Elizabeth Klarer fue una de las primeras mujeres en reclamar una relación sexual con un extraterrestre. La mujer sudafricana dijo que fue contactada por extraterrestres entre 1954 y 1963, comenzando a la edad de 7 años.
Su primer encuentro, a los 7 años, se produjo cuando ella y su hermana estaban fuera de su casa de campo cuando vieron un disco plateado que se abalanzaba sobre ellas. Más tarde, durante un vuelo en 1937, ella y su esposo vieron un platillo que se acercó al avión y luego partió. Nuevamente en 1954, afirma haber visto una nave estelar flotando a tres metros sobre el suelo en Flying Saucer Hill. Ella dice que un astronauta, que luego sería identificado como Akon, era claramente visible antes de que la nave despegara nuevamente.
Casi un año y medio después, regresó a la colina donde informa que la nave de Akon la subió a bordo y la llevó a su nave nodriza. Ella dice que se intercambiaron besos y que Akon explicó que con poca frecuencia tomarían mujeres terrestres como compañeras, ya que la descendencia fortalecería su raza con una infusión de sangre nueva.
En abril de 1958, durante una visita a Akon, dice que él le regaló un anillo de plata que mejoró su conexión telepática. Entonces se consumó su amor y se concibió un hijo a su avanzada edad de 48 años. Ella dice que su hijo se quedó en el planeta Meton para recibir educación, mientras que ella regresó a casa porque estaba experimentando problemas cardíacos en su planeta.
Después de escribir un libro llamado “Más allá de la barrera de la luz” en 1980, comenzó con un segundo.
Sin embargo, el segundo libro, The Gravity File, quedó sin terminar ya que Elizabeth falleció de cáncer de mama a la edad de 84 años.
Es posible que el libro haya arrojado más luz sobre sus experiencias y llenado algunos de los vacíos del primero, pero, lamentablemente, no pudo terminar la historia.
Antes de fallecer, dijo que su hijo mitad humano, mitad extraterrestre, Ayling, era un astrofísico que atravesaba el universo con su mujer del espacio Clea y su hijo.
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Elizabeth Klarer fue una de las primeras mujeres en reclamar una relación sexual con un extraterrestre. La mujer sudafricana dijo que fue contactada por extraterrestres entre 1954 y 1963, comenzando a la edad de 7 años.
Su primer encuentro, a los 7 años, se produjo cuando ella y su hermana estaban fuera de su casa de campo cuando vieron un disco plateado que se abalanzaba sobre ellas. Más tarde, durante un vuelo en 1937, ella y su esposo vieron un platillo que se acercó al avión y luego partió. Nuevamente en 1954, afirma haber visto una nave estelar flotando a tres metros sobre el suelo en Flying Saucer Hill. Ella dice que un astronauta, que luego sería identificado como Akon, era claramente visible antes de que la nave despegara nuevamente.
Casi un año y medio después, regresó a la colina donde informa que la nave de Akon la subió a bordo y la llevó a su nave nodriza. Ella dice que se intercambiaron besos y que Akon explicó que con poca frecuencia tomarían mujeres terrestres como compañeras, ya que la descendencia fortalecería su raza con una infusión de sangre nueva.
En abril de 1958, durante una visita a Akon, dice que él le regaló un anillo de plata que mejoró su conexión telepática. Entonces se consumó su amor y se concibió un hijo a su avanzada edad de 48 años. Ella dice que su hijo se quedó en el planeta Meton para recibir educación, mientras que ella regresó a casa porque estaba experimentando problemas cardíacos en su planeta.
Sin embargo, el segundo libro, The Gravity File, quedó sin terminar ya que Elizabeth falleció de cáncer de mama a la edad de 84 años.
Es posible que el libro haya arrojado más luz sobre sus experiencias y llenado algunos de los vacíos del primero, pero, lamentablemente, no pudo terminar la historia.
Antes de fallecer, dijo que su hijo mitad humano, mitad extraterrestre, Ayling, era un astrofísico que atravesaba el universo con su mujer del espacio Clea y su hijo.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 4, 2022