United Food and Commercial Workers también ha notado un aumento de infecciones entre los trabajadores de las empacadoras de carne, particularmente en las plantas que no han instado a su personal a recibir vacunas de refuerzo. Y los mataderos han estado operando a menor capacidad debido a la escasez de personal; el viernes, la cantidad de ganado sacrificado disminuyó un 6 por ciento y la cantidad de cerdos sacrificados un 5 por ciento, en comparación con el año pasado, según el USDA. En conjunto, estos contratiempos en la cadena de suministro, la inflación y la demanda en auge pueden conducir a nuevos aumentos en los precios de la carne.
Una historia similar también se está desarrollando en otros sectores alimentarios, solo que con diferentes tipos de trabajadores y productos. Importantes proveedores de supermercados que venden productos como Reddi-Wip (Cremas instantaneas) y Orville Redenbacher’s (Pochoclo o palomitas de maíz), predijeron que los cortes de mano de obra inducidos por Omicron podrían afectar las cadenas de suministro durante un largo tiempo. Las tormentas de invierno también parecen estar contribuyendo al problema, ya que las condiciones de las carreteras dificultan que los conductores realicen entregas y los consumidores acumulan en caso de nevadas.
El gobierno está promulgando actualmente una serie de medidas en un intento por abordar los cuellos de botella actuales que han resultado de Omicron y hacer que las cadenas de suministro de alimentos sean más resistentes frente a este tipo de impactos en el futuro. La administración federal anunció que dedicaría mil millones de dólares en fondos del Plan de Rescate Estadounidense para expandir y diversificar las capacidades de procesamiento de carne, con el objetivo de garantizar que EE. UU. no dependa tanto de una pequeña cantidad de plantas importantes que tienen un impacto enorme en cadenas de suministro cuando enfrentan escasez de personal. Sin embargo, muchas de las iniciativas no comenzarán hasta la primavera o el verano. El Grupo de trabajo de la cadena de suministro de la Casa Blanca, que se formó durante el verano, también está tratando de solucionar los diversos inconvenientes que han obstaculizado el transporte de alimentos y otros bienes. El grupo de trabajo detalló los esfuerzos para destapar los puertos del país, como imponer tarifas a los contenedores vacíos de larga duración y llegar a acuerdos con los principales minoristas para mover la carga fuera de las horas pico. Este grupo de trabajo está monitoreando un aumento en las interrupciones entre los trabajadores portuarios debido a omicron, pero n se confirmó que estos brotes no han interferido con las operaciones hasta el momento.
A pesar de estos esfuerzos, muchas tiendas de comestibles parecen estar visiblemente escasas de productos por el momento. Sin embargo, EE. UU. no es el único país que se enfrenta a tiendas de comestibles agotadas, ya que Australia se enfrenta a lo que puede ser una situación aún más grave. Woolworths Group, la cadena de supermercados más grande de Australia, anunció el jueves que más del 20 por ciento de sus trabajadores en los centros de distribución, y al menos el 10 por ciento de sus trabajadores en sus tiendas, están fuera debido a infecciones por COVID-19. El segundo operador más grande del país, Coles Group, tuvo que establecer un límite por comprador de dos paquetes para las ventas de carne picada, salchichas y pechugas y muslos de pollo esta semana. Los gobiernos de Nueva Gales del Sur y Queensland decidieron relajar sus políticas de aislamiento para los trabajadores de alimentos el domingo en un intento por aliviar la escasez actual.
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Las tiendas de comestibles y las cadenas de suministro de alimentos se han estado esforzando durante la pandemia para mantener los productos en stock, pero la aparición de Omicron ahora está alterando las operaciones en todos los ámbitos. En las propias tiendas de productos alimenticios, los brotes entre el personal están agudizando la escasez de mano de obra ya existente derivada de la Gran Renuncia. Bloomberg informa que los casos se han triplicado entre el personal de SpartanNash, una importante cadena de supermercados y proveedor en el Medio Oeste, en las últimas semanas, con aproximadamente el 1 por ciento de sus 18,000 empleados dando positivo. La empresa todavía ha podido cumplir con los pedidos, aunque ha habido retrasos, incluso con muchos empleados trabajando horas extra. Más allá de infectar directamente a la fuerza laboral, la variante omicron ha tenido algunos impactos de segunda mano en la mano de obra de la industria. Muchos padres que trabajan en tiendas de comestibles se quedan en casa debido al cierre generalizado de escuelas y guarderías, y otros empleados han decidido que sus
trabajos no valen el riesgo de exposición durante este aumento.
La Gran Renuncia se llama al movimiento que seduce a los americanos a preferir el cheque de ayuda social a retornar a sus trabajos
Los tenderos han tenido problemas para conseguir ciertos artículos debido a la escasez de personal similar en las diversas cadenas de suministro de alimentos de las que dependen, obligándolos a buscar diferentes marcas o simplemente dejar los estantes vacíos. Por ejemplo, ha habido una serie de infecciones entre los inspectores de las plantas cárnicas, quienes, según la ley federal, deben aprobar los productos cárnicos antes de que se vendan comercialmente. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha estado tratando de enviar inspectores a los puntos críticos de escasez de personal, como Wisconsin, en respuesta. United Food and Commercial Workers también ha notado un aumento de infecciones entre los trabajadores de las empacadoras de carne, particularmente en las plantas que no han instado a su personal a recibir vacunas de refuerzo. Y los mataderos han estado operando a menor capacidad debido a la escasez de personal; el viernes, la cantidad de ganado sacrificado disminuyó un 6 por ciento y la cantidad de cerdos sacrificados un 5 por ciento, en comparación con el año pasado, según el USDA. En conjunto, estos contratiempos en la cadena de suministro, la inflación y la demanda en auge pueden conducir a nuevos aumentos en los precios de la carne.
Una historia similar también se está desarrollando en otros sectores alimentarios, solo que con diferentes tipos de trabajadores y productos. Importantes proveedores de supermercados que venden productos como Reddi-Wip (Cremas instantaneas) y Orville Redenbacher’s (Pochoclo o palomitas de maíz), predijeron que los cortes de mano de obra inducidos por Omicron podrían afectar las cadenas de suministro durante un largo tiempo. Las tormentas de invierno también parecen estar contribuyendo al problema, ya que las condiciones de las carreteras dificultan que los conductores realicen entregas y los consumidores acumulan en caso de nevadas.
El gobierno está promulgando actualmente una serie de medidas en un intento por abordar los cuellos de botella actuales que han resultado de Omicron y hacer que las cadenas de suministro de alimentos sean más resistentes frente a este tipo de impactos en el futuro. La administración
federal anunció que dedicaría mil millones de dólares en fondos del Plan de Rescate Estadounidense para expandir y diversificar las capacidades de procesamiento de carne, con el objetivo de garantizar que EE. UU. no dependa tanto de una pequeña cantidad de plantas importantes que tienen un impacto enorme en cadenas de suministro cuando enfrentan escasez de personal. Sin embargo, muchas de las iniciativas no comenzarán hasta la primavera o el verano. El Grupo de trabajo de la cadena de suministro de la Casa Blanca, que se formó durante el verano, también está tratando de solucionar los diversos inconvenientes que han obstaculizado el transporte de alimentos y otros bienes. El grupo de trabajo detalló los esfuerzos para destapar los puertos del país, como imponer tarifas a los contenedores vacíos de larga duración y llegar a acuerdos con los principales minoristas para mover la carga fuera de las horas pico. Este grupo de trabajo está monitoreando un aumento en las interrupciones entre los trabajadores portuarios debido a omicron, pero n se confirmó que estos brotes no han interferido con las operaciones hasta el momento.
A pesar de estos esfuerzos, muchas tiendas de comestibles parecen estar visiblemente escasas de productos por el momento. Sin embargo, EE. UU. no es el único país que se enfrenta a tiendas de comestibles agotadas, ya que Australia se enfrenta a lo que puede ser una situación aún más grave. Woolworths Group, la cadena de supermercados más grande de Australia, anunció el jueves que más del 20 por ciento de sus trabajadores en los centros de distribución, y al menos el 10 por ciento de sus trabajadores en sus tiendas, están fuera debido a infecciones por COVID-19. El segundo operador más grande del país, Coles Group, tuvo que establecer un límite por comprador de dos paquetes para las ventas de carne picada, salchichas y pechugas y muslos de pollo esta semana. Los gobiernos de Nueva Gales del Sur y Queensland decidieron relajar sus políticas de aislamiento para los trabajadores de alimentos el domingo en un intento por aliviar la escasez actual.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 13, 2022