FELIZ DIA DEL PADRE A TODOS LOS DETENIDOS POR HABER DEFENDIDO AL PAIS DEL TERRORISMO.

🕴🏾

Por Dr. Gonzalo P. Miño.

Hoy Domingo se conmemora un nuevo dia del padre, por eso desde esta columna le deseamos un feliz dia a todos aquellos hombres que, en la década del 70 fueron llamados por el entonces gobierno constitucional del General Perón a combatir el terrorismo que asoló nuestro país y hoy sufren la infame situación de estar detenidos, solo por haber cumplido con su deber.

[ezcol_3fifth]

Habrá quienes tienen el privilegio de poder festejarlo en libertad, los menos claro y pendientes de que una Justicia prevaricadora los devuelva a una cárcel; otros tendrán la suerte de poder festejarlo en su domicilio, pues la “benefactora” Justicia le concedió esa posibilidad. Pero lo hay quienes no podrán hacerlo debidamente, por estar transcurriendo sus dias en una unidad penitenciaria.

Realmente, resulta increíble que en la Argentina del siglo XXI, que se proclama un pais democrático, respetuoso del estado de derecho, defensora de la libertad y que ha incorporado cuanto tratado internacional hay sobre derechos humanos, todavía tenga personas mayores de 70 años, enfermas, en un presidio; solo por satisfacer el morbo de una pequeña minoría, que se deleita con “matar” viejos, como en la obra “Diario de la guerra del cerdo” del escritor Adolfo Bioy Casares.

Mientras los medios de comunicación nos entretienen con la zaga del avión venezolano-iraní, la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación se entrevistó en la semana, con los representantes de la Cámara Federal de Casación Penal, el más alto tribunal en materia penal, solo por debajo de la Suprema Corte; para exigirles “cortar el grifo de las domiciliarias y acelerar los juicios orales que aún restan” (aunque en verdad fueron bastante más las exigencias de lo que imaginamos).

La “reunión” no solo se agotó en ese pedido, como dijimos llevaron un pergamino de requerimientos, entre los cuales sobresalen dos, por lo estrafalario. Uno de ellos, “reemplazar la lectura del requerimiento de elevación a juicio (no es otra cosa que la acusación en concreto) en el comienzo del juicio oral, el otro “que en dichos procesos haya VEEDORES del Poder Ejecutivo”.

Una de estas propuestas, ya fue puesta en marcha en el último juicio oral que comenzó en la ciudad de Bahia Blanca, en donde se reemplazó la lectura de la acusación formal, por una exposición oral de los Fiscales, bajo el rotulo de “alegato de apertura”. Ello motivó la airada protesta de todas las defensas, que obviamente fueron rechazadas por el Tribunal Oral actuante. Asi los Fiscales, en esa causa, dedicaron larga horas a expresarse como si fuera el alegato final, no exento de constantes agravios hacia los juzgados.

El llamado “alegato de apertura” no es ni más ni menos que la exposición del caso que exponen los acusadores ante un Jurado, describiendo el porqué de la acusación y de la prueba que habrán de valerse en el juicio. Seguramente el lector lo habrá visto en cualquier película estadounidense donde el eje central sea un proceso penal. Claro, en ese sistema, respetuoso del debido proceso y del principio de inocencia, luego de la exposición de los acusadores tiene la palabra la defensa, la cual tambien hace su “alegato de apertura”, exponiendo sobre la inocencia del acusado y de las pruebas que se ventilarán para demostrarlo. Así arranca el juicio oral, en el país del Norte.

Como esto es Argentina y los procesos llamados de “lesa humanidad” son los que los organismos de derechos humanos digan, se pretende que al comienzo del juicio solo hable la acusación, es decir los Fiscales, adelantando su alegato final y propalando lo que la “orga” quiere oír; “silenciado” a la defensa, que en ese tramo del juicio pasará ser un simple “espectador de lujo”.

A ello se le suma la “exótica” petición de que en esos procesos penales haya “veedores”. Decimos exótica, pues los que tienen la obligación de hacer respetar las leyes y cumplir con el procedimiento son los jueces. Entonces la pregunta es: para que se necesita “veedores”?. Va de suyo, que lo que se pretende es poner un “Comisario Político” al mejor estilo Politburó, que ponga en regla a los jueces “díscolos” (los que no cumplen o lo hacen a medias los caprichosos deseos de los organismos de derechos humanos) y de paso, imponga límites a las defensas; en otras palabras que las callen cuando no les gusta lo que dicen.

Extraña petición además que se contrapone con el pedido que han efectuado algunos imputados y defensores, que solicitaron la presencia de “veedores internacionales” en los juicios, lo que recibiera una férrea oposición justamente de quienes ahora impulsan una petición análoga.

Alguien digo alguna vez: “al enemigo ni justicia”, hoy los organismos de derechos humanos dicen: “justicia, pero de la nuestra”.

Asi, estos proceso siguen eternizándose, sin que se vea el fin en el horizonte, producto del espurio interés de una minoría enquistada en el poder desde hace veinte años y de la complicidad de jueces que privilegian mantener sus jugosos sueldos por el respeto a la Constitución Nacional, a la que, irónicamente juraron defender.

Por ello, desde esta columna enviamos un emocionado y fuerte abrazo a todos aquellos papás detendidos, sea en una cárcel, en un domicilio, o que viven en “libertad provisoria”, acompañándolos en esta ignominiosa situación, convencidos que la historia les tiene reservado un lugar de honra y privilegio en el futuro.

Quien ofrece su libertad y hasta su vida en defensa de la Patria, no son simples hombres, son héroes. Y estos papás son verdaderos héroes.

¡Feliz día del padre, muchachos!

Dr. Gonzalo P. Miño.

[/ezcol_3fifth] [ezcol_2fifth_end]

ESTOS SON ALGUNOS DE LOS PADRES-ABUELOS, PRESENTES HOY EN EL RECUERDO.