Venezuela tuvo todo para ser un gran país. Una cadena ininterrumpida de nefastos gobiernos logró que el pueblo confiara en un líder que originaba una brisa de esperanza. Hugo Chávez. Pero aquel Hugo Chávez hablaba de democracia. Ese Hugo Chávez se refería a Fidel Castro como un tirano. Y aquel Hugo Chávez que no se sintió mimado por Washington cambió su discurso y como un cuento de Orwell, se convirtió en lo que despreciaba (al menos en los papeles)
Tras su muerte, su heredero fue un hombre de dudosa inteligencia. La madera terciada es su árbol favorito y los pájaros son sus ángeles. Y si las cosas venían hundiéndose con Chávez, Venezuela -con Maduro- empeoró hasta llegar a este grado comatoso.
En esta nueva etapa, el gobierno de Venezuela sostendrá conversaciones con sus oponentes políticos el domingo mientras empeora la crisis política y económica en el país.
Varias protestas se han celebrado en los últimos días por la suspensión de un proceso de referéndum en la que se trata de suprimir como presidente a Nicolás Maduro.
La sorpresiva medida se produjo después de que el señor Maduro se reunió con el Sumo Pontífice Francisco en una visita no anunciada. Estas audiencias son difíciles de conseguir, pero el Santo Padre -cómplice- le habría susurrado al oído: “Quid agis, fur?”, sacándolo de la interminable fila y llevándole a un salón privado.
Todo hace suponer que el Vaticano y el bloque regional Unasur mediarán en las conversaciones entre Maduro y la oposición.
Según voceros, Francisco instó a las partes para mostrar el valor de seguir el camino del diálogo sincero y constructivo, palabras que mil veces se han escuchado y podrían haber salido de un repartidor de periódicos.
Emil Paul Tscherrig -un hombre a quien no tuve la oportunidad de acercarme, pese a varias cartas no contestadas y periódicas llamadas telefónicas que se detuvieron ante un filtro humano- dijo que “un diálogo nacional” ya había comenzado entre las partes para preparar el terreno para la reunión prevista para el día domingo en Isla Margarita.
Nicolás Maduro, un conductor de autobús y líder sindical en un pasado, acusa a la oposición de la grave situación económica de Venezuela. Un país rico en petróleo, que se enfrenta a la escasez generalizada de alimentos y a una inflación sin control. Usted sabe, el populismo tiene una grave crisis de excusas originales y siempre la culpa es del pueblo desestabilizador.
La oposición está tratando de realizar un referéndum revocatorio que permitiría que Maduro sea removido de su cargo, pero las autoridades electorales suspendieron el proceso. Esto creó un clima de intenso descontento y muchas personas cree que llevará a más y más enérgicas protestas.
La versión oficial fueron alegaciones de fraude durante la recolección de firmas para la primera petición necesaria para el referéndum, pero los legisladores de la oposición han acusado desde hace tiempo que el Consejo Nacional Electoral está bajo el control del gobierno.
Venezuela está en llamas y su futuro podría quedar en manos del “Che” Bergoglio. El Siervo de los Siervos tendrá la peliaguda misión de convencer a un pueblo hambriento y maltratado de sacrificarse en pos del bienestar del “revolucionario” Maduro.
Por Fabian Kussman.
Venezuela tuvo todo para ser un gran país. Una cadena ininterrumpida de nefastos gobiernos logró que el pueblo confiara en un líder que originaba una brisa de esperanza. Hugo Chávez. Pero aquel Hugo Chávez hablaba de democracia. Ese Hugo Chávez se refería a Fidel Castro como un tirano. Y aquel Hugo Chávez que no se sintió mimado por Washington cambió su discurso y como un cuento de Orwell, se convirtió en lo que despreciaba (al menos en los papeles)
Tras su muerte, su heredero fue un hombre de dudosa inteligencia. La madera terciada es su árbol favorito y los pájaros son sus ángeles. Y si las cosas venían hundiéndose con Chávez, Venezuela -con Maduro- empeoró hasta llegar a este grado comatoso.
En esta nueva etapa, el gobierno de Venezuela sostendrá conversaciones con sus oponentes políticos el domingo mientras empeora la crisis política y económica en el país.
Varias protestas se han celebrado en los últimos días por la suspensión de un proceso de referéndum en la que se trata de suprimir como presidente a Nicolás Maduro.
La sorpresiva medida se produjo después de que el señor Maduro se reunió con el Sumo Pontífice Francisco en una visita no anunciada. Estas audiencias son difíciles de conseguir, pero el Santo Padre -cómplice- le habría susurrado al oído: “Quid agis, fur?”, sacándolo de la interminable fila y llevándole a un salón privado.
Todo hace suponer que el Vaticano y el bloque regional Unasur mediarán en las conversaciones entre Maduro y la oposición.
Según voceros, Francisco instó a las partes para mostrar el valor de seguir el camino del diálogo sincero y constructivo, palabras que mil veces se han escuchado y podrían haber salido de un repartidor de periódicos.
Emil Paul Tscherrig -un hombre a quien no tuve la oportunidad de acercarme, pese a varias cartas no contestadas y periódicas llamadas telefónicas que se detuvieron ante un filtro humano- dijo que “un diálogo nacional” ya había comenzado entre las partes para preparar el terreno para la reunión prevista para el día domingo en Isla Margarita.
Nicolás Maduro, un conductor de autobús y líder sindical en un pasado, acusa a la oposición de la grave situación económica de Venezuela. Un país rico en petróleo, que se enfrenta a la escasez generalizada de alimentos y a una inflación sin control. Usted sabe, el populismo tiene una grave crisis de excusas originales y siempre la culpa es del pueblo desestabilizador.
La oposición está tratando de realizar un referéndum revocatorio que permitiría que Maduro sea removido de su cargo, pero las autoridades electorales suspendieron el proceso. Esto creó un clima de intenso descontento y muchas personas cree que llevará a más y más enérgicas protestas.
La versión oficial fueron alegaciones de fraude durante la recolección de firmas para la primera petición necesaria para el referéndum, pero los legisladores de la oposición han acusado desde hace tiempo que el Consejo Nacional Electoral está bajo el control del gobierno.
Venezuela está en llamas y su futuro podría quedar en manos del “Che” Bergoglio. El Siervo de los Siervos tendrá la peliaguda misión de convencer a un pueblo hambriento y maltratado de sacrificarse en pos del bienestar del “revolucionario” Maduro.
Tags: Emil Paul Tscherrig, Fabian Kussman, Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Papa Francisco, Venezuela, WashingtonRelated Posts
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