El Parlamento de Pakistán votó este sábado a favor de someter a moción de censura al primer ministro, Imran Khan, que de esta manera se convierte en el primer ministro de la historia del país en ser expulsado del poder a través de este procedimiento. Los partidos de la oposición aseguraron los votos de 174 de los 342 parlamentarios en apoyo a la moción de censura, obteniendo así la mayoría. De acuerdo a los informes, el ex primer ministro abandonó su residencia oficial y “salió con gracia y no se inclinó”.
Mientras tanto, la ministra de Derechos Humanos, Shireen Mazari, mencionó a EE.UU. como parte involucrada en la destitución de Khan. “Estados Unidos nos dijo que, si se elimina a Imran, Pakistán será perdonado. Yo pregunto ¿quién diablos es Estados Unidos para perdonarnos?”, expresó Mazari.
Khan, al que se culpa de la crisis económica y de la espiral inflacionista que sufre el país, se enfrentaba a una moción de censura tras de perder la mayoría parlamentaria. El debate al respecto debía haberse celebrado el pasado 3 de abril, luego de que la coalición gubernamental sufriera varias deserciones en sus filas. Se reportó que la oposición ya contaba con una gran mayoría de apoyo de legisladores dispuestos a votar a favor de la destitución de Khan.
Sin embargo, el vicepresidente del Parlamento, Qasim Suri, rechazó la moción de censura contra el primer ministro al calificarla de “inconstitucional”, en concreto, contraria al artículo 5 de la Constitución, que declara la lealtad al Estado como el deber principal de todo ciudadano de Pakistán.
“La oposición presentó una moción de censura contra el primer ministro Imran el 8 de marzo y debe acatar la Constitución y la ley. No se permite ninguna conspiración extranjera para derrocar al Gobierno electo en Pakistán”, manifestó Suri, sin brindar más detalles a respeto.
Instantes después, el presidente de Pakistán, Arif Alvi, aceptó la recomendación de Khan de disolver la Asamblea Nacional. Además, el primer ministro anunció que se realizarían elecciones generales dentro de un periodo de 90 días y, mientras tanto, continuaría ejerciendo las funciones propias de su cargo. En aquel entonces, Khan denunció que la iniciativa para destituirlo era fruto de una “conspiración extranjera”.
No obstante, este jueves la Corte Suprema del país dictaminó anular la disolución del Parlamento, calificando tanto esa medida como la convocación de elecciones anticipadas como “contrarias a la Constitución”, y declarando tal acto como “nulo y sin efecto”. Asimismo, ordenó convocar una sesión del Parlamento el 9 de abril y realizar una votación sobre la moción de censura en contra de Khan, en la que finalmente el primer ministro fue destituido de su cargo. Previamente, Khan acusó reiteradamente a Washington de urdir “una conspiración” para expulsarlo del poder.
El 31 de marzo, el entonces aún primer ministro mencionó ‘accidentalmente’ a EE.UU. como responsable de la situación al afirmar que un “Estado extranjero” quería destituirlo mediante una moción de censura. “Estados Unidos, oh, no Estados Unidos, sino un Estado extranjero que no puedo nombrar”, dijo el mandatario al señalar que ese país no especificado le envió un “mensaje” en un intento de interferir en la política interna pakistaní.
De acuerdo a los reportes, el mensaje a Khan estaba en una nota informativa del exembajador de Pakistán en Washington, en la que se grabó a un alto funcionario estadounidense diciendo que consideraban que las relaciones bilaterales serían mejores si Khan dejaba el cargo.
En otra ocasión más reciente, Khan volvió a reiterar que en la crisis política pakistaní “hubo interferencia extranjera”. “Mi ministro Atif Khan me dijo que algunos de nuestros miembros fueron llamados a la embajada de Estados Unidos en Islamabad y les dijeron que se avecinaba una moción de censura”, afirmó Khan.
Por otra parte, Khan aseguró que un funcionario estadounidense le expresó al embajador de Pakistán en Washington su molestia por la visita del primer ministro a Rusia.
“El enviado extranjero le dijo a nuestro embajador que, si Imran Khan sobrevive a la falta de confianza, Pakistán tendrá que enfrentar las consecuencias; pero si pierde, Pakistán será perdonado. Sabían quiénes llegarían al poder después de que mi Gobierno sea derrocado”, aseguró el primer ministro.
Entre otras razones, Khan señaló que a Occidente no le conviene que continúe en el poder, ya que no puede ser controlado al no poseer dinero ni activos en el extranjero. “Ellos [Occidente] saben que no puedo convertirme en su títere”, señaló, “todo este drama se está haciendo para eliminar a un hombre”, un drama que según él estaba “financiado con fondos extranjeros”.
Khan acusó a EE.UU. de estar detrás de los intentos para derrocarlo debido a su postura neutral respecto a la operación militar de Rusia en Ucrania. Además, el pasado 24 de febrero se reunió en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, para firmar un acuerdo a fin de importar alrededor de 2 millones de toneladas de trigo y comprar gas natural ruso pese a las sanciones impuestas contra el país euroasiático por su operativo. Cabe destacar que Islamabad y Moscú firmaron en 2015 y 2021 dos acuerdos para la construcción de un gasoducto de 1.100 kilómetros entre Karachi y Lahore, la primera y segunda ciudad del país respectivamente. La realización del proyecto, valorado en 2.500 millones de dólares, está previsto que dé comienzo en 2023.
Últimamente, las relaciones pakistano-estadounidenses se han deteriorado también por la situación en Afganistán, donde EE.UU. acusó a Pakistán de apoyar a los talibanes, que el año pasado provocaron una caótica retirada del territorio afgano de las fuerzas norteamericanas y de sus aliados. Por su parte, Washington rechazó rotundamente las afirmaciones de Khan de que EE.UU. está involucrado en una conspiración para sacarlo del poder.
“No hay absolutamente ninguna verdad en esa acusación”, dijo a los periodistas la portavoz de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, después de que el político pakistaní asegurara que Estados Unidos es parte de una conspiración para expulsarlo por su “política exterior independiente”. En paraleló, Khan culpó a los partidos de la oposición de Pakistán de ser “títeres de la potencia extranjera”.
De acuerdo al presidente parlamentario, Ayaz Sadiq, la votación para elegir un nuevo primer ministro de Pakistán se llevará a cabo el próximo lunes.
Los reportes apuntan a que el líder de la oposición en la Asamblea Nacional, Shehbaz Sharif, es el favorito para ocupar el cargo. Tras la destitución de Khan, Sharif declaró que el país tenía una oportunidad para un nuevo comienzo.
“Ha comenzado un nuevo amanecer”, declaró Sharif. “Esta alianza reconstruirá Pakistán”, dijo, y agregó que “la ley seguirá su propio curso y nadie interferirá en este proceso”, haciendo referencia a la próxima elección del primer ministro.
Sharif y Khan eran fuertes adversarios políticos; el primero criticaba las decisiones del entonces primer ministro, que por su parte llegó a acusar a Sharif de “lustrar botas cuando veía a un hombre blanco con traje”.
Mientras, frente a la inestabilidad política, la Corte Suprema ha declarado la alerta máxima en todo el país y ha dictaminado que ningún funcionario puede salir al extranjero sin un permiso específico. En virtud de esta orden se ha emitido una alerta en todos los aeropuertos.
En la capital, Islamabad, se tomaron medidas extraordinarias de seguridad y los hospitales están en alerta máxima. De acuerdo a los reportes, se cancelaron las licencias del personal de la Policía de la ciudad y la administración se puso también en máxima alerta. Asimismo, se detectó la presencia de fuerzas paramilitares patrullando las calles.
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El Parlamento de Pakistán votó este sábado a favor de someter a moción de censura al primer ministro, Imran Khan, que de esta manera se convierte en el primer ministro de la historia del país en ser expulsado del poder a través de este procedimiento. Los partidos de la oposición aseguraron los votos de 174 de los 342 parlamentarios en apoyo a la moción de censura, obteniendo así la mayoría. De acuerdo a los informes, el ex primer ministro abandonó su residencia oficial y “salió con gracia y no se inclinó”.
Mientras tanto, la ministra de Derechos Humanos, Shireen Mazari, mencionó a EE.UU. como parte involucrada en la destitución de Khan. “Estados Unidos nos dijo que, si se elimina a Imran, Pakistán será perdonado. Yo pregunto ¿quién diablos es Estados Unidos para perdonarnos?”, expresó Mazari.
Khan, al que se culpa de la crisis económica y de la espiral inflacionista que sufre el país, se enfrentaba a una moción de censura tras de perder la mayoría parlamentaria. El debate al respecto debía haberse celebrado el pasado 3 de abril, luego de que la coalición gubernamental sufriera varias deserciones en sus filas. Se reportó que la oposición ya contaba con una gran mayoría de apoyo de legisladores dispuestos a votar a favor de la destitución de Khan.
Sin embargo, el vicepresidente del Parlamento, Qasim Suri, rechazó la moción de censura contra el primer ministro al calificarla de “inconstitucional”, en concreto, contraria al artículo 5 de la Constitución, que declara la lealtad al Estado como el deber principal de todo ciudadano de Pakistán.
“La oposición presentó una moción de censura contra el primer ministro Imran el 8 de marzo y debe acatar la Constitución y la ley. No se permite ninguna conspiración extranjera para derrocar al Gobierno electo en Pakistán”, manifestó Suri, sin brindar más detalles a respeto.
Instantes después, el presidente de Pakistán, Arif Alvi, aceptó la recomendación de Khan de disolver la Asamblea Nacional. Además, el primer ministro anunció que se realizarían elecciones generales dentro de un periodo de 90 días y, mientras tanto, continuaría ejerciendo las funciones propias de su cargo. En aquel entonces, Khan denunció que la iniciativa para destituirlo era fruto de una “conspiración extranjera”.
No obstante, este jueves la Corte Suprema del país dictaminó anular la disolución del Parlamento, calificando tanto esa medida como la convocación de elecciones anticipadas como “contrarias a la Constitución”, y declarando tal acto como “nulo y sin efecto”. Asimismo, ordenó convocar una sesión del Parlamento el 9 de abril y realizar una votación sobre la moción de censura en contra de Khan, en la que finalmente el primer ministro fue destituido de su cargo. Previamente, Khan acusó reiteradamente a Washington de urdir “una conspiración” para expulsarlo del poder.
El 31 de marzo, el entonces aún primer ministro mencionó ‘accidentalmente’ a EE.UU. como responsable de la situación al afirmar que un “Estado extranjero” quería destituirlo mediante una moción de censura. “Estados Unidos, oh, no Estados Unidos, sino un Estado extranjero que no puedo nombrar”, dijo el mandatario al señalar que ese país no especificado le envió un “mensaje” en un intento de interferir en la política interna pakistaní.
De acuerdo a los reportes, el mensaje a Khan estaba en una nota informativa del exembajador de Pakistán en Washington, en la que se grabó a un alto funcionario estadounidense diciendo que consideraban que las relaciones bilaterales serían mejores si Khan dejaba el cargo.
En otra ocasión más reciente, Khan volvió a reiterar que en la crisis política pakistaní “hubo interferencia extranjera”. “Mi ministro Atif Khan me dijo que algunos de nuestros miembros fueron llamados a la embajada de Estados Unidos en Islamabad y les dijeron que se avecinaba una moción de censura”, afirmó Khan.
Por otra parte, Khan aseguró que un funcionario estadounidense le expresó al embajador de Pakistán en Washington su molestia por la visita del primer ministro a Rusia.
“El enviado extranjero le dijo a nuestro embajador que, si Imran Khan sobrevive a la falta de confianza, Pakistán tendrá que enfrentar las consecuencias; pero si pierde, Pakistán será perdonado. Sabían quiénes llegarían al poder después de que mi Gobierno sea derrocado”, aseguró el primer ministro.
Entre otras razones, Khan señaló que a Occidente no le conviene que continúe en el poder, ya que no puede ser controlado al no poseer dinero ni activos en el extranjero. “Ellos [Occidente] saben que no puedo convertirme en su títere”, señaló, “todo este drama se está haciendo para eliminar a un hombre”, un drama que según él estaba “financiado con fondos extranjeros”.
Khan acusó a EE.UU. de estar detrás de los intentos para derrocarlo debido a su postura neutral respecto a la operación militar de Rusia en Ucrania. Además, el pasado 24 de febrero se reunió en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, para firmar un acuerdo a fin de importar alrededor de 2 millones de toneladas de trigo y comprar gas natural ruso pese a las sanciones impuestas contra el país euroasiático por su operativo. Cabe destacar que Islamabad y Moscú firmaron en 2015 y 2021 dos acuerdos para la construcción de un gasoducto de 1.100 kilómetros entre Karachi y Lahore, la primera y segunda ciudad del país respectivamente. La realización del proyecto, valorado en 2.500 millones de dólares, está previsto que dé comienzo en 2023.
Últimamente, las relaciones pakistano-estadounidenses se han deteriorado también por la situación en Afganistán, donde EE.UU. acusó a Pakistán de apoyar a los talibanes, que el año pasado provocaron una caótica retirada del territorio afgano de las fuerzas norteamericanas y de sus aliados. Por su parte, Washington rechazó rotundamente las afirmaciones de Khan de que EE.UU. está involucrado en una conspiración para sacarlo del poder.
“No hay absolutamente ninguna verdad en esa acusación”, dijo a los periodistas la portavoz de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, después de que el político pakistaní asegurara que Estados Unidos es parte de una conspiración para expulsarlo por su “política exterior independiente”. En paraleló, Khan culpó a los partidos de la oposición de Pakistán de ser “títeres de la potencia extranjera”.
De acuerdo al presidente parlamentario, Ayaz Sadiq, la votación para elegir un nuevo primer ministro de Pakistán se llevará a cabo el próximo lunes.
Los reportes apuntan a que el líder de la oposición en la Asamblea Nacional, Shehbaz Sharif, es el favorito para ocupar el cargo. Tras la destitución de Khan, Sharif declaró que el país tenía una oportunidad para un nuevo comienzo.
“Ha comenzado un nuevo amanecer”, declaró Sharif. “Esta alianza reconstruirá Pakistán”, dijo, y agregó que “la ley seguirá su propio curso y nadie interferirá en este proceso”, haciendo referencia a la próxima elección del primer ministro.
Sharif y Khan eran fuertes adversarios políticos; el primero criticaba las decisiones del entonces primer ministro, que por su parte llegó a acusar a Sharif de “lustrar botas cuando veía a un hombre blanco con traje”.
Mientras, frente a la inestabilidad política, la Corte Suprema ha declarado la alerta máxima en todo el país y ha dictaminado que ningún funcionario puede salir al extranjero sin un permiso específico. En virtud de esta orden se ha emitido una alerta en todos los aeropuertos.
En la capital, Islamabad, se tomaron medidas extraordinarias de seguridad y los hospitales están en alerta máxima. De acuerdo a los reportes, se cancelaron las licencias del personal de la Policía de la ciudad y la administración se puso también en máxima alerta. Asimismo, se detectó la presencia de fuerzas paramilitares patrullando las calles.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 11, 2022